La Pelea parte II: Encontrando a Eggman
–¡Es hora de tu juicio final!– gritó señalándolo –Y el día de hoy yo seré tu verdugo...– escuchó pronunciar la amenaza de aquel erizo azul.
Parecía que por fin aquella desinteresada y traviesa sonrisa se había borrado de sus labios. Shadow sonrió al escucharlo decir eso, era la primera vez que podía decir que actuaba como un verdadero asesino, y eso le agradaba. Si una pelea quería, con gusto se la daría. Si bien Sonic no había sido el responsable de la muerte de María, sin duda era un muy buen candidato para empezar a liberar esa furia que había llevado contenida por años.
–Parece que por fin logras entender qué es lo que hacemos los asesinos– habló con una sonrisa maliciosa el erizo negro, sacando su arma y cargándola.
–No te perdonare todo lo que has hecho... ¡Lo que nos has hecho!– gritó furioso, poniéndose en posición de ataque.
–Perfecto, porque no busco tu perdón.
Amy mantenía su mirada en el erizo conocido como Shadow the Hedgehog, y luego miraba de reojo a Sonic, viendo el parecido entre ambos, sin embargo, no estaba segura que él hubiera sido el responsable de la muerte de Knuckles, aunque eso no parecía ser importante, pues Sonic parecía tener sus propios motivos para librar esa batalla.
Rouge fijó su vista en el erizo azul, sin comprender qué hacía con Amy después de lo que ella había dicho, acusándolo como el asesino de Knuckles, aunque eso no le importaba, si el erizo azul realmente había sido el asesino de Knuckles ella misma se encargaría de patearle el trasero, para poder asegurarlo necesitaba encontrar a Eggman primero.
–Shadow ¿Qué crees que estás haciendo?– preguntó molesta –No hay tiempo para esto, tenemos que...
Pero antes de que pudiera terminar su frase el erizo azul se lanzó contra Shadow, para así, derribarlo con éxito haciendo que perdiera su arma por el impacto.
–Parece que pelearás sin ayuda– habló Sonic con una sonrisa. El erizo negro lo empujó con ambas piernas lanzándolo contra de las gradas de cemento. –No necesito mis armas para darte una paliza... Faker– dijo poniéndose en pie. El erizo azul se levantó del suelo y corrió hacia él nuevamente, dando inicio a la pelea.
Un rayo azul y dorado se miraba por diferentes partes de la calle chocar bruscamente uno contra otra en una pelea épica.
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Caminaba hacia la comisaría con la esperanza que Amy hubiera podido tranquilizar al erizo azul y para que éste así pudiera cumplir con su parte del trato, pero antes de ir hacia allá quería ver si realmente Dalia se encontraba bien. Tails fue al hospital de Station Square y preguntó por ella, las enfermeras le indicaron la dirección. Caminó hacia la habitación predicha por éstas y llegó hacia donde ésta se encontraba. Abrió la puerta con sumo cuidado y vio como ella se encontraba con el control remoto de la televisión en la mano cambiando los canales rápidamente.
–¿Dalia?– llamó por lo bajo.
–¿Uh?– exclamó divisando al zorrito de dos colas parado en la puerta –Vaya, vaya, miren lo que trajo el gato. Espero que vengas con mi esmeralda.
–¿Te encuentras bien?– preguntó entrando.
–¿Llamas a estar bien haber perdido casi toda mi sangre por un disparo láser? Yo no lo creo– reprochó exasperada.
–De acuerdo, no estás bien– consintió sonriendo divertido –Dalia, vengo aquí no sólo para ver cómo estás, también para saber exactamente quién te hizo esto.
–¿Por qué?– preguntó intrigada. Esa no era la manera "normal" de actuar de los policías. Generalmente preguntaban por tu estado y luego la clásica pregunta << ¿Sabes quién te hizo esto?>> No asumían que uno ya lo sabía.
–Porque Amy dijo que el responsable de lo que te había pasado había sido el responsable de la muerte de Knuckles– respondió Tails al final.
–Sí, así es.
–¿Cómo sabes eso?, ¿Él te dijo algo?
–No fue necesario– espetó –Fue tal como Amy lo describió... frío, sin titubear. Hablando de aquella extraña forma.
–¿A qué te refieres?
–Bueno, habló como cualquier máquina habla supongo. Eso es bastante extraño para mí.
–¿Una máquina?
–Sí. Era un robot que se parecía mucho a Sonic. Él me disparo con un láser en el pecho.
–"Por eso no encontraron la bala que mató a Knuckles, porque no hubo alguna" ¡Debo de ir con Amy!– dijo rápidamente.
–Te aconsejo que te apresures– aconsejó Dalia retomando el control remoto nuevamente.
–¿Por qué?– preguntó Tails mientras paraba de su marcha.
–Porque Rouge y uno de los asesinos que buscas van para allá.
–¡¿Qué?!– gritó sorprendido –¡¿Qué asesino?!
–En mi opinión, el más peligroso de los tres.
–¡¿Cómo sabes eso?!
–Porque que vino aquí no hace mucho.
–¿Para qué?
–Quiere mi comunicador y yo le dije que tú lo tenías en la estación. Así que si lo miras te aconsejo que se lo des o te irá mal.
–¡¿Por qué rayos...– Tails calló, apretando sus puños con fuerza, entre más discutiera sólo perdería más tiempo. Necesita llegar a la comisaría y rápido. Amy podía estar en problemas.
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La pelea seguía en medio de las calles que pronto se disiparon al ver el caos entre los dos asesinos. Se podía observar los rayos azules y dorados chocar uno contra otro, exceptuando las pocas veces en las que alguno de ellos chocaban contra uno de los edificios vecinos, lo cual sólo duraba unos segundo antes de regresar al combate. En el suelo se podían ver escombros y sangre seca por aquí y por allá, sin embargo no se podía distinguir la gravedad de las heridas.
Amy deseaba poder detener la pelea de algún modo. Con temor que la herida que le había ocasionado podría costarle la pelea o incluso la vida, sin embargo, interponerse era una sentencia de muerte segura.
Lo que pareció una explosión hizo que se separaran al fin, viéndose mutuamente de forma desafiante. Sonic tenía la respiración agitada sintiendo heridas punzantes en diferentes partes del cuerpo, aunque su oponente no se encontraba de mejor manera. Sonic limpió con el pulgar su labio sangrante esbozando una sonrisa de satisfacción, llevaba mucho tiempo sin poder usar toda su fuerza y sentir un verdadero desafío. Shadow lo imitó, sonriendo por igual, sintiendo aquella adrenalina y emoción recorrer por sus venas.
–Quien hubiera dicho que eras un oponente digno– habló el erizo negro torciendo su sonrisa –Las copias son más exactas cada día, pero al final... siguen siendo copias.
–Veremos quien es la copia aquí– provocó Sonic.
Shadow vio como el erizo azul corría nuevamente hacia él. Todo eso ya había tomado mucho tiempo, y gracias a él ahora estaba herido, era la primera vez en mucho tiempo que eso pasaba. De su bolsillo sacó una Esmeralda Caos de color verde viendo la expresión de sorpresa en su contrincante –Control Caos– murmuró desapareciendo de la vista de su oponente. Apareció nuevamente detrás de él para así darle una patada certera en la espalda y hacerlo chocar fuertemente en el concreto –¡Sonic!– escuchó gritar de la eriza rosa que lo acompañaba. Shadow vio como se levantaba nuevamente e hizo lo mismo. Ahora el erizo azul tenía la desventaja. Por más rápido que fuera no podía predecir el lugar donde aparecería el erizo negro. Shadow no necesitaría más de unos cuantos golpes para declararse ganador y dejar al erizo lisiado de por vida o peor. Shadow apareció nuevamente detrás de Sonic y lo sujetó fuertemente del cuello, cortándole la respiración
–Aquí se termina todo, Faker– le susurró con malicia. Sujetó la cabeza del erizo azul con ambas manos; sólo necesitaba un pequeño esfuerzo para así romperle el cuello y...
–¡ALTO!– escuchó decir –¡AQUÍ ESTÁ EL COMUNICADOR!– dijo un zorro de dos colas que bajaba las gradas con el comunicador de Dalia en las manos.
Sonic vio aquel zorrito correr con su brazo levantado el comunicador, uno como el que Eggman le había dado hace mucho tiempo. Shadow aflojó su agarre, distrayéndose, dándole la perfecta oportunidad para salir de esa situación. Sonic tomó al erizo negro por ambos brazos alzándolo sobre su cabeza haciendo que éste cayera a sus pies frente de él.
–Esto aún no termina...
–¡Sonic detente!– gritó Amy corriendo hacia él –¡Él no lo hizo!
–¿Eh?– exclamó confundido.
–Dalia ya despertó– explicó.
Sonic retrocedió un par de pasos de donde se encontraba Shadow, quien empezaba a levantarse nuevamente.
–Terminen con esta pelea, ambos– ordenó Tails acercándose al lugar de combate de manera imponente. –Tú eres Shadow, ¿No es cierto?– preguntó al erizo negro, quien ahora lo miraba de forma amenazadoramente –Creo que tengo algo que necesitas...
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Caminaban en un intento de alejarse de su atacante y seguro para poder tratar las heridas de Silver. Un estruendo en las cercanías los hizo detenerse. –¿Qué fue eso?– preguntó la gata lila observando a los alrededores. Silver buscó con la mirada de dónde había venido el estruendo, y a la distancia logró vislumbrar dos rayos de luz, dos rayos que conocía bien.
–Sonic...– murmuró al distinguirlo –"Demonios Sonic ¿Cómo rayos te encontraste con Shadow?"– pensó el erizo plateado –Tenemos que ir hacia allá, y rápido– ordenó caminando con un gran esfuerzo debido a su herida.
Blaze asintió con la cabeza ayudándolo a caminar por la ciudad. Para cuando lograron llegar hacia donde habían escuchando los estruendos observaron una escena con diferentes seres en ésta. Estaban ambos erizos, muy mal heridos, una eriza rosa, una murciélaga blanca y un zorro de dos colas. Parecía toda una reunión.
–Creo que tengo algo que necesitas...- habló el zorro de dos colas.
–¿Sonic?– dijo el erizo plateado.
Sonic vio la llegar de su amigo, quien llegaba junto con la presa, quien pensó había regresado a su hogar.
–Silver ¿Qué haces aquí? y más aún ¿Qué rayos te pasó?– preguntó al ver las heridas del erizo plateado.
–Fue un robot... uno muy parecido a ti– respondió exhausto.
–¡El asesino de Knuckles!– gritaron Tails y Amy al unísono
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Pronto los tres erizos, Amy, Rouge, Blaze y Tails estaban dentro de la estación de policías. Sonic le había comentado a Silver lo que había pasado y el por qué de su pelea con Shadow, y él por su parte le había hablado sobre el erizo metálico que quería matarlo. Shadow no había dicho palabra alguna; Rouge se había encargado de hablar por él, diciendo que ambos querían encontrar a Eggman; pronto parecía que todos tenían un objetivo en común... Eggman.
–A ver si entiendo– habló Tails –Shadow y tú están en buscan del comunicador para poder así encontrar una señal que los lleve hasta Eggman– retomó hablando con Rouge, ella asintió –Y Eggman es la cabeza de las operaciones criminales de los últimos años, él responsable de muertes cercanas a Sonic– dijo viendo al erizo azul, él asintió tristemente –Y el responsable de matar a Knuckles con un Robot que se parece a Sonic y que ahora quiere matarte a ti– señaló viendo al erizo plateado, que aún se encontraba recuperándose, él asintió por igual –Y ustedes tres se metieron a pelear, arriesgando su vida, casi al borde la muerte, sin prever que necesitaban todo su potencial para poder encontrar e infiltrarse en la base de este sujeto ¿verdad?- regañó viendo a los tres erizos, quienes desviaron la mirada sin responder.
–¡Trío de tontos!– exclamó Amy, golpeándolos a los tres en la cabeza con un periódico enrollado.
–¡Oye!– exclamaron los tres al unísono.
–Se lo merecían por su imprudencia– regañó –Si los tres sabían que necesitaban encontrar a Eggman iniciar todas estas peleas era algo absurdo.
–No es culpa mía que tu novio quisiera pelear conmigo– se excusó el erizo negro cruzándose de brazos.
Amy se sonrojó violentamente al escuchar la palabra novio ser mencionada. Ella lo golpeó fuertemente con el periódico nuevamente provocando que la volteará a ver irritado.
–¡¿Qué demonios te pasa niña?!– gritó molesto poniéndose de pie amenazadoramente. –¡Vuelve a hacer eso y...
Sonic lo haló de aquella gabardina que vestía obligándolo a sentarse y callarlo al mismo tiempo –Ten cuidado con lo que le dices– amenazó con una mirada fría e intimidante.
–¡¿Quieres ser vencido nuevamente?!– preguntó molesto el erizo negro.
–¡Eso no hubiera pasado si tú no hubieras usado la esmeralda caos!
–¡Ja! ¡Hubiera pasado con o sin ella!
–¡Quisiera verte intentarlo sin ella!
–¡Porque tú...
–¡BASTA!– detuvo Rouge –Parecen dos hermanos peleándose por un estúpido juego de video– dijo molesta –Casi pareciera que se agradan.
–¡Claro que no!– gritaron ambos al unísono.
Silver sonrió divertido al ver la pelea infantil. La verdad es que los tres habían convivido por tanto tiempo que se tenían casi un tipo de aprecio. Uno muy extraño, de eso no cabía duda. Blaze lo vio de reojo para luego nuevamente a los erizos frente a ella. Seguramente eso era lo que Silver, o cualquiera de ellos, tenía más cercano a una familia.
–¡Suficiente!– gritó el erizo negro poniéndose de pie –No necesito nada de esto. Encontraré a Eggman por mi cuenta– habló mientras encontraba la salida.
–Necesitas ayuda– habló el erizo plateado –Te guste o no.
–No necesito nada de ninguno de...
–Yo sé cómo encontrarlo– interrumpió Silver.
–¿Tú sabes cómo encontrarlo?– repitió dudoso.
–¡Sí!– dijo Sonic con aquella sonrisa nuevamente en su rostro –Pero no te lo dirá a menos que nos digas un cumplido.
–¡¿Qué?!– exclamó con sorpresa ante la petición del erizo.
–Espera Sonic, yo no...– intentó hablar Silver.
–A menos que quieras prescindir del derecho y enorme placer de aniquilar a Eggman con tus propias manos, deberás de decir algo bueno sobre Silver y sobre mí– habló con aquella emoción característica de un niño.
–"Sonic, no abuses de tu suerte"– pensó el erizo plateado mientras lo miraba con una expresión de preocupación en su rostro.
–¡Yo no pienso...
–Es fácil, mira– interrumpió parándose a la par de él –Silver: ¡Eres el más increíble psíquico de todos los tiempos!– gritó con gran alegría –Ves, ahora tu turno.
Shadow sabía que era una patética venganza por parte de Sonic por lo que había pasado, sin embargo, si no lo hacía ellos llegarían antes que él, y pelear contra Silver para obtener la información, como lo hubiera hecho en una situación normal, significaría pelear contra todos ellos, y eso era sin duda un fracaso seguro, más en su condición actual. Debía de tragarse su orgullo por aquella información, encontrar a Eggman era más importante. Shadow dirigió su mirada al erizo plateado tomando aire.
–Tienes un corazón muy grande para ser un asesino decente... ¡y tú!– dijo volteando a ver a erizo azul con una mirada asesina –Eres un erizo tan insoportablemente feliz que dan ganas de estrangularte– dijo despectivamente.
No eran exactamente cumplidos, pero no obtendrían nada mejor. Sonic llegó a él en un rayo azul.
–Ves, no fue tan difícil– dijo Sonic mientras ponía un brazo alrededor del cuello de él.
–Quítame tu brazo de encima antes de que te lo arranque– amenazó casi con fuego en su mirada.
–De acuerdo, de acuerdo- dijo tomando distancia riendo divertido. Triunfante.
–Bien ¿Dónde está?– preguntó Shadow de mala manera.
–Dije que sabía cómo encontrarlo, no dónde estaba– puntualizó el erizo plateado.
–¡Como que...
–Le quitamos esto al robot– interrumpió Blaze antes de que otra discusión ser armara –Creemos que nos llevará a donde Eggman– finalizó sacando de su mochila un tipo de caja negra no más grande que una calculadora
–¿Puedo ver eso?– pidió Tails.
Tails lo examinó, y todo indicaba que era un tipo de aparato de navegación. Podría decir dónde había estado quien lo usara con una gran precisión. –Es perfecto– dijo Tails. Amy se acercó a él y vio aquella caja de metal que mostraba en su pequeña pantalla varios números y letras que no lograba entender.
–¿Puedes descifrar eso y decirnos dónde está?– indagó Amy. El zorro asintió con la cabeza.
–Denme algo de tiempo y les diré el lugar exacto– habló Tails mientras se dirigía a la oficina.
–Parece que hemos formado una alianza– citó Rouge.
Después de eso no quedaba nada más que esperar a Tails.
Amy se acercó al molesto erizo negro quien se encontraba con la mirada perdida en una de las ventanas del lugar –Disculpa...– llamó tímidamente. Sonic observó a la distancia el acercamiento de Amy con Shadow, vigilándolo en la distancia, no quería que Shadow se volviera loco y le hiciera algo.
–¿Tú sabes algo sobre ese robot?– preguntó la eriza.
Shadow la vio de reojo, bufando molesto, ignorándola casi por completo –¿Qué te hace pensar que te diría algo?
–Por favor... él mató a mi compañero; yo necesito encontrar una forma de acabar con él, vengar su muerte.
Rouge, quien se mantenía del otro lado de aquel salón, escuchaba atentamente la conversación de ellos dos. Podría ser cierto, ¿un robot le había arrebatado a Knuckles? Desvió la mirada que pronto se sumió en tristeza, prestando atención a la escasa conversación.
–No seas ilusa– habló al fin el erizo negro –Ese robot está programado para destruir todo lo que ponga en su camino. Es una combinación de habilidades de nosotros tres– explicó –, más de las del erizo azul si no me equivoco. Jamás podrías hacerle nada.
–¡No me interesa!– dijo decidida –Haré lo que sea necesario para vengar a Knuckles– murmuró con su voz entrecortado mientras lágrimas traicioneras se resbalaban por sus mejillas. –No lo entiendo...– murmuró entre sollozos –¿Por qué no me mató a mí también? ¿Por qué tuvo que dejarme verlo morir?
El erizo negro rodó los ojos exasperado por la indeseable compañía resoplando molesto –Porque no eras una amenaza– explicó puntual.
–¿De qué hablas?– musitó Amy.
–Él mató a tu compañero porque era una amenaza potencial para Eggman, por eso te dejó vivir a ti, eres demasiado débil.
Amy mordió su labio inferior empuñando sus manos sintiendo las lágrimas correr libremente. Sabiendo que tenía razón.
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Blaze yacía curando la herida que había dejado la piel en carne viva del erizo plateado, escuchando de tanto en tanto un gemido de dolor al él sentir el alcohol medicinal rozar la piel magullada y sucia. Con un botiquín de primeros auxilios que había en la estación, consiguió suministros para así limpiar y vendar correctamente la quemadura que había hecho aquella máquina, un roce de aquella arma que seguramente dejaría alguna marca. Con gentileza vendó su abdomen sintiendo el suave tacto de pelaje grisáceo, recordando cuando él había suturado la herida de bala, sutura que ahora había dejado una cicatriz que parecía tener su nombre escrito en ésta, al igual que su lastimado corazón.
–¿Cómo me encontraste?– preguntó Silver sacándola de sus recuerdos, provocando que ella subiera la mirada para verlo.
–No fue difícil– respondió regresando su vista a lo que hacía –Después de ver el parque casi destru...
–No– interrumpió –Me refiero, ¿A cómo terminaste afuera? Regresaste con tu familia ¿verdad?, cómo y aún más importante ¿Por qué saliste a buscarme?... ¿Por qué huiste?– indago dirigiendo su mirada a aquella mochila desgastada que ella había traído consigo.
Blaze desvió la mirada ante su pregunta, sonrojándose por la obvia respuesta. Entreabrió los labios en un intento de responderle, cerrándolos nuevamente al recordar la presencia de los demás. De reojo buscó a cada uno de los nuevos compañeros que se había reunido en un intento de eliminar a ese tal Eggman, pero parecía que cada quien estaba en sus propios asuntos. La murciélaga se mantenía sentada en un escritorio de agente policiaco, el cual tenía por decoración un moño negro enfrente de éste y flores; parecía una conmemoración. El erizo negro se mantenía con la mirada fija en la ventana sin decir nada, con una clara expresión de molestia en su rostro, y cerca de él yacía la eriza rosa a quien se le escuchaba sollozar, parecía que era eso lo que irritaba al erizo negro; mientras que Sonic caminaba hacia donde se había dirigido el zorro de dos colas que había detenido la pela. Lo siguió con la vista para ver cómo él le regresaba la vista confundiéndola, hasta que entendió que la mirada no era para ella, era para Silver, luego dirigió su mirada a la eriza rosa, volteó a ver a Silver, quien le siguió la mirada asintiendo con la cabeza. Parecía que ellos dos tenían un lenguaje secreto que sólo ellos podían entender. Luego de esa corta comunicación silenciosa entró a aquella oficina y desapareció de su vista. Blaze sintió la vista de Silver nuevamente sobre ella, esperando por su respuesta.
–¿Te molestó?– respondió al fin casi en un tono de reproche, obviando una respuesta concreta.
–Esa no es una respuesta– insistió él –... Y no, no me molestó.
Blaze desvió nuevamente su vista, dirigiéndola a las vendas que pronto se mancharon de carmín. Y en un suave susurro, casi imperceptible cual secreto al aire, respondió: –Porque quería estar contigo– murmuró terminando el vendaje. Silver suavizó sus expresiones esbozando un dulce sonrisa. Admiró la belleza de su amada, sintiendo como su corazón parecía revivir al verla. Sin poderlo evitar tomó su rostro con suavidad provocando que ella estuviera a su altura y así, sin encontrarás palabras para describir su felicidad, le arrebató un beso. Las mejillas de ella se sonrojaron con intensidad por la muestra de afecto en público, a lo cual, poco tiempo después le restó importancia, sintiendo por fin la vida regresarle en cada roce con su cuerpo, la razón por la que estaba dispuesta a dejar todo atrás.
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Se encontraba revisando aquel navegador que Blaze le había dado. Tendría que descubrir los últimos paraderos del robot, ver a cuál de todos ellos era donde más había estado y así hacer una lista de lugares, si es que estuviera frecuentando más de uno, para encontrar las posible localización de Eggman.
–¿Cómo va todo... Tails?– escuchó la voz del erizo azul a la vez que se escuchaba la puerta cerrar detrás de él.
Tails saltó sobre su silla por la inoportuna interrupción, frunciendo el ceño al reconocerlo. –Me iría mejor si alguien no hubiera destruido mi computadora– respondió con tono de reproche. Sonic le sonrió avergonzado tomando lugar en una de las sillas que yacían frente a su escritorio.
–Lamento eso– se disculpó desviando la mirada, a lo que Tails no respondió, siguiendo con su trabajo –Oye... eh... Gracias, ya sabes, por lo de antes– murmuró rascándose la parte trasera de la cabeza en señal de nerviosismo.
–¿Lo de antes?– repitió levanto la mirada para verlo.
–Sí bueno... por detener a Shadow con eso de: "Tengo lo que necesitas"– imitó su voz –Ya sabes... por eso.
–¿Me estás agradeciendo por salvar tu vida?– inquirió con un dejo de asombro en su voz por su extraña conducta.
–Pues, que un policía salve a un criminal como yo no es algo que se ve todos los días, menos aún si va ser asesinado por otro– indicó sin poderle sostener la mirada –...Gracias– musitó nuevamente.
–Pues no tienes que agradecerme nada. Dalia fue quien me dijo que él estaría por aquí y que era lo que quería. Cuando llegue Amy medio me comentó que era lo que pasaba e inmediatamente entre en busca del comunicador; pensé que si le daba lo que buscaba te dejaría en paz. Además, te necesitaba con vida para que me dijeras la información que me debes– explicó mientras regresaba a su trabajo.
Sonic bufó molesto frunciendo el ceño –Bien, entonces olvida lo que dije.
Tails notó el tono de molestia en su voz. Se imaginaba que agradecerle a alguien el salvar su vida no debía de ser nada fácil, menos para alguien con sus habilidades como las suyas. Dejó de nuevo su trabajo a un lado viendo como se levantaba de aquella silla en dirección a la puerta.
–Aunque no me hubieras debido información– empezó el zorro a hablar de nuevo –Te hubiera ayudado de todas formas.
Sonic volteó a verlo con sorpresa, parando en seco.
–¿Por qué?– cuestionó alzando una ceja.
–Bueno, primero, porque es mi trabajo; segundo, porque Amy te aprecia mucho y no soportaría perder a nadie más, y tercero porque... supongo que eres alguien agradable– dijo desviando la mirada.
–¿Te agrado?
–No es normal que un asesino le da las gracias a un policía por salvar su vida– explicó esbozando una sonrisa –Menos aún cuando él inició la pelea.
Sonic sonrió ante la ironía de sus palabras, provocando que Tails ampliara su sonrisa.
–Bien, déjame presentarme formalmente– habló Sonic con emoción –Soy Sonic The Hedgehog, el ser más rápido sobre la tierra– se presentó estirando su mano.
Tails se levantó de su asiento y sonrió por igual, presentándose: –Soy Miles Prower, pero mis amigos me dicen Tails. El jefe del departamento de policía de Station Square– dijo tomando la mano del erizo azul.
–Bien Tails, creo que nos llevaremos muy bien.
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Rouge se mantenía sumergida en un mar de pensamientos. Se encontraba repasando en su cabeza una y otra vez lo que les había dicho Tails al llegar al lugar.
Inicio del Flash Back
Ambas miraban al erizo negro aparecer y desaparecer ante sus ojos. Era algo realmente impresionante. Rouge por su parte no estaba preocupada por la pelea, pues ahora parecía que Shadow llevaba las de ganar; pero la expresión de Amy en su rostro denotaba una gran consternación. Mientras se llevaba acabo ese suceso vieron a Tails correr hacia ellas y llegar casi sin aliento alguno.
–¿Amy, estás bien?– preguntó consternando, hasta ver la pelea que se desarrollaba frente la estación –¡¿Qué demonios pasa aquí?!
–¡Sonic está peleando contra el erizo negro para vengar la muerte de Knuckles!– exclamó Amy preocupada.
–Pero él no fue el responsable– murmuró Tails.
–¿Qué?– cuestionó Amy.
–Fue alguien más– dijo pensativo –Hable con Dalia, ya despertó. Me dijo que el responsable fue un robot, uno muy parecido a Sonic.
Rouge volteó a ver a Tails con sorpresa ante sus palabras. Esa era exactamente la información que Rouge había estado buscando.
–Eso significa que debo de detener a Sonic antes de que haga algo que no debería– murmuró Amy.
–Preocúpate por Sonic– dijo Rouge con una expresión de seriedad –Shadow será quien no se detendrá de ellos dos.
No pasó mucho tiempo antes de que Shadow tomará a Sonic por el cuello, provocando que Amy exclamara el nombre del erizo. Rouge vio a Tails correr dentro de la estación y salir al poco tiempo con un comunicador.
Fin del Flash Back
Su misión ahora era clara, debía de encontrar al erizo metálico para así hacerlo pagar por lo que le había hecho, por lo que le había quitado.
–¡Lo tengo!– escuchó decir a Tails, quien salía de su oficina acompañado del erizo azul.
–¿Dónde está?– preguntó el erizo negro impaciente.
–¿Conocen la estación de trenes abandonada de Station Square?
–¿Te refieres a la que está en la parte vieja de la ciudad?– cuestionó Amy.
–Sí, así es. Es el lugar más frecuentado por el robot. No sé si allí se encuentra Eggman, pero creo que es un buen lugar para empezar.
–Entonces ahí iré– habló Shadow encaminándose a la salida.
–No se te olvide de nuestra alianza– le recordó la murciélaga caminando hacia donde él –"Donde esté Eggman, estará aquel Robot" Yo iré contigo.
Shadow la vio de reojo, bufando molesto –Haz lo que quieras– murmuró continuando su marcha.
–Entonces yo también voy– habló el erizo azul siguiendo a la murciélaga.
–¿Qué?– cuestionó Shadow sorprendido, deteniendo nuevamente su marcha.
–Yo también– consitió Amy siguiendo al erizo azul.
–Espera, tú no...
–Donde esté ese tal Eggman, estará el responsable de la muerte de Knuckles– interrumpió –, te guste o no yo iré con ustedes– puntualizó cargando su arma.
–Yo también iré– dijo el erizo plateado poniéndose de pie.
–Esto no es una excursión– señaló Shadow, molesto al ver a tantos decididos a ir a aquel lugar.
–Yo te acompañaré– dijo Blaze poniéndose de pie.
–Pero tú...
–Huí para está contigo, ¿Recuerdas?
–Pero...
–Juntos, pase lo que pase– dijo tomando su mano con delicadeza, provocando un sonroje intenso en el erizo plateado. Silver no emitió palabra alguna, asintiendo con la cabeza.
–Esto no puede ser cierto- habló Shadow resoplando molesto.
–Parece que esto será algo muy divertido–dijo Sonic con una amplía sonrisa.
–Para ti todo es divertido– recalcó el erizo negro.
–No seas cascarrabias– habló Sonic guiñando un ojo poniendo su pulgar en alto – Será como en los viejos tiempos.
–Un dolor de cabeza– musitó el erizo negro por lo bajo, provocando que Sonic riera por lo bajo –Entonces andando, hemos perdido demasiado tiempo.
–Buena suerte– se despidió Tails –Amy, cualquier inconveniente comunícate conmigo.
La eriza asintió con la cabeza, para luego dar marcha hacia la salida en donde Sonic la esperaba afuera de la estación.
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El reinicio se completó, y una vez en funcionamiento se percató que había perdido de vista al objetivo. Metal Sonic se puso en pie, notando una pieza faltante. Su navegador, el cual había sido extraído manualmente. Sin tiempo que perder voló en dirección a la base, en espera del erizo llamado Silver.
Una vez ahí esperó pacientemente, y después de todo un día de espera vio como aquel psíquico se acercaba hacia la base oculta del Dr. Eggman y por consiguiente a él. Pero parecía que su paciencia había traído más frutos de lo que él pensaba; no muy lejos vio al otro erizo que debía de destruir: Shadow the Hedgehog, acompañado por alguien más, alguien que hizo que la sorpresa invadiera todo su sistema... era un erizo muy parecido a él.
–El original– dijo para sí.
Para Metal Sonic no era secreto que había sido construido bajo el prototipo y apariencia de un erizo en particular, uno llamado Sonic the Hedgehog, pero nunca pensó que lo vería... no tan rápido. Una nueva misión fue configurada por él mismo en su sistema: << Eliminar al erizo original>>
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Llegó a la vieja estación de trenes, la cual se podía comparar fácilmente con un cementerio. Sus vigas oxidadas, ratas corriendo y maderos podridos lo hacían ver más lúgubre de lo que realmente era. Shadow recorrió el lugar con la vista, en busca de cualquier indicio Eggman o su base. –Esté lugar si es viejo– escuchó decir a sus espaldas. Shadow vio sobre su hombro reconociendo al erizo azul quien llevaba en brazos a la policía rosa, bajándola con delicadeza. Rodó sus ojos exasperado al sentir su presencia.
–Ponte en guardia...Ya sabes como son las bases del Doctor.
Amy miró hacia los lados sacando su arma y poniéndose en guardia, Tal como había dicho el erizo negro. El eco del aleto de Rouge resonó por toda la estación, haciéndola sentir escalofríos y a la vez alivio al verla llegar. Detrás de ella pudo ver a Silver y Blaze descender en silencio.
–Parece que este lugar está...
–Silenció– la calló Shadow a Amy –Hay algo aquí– indicó viendo hacia los lados.
Sonic se colocó frente a Amy en un intento de poder protegerla de cualquier posible amenaza. Todos guardaron silencio, a la espera, sintiendo la presencia de algo sobre ellos, esperando la oportunidad de atacar. Un sonido parecido a un silbido captó la atención de todos los presentes, obligándolos a dirigir su mirada al cielo para ver una intensa luz dirigirse a donde Sonic yacía.
–¡Sonic, cuidado!– advirtió Silver.
El erizo azul tomó a Amy rápidamente saltando a un lado para esquivar el rayo que chocó contra la tierra. Un levantamiento de polvo y escombros, al impactar el rayo en la tierra, hizo que todo fuera envuelto en tinieblas.
–¡¿Sonic?!– gritó el erizo plateado al no ver nada.
–Estamos bien– respondió a la nada, tosiendo un poco.
–¿Qué fue eso?– preguntó Amy aún aferrada al cuello del erizo azul.
–¡Es él!– gritó Silver en su intentó de vislumbrar algo –Es...
–Sonic the hedgehog, Shadow the hedgehog y Silver the hedgehog– escucharon decir –Serán exterminados por mí– dijo el erizo metálico bajando del cielo con aquellos propulsores, despejando así, todo el polvo levantado y dando visibilidad. –Metal Sonic.
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