Jay

Al entrar al cuarto todos parecían como hipnotizados, estaban como idos, fruncí el ceño.

—¿Mal? ¿Evie? ¿Carlos? —me acerqué uno a uno pero ninguno despertaba—. Vamos chicos, no es gracioso, despierten ya —dije comenzando a ponerme nervioso, sentí un golpe en la espalda que me derribó y comencé a ver todo en negro.

Al abrir los ojos de nuevo, no se cuanto tiempo después, me desperté con agua escurriendo mi cuerpo, fruncí el ceño miré hacia arriba y me di cuenta que el techo estaba goteando, y cuando vi abajo, el cuarto se había comenzado a inundar, yo estaba atrapado boca abajo, colgando de los pies de una asquerosa alga que comenzaba a enredarse cada vez más.

Saqué uno de mis cuchillos del pantalón y corté el alga, se escuchó un ruido irritante en ese momento pero se callo la los segundos. Me golpeé de espalda contra el suelo parcialmente inundado y me sacudí, necesitaba encontrar a los chicos, así que comencé a andar por las habitaciones del castillo, corriendo por los pasillos y derribando las puertas, el castillo era muy alto, y revisar ala por ala tomaría demasiado tiempo.

Subí hasta la cima de la Torre donde estaba, no se que ala es esta, y ahí estaban, atrapados hasta el cuello con una enredadera, estaban en trance la enredadera se estaba metiendo por su boca, quería ahogarlos, fruncí el ceño, tenía que trepar por las paredes para llegar hasta donde están ellos.

Tomé mi cuchillo poniéndolo en mi boca para poder trepar, la piedra estaba resbalosa. Subí con dificultad hasta llegar a la cima, el primero con el que pude llegar fue Carlos, tardé en cortar la liana porque cada vez que la tocaba esta se tensaba más, pero logré liberarlo.

Lo llevé al suelo y lo desenredé, al final saqué la liana que se había metido a su garganta lo cual fue bastante desagradable. Y subí nuevamente a por las chicas, Carlos aún no despertaba pero estando en el suelo sería más fácil. Tomé a Mal que fue la siguiente que pude alcanzar y corté la liana, la cual se aferró a su cuello con cada corte, y cuando la dejé en el suelo también le saqué la enredadera, pero me preocupaba que ninguno despertaba aún. Cuando iba por Evie, una enredadera tomó mi pierna jalándome, la corté pero me atacó con una espina y me hizo un corte en la pierna, después arreglaría eso. Subí hasta la cima para llegar a Evie y logré liberarla, un líquido verde brotaba de mi pierna, era asqueroso, era veneno.

Yo no sabía de pociones ni nada, así que solo tomé mi gorro mojándolo con el agua del suelo y lo pasé por la herida, el agua si ayudaba, por lo menos lo necesario por ahora. Necesitaba llevarlos al agua, se estaban ahogando, pero el frío no ayudaba. Aunque fuera arrastrando, necesitaba llevarlos a la habitación en la que había estado antes.

Subir y bajar 3 veces iba a ser demasiado agotador, até a los 3 de los pies como la enredadera y con un colchón desgastado que había en una de las habitaciones del castillo, los bajé por las escaleras como una especie de trineo, es increíble que me tocara a mi todo el trabajo, si estaban envenenados y apenas respiraban, con suerte el agua los ayudaría, así que al llegar al cuarto que había comenzado a inundarse, y los recosté en el agua, hundiéndolos. Despertaron unos segundos después con una gran inhalación, sonreí levemente, los había salvado.

—¿Qué sucedió? —dijo Evie y yo sonreí victorioso.

—Los salve de morir, de nada —dijo Jay—.  Ni siquiera sé si fue prueba mía o de ustedes, pero no volvamos a hacer algo como esto —todos asintieron.

Carlos

Después de nuestra cercana experiencia a la muerte, y siendo lamentable el hecho de que pueda decir esa frase con más de un recuerdo de este viaje.

Nos quedamos en el castillo, en la sala, aún había cosas que explorar, decidimos hacer guardias porque nadie quería dormir estando en el castillo de maléfica pero todos lo necesitábamos, hicimos fuego en la chimenea del lugar y cenamos juntos como cada día desde el inicio.

—Yo vi a mi madre con un perro, creí que enfrentar al perro era mi prueba de miedo, pero al final resultó que era el enfrentar a mi madre —dijo Carlos.

—Entonces, por teoría popular, la primera prueba fue principalmente para Carlos, para desafiar su inteligencia, y está de Jay, para desafiar su valentía o su audacia supongo. Pero parece ser que todas las pruebas nos involucrarán a todos en cierta manera así que será mejor estar preparados —dijo Evie y asentimos.

—¿Tú que viste, azulada? —dijo Jay con una sonrisa y ella solo rió.

—La misma visión de yo en mi vida perfecta, pero lentamente se hacía horrible —hizo una mueca.

—¿Y tú mal? —la miré.

—Nada importante, recuerdos de la vida de mi madre —se encogió de hombros y siguió comiendo, Mal miraba extrañamente a Evie de repente, y ella a veces le devolvía la mirada, esto se está haciendo más intenso.

—Estoy agotada, tomaré el primer turno para dormir —dijo Evie levantándose.

—Yo también quiero dormir, cuando toque vigilar nos avisan —Jay y yo asentimos—. Estas dos se traen algo —dije para mi mismo pero Jay escucho.

—Actúan más raro que de lo normal, eso es seguro —asentí.

Jay y yo seguimos comiendo y después de unas 4 horas según el reloj, fuimos a despertar a las chicas para poder dormir nosotros.

—Evie —le dije en bajo para despertarla con cordialidad—. Evie, despierta, es tu turno de vigilar.

Al despertar se talló los ojos y se sentó asintiendo.

—Claro, si, descansa —habló somnolienta y se dirigió a donde estaba la fogata encendida, antes de dormir vi a Mal yendo también allá, podría ser una noche interesante para ambas, quizá para cuando despierte puedan ser pareja o algo. Miré a Jay quien sonrió con diversión y nos acostamos para dormir cada quien en su lugar, podrían pasar cosas interesantes.