POV: Lily.

Cuando tuvo la oportunidad de patear cerca del arco, Pedri no dudó un solo segundo. Y marcó el tan esperado gol.

Nos pasamos los minutos restantes del segundo tiempo esperando que alguna de las ocasiones de gol lleguen a tener éxito, tanto lo deseábamos, que no podíamos parpadear con tal de no perdernos nada.

Las cosas se iban calentando; primero Gavi a punto de liarse a golpes con uno del Real Madrid, la cara de Vinicius Jr. era un poema, por suerte aparecía Pedri para tomar a Gavi de los hombros hacia otra parte y las consecuencias no pasaron de una tarjeta amarilla para cada uno. Ya hace minutos atrás la tensión fue creciendo a medida que más faltas cometían contra Messi, cada vez que caía al césped, aparecía Frenkie De Jong a defenderlo.

Era tan extraño que aquel rubio neerlandés se pusiera a la defensiva, que el público se volvía loco. Los jugadores de ambos equipos estaban mostrando su lado más competitivo y fanático porque al final, la rivalidad tenía peso.

Pero como lo anunciaba al principio, fnalmente lo habíamos logrado... Quiero decir, ellos, no yo, los del Barça. Y el estadio se vino abajo mientras nos permitíamos llenarnos de euforia y felicidad.

-¡GOOOOOL! ¡VAMOS, HOSTIA! -Clara grita por poco desgarrando sus cuerdas vocales.

Incluso yo doy un grito, y nos abrazamos como si estuviéramos presenciando la final de un mundial.

-Increíble golazo de Pedri -dice casi gritando de la emoción una de las amigas de Vania.

Aclaro la garganta mientras finjo que no vi cómo el rostro de Clara se torcía en un gesto de incomodidad. Era todavía demasiado temprano para que olvidara lo que Pedri le había hecho sentir. Un rechazo, por más insignificante que sea, duele más allá de las ilusiones que uno se pueda haber hecho, te duele en el ego, en tu propia estima.

-No fue tan impresionante, Leo dió la asistencia y el gol es más suyo que de nadie -murmuro desinteresadamente, tratando de arreglar el momento.

Clara me mira pero no puedo descifrar lo que está pensando, no responde nada.

-Leo no ha metido gol desde hace cinco partidos -contesta la amiga de Vania, como si hubiera ofendido a Pedri y eso le molestara muchísimo.

No creí que me hubiera escuchado.

-Pero lo está haciendo bastante bien, es mejor que Pedri de lejos -señalo cruzando mis brazos sobre el pecho.

No sé porqué sentí la necesidad de defenderlo si no sabía absolutamente nada de él.

-¡Qué dice ésta! -la chica suelta una risa seca mientras mira a Vania-. No tiene ni idea.

La forma en que vuelve a mirarme hace que me moleste un poco, aprieto los dientes mientras respondo.

-Si sólo por ser guapo ya os ponéis a defenderlo a capa y espada...

Clara abre la boca y me da un codazo.

-Lily, déjalo -interrumpe, pero la ignoro.

-Mira, Pedri es más que sólo una cara bonita y eso no le quita lo bueno que es en el fútbol -responde la otra, causando que las demás incluyendo a Vania, se giren a prestar atención al debate.

-¡Más que una cara bonita dice! -repito, pero ésta vez me divierto con la idea.

Ese chico era igual que todos los hombres pijos promedio que te topabas en el bar un sábado por la noche.

Clara sonríe con nerviosismo mientras me da otro codazo.

-Pedri es muy bueno, lo que pasa es que a Lily le gusta -Clara balbucea mientras piensa qué decir-... Le gusta mucho Messi... Al parecer. -Ésto último lo dice bajito mientras me mira con cara de circunstancias.

Me encojo de hombros mientras me muerdo la lengua. Esa chica solo intentaba ser una fiel fanática del Barça, no tenía la culpa de la rabia que me causaba escuchar el nombre de ese Fifas al lado de la palabra "bueno", porque no me parecía que lo definiera en absoluto.

-Venga, no le hagáis mucho caso, sólo es el calor del partido, es que ella va con el Madrid -dice Clara, hablando nuevamente al ver cómo las amigas de Vania se miran molestas.

Vania arruga la frente.

-¿No dijiste que eras del Barça? -pregunta confundida.

La miro sin saber qué responder, trago saliva antes de mirar hacia Clara que seguramente está el doble de confundida. De repente la gente no para de gritar y montar follón de la nada, me giro hacia la cancha y puedo ver cómo Vinicius celebra un gol junto a Benzema.

El Real Madrid acaba de empatar.

-¡NOOO! -Clara da un grito terriblemente fuerte que hace que me retumben los oídos.

El dolor en el rostro de cada Culé se puede apreciar a simple vista y mayormente desde el sitio en donde yo presenciaba el partido, pero ninguno de los rostros me había causado nada como lo había hecho el ver a Leo mirar el gol desde la otra punta.

Estaba decepcionado. Se le notaba incluso aunque no pudiera verlo de cerca, parecia limparse el sudor mientras no se movía un centímetro de su sitio, con los brazos en jarra.

-Mierda -murmuro al verlo.

Ya solo quedaban cinco minutos más. No lo iban a lograr, les había costado muchísimo sacarles ventaja.

-Joder, estamos perdidos -murmura Clara hundiendo los hombros.

A partir de ése gol comienzan a llegar más ocasiones claras para el Real Madrid.

Siento ganas de llorar, de gritar, pero me mantengo con el semblante impasible. Ver a Balde tan nervioso, porque lo conocía y él lo estaba, no hacía más que empeorar el panorama. Pedri se notaba cansado, y quienes luchaban mayormente eran los defensa, resistían, no sabía cuánto tiempo más antes de que la superioridad que estaba mostrando el equipo rival, los aplastara.

-¡Venga, que es una final, chicos! -alienta Clara, su cara era de pura adrenalina.

El corazón se me detiene en cada ocasión de gol, que no llega a gol por pura suerte del destino. Leo se estaba moviendo cada vez más errático, lo golpeaban y lanzaban al suelo a la mínima que el balón tocaba sus pies. Siento la necesidad de gritar insultos acompañando al público que protesta las faltas.

-¡Así jamás va poder mover un dedo!

-¡Qué asco dais! ¡Eso era tarjeta! -Clara se une a mis protestas.

-¡Dios mío! -exclama Vania-. Esa última debió doler.

Su comentario se oye seguido de toda la afición ahogando un grito.
Hubo un eterno silencio, que no supe cómo interpretar, hace tiempo que no había sentido nada parecido, toda la afición se tapaba la boca. Rápidamente me levanto a mirar qué está sucediendo, y es cuando veo que una camilla ingresa a gran velocidad en la cancha.

-Es Leo -murmura Clara.

La miro, seguramente los ojos casi se me salen de las órbitas al escuchar su nombre.

-¿Qué ha pasado? -pregunto, temiendo la respuesta.

-Pues que acaba de lesionarse... Joder, espero que no sea tan grave.

El temblor en la voz de mi amiga hace que mi corazón comience a latir irregularmente, algo malo le tuvo que suceder para que tengan que precisar de una camilla.

-No, por favor... -murmuro llevándome las manos a la cabeza.

notita;
me encanta porque en este mundo alterno el Real supera al Barça en la supercopa, y no al revés Jajaja.
Perdón pero Leo se tenía que lesionar algún día, espero que no sea tan grave como para arruinarle la carrera.
Jajaja un besote💋