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la Más EspErada dE las llEgadas

Evie

Salimos hacia el salón de Lady Trimane donde me encontré con Dizzy. Cuando estuve exiliada, Dizzy era mi única amiga, ya que Lady Trimane tenía un salón de belleza, solía venir a casa a escondidas de todos para ofrecerle sus productos a mi madre, y usualmente traía a Dizzy quien es dos años menor, así nos hicimos amigas, crecimos juntas, y ella me ayudaba a seguir a la moda, y me contaba sobre cómo eran las cosas afuera de mi castillo, es difícil tener una infancia en cautiverio.

—¡Evie! —dijo con emoción y fue a abrazarme.

—¡Hola! —sonreí correspondiendo.

—Hola Mal —saludó con una sonrisa, a pesar de estar en una isla de villanos, Dizzy seguía con su esencia desde que la conozco, nunca se había esforzado por encajar si no lo hacía, y era obvio, porque ella era realmente una buena persona atrapada en este miserable isla—. ¿Qué hacen aquí chicas?

—Bueno, yo quería un cambio de look para ir a una fiesta —Dizzy aplaudió con emoción—. Nada muy sofisticado.

—Déjamelo a mi, se exactamente que hacer —sonrió y asentí.

Mal se quedó esperándome, y al terminar sonrió, me miré al espejo y le sonreí a Dizzy, un permanente de rizos, me encanta, duraría unos meses por lo menos. La verdad es que ella era muy talentosa y muy aficionada con la moda, a veces me daba algo de pena que estuviera aquí, pero ella siempre sonreía.

—La más bella —dijo Mal, sonreí y salimos—. Creo que necesito un leve corte de cabello, algo que se vea cool.

—¿Quieres que regresemos con Dizzy?

—No —me miró—. Hazlo tú —la miré extrañada y ella sonrió—. Vamos, sabes de moda, y seguro eres increíble con las manos y las tijeras —arrugó la nariz con una sonrisa divertida.

—Tu humor de doble sentido es fascinante —concluí con diversión y ella soltó una risa para después encogerse de hombros.

—¿Entonces lo harás? —sonreí, iba a contestar pero fui interrumpida.

—Vaya, vaya —una voz inconfundible y su apariencia también—. Pero si son la "realeza isleña" —dijo en burla.

—¿Qué quieres, Hook? —dijo Mal exasperada.

—¿Yo? Nada, solo estamos dando un paseo, ¿Cierto, Gil? —el otro asintió.

—Andas muy libre por aquí. ¿Uma por fin soltó tu correa? —Mal dio un paso hacia el y el soltó una risa hipócrita.

Los chicos llegaron interponiéndose en el pleito, supongo que terminaron de robar lo que sea que hayan robado.

—¿Algún problema, Hook? —dijo Jay atrás de Mal y el se encogió de hombros fingiendo inocencia.

—Uma va a obtener este territorio de vuelta, y no habrá nada que puedan hacer para evitarlo —amenazó.

—Que miedo —dijo Mal con burla fingiendo estar triste—. Dile a Uma que si quiere este territorio, va a tener que luchar.

—Es nuestro territorio ahora —me atreví a hablar—. No nos lo van a quitar tan fácil —el soltó una risa.

—¡Vaya! La princesa tiene carácter —parecía extasiado. Harry siempre me pareció algo... loco—. Entiendo porqué es "tu chica" —le habló a Mal.

A pesar de no ser efusivas en público, Mal solía llamarme así sin importar que. No era una confirmación de nada, pero tampoco negaba nada exactamente, un apodo intermedio le llamábamos, y tenía sentido porque era Justo lo que nosotras éramos, no necesitamos más por mucho tiempo. Puede que a los hijos de villanos les dé igual con quien se lía o alía cada quien, pero a los padres villanos no les haría gracia.

Harry se fue y nosotros nos fuimos a arreglar para la fiesta de Anthony Trimane. Nos vestimos y me acerqué a Mal con una leve sonrisa.

—¿Quieres tu corte de cabello? —ella me miró de arriba a abajo y sonrió con diversión, se encogió de hombros y asintió.

—Haz tu magia —se dio la vuelta en la silla que rechinaba y yo saqué unas tijeras.

Le comencé a cortar el cabello, aunque no demasiado, después de un rato había terminado ya. Le dejé la parte de enfrente más larga que la parte de atrás, a mi me agradaba pero no sabía si a ella le iba a gustar.

—Me fascina —sonrió.

—¿De verdad? —asintió.

—Si, se siente justo como yo —me guiñó el ojo, sonreí y se levantó—. ¿Lo ves? Talentosa con las manos —solté una leve risa—. Pero quizá no tanto como yo —ella me besó y yo correspondí.

—Chicas, odio interrumpir sus momentos, pero tenemos una fiesta que requiere algo de nuestro caos —dijo Jay y soltamos una risa.

Nos fuimos a la fiesta y la pasamos increíble, la verdad es que a pesar de los recursos, Anthony Trimane sabía exactamente cómo hacer de sus fiestas una extravagancia.

—Hola Anthony —saludé con una sonrisa mientras enredaba mi cabello entre mis dedos haciendo círculos.

—Evie Queen, siempre un placer —tomó mi mano y dio un beso en el dorso de ella—. Mal, Jay, Carlos, pasen —dijo con cortesía.

Mal me sonrió de lado rodando los ojos, ella decía que le divertía ese comportamiento "encantador" que tenía, y la verdad es que me ayudaba a conseguir muchas cosas.

Nos quedamos en la fiesta haciendo caos y añadiendo nuestro propio ambiente, éramos los reyes de este lugar y jamás creímos que algo nos lo podría quitar, vaya que estábamos equivocados.

Pasó la media noche, incluso pasó la madrugada y todavía la fiesta no terminaba, hasta la mañana siguiente fue que terminó, eran las 6 más o menos.

—Es hora de irnos —dijo Carlos.

—¿Y si vamos a Bar Bazofias? —nos propuso Jay—. A nadie le importará unas horas más que estemos fuera.

Asentimos porque era cierto, a nadie le importaría, nos habíamos ido de viaje como una semana hace 6 meses y a nuestros padres poco les importó.

Desayunamos con tranquilidad haciendo chistes, y esas cosas, después fuimos a ocasionar algo de caos por la ciudad, estábamos festejando con la multitud porque Mal le había robado su dulce a un bebé cuando todos salieron corriendo, oí un suspiro de Mal y volteó encontrándose de frente con su madre.

—Madre —apreté los labios inconscientemente viendo la interacción.

—¿Ahora te dedicas a robar? Que gran decepción —soltó dramáticamente y Mal solo sonrió.

—Se lo robé a un bebé —Maléfica tomó el dulce sonriendo.

—Esa es mi chiquita cruel —sonreí levemente y miramos a la madre de Mal escupirle al dulce y ponerlo en su axila—. Devuélveselo al horrible niño—le dijo a uno de sus sirviente.

—Pero ma... —la interrumpió.

—Son los detalles, Mal. Lo que hacen la diferencia entre "malo" y diabólico —Mal me miró de reojo y me encogí de hombros—. Cuando yo tenia tu edad, ya había hechizado cada reino del mundo —tomó a Mal de los hombros—. Yo solo intento enseñarte lo que realmente es valioso. "Ser una copia de mi"

—Lo sé, y lo haré mejor.

—¡Casi lo olvido! ¡Hay novedades! —se dirigió a nosotros dejando a Mal con una mueca extrañada—. Los cuatro fueron elegidos para ir a otra escuela... en Auradon.

Al escuchar ese nombre intentamos huir pero sus sirvientes nos detuvieron con facilidad, son mucho más grandes que nosotros, hice una mueca y arreglé mi ropa.

—¿Qué? —frunció Mal el ceño—. No iré a un internado insoportable lleno de princesitas primorosas.

—¡Y príncipes lindos! —anuncié como recordatorio, pero Mal me miró mal por primera vez, a pesar de que siempre hacía comentarios así.

—Y yo no uso uniformes a menos de que sean de cuero de verdad —se burló Jay, pero frunció el ceño cuando Carlos ignoró su mano en vez de chocarla.

—Yo leí en algún lado que Auradon tiene perros, mi madre dice que son animales rabiosos que comen a los niños que no se comportan bien —parecía legítimamente asustados, pero Jay y yo nos reímos cuando Jay ladró a su lado para asustarlo.

—Si mamá, nadie quiere ir.

—¿Crees que el plan no servirá? —dijo Maléfica exasperada—. ¡Tenemos que dominar el mundo! —nos miramos entre nosotros sin entender—. ¡Ignorantes! —anunció a sus sirviente mientras caminaba hacia el castillo de las ofertas—. ¡Mal! —la llamó.

Mal soltó un suspiro, volteó a mirarnos y la seguimos, sin saberlo hasta ese momento, esas eran nuestras últimas horas en la isla.

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