«Mi cabeza, ¡Joder! ¿Porqué me duele tanto?, la resaca quizás»

—Jefe, está despertando.

«¿Quién carajos es ese? ¿Dónde demonios estoy?»

Había intentado levantar mi cabeza y abrir mis ojos, pero era en vano. Tenía una luz blanca dándome de lleno en la cara, no podía ver más allá de esta.

Comencé a desesperarme, notando que mis manos estaban atadas por detrás de mí, había intentado mover mis piernas para ver si aún tenía el cuchillo en mi bota, peo era inútil, también estaban atadas.

«Joder, lo puse ahí antes de salir del club sin que Hyungsik se diera cuenta»

No sabía el por qué, solo lo había hecho.

—¿Buscas esto? —exclamaba otra voz diferente a la que anunciaba mi despertar, mientras me arrojaba desde atrás de la luz, el cuchillo de plata de Taehyung.

Su voz erizaba todos los vellos de mi antebrazo.

—¿Dónde... Dónde estoy? —pregunté con miedo.

—A salvo —me respondía la misma voz —. Por ahora

—Oye... Yo no sé que es lo quieres, per~...

—Sshh —escuchaba sus pasos, pero no podía verlo por culpa de aquella intensa luz—. Tenía pensado amordazarte, pero correrías con demasiada desventaja

—¿Qué es lo que quieres? mi familia no tiene dinero para andar pagando por mi rescate —, «si lo tienen, pero que importa, no quiero morir».

—Tu familia si tiene el dinero, SeokJin

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Tu nombre es una de las tantas cosas que sé de ti.

No sabia que sucedía, no sabia quien era él, pero por mi piel de gallina y mis vellos erizados sabían que había un vampiro del otro lado, podía sentirlo, de alguna forma.

—¿Eres un... ? —titubeé, no sabía si terminar o no mi frase.

—¿Soy un ...? —cuestionaba—. ¿Un qué, SeokJin? —por su voz, sentía que sonreía por mi temor.

—Podrías solo...

—Sshh, dame unos minutos más, no te deshagas de mí tan fácil —exclamaba la voz en la oscuridad. Por temor me quedaba en silencio—. ¿Qué puedes decirme sobre ti mismo? —preguntaba.

Tenia tanto miedo que sospechaba me mataría si llegabas ser insolente o drenaría toda la sangre de mi cuerpo.

—¿Acaso es una entrevista de trabajo? —, «¿Que carajos, SeokJin?» —Lo lamento, no quise...

Una carcajada estruendosa volvía a poner mis pelos de punta.

—¿Por qué un chico como tú, tenía un cuchillo de esos? —la pregunta del millón.

—Por protección —respondí tratando de ver más allá de la oscuridad detrás de la luz, pero no podía.

Escuchaba sus pasos, iba y venía.

—¿Protección de qué? —su voz se hacía más profunda.

—Solo quiero que...

La luz que tenía en frente se apagaba robándome la calma y la respiración, ya no veía nada de nada. Empezaba a escuchar pasos por delante y detrás de mí.

De nuevo eran dos.

—No sé quién eres, no sé que quieres, pero...

—Sshh —posaba su mano sobre mi boca, su mano helada y sin vida.

Yo comenzaba a temblar.

—¿Sabés que soy? —lo sentí tan cerca que su voz se me había hecho familiar.

Quitaba suavemente su mano.

—Alguien que agarró al chico equivocado —respondí en un susurró.

—La persona que te dio ese cuchillo, te lo dio por una razón —escuchaba los pasos detrás de mí, enchinando mi piel—. ¿Quién está tratando de protegerte?

—Nadie —si matan a Tae a la mierda todo, él era cazador de estos fenómenos.

—Hay varios de su clase y tú te topaste con uno —seguía hablando—. Se está metiendo en el medio y eso me desagrada

—¿En el medio de qué? —no entendía. En serio, podría agarrar a cualquiera.

—Tengo planes, no quiero que los arruine —su helada mano comenzaba a acariciar mi mejilla.

Me sentía vulnerable por muchas razones, pero estar a ciegas me ponía peor. Tenia miedo por estar atado a aquella silla, si no, le daría pelea a este hijo de perra o al menos eso quería creer.

—Tengo planes para ti —dejaba de acariciarme—. Para ambos —exclamaba.

Comenzaba a temblar por muchas razones, miedo y frío, dónde sea que me tenían secuestrado hacía mucho frio.

—En serio SeokJin ¿Qué sabés de tu pasado?.

«¿Pasado, cuál pasado?»

—En serio, quién quiera que seas...

—"No te busco a ti"... bla bla bla —respondía bruscamente—. Que niño tan cliché

—Disculpa mi existencia —le respondí cansado de tanta mierda.

—¡Ha!... Me siento culpable de tu existencia.

«¿Y eso qué significa?»

De repente una puerta se abría a la distancia dejando entrar un poco de luz, rápidamente el vampiro principal tapaba mis ojos para que no pudiera verlo a él, ni a los otros.

—¡Jefe, un cazador se acerca!.

«Al fin»

—¡Suéltame, maldito hijo de perra! —como si fuera a hacerme caso.

—Stephen, prepara el auto —exclamaba, al parecer, el líder.

Instantáneamente destapaba mis ojos, pero no podía girar a verlo.

La maldita silla estaba como pegada al suelo, no servía siquiera moverme.

—¡No me hagas daño! —rogué.

—Me iré, pero volveremos a vernos —me susurraba de atrás—. No te haré daño, bonito

—¡Jefe! —la voz del tercer vampiro.

—Solo váyanse —suplique, sentía como se alejaba de detrás de mí.

—Maurice, duermelo —daba la orden al segundo vampiro que siempre estuvo en la habitación callado. Aquel que había anunciado que estaba despertando.

—¡¿Qué?!.

De repente sentía un piquete en la nuca que me dolía como la mierda.

—¿SeokJin?... ¿SeokJin?.

«Esa voz, me encontró»

—Tae.

Abriendo mis ojos veía su bonito rostro preocupado, mientras sus manos sostenían el mío con dulzura.

Alguien más estaba desatándose.

—¿Hyungsik?

—No, lo lamento. Soy Jungkook.

Vislumbraba un rostro masculino desconocido, muy pálido, pero sonriendo de manera agradable.

—¿Quién rayos eres tú?

—Amigo de Tae —terminaba de romper mis ataduras.

Ambos me habían ayudado a levantarme, más fue un intento fallido por mi parte de ponerme en pie, estaba mareado y débil.

—Permíteme, voy a levantarte —exclamaba Tae.

—No podrías cargarm~... —con facilidad me levantaba para llevarme en sus brazos como si yo pesara pluma.

«Increíble»

Sentía que su pecho se movía por su risa y yo me sentía seguro de nuevo.

Al llegar a su auto me bajaba para ayudarme a sentarme en el asiento del copiloto y se quedaba hablando algo con su amigo el pálido.

—Gracias, amigo —Jungkook y yo nos dábamos un corto abrazo.

—Tenías razón, él corre peligro —exclamaba observándolo en el auto.

—Hubiera preferido equivocarme

—Ya está contigo

—¿Puedes volver solo?

—Lisa ya está en camino, veré si encuentro algo antes de irme

—Ten cuidado —exclamé una última vez.

—Sacalo de aquí.

Con el tal Jungkook fuera de cuadro, Taehyung subía para salir de allí.

—¿Cómo te sientes? —preguntaba muy serio.

Arrancaba el auto, sintiéndome ahora el doble de seguro.

—Mareado ¿Cómo me encontraste?

—Hyungsik me llamó ¿Qué recuerdas?

—¿Del secuestro... ? —asentía sin mirarme, solo mantenía su vista al frente—. No lo sé, estaba vomitando todo lo que bebí —había notado como negaba con la cabeza desaprobando mi actitud—. Luego desperté en ese lugar atado de pies y manos

—¿Pudiste ver a alguien?

—No, no lo recuerdo

—¿Nada de nada?.

Ahora más calmado, intentaba de recordar, pero por alguna razón me costaba.

—No, no puedo recordar nada —respondí apretando mi sien.

—Era de esperarse, no te preocupes luego te ayudaré —buscaba mi mano para apretarla con dulzura.

—¿Hyungsik, te llamó? —pregunté confundido.

—Si, encendió tu móvil y solo encontró mis mensajes y llamadas

—¿Seguiste llamando después de que lo apagué?

—Lo que hiciste fue irresponsable, ¿Entiendes eso? —su voz estaba más grave.

«Está furioso y creo que tiene razón»

—Por supuesto que tengo razón de estarlo

—¡Tae! —maldición de nuevo leyendo mi mente.

—Me disculparía, pero me importa un carajo —seguía mirando al frente—. ¿En que pensabas al apagar el móvil?.

Suspiré pesadamente—. No lo sé, vivo tenso desde que te conocí —respondí con mis ojos cerrados y mi cabeza comenzando a doler.

—Hay algo contigo y no puedo verlo —respondía.

—¿Algo como qué? —pregunté curioso.

—Si fueras alguien ordinario, ya estarías muerto

—No seas tan honesto —exclamé sarcásticamente—. ¿Quizá mi sangre es de oro?.

Otro intento fallido de ser divertido y relajar la situación.

Tae me miraba ceñudo un segundo y luego rodaba sus ojos.

—¿Por qué no puedo recordar lo que sucedió? ¿Acaso me borraron los recuerdos o qué? —pregunté, porque él tenía la habilidad de borrar mis recuerdos como lo había hecho la primera vez.

—Puede ser eso o simplemente te inyectaron algo que está bloqueándolos

—¿Y eso dura mucho? —pregunté.

—Un par de días

—¿Cómo esa habilidad tuya? —insistí.

Volvía a mirarme y respondía—: Mi habilidad no hace que dure "un par días" —suspiraba pesadamente—. No sé si quedé débil de la pelea con ese vampiro, pero se suponía que no debías recordar nada

—Pero lo hice ¿Cómo explicas eso? —cuestioné.

—No puedo, no lo sé. Ya te lo dije, me encontraba débil

—¿Alguna vez habías fallado en alguien más? —seguí curioseando y comenzaba a notarlo exasperado.

—No

—Siempre hay una primera vez en todo ¿No?

—Si tú lo dices —era cortante y sombrío, era Tae.

—Solo trato de entender —añadí. Él fruncía el ceño y lo notaba pensativo—. ¿Sucede algo?

—Estoy recordando que... —seguía con el entrecejo arrugado—. Si fallé, una vez

—Oh, bien —genial, no era un caso particular.

—No, no está bien —me observaba extraño.

—Si fallaste una vez antes significa que no soy un bicho raro —intente sonreír, pero al contrario había hecho una mueca extraña.

—Solo fallé con Jungkook

—¿Tu amigo el pálido? —pregunté arrugando mi cara—. ¿Trataste de borrar un recuerdo y luego volvió?

—Yo sé porque no funcionó en Jungkook de manera permanente —soltaba mirando la carretera sin apartar la vista.

—Bueno debe ser lo mismo conmigo —exclamé relajado tratando de cerrar mis ojos.

—No, no es lo mismo —lo volví a mirar levantando mis cejas en signo de: "Habla ya"—. Jungkook es vampiro.

Abrí mis ojos de manera exagerada.

—¡Con razón está tan pálido! —respondí—. ¿Cómo es que eres amigo de lo que cazas? —cuestione saliéndome de tema.

—Él es diferente

—Si, claro —me crucé de brazos. No entendía, también se debía alimentar de lo mismo o sea de sangre humana.

De repente razonando y volviendo al tema principal.

—¡Yo no soy vampiro! —dije impresionado.

Lo había asustado, pero se reponía rápidamente.

—Claro que no Jinnie, ya descarte eso por razones obvias —me lanzaba de manera exageradamente sarcástica.

De repente su móvil sonaba y me lo pasaba luego de mirar la pantalla.

—Tu novio

—¿Hyungsik? —pregunté mientras tomaba el celular.

Taehyung negaba con su cabeza y un semblante muy serio.

—¿Hola?

—SeokJin —suspiraba aliviado mi nombre—. ¿Qué sucedió? me asusté tanto. No podía encontrarte y solo se me ocurrió llamar al último número que tenías en tu registro de llamadas y mensajes

—Estoy bien —exclamé calmadamente—. Ya estamos volviendo

—Estoy en tu casa, el tal Tae, tu amigo, me pidió que esperará aquí por si aparecías.

Fruncí el entrecejo.

¿"Amigo"? Taehyung no era eso.

—Ya estamos cerca, te veo en un rato.

Cortando la llamada le devolví el móvil, el resto del viaje se había sumido en puro silencio.

Finalmente en la puerta de mi apartamento tocaba para que Hyungsik nos abriera, escuchaba como corría hacía esta.

Al abrirla me veía y exclamaba con mirada penosa—. ¡Jin!.

Me tomaba entre sus brazos y me daba un fuerte abrazo en el que aspiraba mi olor descaradamente. Yo solo podía responder tomándolo de la cintura y cerrando mis ojos. Al abrirlos notaba a Taehyung contra la puerta de brazos cruzados mirando la escenita con cara de nada.

Finalmente, Hyungsik me soltaba y para mí sorpresa me estampaba un casto beso que se me había hecho difícil de esquivar por la rapidez con la que lo había hecho.

—No sabía que hacer, no te encontraba —seguía depositando rápidos y cortos besos en mis labios—. Creí que no volvería a verte

—Pero yo lo encontré —exclamaba Taehyung con voz grave.

Hyungsik me soltaba y se acercaba a Taehyung, extendiendo su mano exclamaba—: Gracias por traerlo de nuevo.

Tae lo miraba con cara de pocos amigos, sin mencionar que no había estrechado su mano.

—Fueron irresponsables esta noche —comenzaba a hablar—. Tú por haberlo descuidado en una ciudad ajena y tú por no haberme escuchado desde un principio

—¿En serio harás esto, Tae? —pregunté cansado.

—No. Me iré a dormir, estoy cansado y tú... —señalaba a Hyungsik—. Irás a tu casa

—Pensé que sería mejor quedarme —respondía este mirándome.

—No, ya hiciste suficiente. Él debe descansar.

Lo tomaba por los hombros, abría la puerta y lo empujaba hacía fuera, yo miraba la escena anonado y realmente cansado por todo lo sucedido.

—Jin —Hyungsik me hablaba desde afuera del umbral—. Te veré mañana ¿Si?

—Seguro —levanté mi mano para despedirme.

Tae cerraba la puerta inmediatamente.

—¿Por qué sigues aquí? ya estoy a salvó —solté mientras me dirigía hacía el baño y abría la ducha.

Lo notaba seguir mis pasos en silencio, mientras salía, me dirigía a mi habitación para sentarme en mi cama y quitarme las botas.

—Te dejaré descansar, está amaneciendo —se agachaba en silencio y me ayudaba a quitármelas. Había notado que estaba forcejeando con estas—. Cuando despiertes, llámame

—¿Para qué? —lo observé dejar mis botas a un lado tan prolijamente.

—Hay una manera de poder recuperar tus recuerdos más rápido —lo observé desde la cama sentado—. Necesitamos saber cuanto antes que te sucedió, corremos con demasiada desventaja

—¿Cuál es esa manera? —pregunté curioso.

Él se me acercaba y suspirando acariciaba mi rostro dulcemente, me había congelado ante aquella muestra de afecto.

—Llámame cuando despiertes —me lanzaba una mueca de alivio, casi una sonrisa podría asegurarles.

Despidiéndose sin más, se retiraba ordenándome cerrar bien la puerta.

Esta salida había sido un torbellino, cualquier cosa que deba hacer para recordar que me había sucedido hoy, lo haría, es lo único que importaba.

Volviendo a mi lugar, estaba más que seguro que querían algo con él, indagando, notaba que no recordaba nada. En el piso del galpón, cerca de él, había una jeringa, posiblemente lo inyectaron con algún suero que no le permitía recordar lo recién vívido.

Iba a tener que hablar con Lisa, la necesitaría y sabía que no se negaría a ayudarme esta vez, Jungkook la pondría al corriente.

2/2 💜

Volví, ah karay Jinnie ¿Que mierda quieren contigo, bebu?
¿Did you miss me?

Con amor Niñita Nany 💜