Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|Primera Impresión pt2|

Al otro día había quedado de ver a Lisa ya que había prometido contactar a conocidos de ella y saber si esa tal "Hye-jin", el único rostro conocido por el momento y si era peligrosa.

Pero por alguna maldita razón, mi mente se remontaba al callejón de anoche, en aquel chico y en el maldito chupasangre que ni yo, ni mi equipo habíamos podido encontrar aún.

El peligro seguía allí afuera, aún no entendía del todo como no lo habían atacado antes de que yo llegará, me había tomado unos minutos alcanzarlo y dejaba oportunidad para un ataque. Debía seguir investigando en los alrededores, así que sin más perdida de tiempo tomaba mi auto para salir de nuevo.

Al llegar me estacionaba donde siempre, cerca del café y del estudio de baile, de día San Francisco no corría peligro, ahora de noche la historia era totalmente diferente.

Decidí recorrer las mismas cuadras, ver si hallaba alguna pista. El estudio estaba cerrado, las calles tranquilas, no tenía prueba de nada—excepto—que el ruido o lo que sea que haya visto aquel chico anoche provenía del callejón que era parte de esas cuadras.

El mismo sólo era un callejón putrefacto con un tacho de basura inmenso, más colchones y frasadas viejas alrededor. Si alguien dormía allí, ya no lo hacía más, ya que ningún vagabundo se tomaría el tupé de dejar lo poco que tenía tirado a merced de que alguien más lo tomara.

Salvé una vida anoche, sólo una, los que vinieron después de mí a hacer guardia no habían encontrado nada.

«Debería intentar verlo una última vez»

Mi próximo paso no lo habia pensado muy bien para ser sincero. Había decidido aparecer en la puerta de su edificio, solo para asegurarme que estuviese bien.

Al llegar y acercarme de a poco, lo había encontrado teniendo una discusión con un hombre poco más alto que yo y tan jóven como él.

Había escuchado que deseaba invitarlo almorzar, pero él se negaba.

«Es un tipo terco»

De nuevo y no sabía él por qué, me acercaba a él, gravitaba con facilidad a su alrededor, no estaría pensando muy claro cerca suyo. Lo escuché discutir sobre beber café y no almorzar. Girándose sobre sus talones nos veíamos de frente y sin querer dejaba caer su billetera.

«Él definitivamente era algo que admirar»

—Deberías almorzar, no se vive de cafeína —exclamé como respuesta.

Luego levantaba su billetera y se la devolvía.

No debería haber esto, no debería acercarme a él.

—¿Quién eres tú? —la voz irratada me sacaba de mis pensamientos.

Él reprendia al tipo a su lado, quién descaradamente lo interrogaba sobre quién era yo. Él no sabía que responder ya que no me conocía y como el idiota que jamás dejaré de ser, me había aparecido de la nada frente a él.

—Soy Noah —exclamé y le extendí mi mano al tipo sin pensarlo dos veces.

Se había presentado como Hyungsik, pero ya había oido su nombre cuando él lo reprendia.

—Bien, voy a por mi café —exclamaba comenzando a caminar dejandonos parados ahí.

«Bien, ya lo viste y está bien. Ahora vete»

—¡Oye! —jamás me haré caso—. No me dijiste tu nombre anoche

—No preguntaste —si de pelear y contradecir se trataba, tenia talento nato. Su sonrisa ladina, me hacía sonreír de vuelta

—Cierto, mi error —contesté.

—SeokJin. Mi nombre es SeokJin —sonreía de una manera angelical abultando sus mejillas.

—SeokJin, un gusto —extendí mi mano ya que había hecho eso con el otro.

Pero el toque de su mano había sido divino, seguía reprendiendome sobre de que debería irme, pero aquí seguía.

De nuevo, no sabía que demonios estaba haciendo, estaba decidido a irme, pero justo cuando iba a despedirme de él, el tal "Hyungsik" nos interrumpía con la intención de llevárselo lejos de mí.

«Debería invitarlo a comer o mejor no» carajo.

—Te invito a almorzar —algún día obedeceré a mis propias palabras.

—Seguro —sonreía tan atractivo una vez más.

—¿Qué? te invité a almorzar y dijiste que no tenías hambre. No tiene hambre, tampoco tenemos mucho tiempo. No irá —el tal Hyungsik era algo más y quizá yo no lo había captado.

De todas formas, él lo rechazaba tenazmente obligándome a caminar a su lado, tan mandón.

—¿A dónde vamos? —preguntaba finalmente.

—Al café que está a unas cuadras de aqui, ¿Te parece?

—Perfecto —mirando al otro, exclamaba —, mándame las fotografías —con tono firme a su ¿Novio, amigo con derecho a roce?.

No debería ser de mi incumbencia.

Aún asi no había podido evitar sonreír y sentirme victorioso. Patético TaeHyung, estás muy grande para esto.

De camino al café habíamos evitado el cruce y había aprovechado a entablar más conversación con el castaño de labios carnosos.

—¿Relación complicada? —preguntaba.

—¿¡Qué!? —se paraba en seco asustandome con su grito—. Él no es mi-... Hyungsik es fotógrafo, es un compañero de trabajo. Apenas nos conocimos ayer

—Oh, lo lamento —comenzaba a reír ante su exagerada reacción, se había visto adorable—. Perdón, tu reacción fue muy graciosa

—Me alegra haberte hecho reír —decía encogiéndose de hombros. Jodidamente atractivo.

En el café, llegábamos a mi mesa de siempre reservada para mí, ya que no cambiaba el horario en el que comía, ni el lugar.

¿Que puedo decir? uno se vuelve metódico con los años, más con mis años.

Ordenabamos y la charla comenzaba por parte de él. Preguntando sobre mi trabajo, cosa que no era simple y por ende conenzaba a hacerme sentir un poco ansioso.

—Algo así —respondí secamente sobre su pregunta de si trabajaba por aquí.

—¿Algo así? —replicaba claramente confundido.

—Sí, algo así —respondí distante una vez más.

—De acuerdo —su rostro bonito y agradable se borraba por completo a uno enseriado.

—Lo lamento no quería sonar... —, «arregla tu mierda».

—No pasa nada, hombre. Si es complicado responder, no es de mi incumbencia. Sólo trataba de romper el hielo aquí

—Lo sé, discúlpame, quería asegurarme que comieras. Es muy importante el almuerzo —exclamé intentando endulzar mi tono de voz.

—La comida más importante del día es el desayuno —discutía.

—Si pero ¿Acaso desayunaste hoy?

—No tuve tiempo.

No pude evitar hacer una mueca de desaprobación por que no había desayunado y por que le encantaba pelear por todo. Al parecer.

—¿Por qué no tuviste tiempo? —curioseaba al respecto, me interesaba mantener esta conversación.

—Me dormí tarde. Me costó conciliar el sueño.

Había correspondido a su mirada fija, pero no se veía tan nervioso como la noche anterior.

—¿Y porq8ué te costó dormir? ¿Estuviste pensando en mí? —dije bromeando con él. Mi primera sonrisa grande en mucho tiempo.

—¿Alguna vez te dijeron que eras un culo engreído? —contratacaba.

—¡Ouch!, que directo —exclamé.

—¿Noah, qué...? —preguntaba de repente y no lograba entender a que se refería.

—¿Eh?

—A tu apellido me refiero. Yo soy SeokJin Kim Park y tú ¿Noah...?

—Kim  —SeokJin Kim Park, no olvidaré ese nombre.

—¿Tu apellido es Kim? —mi cuerpo se tensionada solo un poco.

—No, el tuyo lo es. Un apellido original, ¿Te molesta si te llamo Jinnie?

Debía ser más rápido que él, no tenía planeado este almuerzo, así que por lo tanto no tenía mucho que decir. Y no sabía cómo abordar todo.

—¿Qué? no, no es Jinnie, no tengo diez. Es SeokJin o Jin... —exclamaba. No le había gustado Jinnie, pero a mi me gustaba hacerle la contra, al parecer.

—No, SeokJin es para usarlo cuando uno se enfada contigo y pronuncia tu nombre entero. Jin debe ser el nombre por el cual todos te llaman. Yo te llamaré Jinnie —sonreí satisfecho.

Sólo porque me encantaba verlo fruncir sus tupidas cejas.

—Entonces yo te llamaré "Noah no va contigo" no lo sé, hombre. No tienes cara de Noah —exclamaba concentrado en su comida.

—¿Qué? —era insistente dándole la vuelta al mismo tema, demonios.

—"Noah no va contigo", no lo sé, no tienes cara de Noah —exclamaba haciendo un inútil esfuerzo por mantenerme la mirada, pero no duraba.

—Sabes que Noah es un increíble nombre, ¿Cierto? ¿No crees que tenga cara de Noah? —traté de sonreír dulcemente para relajarme.

Pero de repente mi celular sonaba sacándome de mi pésima actuación. Mirando la pantalla veía que Lisa me había enviado un mensaje.

"Tengo información segura"
Lisa.

—¿Todo bien? —preguntaba amablemente.

—Ya debes irte —estuvo mal traerlo aquí y arrastrarlo conmigo. El mensaje de Lisa había Sido un balde de agua fría recordándome mi lugar.

— ¿Disculpa? —preguntaba confundido.

—Que debes irte, ahora.

«Soy un imbécil»

Tomando sus cosas rápidamente sin decir absolutamente nada dejaba el dinero en la mesa.

—Yo pago —exclamaba para él.

—Paga tu comida —me soltaba fríamente.

Luego se iba sin voltear ni una sola vez y por más que sintiera muchas ganas de perseguirlo, no lo hice, no debía.

«Eso fue todo y lo lamento, Jinnie»

Llegaba a la oficina sin ganas de hablar con nadie, había llegado quince minutos antes de que terminará la hora del almuerzo.

— ¿Qué tal tu cita con tu "chico misterioso"? —Hyunsik se hacía presente.

Había suspirado decepcionado y desganado, mi sexy desconocido era un imbécil. O mis malditas expectativas se habían ido por las nubes.

—No tengo ganas de hablar de eso y no es mi chico misterioso —decía con ceño fruncido mirando en su dirección.

—Oye... ¿Todo bien, Jin?

—No podría estar mejor, hombre —replicaba de inmediato.

Para no conocerme en absoluto, no se comía mi sonrisa falsa—. Te fuiste con tu amigo bastante decidido y satisfecho, pero vuelves raro. Tu rostro se ve decaido

—Primero, no es mi amigo, sólo lo conocí anoche. Me había acompañado a pasar por el callejón turbulento, después de haber oído un ruido extraño —dije sin ánimos.

— ¿Qué? —, «Ay, yo y mi bocazas» —¿Por eso te retrasaste, cierto? ¿Qué sucedió? ¿Intento robarte o algo?, te dije que era pelig-...

—Hyungsik, por dios hombre. Sólo iba caminando por ahí, escuché un ruido y me asusté. Soy un grandote bastante asustadizo —admitía con una mueca—. Cuando me di cuenta, él era la única persona pasando por ahí, solo fué amable podría habernos pasado algo a cualquiera de los dos si nadie está a salvo por esas cuadras. Sólo nos hicimos compañía —dije restándole importancia.

—No me digas ¿Qué tal si era un asesino? aparte, se presentó en la puerta ¿Tú le dijiste que trabajabas aquí? Chico listo, tienes un acosador en potencia ahí

—Solo hablamos y nos hicimos compañía, quizá si mencioné que trabajo aquí —decía encogiéndome de hombros, luego fruncía mi ceño—. ¿Creés que apareció adrede? —preguntaba en su dirección «No parecía muy interesado en mí, para ser honestos»

—Lo dejo a tu criterio, amigo. Revisa tu email, ya te mandé las fotos —mencionaba cambiando de tema y saliendo de encima de mi escritorio.

Se le estaba haciendo costumbre sentarse sobre él.

Intentando despejar mi mente, seguía con mi borrador. Había hecho una pausa para chequear las fotos y que hermosa era Hye-jin. Hyungsik es realmente muy buen fotógrafo pese a que son fotos comunes, había revisado cada una de ellas.

La figura perfecta de Hye-jin dejaba sin aliento, habían dos fotos mientras la entrevistaba y dos más de ella en frente de la puerta de cristal del estudio. Esa mujer podría haberme hecho hetero en otra vida. «En otra vida señora y señores, no en esta»

Riendo para mí mismo, miraba las fotos con detenimiento.

—¿Qué cara-...? —susurraba al ver algo peculiar en la fotografía.

A través de la puerta de cristal, desde afuera se veía una figura.

— ¿Noah?, no puede ser.

¿Qué demonios hacía el tal Noah afuera del estudio de danza?

O quizá ni siquiera era él y yo estoy alucinando. Si probablemente estaba alucinando porque mi Edo era un ser de dos cabezas muy sensible en ocasiones. Cerrando las fotos, decidía fregar mis ojos y continuar con la historia. No sabía si era casualidad o mi mente me estaba jugando una mala pasada.

Pero el día estaba terminando finalmente, cerrando mi borrador me lo enviaba a mi mismo por email para seguir editando y revisando en casa más tranquilo. Tomando el ascensor con unos pares de mis compañeros, Hyungsik estaba incluído  y no me había dirigido la palabra en todo el día después de nuestra charla. Me parecía extraño por el personaje hablador que había demostrado ser.

Saliamos del elevador y me picaba un poco el hecho de que él seguía ignorandome por completo, ya habían herido mi ego hoy y pese a que los jugadores de dos bandos como Hyungsik no eran usualmente mi tipo, ya fuera del edificio necesitaba un poco de atención para sentirme el dios griego que mi hermana solía decir que soy y antes de que llegara a su auto lo había interceptado.

— ¿No vas a despedirte bocazas? —lo tomaba suavemente antes que abriera su auto. Se giraba con mirada y semblante cansino hacia mí.

—No tengo nada que decir, hombre —me soltaba. Bien carajo, hoy no era el día para alimentar mi monstruo de dos cabezas llamado ego.

—Ya escogí unas fotos —mencionaba.

—Perfecto. Marcalas y trataré de editarlas —giraba abriendo la puerta de su auto y yo atinaba a empujarlo alejándolo del mismo y cerrando la puerta para ponerme entre el auto y él «Bien, estamos un poco sedientos de atención» —¿SeokJin, qué quieres?

—Lo lamento, hombre ¿De acuerdo?

— ¿Qué lamentas con exactitud? —cuestionaba.

Me encogia de hombros con rostro confundido—. Claramente estás ofendido, no estoy seguro por qué, pero me disculpo, ¿Bien?

Sonreía despreocupado por mis palabras.

—Que adorable. Tratas de disculparte sin siquiera saber por qué. Muy atento de tu parte, Kim Park

—No sé que te sucede, hombre. Sólo dejaste de hablarme y ni siquiera te despediste de mi. Eso es extraño viniendo de un bocazas como tú

—Bueno llama a tu caballero armado al que si dejás que te acompañe y te lleve a almorzar —decka con sonrisa irónica.

—Oye, sé que mi ego en ocasiones es más grande que una casa, pero no puedo imaginarte exactamente celoso por eso

—Estaba preocupado por tí, Jin —suspiraba—. Sí lo sé, nos conocimos ayer y lo entiendo, no te importó y me mentiste. Solo tratataba de ser amable, de que tengas un compañero en quien confiar y solo me alejas. Sabés, cuando llegué aquí, todos me detestaban porque para ellos había tomado el trabajo de alguien más a quien respetaban mucho, por ende, fui un jodido marginado el primero año. Es un trabajo en dónde tener colegas amigable, hace el ambiente llevadero y quería ser buena onda para ti. No lo sé, llámame dramático.

Mis cejas se alzaban en sorpresa con una sonrisa que esperaba fuera agradables—. Sí lo eres, pero tus intenciones son buenas. Lamento que mi forma de ser te moleste. Soy un culo engreído a veves

—No es tu forma de ser, es como eres conmigo —decía claramente acongojado—. Hasta ahora, traté de acercarme y conocerte. Intenté de que estuvieras cómodo, que tengas alguien de confianza y solo eres un culo engreído que me cambia por un extraño bien parecido

—No te cambié —comenzaba a reír—. Si eres un tipo bastante dramático y sólo-...

— ¿Sólo qué? te gustó el extraño, perfecto hombre. No es tema mio, pero no merezco que seas tan agridulce cuando sólo quiero ser amable.

La incomodidad me picaba bajo la piel, sé que puedo ser un tipo complicado en ocasiones, pero no creí que a Hyungsik podría ofenderle. Tenía razón, sólo llevaba dos días y fuí un culo engreído con la única persona—aparte de mi Jefe, George—que había sido amable conmigo. El resto realmente no se había interesado en acercarse y decir un maldito"Hola, bienvenido extraño".

—Si lo pones de esa manera, me siento terrible

—Deberías —replicaba suave.

—Bien lo lamento, tienes razón. Eres el único que se interesó en conocerme y tratarme bien. Soy una bestia —mencionabq suspirando y mirando en otra dirección, pero Hyungsik tomaba mi mentón para girar mi rostro en su dirección, otra vez.

—Si, lo eres —sonreía sarcástico—. Eres una bestia.

Tenía una leve sospecha de que lo había recuperado, así que quitaba su mano sonriendo.

—No vuelvas a tocarme, este rostro vale millones —exclamaba riendo. Él sonreía, pero para mí sorpresa se acercaba demasiado.

Ahora estaba acorralado entre su cuerpo y el auto. Para este punto, admitía totalmente que era un tipo atractivo y poco más alto que yo—me hacía sentir extraño—observaba mis ojos y mi boca. Tenía un aura peculiar, sacando todo el jodido rostro atractivo.

—Me alegra ver que sonríes de nuevo, tu cara de perro asusta —exclamaba.

—Bueno, eres un tipo peculiar. Felicitaciones por sacarme una sonrisa

—Gracias, me siento especial —decía riendo.

—Idiota —lo empujaba suavemente, pero no se movía, seguía cerca. soy un fiel amante de mi espacio personal, aunque él huela exquisito—. Creó que debería dejarte subir a tu auto y yo... recueperar mi espacio. Mi trabajo aquí está hecho —decía palmeando su hombro.

—Sí, deberías. Tu trasero está en la manija y no quiero ser irrespetuoso —, «Tan insoportable como encantador»

Me estaba sacando el mal sabor de mi fallido almuerzo de este mediodía, su encanto y dulzura me fascinaban en cierta forma. Tenía labios besables y yo necesitaba una jodida cerveza lejos de tanto pavoneo masculino ajeno.

—Hyungsik... —susurré alzando mis cejas para darle a entender que sería mejor moverse.

— ¿Sí? —seguía tan cerca y sus ojos intercalaban entre los míos y mis labios.

De repente recordaba que desde que rompí con mi antiguo novio, habían pasado seis meses, en los cuales me había rehusado a conocer a alguien. No es que estaba sumamente enamorado, pero estaba sólo un poco hastiado de los juegos previos y me había prometido dejarme sentir algo más intenso que simple agrado. Pero mi ego seguía herido, un poco acariciado por la actitud de mi nuevo compañero de trabajo y bueno, era totalmente el tipo de mi polla.

—Aún no entiendo para que dirección vas —mencionaba mirándolo a los ojos.

Me miraba ceñudo y minutos después de entender, respondía—. Voy en dirección de lo que llame mi atención y tú la llamas.

«Suficiente para mí»

Jalando de su remera con una mano y con la otra tomando su nuca, lo atraje hacia mí decidido a cortar un poco la maldita tensión que tuvimos desde el inicio. Él recibía mi boca relamiendo y succionando mi labio inferior, luego me dejaba vía libre para que mi lengua se desenvolviera de manera lenta y suave para luego encontrarse con la suya.

Sus manos tomaron mi cintura apretando con fuerza según la intensidad de nuestro beso y aprisionaba más mi cuerpo entre su auto y él.

Había sido un beso tranquilo, ambos saboreabamos la boca ajena mientras nuestras lenguas chocaban sin apuro, lo estaba disfrutando. No era un beso que me robara el aliento y acelerará mi pulso. Pero seguía siendo un hombre con una polla un poco necesitada y labios hipersensibles.

Al terminar, cerraba el beso con una suave mordida en su labio inferior a lo que Hyungsik sonreía apretando mi cadera

—Eso fue mejor de lo que esperaba —susurraba pegado a mi boca.

—A decir verdad, si lo fué —sonreí robándole otro beso más corto. Luego me corría de la puerta para dejarle vía libre y exclamaba—: Te veré mañana, Sik —no había por qué alargar el momento de un simple intercambio de saliva.

—Espera ¿Dónde está tu auto?

—Estacionado a una cuadra y media de aquí, no encontré lugar cuando llegué esta mañana

— ¿Cuadra y media, hacia que direccion?

—Callejón turbulento —señalaba con mi mano.

—Jin, hombre no aprendes. Nadie está seguro por ahí, te acompaño a buscarlo

—Tranquilo, no llega al callejón. Hay luces y una tienda en frente, no pasará nada —dije, palmeando su brazo.

Él suspiraba—. No insistiré, sé que no me dejarás acompañarte. Solo sube a tu auto y ve directo a tu casa ¿De acuerdo?

—Señor, si Señor —me burlaba.

—No seas imbécil

—No más que tú. Estaré bien —dije guilando un ojo—.  Apenas llegue, te avisaré y te mandaré las fotografías que elegí ¿Sí?

—Trato hecho, compañero... —buscaba chocar mi puño y cuando lo hacía, tomaba mano tirando de mí, para darme otro beso.

Tomando su nuca respondí, sin problemas, era suave y preciso. Ambas manos suyas tomaron mi nuca asegurandome allí.

—Debo irme y tú también —exclamé, liberandome y lo volví a empujar suavemente. Luego le ordené con un ademán que subiera al auto, sonreía para nada sorprendido que aún siguiera siendo engreído y mandón, pero obedecía.

Subía, arrancaba y frenando de repente exclamaba—: Vete a casa y ten cuidado, culo engreído —sonreí ladino en su dirección para que se fuera de una vez y él lo hacía, finalmente.

Mirando a mi alrededor, aún había gente así que sin más tardanza me encaminaba a mi auto que estaba a una cuadra y media o sea que, por media cuadra, no llegaba a las turbulentas y oscuras calles dónde se encontraba el callejón.

Una vez en frente de mi vehículo, apretaba el botón de mis llaves para quitar la alarma y el seguro. Listo para abrir la puerta escuchaba débilmente la voz de un hombre venir de allí.

— Ayuda... ¿Alguien me oye? —apenas si era audible, pero yo sabia que lo había oído—. Necesito ayuda, por favor.

Un escalofríos me recorría la espina dorsal obligándome a mirar a mi alrededor y no había casi nada de gente. Alguien necesitaba ayuda y yo me estaba debatiendo entre ser el héroe o el cobarde de la jodida noche.

Podría llamar al 911 y esperar a que llegarán sin adentrarme al lugar, pero ¿Qué tal si la victima estaba en su último suspiro?

Guardando mi bolso en el auto, sacaba decidido mi móvil marcando el 911 para que quedara a mano, luego había decidido ir hasta donde se escuchaba la voz de aquél hombre que pedía ayuda.

—Ayuda, alguien me-... —su voz era débil, comencé a seguir el sonido y decidí hablar.

— ¿Hola? ¿Puede decirme dónde está?

—Oh, oh, si estoy en el callejón, mi pier-... Agh, mi pierna, no puedo moverla. Ayúdeme, siga mi voz, por favor

—De acuerdo —estaba temblando, era un grandote de metro ochenta imaginando todo tipo de escenario por culpa de mis pensamientos intrusivos, pero mi intención de querer ayudar a los demás estaba intacto y tenía más valentía que yo, al parecer

Llegando al callejón no se veía nada.

— ¿Hola? ¿Sigue allí?

—Sí, aquí detrás del enorme tacho.

Con mi celular en mano lo utilizaba para alumbrar con el flash, había localizado el inmenso tacho de basura y veía que un pie sobresalía de detrás.

—Lo encontré, voy hacía usted —exclamé y me apresuré a llegar a la victima.

Mirando hacia atrás veía si alguien más pasaba para ayudarme, pero cuando giraba, lograba visualizar el lugar donde yacía la víctima y no había nadie. Alumbrando más lejos, tampoco había alguien allí .

«Maldita sea mi suerte»

Mi respiración comenzaba a pesar y un terror indescriptible me inundaba.

—Debo salir de aquí  —susurré, intentando correr en dirección a la salida de ese callejón, cuando me tiraban de la chaqueta con fuerza haciéndome caer de espaldas al suelo y soltando mi celular por el impacto y la sorpresa.

Alguien se subía encima de mí esquivando mis golpes al aire, era demasiado fuerte y me tapaba la boca, cuando intentaba gritar, forcejear y manotear, pero era demasiado. No era normal, la fuerza que ejercía sobre mí. No siquiera era alguien inmenso para poseer tal fuerza.

—Cierra la boca, no me agrada que intentes golpearme cuando no te he hecho nada, imbécil —decía en un susurro.

Era el mismo tipo que estaba pidiendo ayuda, había sido una morbosa trampa y caía redondo en ella. ¿Quién carajos habitaba estas calles para manejarse así?

Apenas podía moverme y me estaba asfixiando con su mano, no podía ver bien su rostro y seguía sin entender su fuerza sobrenatural. La iluminación era terrible y la única luz que había era la de mi celular que había caído en alguna parte cerca de mí.

—Cuando llegue la hora, serás muy delicioso —no lo entendí, no quería entender. Sólo quería salir de allí, no podía creer lo que me estaba pasando. No podía creer absolutamente nada.

Continuando como un demente pataleando, golpeando inútilmente y arañando con mis uñas romas, intentaba gritar una vez más, pero no podía. En eso recibía un golpe seco en mi rostro, increíblemente fuerte que dolía como el carajo.

Sentía como iba perdiendo el conocimiento, cuando el hijo de perra se acercaba a mi rostro y dejaba notar unos colmillos que sobresalían de su boca. Me horrorizaba peor, casi recuperando el conocimiento del mismo terror por lo que estaba contemplando, pero alguien agarraba a mi agresor por la espalda, sólo que en el intento bruto de sacarmelo de encima, la cabeza del atacante rebotaba sobre mi frente golpeándome con demasiada fuerza.

Eso había sido lo último que había visto y sentido antes de desvanecerme.

💕1/3💕

Si se me fue el dedito, avisen.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro