Mientras movía el sartén de un lado a otro, con su mano no requerida tenía el teléfono pegado a la oreja, esperando que Nadjela respondiera. Se sentía preocupado por Bam, si bien le había dejado comida y agua abundante por si no aparecía temprano, a él no le agrada la soledad del apartamento. Aprovechando que la chica vive en frente, le diría que se asegure si su mascota está en buen estado.

—Hola, JungKook. —su agradable acento le hizo sonreír divertido.

—Hola, ehm... creo que tenemos mucho de que hablar. —rió con suavidad, apagando el fuego para ya servir los huevos revueltos, no sabía hacer mucho, engañó a JiSul en eso— Pero antes, ¿Me harías un favor?

—Si te refieres a Bam, esta bien, lo iré a ver.

—¿En serio? Ah, gracias. Te enviaré el código por mensaje...

—Con una condición —lo detuvo con un tono más gélido, el chico detuvo sus acciones y se concentró en lo que ella decía—. Necesito ayuda con mis cosas, puede sonar muy repentino, pero volveré a América.

—¿Qué? Creí que...

—Lo sé.—su voz se rompió— No puedo con tanto, después de haber visto la discusión entre JiSul unnie y sus padres, pensé en si eso le traería el futuro a mi, no quiero eso. La madre de Adam actuó tan agradable luego de decirle a su hijo que una mujer negra no podría ser su nuera, son hipócritas. Y no quiero vivir con eso por más que lo ame.

Sorprendentemente, no fue impactante para él oír lo que decía con tanto dolor, no después de haberla visto incómoda en la fiesta de presentación, supuso que algo la haría pensar mejor en la propuesta de matrimonio. Nancy, la madre de Adam, en un principio daba una agradable imagen, no cabe duda que era todo por aceptación. Las imágenes que muestran por afuera parece ser más importante que lo de adentro, le resulta desagradable la manera en que discriminan a alguien de su propio círculo. Su hijo se ha mostrado enamorado de una chica, ¿Y la rechazará por su color de piel?

El Jeon suspiró haciendo su cabello hacia atrás, no hay algo que pueda decir para hacerla sentir mejor, era es una decisión personal. Convencerla de quedarse en Corea seria igual a verla sufrir por la discriminación racial. Lo tenía muy en cuenta.

—Te ayudaré con lo que sea necesario mañana mismo, no te preocupes. Eres mi amiga, cuentas con mi apoyo.

—Eres muy agradable, JungKook-ah. Me alegra haber conocido a alguien así en mi corta estadía.

—A mi también.

Su conversación finalizó segundos después tras arreglar los días que lo necesitaría a su disposición, ya que Nadjela no conoce muy bien los papeles sobre el país, así que la ayudaría a leerlos y firmarlos para hacer la mudanza a Estados Unidos otra vez, volvería a su antigua Universidad y apartamento con Mila. Cuando sirvió el desayuno en la mesa, notó por fin que afuera llovía un poco. Se asomó al balcón, escuchando de cerca las gotas cayendo sincronizandas, cerró los ojos con tranquilidad, pero entonces unas manos rodearon su cintura desde atrás.

—Adam llamó hace minutos, dice que Nadjela lo dejó, ¿Sabes algo?

—Solo que tu familia es una mierda.—a pesar de haber insultado a las personas que la vieron crecer, a JiSul se le escapa una risilla. Se separan, yendo al comedor.

—No te equivocas, aunque mi abuela estaba feliz de la unión, quería ver a alguno de sus nietos al fin con familia. —observó las tostadas quemadas y unos huevos revueltos con café caliente— Se ve... bien. —probó la bebida.

—No entiendo el afán de controlar la vida de sus hijos, ¿Por qué no se concentran en envejecer y listo? Jodidos idiotas. —mordió una tostada con enojo.

—Ya sabes, son generaciones distintas. Al menos sabemos que esta generación no será igual con sus hijos, ¿No?

—¿Tú quieres tener hijos? —preguntó tragando.

JiSul ladeo la cabeza— Puede que si, me gustaría hallar al hombre ideal antes de planear una familia. Tengo muchas cosas que hacer antes de casarme —JungKook la escuchaba atentamente sin perder detalle—, mi ex quiso proponerme matrimonio.

—¿No lo hizo?

—Lo deje —respondió—. Y hace unos días lo vi con otra chica, me invitaron a su boda.

—¿Es ese el idiota del que me hablaste? —asintió, fingiendo que recordarlo no es doloroso— ¿Irás?

—No lo sé.—bufo, apoyando la cabeza sobre su puño— ¿Debería? Verlo no es grato, cada cosa que me recuerda a él me genera... una sensación extraña.

—¿Melancolía?

—Culpa. —aclaró— Por no haberlo detenido antes, YoonGi era... tóxico.