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Extra for Valentine's Day 🦋

Unos suaves besos en su espalda desnuda consiguieron que Taehyung abriera los ojos, muy desorientado al haber estado profundamente dormido. Se removió un poco en su lugar, notando que seguía desnudo bajo esas sábanas que lo cubrieron del frío de la noche. Sin embargo, el recuerdo de lo que hizo hace unas horas le dio las respuestas que su cerebro no registró al despertarse.

Lentamente giró su cuerpo, encontrándose con esa sonrisa de conejito que calentaba su corazón cada vez que tenía el gusto de verla. Sus manos se posaron en ese rostro que amaba besar con ternura, acariciando los pómulos con delicadeza.

—Buenos días, mi hada.

Jungkook lo saludó con su melodiosa voz, mostrándose sumamente feliz por tenerlo entre sus brazos, recibiendo un nuevo día en la intimidad de la habitación.

—Buenos días, mi dulce caballero.

El joven de piel canela se enterró en el cuello ajeno, deleitándose con el aroma natural de su chico, el cual yacía mezclado con el suyo después de la noche loca que compartieron en conmemoración del que sería su primer aniversario.

Poco después de su primer encuentro en la biblioteca de la universidad, Taehyung y Jungkook comenzaron a frecuentarse tanto que su linda amistad no demoró en convertirse en un precioso romance.

Una relación que se fue fortaleciendo al compartir gustos en común como libros, videojuegos y música en general. Sin contar que ambos seguían carreras en la misma facultad, pues Taehyung estaba estudiando artes escénicas mientras Jungkook se instruía en artes musicales.

Pero lo que les seguía pareciendo una hermosa coincidencia era que se hubieran conocido en una situación que nada tenía que ver con la profesión que buscaban ejercer a futuro. Al contrario, fue de improvisto y solo porque Kim casualmente estaba leyendo el libro que Jeon quería releer una vez más.

Esa historia que involucraba una pareja que lo dio todo por amor.

El joven de piel nívea todavía recordaba lo lindo que su chico de sonrisa cuadrada se veía al terminar el libro que se volvió uno de sus favoritos con el pasar del tiempo. La expresión plasmada en sus bellas facciones y el suspiro que dejó escapar al finalizar el relato fueron el detonante para que la vergüenza se alejara de su cuerpo, incitándole a hablarle antes de perderlo de vista.

La conversación se sintió tan natural que el azabache aprovechó a pedirle una cita para conversar sobre la historia leída por el chico que resultó ser mayor a él con dos años. Por lo que llamarlo "hyungie" fue de las cosas que más disfrutó desde que sus caminos se entrelazaron.

Además, vale recalcar que a Taehyung también le gustó mucho el apodo que le dio su dongsaeng. Ese chico que logró enamorarlo con cada una de sus divertidas ocurrencias y dulces gestos que le dedicó a partir de su primera salida juntos.

Al cual no pudo evitar denominar como su "caballero" en honor al libro que unió sus vidas, de la misma manera en la que el mencionado lo apodó como su "hada", pues sin pretenderlo se sentían tan identificados con los personajes de dicho cuento, que en realidad era una de sus vidas pasadas.

Aquel inolvidable día, al salir de la biblioteca, el menor lo condujo hacia una colorida heladería que ni siquiera sabía que existía, porque su camino hacia la universidad era el contrario. Por lo que nunca se vio en la necesidad de cambiar el trayecto que establecía cada mañana al ir a estudiar.

Pero que, de haberlo hecho, hace tiempo se hubiera convertido en un cliente frecuente junto a su mejor amigo llamado Jimin y su pareja Yoongi, pues los tres adoraban en demasía comer un postre frío cuando se les presentaba un descanso.

Un suceso que eventualmente se dio, pero eso era un tema aparte.

No obstante, el primer helado que disfrutó en compañía de Jungkook sería un recuerdo insuperable, sin importar el resto de citas que tuvieron en dicho lugar, ya fuera solos o estando con sus amigos. Pues solo dos horas les bastaron para congeniar de maravilla, como si se conocieran de toda la vida, o más bien, de otra vida.

La reencarnación del príncipe de las hadas y su fiel caballero finalmente estaban cumpliendo su palabra de ser felices como en el pasado no se les fue permitido por el egoísmo de algunas personas que les rodeaban.

Lo peor ya había pasado, por lo que podían contar con la certeza de que su presente y futuro serían como un sendero lleno de las más hermosas rosas.

Y hoy, hace un año atrás, los jóvenes enamorados confesaban sus sentimientos en el día de San Valentín, regalándose flores y chocolates que simbolizaban las promesas de amor que anhelaban seguir cumpliendo por mucho más tiempo.

Porque en el otro encontraron la pieza del puzzle que les hacía falta.

—¿Listo para pasar un primer aniversario de ensueño? —preguntó, dejando cortos besos sobre su cabellera, mientras Taehyung lo abrazaba con fuerza—. Tengo todo planeado para sorprenderte, de la misma manera en la que ayer hiciste conmigo, travieso.

—Dios, no lo digas, que vergüenza...

Sus palabras salieron un poco amortiguadas al estar tan apegado al azabache que no paraba de acariciar la piel de su espalda baja. Una risa melodiosa por parte su novio fue la contestación que obtuvo.

—¿En serio estás tímido? —cuestionó, separándose para tomarlo por el mentón—. Ayer no se te notaba en lo absoluto, mi amor.

—Los mojitos que tomamos me ayudaron bastante—confesó con las mejillas ardiendo en rojo—. Tú mejor que nadie sabe lo tímido que soy con este tema, pero me alegra que te haya gustado.

En serio le hacía muy feliz saber que su plan resultó como imaginó. Kim ya sabía de antemano que su novio estaba planeando algo para el 14 de febrero, por lo que, sin querer quedarse atrás en cuento a sorpresas, decidió organizar una cena en su departamento la noche anterior, que obviamente quiso que terminará en algo más, porque la salida de compras con Jimin no había sido en vano.

—Me encantó, aunque no importa cuántas veces lo hagamos, para mí seguirán siendo memorables. Pero de ahora en adelante te compraré mucha lencería bonita, ¿mmm?

—¡Jungkookie! No seas un pervertido—el mayor se quejó al recordar la ropa interior atrevida de color rojo que contrastaba con su acanelada dermis, apretando las mejillas de su enamorado a modo de reproche—. De todas formas, ¿quién dijo que se repetiría?

Las manos de Jungkook cubrieron las suyas en cuestión de segundos, bajándolas hasta que nuevamente quedaran cubiertas por las sábanas.

—Ayer prometiste que no sería la primera ni la última. Lo que fue una mala decisión si creías que lo iba a olvidar.

—Tienes razón, olvidé que cuentas con una memoria espectacular.

—Y muchas otras cosas más...

Jungkook argumentó con picardía, la comisura de su labio levantándose hasta conseguir una sonrisa de lado que combinaba tan bien con esos orbes oscuros. Taehyung simplemente rodó los ojos para molestarlo.

—Eres un tonto, pero así te amo.

—Y yo te amo más por amar a este tonto.

Se regalaron miradas cómplices, antes de salir de la cama para tomar un baño juntos. Jugando con las burbujas en la amplia bañera, limpiándose mutuamente con cariño y haciéndose peinados graciosos con ayuda de la espuma.

Creando más recuerdos que atesorarían en lo profundo de sus corazones.

No obstante, el que Jeon planeaba para ese día sería la cereza del pastel.

Cuando estuvieron completamente vestidos con prendas distintas a las que usaron la noche anterior, gracias a que el azabache contaba con unos cuantos conjuntos de repuesta en el armario de su chico, y viceversa, la pareja se decidió por salir a la calle a desayunar con rumbo a la cafetería favorita del castaño.

Al llegar a su destino, un muy caballeroso Jungkook tomó la silla para que Taehyung se sentara, cautivando con su gesto a los presentes. Ya que acciones tan dulces como esas eran muy difíciles de ver en la actualidad.

Luego de que el joven de piel nívea tomara asiento frente a su enamorado, un cordial mesero les entregó la carta para que hicieran su orden. El cual no demoraron en decidir en conjunto, pues Taehyung propuso la elección de unos waffles de nutella, fresas y moras que degustaría junto a su chico, que acompañarían con un smoothie grande de naranja que venía con dos pajillas de plástico a pedido de Jungkook.

El desayuno más ideal que una pareja desearía consumir por el día del amor y la amistad.

El ambiente romántico los envolvía con sutileza, empalagando a cualquiera que los viera conversar y robarse besos que en su mayoría sabían al dulce chocolate que cubría a la masa crujiente y esponjosa.

Al terminar de desayunar, la siguiente parada fue el parque de diversiones en el que muchas veces gozaron de los juegos mecánicos a los que se subían. A veces retándose y poniéndose a prueba para saber por cuanto podrían resistir, pues el miedo los invadía cuando la acrofobia que ambos parecían padecer se hacía presente. Pero ni siquiera el temor a las alturas, podría evitar que siguieran buscando más experiencias imperecederas.

La mañana se les pasó volando en un abrir y cerrar de ojos, hasta que se dirigieron a un puesto de hamburguesas para cerrar con broche de oro su visita al complejo recreativo Lotte World.

🦋

Una hora después, se desplazaron hacia el centro comercial más cercano para ver una película a la cual el castaño quiso asistir con anterioridad, pero que no había podido hacerlo por cuestiones de tiempo. Y Jungkook no era nadie como para no cumplirle los caprichos a su querida hadita.

La escena cliché de las manos de los enamorados juntándose gracias al bote de palomitas fue un detalle que no pudo faltar. Pero en lugar de avergonzarse como dos jovencitos que apenas confesaron sus sentimientos, los susodichos se dieron un beso de pico que aceleró el ritmo de sus corazones que se encontraban tan felices por lo que estaban viviendo.

Cuando el filme de comedia de acción finalizó, recorrieron los locales de la plaza hasta que la noche cayó sobre sus cabezas, dando inicio a la sorpresa que Jungkook tenía planeada para su adorado Taehyung.

El castaño sentía un inexplicable nerviosismo cuando su chico reservó una pequeña terraza de un hotel con vista al río Han, uno de los lugares favoritos del mayor pues la estampa frente a sus ojos siempre le pareció majestuosa.

—Es bellísimo, muchas gracias, Koo.

—Me hace feliz que seas feliz, Tae—aseguró, tomando asiento a lado de su novio en uno de los sillones del lugar. Disfrutando de la música R&B que salía por un altavoz que descansaba en un rincón, detalle que fascinó a su pareja—. Como me imaginaba que no querrías otra cena ostentosa como la que planeaste ayer, me decidí por pedir pollo frito y cerveza, ¿te gusta la idea?

—Amo la idea. Por esta vez estoy más que dispuesta a romper un poco la dieta dadas las circunstancias—bromeó, recargándose sobre el hombro contrario—. Aunque estoy curioso por saber que traes entre manos, bebé.

—No comas ansias, cariño. Lo bueno se hace esperar y eso será después de que nuestros estómagos estén llenos.

El joven de piel asintió suavemente, aceptando lo dicho por su chico, quien no perdió la oportunidad para desviar el tema hacia otras trivialidades en lo que venía la comida. Cuando eso sucedió, los chicos sirvieron los alimentos en la pequeña mesita iluminada por algunas velas que combinaban con las luces que parecían enredaderas en aquella azotea.

Ya iban por la tercera cerveza al momento en que se quedaron sin nada en los recipientes donde vino el pollo y las patatas fritas, cuando ambos decidieron comenzar a guardar todos los plásticos que luego deberían tirar a la basura.

—Listo—anunció Taehyung, cerrando la funda de papel con los deshechos—. Ha sido una comida deliciosa, gracias Jungkookie.

—Gracias a ti, TaeTae...

—¿Ya podré saber cómo finaliza mi sorpresa? Este día ha sido encantador de principio a fin, pero siempre sabes cómo sorprenderme de último momento.

—Sí, seré directo así que préstame mucha atención.

—¿Por qué no lo hiciste antes de comer?

—Tal vez al igual que tú necesitaba que el alcohol me brindara coraje para lo que quería preguntarte.

Esa declaración provocó que los labios del castaño se entreabrieran. ¿De qué se trataba todo eso?

—Bien, desde que te conocí he sentido una conexión tan especial que nunca antes experimente con alguien que no fueras tú, amor—confesó, mirando directamente a los ojos avellanas que le analizaban con devoción—. Te convertiste en la luz de mi vida, mi persona favorita y la razón por la que quiero superarme día a día.

—Oh Jungkookie, tú eres eso y más. Te has vuelto mi mundo, mi adoración, mi complemento perfecto.

—Lo sé, me lo has demostrado tantas veces en este año que no podría dudar de la veracidad de tus palabras.

El castaño sonrió solo con los labios, y Jungkook no se contuvo para acunar su mejilla.

—Por ese motivo es que quiero dar este paso contigo...

—¿Acaso...?

—Sí, precioso. Muchos podrán decir que seguimos siendo jóvenes, pero estoy seguro de que quiero compartir una vida a tu lado. A ti te faltan unos meses para graduarte, y a mí un año, por eso cuando ambos estemos tranquilos con nuestras carreras, quiero que empecemos a vivir juntos después de casarnos. ¿Por ese motivo, puedo tener el honor de ser tu prometido?

—¡Mil veces sí, mi vida!

El azabache se sintió tan afortunado cuando su pareja le ofreció la mano para que colocara el anillo de oro que mantuvo oculto en una cajita de terciopelo negro. Recibiendo con gusto la sortija que colocó en su fino dedo.

—No me cansaré de repetir lo mucho que te amo, Taehyung.

—Ni yo, Jungkook. Te amo tanto y si el reencarnar es una posibilidad, créeme que te seguiré amando en las que sigan.

—Porque yo haría de todo en nombre del amor que siento por ti.

Y esas palabras bastaron para que Taehyung jalara por la nuca a Jungkook, sellando su promesa con un beso que profesaba los sentimientos tan sinceros que tenían el uno con el otro. Garantizándoles ese hermoso final de cuentos de hadas que siempre añoraron.

Porque si en el pasado fue un pecado que ellos se amaran, en el presente y futuro sería la mayor bendición.

Fin 🦋

Al año y algunos meses después vuelvo por aquí gracias a los comentarios que pedían por saber como les fue en su próxima vida a Tae y a Koo, realmente espero haberlos dejado satisfechos con su hermoso desenlace, porque logrando conseguir su final de ensueño.
Gracias por leer este fic y este extra, tengan un feliz San Valentín.

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