HACE DOS AÑOS

Por estar constantemente ocupada en el trabajo, recibia innumerables llamadas de su novio en el día, haciendo que se equivocara algunas veces en sus tareas por los nervios que le generaba. YoonGi tenía la excusa de siempre: '¿Por qué tengo novia si ni siquiera me da atención?' En esos momentos para ella no era tan malo, creía que llevaba la razón absoluta, pues desde que dejó la Universidad no tiene mucho tiempo libre, aún así quiso estar con él.

Tendría que haber sabido lo que ocurriría, las relaciones llevan dedicación por ambas partes, algo con lo que no cuenta. Abrió hace poco una Clínica, estaba feliz con su logro, más, el Min no. Alegaba ser la causa de su distracción a lo importante... él.

—Siempre llegas tarde, JiSul.—cuando entró a su apartamento, el pelinegro estaba esperándola con la molestia notándose en su rostro— Salgo del trabajo y lo primero que hago es buscarte, ¿No puedes hacer lo mismo? ¿Tan molesto es para ti nuestra relación? —la seguía de atrás mientras caminaba a su habitación para cambiarse— ¡Mírame cuando te hablo, joder!

Su muñeca había sido sujetada con fuerza, los dedos del hombre se encontraban firmemente clavándose en su blanca piel. La obligó a darse la vuelta, y la tiro hacia su pecho en una muestra de poder, la muchacha tragó saliva con miedo. A veces, tenía esos arranques de ira, ella era del tipo que vivía por su cuenta sin depender de nadie, eso a YoonGi le molestaba, quería estar en cada cosa de su vida, sin exceptuar detalle alguno.

Estando pegada en contra de su voluntad al pecho del mayor, sintió el costoso perfume que usa inundar sus fosas nasales, 'Forment Signature' lo compró para su cumpleaños, le gusta mucho. Con una mirada más suave la soltó, haciéndose hacia atrás.

—Lo siento.—murmuró, pasando una mano por su cabello corto— Es que... eres tan fría y malvada.

—Siempre soy la mala, ¿Por qué no aceptas tus errores? —en sus ojos se asoman lágrimas.

—Nena, sabes que te amo. —volvió a tomarla, la abrazo ocultando su cabeza en el espacio de su cuello— Prometo ya no ser así.

—Si llego tarde es porque tengo trabajo, deberías entenderlo, Min. —se separó, y dio la vuelta.

Caminó a su habitación, con él de atrás.

—¿No puedo exigir más tiempo con mi novia?

—¡Estamos siempre juntos! —se quito las medias sentada en la cama, y prosiguió con el resto de la ropa.

—¡Quiero más! Te amo, necesito estar contigo siempre.

—Ese no es mi problema.—se colocó un atuendo más casual para estar en casa, levantó la mirada y lo vio inmóvil en el marco de la puerta— No eres la víctima, YoonGi, no hoy.

—Eres una perra sin corazón.—le dijo, cruzado de brazos— ¿Cómo pretendes que alguien te ame si tú no sabes amar?

—¡Te amo pero no te daré tus caprichos todo el tiempo! —el hombre biró sus ojos con burla— Deja de ser un idiota, o te irás de aquí.

—¿Y qué? ¿Meterás a otro hombre? Es lo que las zorras hacen todo el...—su rostro giró con fuerza hacia un costado, con sus ojos bien abiertos tocó la herida provocada por la fuerte bofetada de la femenina.

Con lágrimas JiSul hizo que detuviera sus palabras hirientes— ¡Imbecil!

Pese a todo, seguía con él.