Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|Salvación Misteriosa|

Finalmente llegaba a la dirección, tenía que ser rápido por si había cámaras en su apartamento, no iba a verse para nada bien ver como sacaba a un hombre inconciente de un auto. Pediría a Jungkook encargarse de eso en el proceso.

Tomando su bolso, memorizaba el número de piso y puerta una vez más para bajar con él. No era algo nuevo dejar un inconsciente humano recientemente atacado a salvo en su apartamento o casa. Parecía algo de rutina en mi vida.

Pero no olvidaré nunca lo difícil que fue abrir una puerta con un hombre inconciente en mis brazos y un bolso cargado de cosas. SeokJin era inmenso, pero los nervios de que este hombre despertara antes de inventar una buena excusa, hacía todo parecer más difícil. Su presencia me ponía los pelos de punta.

Apenas entraba, respiraba, pero no bajaba la velocidad, había depositado su cuerpo en la cama y corría a su baño por un botiquín de primeros auxilios.

Había limpiado su frente, lo había revisado para asegurarme que estuviese completamente intacto con la mejor luz. La causa del desmayo ocasionado era por el golpe en la frente y nuca, habían sido de lo más fuerte, pero no era nada grave, al menos no podia saberlo con certeza hasta que despertara.

«No puedo dejarlo con toda esa ropa sucia»

Sin ánimos de mirar esa piel perfecta y lechosa, simplemente buscaba entre su ropa lo que pareciera un pijamas o ropa comoda.

Era un chico extraño, tenia una colección de pijamas coloridos. Tomando el primero que estaba arriba, comenzaba a desvestirlo—juro no haber mirado absolutamente nada—lo hacía velozmente para recostarlo y arroparlo.

No sin antes borrar lo que le había sucedido los últimos minutos. Él no debía recordar nada, solo arruinaría su vida si algo de esta noche quedaba en su memoria.

Comenzaba a concentrarme, pero su celular, el mismo que había dejado sobre su mesa de noche, comenzaba a sonar. Revisando por encima, en la pantalla decía "Hyungsik", no le di importancia y dejé que siguiera sonando.

Me senté a su lado y puse mis manos en su sien para luego comenzar a absorber sus últimos minutos de esta noche. Como si fuera una película y como de costumbre, comenzaba a urgar en su cabeza hasta llegar al minuto uno en el que el caos comenzaba.

Su cuerpo se estremecía ante lo que le provocaba, lo que provocaba cada vez que hacía esto con la gente. Ví con claridad como había sido engañado por aquel sucio chupasangre haciendose pasar por un vagabundo herido.

Finalmente terminaba de absorber lo que quedaba, «cuando llegué la hora—exclamaba el sucio—serás muy delicioso», ¿Acaso pensaba llevarlo al nido? menos mal que estuve ahí.

Lo acomodé, tomé una silla de la sala y me dispuse a esperar a que despertara, no me iría de aquí, no podia dejarlo en blanco sin entender como había llegado, merecia una explicación.

«Una que no lo vuelva loco»

Lo observé por unos treinta minutos y ya comenzaba a preocuparme que no despertará cuando de repente lo veía moverse e intentar abrir sus ojos.

Finalmente ya abiertos y luego de un cruce de palabras, preguntaba si recordaba algo—sé que no recuerda nada, pero nunca está de más asegurarme—se veía aturdido y confundido, no entendía por qué yo había llegado justo a tiempo a ese lugar y por qué no lo había dejado en un hospital luego del ataque.

Me defendí esclareciendo que era paramédico.

Hubo un momento en el que lo fuí, tampoco mentía tanto, tuve tantas vidas antes de aceptar mi destino. A pesar de todo él era duro y me quería fuera y lejos, sin embargo a pesar de haberlo salvado, me sentía un idiota que estaba estorbando en su camino.

Me dispuse a oírlo más a fondo, «¿Qué me sucedió?», pensaba, mierda, está muy confundido.

Quise contenerme, traté y traté de no leer su mente, pero mi interés me sobrepasaba y sus pensamientos resonaban tan fuerte en mi cabeza.

Demasiado fuerte.

«Me ve como idiota, inmutable e ignorando mis palabras. Jodidamente genial»

—Hombre, te quiero fuera de mi departamento, ¿No oyes? —suspiraba cansado, pero no se levantaba de la silla. Miraba el piso, la cama y finalmente me miraba a los ojos.

—No me iré, SeokJin —exclamaba casi en un susurro. Lo miré ceñudo y mi furia iba bajando con su mirada sombría—. Quiero ser útil, si deseas algo puedo ayudarte.

«Te entra por un oído y te sale por el otro, carajo».

Era como hablar con una pared, en ambas direcciones, él no quería dejarme solo y yo lo quería lejos. Ninguno estaba escuchando al otro o llegando a un acuerdo.

—Te pedí que te fueras y si sigues aquí, no importa mucho lo que yo desee si tú no estás dispuesto a hacerlo y es jodidamente extraño. ¿Piensas matarme o robar algo? —sonaba mi celular, este estaba en mi mesita de noche y su sonido me asustaba.

—Lleva sonando hace como una hora, es tu novio, el tal Hyungsik —decía en seco.

Me moví adolorido tratando de alcanzar mi móvil, pero él lo tomaba y me lo pasaba, había notado que la pantalla estaba dañada, pero me apresuraba para atender.

— ¿Hyungsik?

Jin, no me llamaste y lo lamento, pero me preocupé ¿Está todo bien?.

El tipo Noah me miraba con sus pronunciadas cejas fruncidas mientras mantenía mi llamada con mi compañero.

—Tuve un pequeño incidente

—¿Qué, dónde estás?, ¿Qué sucedió?

—Estoy en casa y estoy bien, trataron de "asaltarme" —hice ademán de comillas con mi mano restante.

No creía la historia que el tal Noah me había dicho, pero debia calmar a mi compañero con complejo sobreprotector.

—Dime dónde es tu departamento, iré ya a verte

—Tranquilo, hombre. Un paramédico me atendió y estoy bien, solo un golpe en el rostro, ya mañana volveré a trabajar. Solo quiero que te quedes tranquilo, no necesito más niñeras

—Jin —susurraba, sabía que no me iba a ganar y no iba a lograr convencerme de dejarlo venir aquí. ¿Por qué los tipos insistentes se cruzaban en mi camino?

—Mañana estaré ahí, me verás y revisaras si es necesario —miré a Noah que apartaba su mirada—. Mañana verificaras por cuenta propia que estoy intacto ¿De acuerdo?

—¿Tengo otra opción?

—Nop —sonreí—. Mañana nos vemos, descansa yo estoy bien y me hizo bien escucharte, hombre. Relájate, te veré mañana.

Terminé mi conversación, Noah nunca se había movido de la silla.

— ¿Por qué no dejaste que viniera a cuidarte?

—Porque tú no tienes intenciones de irte, y puede que adore la atención masculina, hombre. Pero dos son multitud cuando no tengo ganas ni siquiera de uno.

Él se quedaba en silencio y luego suspiraba.

—Si deseas que él venga, puedo esperarlo y me iré cuando lle-...

—Nop, te verá aquí y eso es lo último que deseo. Es un maldito curioso, preguntón y yo poseo poca paciencia

—Oh, entiendo, puede arruinar tu relación —exclamaba.

—Es un futuro amigo, compañero de trabajo. No es mi novio ni nada por el estilo —me miraba ceñudo y se sentaba erguido.

— ¿A todos tus amigos los besas apasionandamente?

Mis cejas y por poco volaban divertidas de mi frente ¿Qué carajos? ¿Cómo sabía este tipo de mi intercambio de saliva sin compromiso con Hyungsik?

—Me considero jodidamente caliente y apuesto, pero no al punto de tener un jodido acosador ¿Estás acosandome, hombre?

—Olvida lo que dije —se levantaba de la silla, pero yo tomaba fuerzas para levantarme y seguirlo. No va a escaparse ni evadir mi pregunta. Él no había notado que me había levantado, así que lograba manotear su camiseta—. No evadiras mi preg-... —se daba vuelta justo a tiempo para sostenerme.

Había perdido el equilibrio por un fuerte mareo, sentía que el sueño se movía debajo de mis pies y creía que golpearía el suelo, pero sus brazos me habían sostenido. Jodido maldito cliché y la fuerza antinatural de este tipo para sostener a un hombre de mi estatura en sus brazos sin mucho esfuerzo, esa acción suya nos dejaba a centímetros el uno del otro.

«Genial. Acosador, extraño, pero malditamente caliente y hermoso»

Con un brazo me sostenía de mi cintura y con el otro tocaba mi rostro, su semblante sombrío había cambiado por uno muy consternado, yo me sostenía de su camiseta.

No tendría que haberme levantado de esa forma tan rápida.

—Hey ¿Qué sientes, estás bien? ¿Por qué hiciste eso?, te dije que no te levantaras —sentí su aliento en todo mi rostro, fue una placentera maldita sensación.

—Evadiste mi pregunta —susurré tratando mantenerme despierto, la sensación de querer cerrar mis ojos y dejarme caer se sentía atractiva.

—SeokJin, no te acoso... Te estoy cuidando, solo eso. Es parte de lo que hago.

—¿Cuidarme de qué? —joder, podía sentir como mis ojos pesaban y se cerraban nuevamente.

Mi teléfono y su alarma me despertaban.

Estaba en mi cama con mi pijamas, como si no hubiera tenido una noche salida de una película de terror.

Me levantaba—perfecto, no habia mareos— busqué al tal Noah y no lo encontraba. En la mesa del comedor tenía mi bolso y todo estaba allí. Billetera, laptop y mi cámara. No faltaba nada.

Bien, revisaría el resto de mi apartamento luego, al parecer un ladrón no era. Solo otro obsesivo compulsivo con complejo de héroe. Cómo si tuviera un maldito imán para esa clase de tipos. No importaba, una jornada laboral le esperaba y era suficiente distracción para mí.

Estacioné mi auto y esta vez había encontrado lugar frente al edificio, me dispuse a buscar mi paraguas en el asiento trasero de mi auto, ya que era un dia lluvioso en San francisco y me gustaba, pero no quería mojarme como un demente.

Me vestí como si nada me hubiese pasado anoche, estaba vivo, estaba a salvo y la vida debía de continuar. Tomando el ascensor y presionando el siete, me miraba al espejo y en mi ceja tenía una bandita y moretoneado alrededor, pero había intentado cubrirlo con base, solo estaba un poco hinchado alrededor, pero no era mucho. Todavía me veía decente.

Las puertas se abrian y Hyunsik casi saltaba sobre mí. Tenía complejo de cachorro abandonado aparte de héroe traumado.

— ¡Ahí estás, hombre! —me abrazaba presionandome contra su cuerpo con fuerza, unos cuantos ojos nos miraban confundidos.

—Hyunsik, carajo. Me cuesta respirar, hombre

—Lo siento, lo siento. Mírame —miraba mi rostro y mi ceja hinchada—. ¿Qué rayos, Jin? ¿Pudiste ver a tu atacante, lo denunciaste? —me alejé de él para llegar a mi escritorio, mirándolo de reojo y observando alrededor para no llamar la atención del resto.

—Hyunsik ya pasó, estoy bien y estoy aquí. No recuerdo mucho de lo sucedido, pero estoy bien —suspiró, pero no me pidió más explicaciones.

Luego toccaba mi rostro con una mirada lastimosa que no se hacía esperar. ¿Todos los tipos atractivos eran así en San Francisco o solo era mi mala suerte?

—Hoy te acompañaré a tu departamento, me aseguraré que llegues a salvo

—Hyung, ya hombre...

—No acepto un no como respuesta —me sonreía sin más y se alejaba.

De acuerdo, me enternecia su preocupación, aunque no lo entendiera. Me hacía preguntarme que tan mal estaban las calles de San Francisco o ese lugar en particular para que Hyungsik y el tal Noah estuvieran tan preocupados por un extraño como yo.

Dejando de lado mi entrevista, empecé a buscar información sobre dicho tipo con porte de modelo y personalidad misteriosa, así que acudía a una lista de paramédicos en San francisco.

Había buscado mediante redes sociales y otro tipos de webs, había tratado de usar todos mis atajos, contactos y métodos de periodista, pero nada me había dado resultados. Me gustaría ser un mejor hacker en el jodido futuro.

Pero te iba un amigo para eso, Jackson, era poco profesional, pero le había pedido que investigara en todas las bases de paramédicos de San francisco buscando datos sobre Noah, datos con fotos, direcciónes y números personales.

Estuve toda mi mañana encargándome de eso dejando de lado mi trabajo, la hora del almuerzo llegaba y ví a Hyungsik finalmente venir hacia mi escritorio luego de varias horas de paz sin su presencia, como le había parecido costumbre, se sentaba sobre él y soltaba:

—Tengo miedo de preguntar pero, ¿Almuerzas conmigo?

Mirandolo estrechaba mis ojos y hacía una mueca, él esperaba y yo respondía—. Seguro, pero juegues al tipo preocupado. No estoy con energías —sonreía satisfecho ante mi aceptación.

Había un restaurante de comida bastante concurrido, teníamos mesa ya que Hyungsik almorzaba siempre ahí. Cuando la comida estaba servida, estaba seguro que mi compañero no iba a respetar mi petición.

—¿Me dirás como fue que te asaltaron?

—Carajo, eres como un perro con un hueso

—SeokJin, por favor. Solo dime ¿Qué fue lo que paso? me dijiste que estabas intacto y resulta que te golpearon y se ve bastante moretoneado el golpe. Hombre, cosas feas pasan ahí

—Yo... —suspiré ante la preocupación que entintaba la última frase—. No recuerdo como paso, ¿De acuerdo?

—¿Qué? ¿Jin, qué tan fuerte te golpearon?

—Hyungsik...

—¿Te llevaron al hospital o solo te revisaron por arriba? —intenté pararlo para que dejara de hacerme preguntas. Empezaba a sentirme sobrecargado y mis manos comenzaban a sudar mientras él no paraba de hablar y preguntar—. Debes entender que si te golpearon... —seguía sin parar.

Empezaba a tocar mi frente, «Por Dios, ¿No se le agota la batería?»

De repente la voz de Hyungsik quedaba como música molesta de fondo que despertaba pequeños flashes de mi trágica noche.

Empezaba a recordar que pedían ayuda, recordé que me había acercado al callejón iluminando con mi telefono. Luego que me habían tirado de mi chaqueta al suelo con demasiada fuerza y~...

—SeokJin... ¿Jin? —la voz de Hyungsik me sacaba de mis pensamientos y junto con él, el sonido de mi teléfono—. Te están llamando, SeokJin —número desconocido.

Mirando un momento, atendí luego de sentirme más despierto.

— ¿Hola?

—....

Solo una respiración, una profunda respiración que había puesto mi piel de gallina.

— ¿Hola?... ¿Quién llama si no va hablar?

— ¿Jinnie?

«¿Cómo obtuvo mi numero?»,  mi subconsciente hablando conmigo y llamándome idiota cuando me daba cuenta que podría tranquilamente haberse llamado desde mi jodido móvil.

No entendía la preocupación de un extraño que para ser honesto, desde que lo había visto todo había sido jodidamente raro, así que cortaba el llamado de inmediato. No necesitaba esta jodida interacción.

— ¿Todo bien? —un confundido Hyungsik me miraba esperando respuesta.

—Sip, no dijeron nada.

Seguí mi almuerzo intentando ingerir algo, mi compañero había tratado de hablarme, pero con mirada suplicante le había rogado que comieramos en silencio absoluto.

Volvimos a la oficina sin decir una palabra, subimos y antes de que se fuera a su escritorio lo detenía.

—Oye, estoy bien. Solo que no quiero hablar de lo sucedido y necesito que lo entiendas. Me ayudaron y estoy aquí vivo ¿Si? Aprecio que te preocupes aunque no le conozcas demasiado aún.

Soltaba un largo suspiro—. De acuerdo, no presionaré para saber más. Sé que suelo ser intenso, tiendo a alejar a la gente por eso —me sonreía suavemente y se encogia de hombros—. ¿Cómo vas con tu entrevista, de todos modos? —, «¡Mierda!»,  no había vuelto a tocar mi último borrador de ayer.

—¡Bien!, solo sigo con el borrador, pero lo tendré terminado antes del viernes. Quizá vuelva para hacerle algunas preguntas a Hye-jin y no nos dimos cuenta de tomar una foto con todos los niños del lugar, el jueves podríamos volver si estás libre, sé que te gustaría volver a verla —dije guiñandole un ojo.

—Estoy libre para ti siempre y si quiero verla también —sonreía con esa cara de imbécil agradable y salía de mi vista mientras negaba con mi cabeza.

En mi computadora notaba que ya había recibído una respuesta de Jackson, siempre rápido y cumplidor.

"Querido Seokie :

No sé que pretendes con éste tal Noah, pero aquí te mando los nombres completos, direcciónes y teléfonos privados.

Son 56 paramédicos en total, todos acompañados por sus fotos y datos personales, a mi parecer me agrada para tí el número 43, también me agrada para mí ;) .

Espero haber ayudado, te quiero y te extraño. Jackie.

No sabia como vivir sin Jackson, desde que lo conozco se había vuelto mi mejor amigo en poco tiempo, a decir verdad Hyungsik me recordaba un poco a él y tiene muy buen gusto en hombres, quizá el número 43 era él.

Abrí el archivo e intenté ojearlo por arriba, pero sentía que todos me estaban mirando, así que había considerado dejar eso para cuando estuviese en casa y no sentirme como un jodido acosador.

«Me concentraré en mi trabajo aunque va a costarme un poco»

Se hacían las cinco de la tarde, casi seis, mi historia ya casi estaba terminada, pero me había dado cuenta que me gustaría indagar un poco más en la vida privada de Hye-jin, así que volvía a enviarle un texto para programar otra cita el jueves.

— ¿Listo para dejarme acompañarte a tu casa? —Hyungsik era un ser insoportablemente agradable. Querías matarlo y a la vez apretar sus mejillas. Carajo.

— ¿Y cómo planeas hacer eso?, tú tienes tu auto y yo el mío, ¿Vas a seguirme, hombre?

—Mmm no, hoy vine en el metro, mi auto está en casa.

Sutil, sonreí sacudiendo mi cabeza y tomando mis cosas, marchabamos camino al ascensor.

—Hyungsik... ¿Con esta lluvia viniste en el metro solo para conseguir meterte en mi auto y mi casa?

—Voy contigo, comemos algo y me iré tranquilo de que llegaste bien ¿Qué tal eso? Tengo potencial de buen amigo

—¿Te estás auto invitando a mi casa y a cenar? Eso es como un cachorro perdido que acaba de adoptar a su amo

—Un poco ofensivo, pero es mi última oferta, te di todo el tiempo libre porque no quise ahogarte como lo hice en el almuerzo. Pero voy contigo y no aceptaré un no como respuesta. Lo sé soy insoportable, pero hay un motivo para que sea tan molesto y es que estás calles no son lo que eran, Jin.

Su mirada sería y preocupada tocaba algo dentro de mí. Me preguntaba que había visto por su cuenta para sentirse tan inseguro y preocupado.

—Hyungsik, tengo mucho trabajo. No creo que podam-...

—Voy contigo —decía con seguridad y mirada que rogaba.

—Me estás presionando ahora —lo miré serio, ya estábamos afuera del edificio y aún no había dejado de llover—. Háganos esto, te propongo llevarte en mi auto, dejarte en tu casa e ir camino a la mía y prometo llamarte y avisarte apenas entre —me miraba con desaprobación—. Es eso, o te vuelves en el metro, tomalo o dejalo. Me gusta que se preocupen, pero mi cabeza está en otro lugar ahora. Me gusta ser el centro de atención, pero justo ahora me siento abrumado y no por tu extrema atención. Tengo cosas en mi cabeza que debor arreglar antes, hombre.

Suspirando metía las manos en su bolsillo—. Soy horriblemente insoportable, lo lamento. De acuerdo, háganos así. Pero me llamaras tan pronto llegues, por favor.

—De acuerdo —dije caminando hacia mi auto—. Tendrías que haber sido policía y no fotógrafo.

Sonreía al respecto y se encogia de hombros, pero me seguía para subir a mi auto y luego guiarme a su casa.

—Llegamos —exclamé—. ¿Cuál es tu casa?

—La celeste

—Linda

—Supongo. Gracias por el aventón —exclamaba y me miraba bonito con sus ojos café.

Me di cuenta que así como había tratado de no ahogarme, tampoco había intentado besarme otra vez. Yo menos, estaba consumido en otras cosas, pero sus ojos siempre se desviaban sutilmente.

—Avisame cuando llegues por favor o mejor aún, quédate aquí conmigo y pasa la noche aquí, llueve mucho, ¿No te da miedo la lluvia? —me reí a carcajadas por su comentario—. Supongo que es un no

—No me asustan, me encantan y prometo llamarte apenas llegue, Hyung —apreté su mano y le sonreí. De repente cuando creí que depositaría un beso en mi mejilla, me besaba. Dulce y lento.

En ocasiones soy solo un hombre que se lleva por instintos y quizás este beso, era bueno en este momento. Quizás parte de mí lo necesitaba para frenar la ansiedad de las últimas horas.

Así que recibía su beso, para que al finalizar bajara dejando mi auto inundado con su aroma, no sabía que perfume usaba, pero sabía que no olvidaría su fragancia. El desgraciado olía bien.

Finalmente en el estacionamiento de mi apartamento sacaba mi móvil y llamaba a Hyungsik.

—¿Llegaste?

—Hey, si llegué. Quédate tranquilo, ahora duerme como bebé y no me hostigues hasta mañana ¿De acuerdo?

—Hubiera preferido estár ahí contigo, Jin

—Lo sé, hombre. Eres pegajoso —dije con una risa seca—. pero estoy bien. Debo colgar, nos vemos mañana.

Cortando mi llamada mientras esperaba el elevador, el estacionamiento estaba vacío,  semi oscuro y lleno de autos. Aterrador como una película de horror y mis últimas horas de ayer.

Sentía que me obsevaban y probablemente era solo mi jodida paranoia, porque miré a mi alrededor y no había nada. Presionando repetidas veces el botón, mi corazón bombeaba a una velocidad paranormal esperando por el maldito ascensor.

Miraba aterrado una vez más hasta que finalmente, las puertas se abrían, me metía desesperado presionando el botón con el número 2 repetidas veces y simplemente odiaba la lentitud de las puertas al cerrarse y mi ansiedad no ayudaba.

Las luces del estacionamiento comenzaron a apagarse de a poco, mi respiración ya no podía controlarla, presionaba el botón y las luces se iban apagando hasta que la última luz encendida se apagaba y mi puerta se cerraba para finalmente empezar a subir.

Llegué a mi piso y saqué mis llaves, temblaba de los nervios con mi pulso por los cielos, ya que me costaba encajar la llave en la cerradura. Entré me apoye sobre la puerta y me dejé caer al suelo, empecé a hiperventilar, pero me calmaba luego de unos momentos.

Levantándome, seque el sudor de mi frente y me di una ducha, intenté reiteradas veces de recordar el resto de mi noche anterior, pero aún no podía recordar más allá de mi golpe en el piso a causa de que me jalaron de mi chaqueta.

Salí y me puse mi pijamas, el mismo que no recordaba cómo me lo había puesto la noche anterior o si fue el tal Noah. Revise mi movil, Hye-jin no había contestado nunca mi mensaje, me había parecido un poco extraño porque solía responder de inmediato.

Sin darle mucha importancia, mi cabeza estaba más allá de mi entrevista, abrí la laptop y revisé mi email. Tenía que saber dónde estaba Noah, no había vuelto a recibir otra llamada del tipo.

Me relajé y comencé a abrir las fotos, 56 fotos en total, comenzaba a mirarlas con detenimiento, pasando una por una, quería ser cuidadoso.

Foto número 35 y nada, comenzaba a pasar con más celeridad hasta que:

—¿Es...?, mierda —nada, no era él. Ninguno de ellos era él, aunque el número 43 si era guapo, Jackson tenía razón.

Mis ojos estaban cansados cuando de repente alguien tocaba a mi puerta. Me había asustado en demasía, nadie sabia donde vivía aún ,excepto el repartidor de pizzas y-...

— ¿Jinnie?.

💕3/3💕

¿Que piensan hasta ahorita? Les atrapa, las aburrí? Que sospechan de Taehyung?

Si se me fue el dedo avisen, la historia no está siendo solo adaptaba, también estoy agregando y quitando cosillas en el proceso.

Con amor niñita Nany 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro