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|Martes 13|

Al otro día me levantaba sin Taehyung a mi lado, pero me apresuraba a tomar ropa y prepararme antes de que mi hermana y madre despertarán.
Para mí sorpresa Taehyung había dudado sobre si llevarme o no para al final perimitirme llevar mi auto, había propuesto a Rose llevarla al trabajo y que se hiciera cargo del desayuno de cada uno en el piso.

«Que ni crea que estará ocho horas con Hyungsik estorbando»

—Entonces ¿Tae y tú ya salen? —preguntaba en el viaje.

 —Rose, no hay nada que hablar al respecto —ésta mañana Taehyung apenas si me habia mirado.

Me sentía un completo imbécil.

—Hyungsik me enseñará un poco como tomar buenas fotografias —sonreía y podía asegurar que estaba babeando.

—Hable con George, serás asistente hoy.

Me tiraba una mirada de odio—. ¿Asistente?

—Llevarás el desayuno a cada uno, comprarás el almuerzo de otros. No puedes simplemente ir como visita, harás que nos despidan a ambos.

Suspiraba algo exasperada, pero no me contradecía.

Lisa llegaba temprano, Anne estaba más tranquila que ayer. Ya había informado tanto a ella como a Jungkook y al resto la información que Mark Collins me había dado y me había dejado inquieto, necesitaba apurar este proceso para saber de quién proteger a Jinnie aparte de mi hermano.

Verlo esta mañana había sido más complicado de lo que me gustaría admitir. No había estado con él, pero había aprovechado besarlo en un momento complicado de su vida, en cierta forma, si me había aprovechado de su vuelnerabilidad.

—De acuerdo ¿Comenzamos? —preguntaba Anne impaciente.

Volviamos a acomodarnos y Lisa la dormía antes que a mi—. ¿Tae?.

La observé curioso—. ¿Qué sucede?

—Te siento bloqueado ¿Estás bien? —preguntaba la bruja.

Ceñudo pregunté—. ¿Qué dices? Estoy bien —me acomodaba para continuar, recostandome y cerrando mis ojos.

—Dhampir —llamaba obligándome a abrirlos—. No soy idiota y permíteme decirte una cosa.

Suspirando cansado de Lisa y su sexto sentido, cuestionaba—. ¿Qué más quieres de mi, bruja?

—Que liberes tu maldita mente o podrías arruinarlo todo.

Al decirme eso, asentía, lo último que quería era retrasar más ésto.

Y finalmente caía en un profundo sueño.

De nuevo vislumbrando el hospital, en la parte de recién nacidos. Anne vivía observándolo y cuidandolo aún sin entender quién o qué era Jinnie.
Una auténtica madre.

Había releído la leyenda de los Dhampir una y otra vez tratando de buscarle sentido.

Seokjin tenía razón en sufrir por estas personas, en mi camino no me había cruzado con nadie como Anne, todo lo contrario, una vez de perder a mi propia madre, nadie había valido tanto.

«Seokjin»

No podía evitar recordar nuestro beso, sus labios, su cuerpo, su piel. La fragancia natural que desprendía.

«No quiero sentir ésto, no me lo puedo permitir»

Seguía tratando de unir palabra con palabra, pero mi mente estaba en cualquier lado, no había recibido mensaje alguno de Taehyung sobre mi madre.

Había intentado llamarlo en el almuerzo, pero no había contestado, claramente entendía que me estaba esquivando, pero necesitaba saber sobre mamá.

Por otro lado, había logrado que las primeras tres horas Rose hiciera su trabajo, pero volviendo del almuerzo se había pegado como moco a Hyungsik.

Era una lucha.

Caminabamos por los pasillos del hospital, éste recuerdo era demasiado largo, solo me llevaba a pensar en SeokJin, aunque no quería, pero seguía volviendo a él.

De repente el recuerdo comenzaba a distorsionarse, comenzaba a escuchar respiraciones agitadas, lo que veía ya no era el hospital, veía todo distorsionado y el rostro de SeokJin.

—¡Ay, carajos! —el recuerdo de Anne estaba siendo reemplazado por el mío.

«No, no, no, no»

Trataba de calmarme y dejar de pensar, de repente volvía al recuerdo original.

Llegaba el momento crucial, Anne se cruzaba a el padre de Seokjin, pero el recuerdo volvía a distorsionarse y yo no lograba verlo. No podía, mi cabeza estaba luchando en volver al recuerdo original y olvidar lo que había pasado anoche.

Veía todo distorsionado y escuchaba todas las voces juntas. Trataba de vislumbrar a el vampiro, pero el rostro de SeokJin seguía volviendo y volviendo.

«Lisa tenia razón lo estoy arruinando»

—¡Lisa! —no podía ver nada claro, nada—. ¡Lisa!.

De repente despertaba y volvía a la realidad, agitado y transpirado, veía a Lisa tratando de calmar a Anne que estaba un poco agitada y asustada.

—Señora Park ¿Se encuentra bien? —me sentía culpable.

—Siento el estómago revuelto, pero estoy bien.

Lisa me clavaba una mirada asesina—. Anne querida, será mejor que tomes una ducha, terminamos por hoy.

Lisa la guiaba al baño y Anne exclamaba—. ¿Deberé quedarme esta noche? tengo una reunión en el trabajo mañana a las once de la mañana, debo de ir a casa, pero luego puedo volver.

Lisa me observaba de brazos cruzados y yo respondía—. Seguro señora Park, puedo llevarla yo mismo hoy.

La madre de Seokjin asentía y se metía a dar su merecida ducha.

De repente sentía un golpe en mi nuca—. ¿Qué demonios sucede contigo? te advertí que entraras relajado.

Fulmine a Lisa con la mirada por el golpe que había recibido—. No sabía que eso podía suceder

—"No sabía, no sabía" —repetía mofandose, pero furiosa—. ¿Lograste ver algo?

—No, mi cabeza-...

—Tu cabeza, tu cabeza —exclamaba exasperada—. ¿Lograste ver o reconocer al vampiro?

—No, un recuerdo mío se interpuso y no podía concetrarme.

La bruja suspiraba de forma sonora—. Llamaré a esta niño para avisarle que no logramos nada ¡gracias a ti!

—No le digas eso, solo avísale que nos retrasaremos un día más.

«Soy un idiota»

Mientras que yo seguía lidiando con Rose, la hora de irnos llegaba, necesitaba un trago por muchas razones. Mamá había vuelto a casa, Taehyung me evitaba y ahí venían Rose y Hyungsik como si fueran los mejores amigos.

—Casi te vas sin mi —exclamaba mi hermana.

—Oye, Jin —, «¡Oh!, Hyungsik está de buen humor y yo vuelvo existir» —Le avisé a Rose que no podre salir, desde mañana tengo la agenda laboral completa.

Genial, ya no tendría salida. Era una buena noticia, Rose se iría mañana a primera hora.

—Así que, cambio de planes —exclamaba ésta sonriente—. Saldremos est noche

—¿Qué? —, «Mierda».

—Tae seguro no tendrá problema ¿Cierto? debemos salir, por favor no digas que no —rogaba Rose.

Caminando en busca de mi auto los tenía a ambos pisando mis talones.

—No lo sé, no puedo responder por Tae, Rose

—Bueno si él no quiere de todos modos invité a Rose a salir esta noche —exclamaba Hyungsik.

Mierda, si le decía que no y se lo prohibía, se escaparía. La conocía mejor que a la palma de mi mano, era peligroso perderla de vista.

—Yo saldré con ustedes de todas formas —respondí algo tenso.

—Serías un muy mal tercio, Jin —respondía Hyungsik con veneno.

—Para nada, iremos con Tae. Es una maldita doble cita.

Hyungsik fruncía el ceño, Rose dentro de todo estaba felíz—. Perfecto, será a las diez en el Ruby Bar —soltaba mi compañero.

—No —exclamé con seguridad, Tae iba a elegir el lugar, él sabía donde estariamos a salvo—. Tae conoce un lugar excelente, a las diez pasaremos por tí.

Tomaba a Rose de la mano y la metía en el asiento del copiloto, ésta me miraba ceñuda mientras yo me despedía de Hyungsik subiendo al auto.

—No me dejaste despedirme de él —me tiraba.

—Lo verás a las diez de nuevo

—Leí sobre el Ruby Bar, es uno de los mejores ¿Por qué no vamos ahí? —preguntaba.

—Porque Tae conoce un mejor lugar, es eso o nada. Te aviso que mamá volvió a casa, mañana tiene una reunión, volverá por ti a la tarde

 —Tengo ésta semana libre, Jin.

La miré furioso—. Rose, tengo una vida y estoy algo complicado con ella ahora. Estoy viviendo en un lugar que no es mío y lamento mucho tu ruptura con Marshall, pero lidia con eso —ésta me observaba sorprendida—. No puedes simplemente huir de tus problemas, no puedo concentrarme contigo aquí, te irás mañana lo quieras o no.

Era mi sentencia final, el viaje había estado lleno de un silencio incómodo hasta que llegabamos.

—Hola, niños —exclamaba Lisa.

¿A veces me preguntaba que tan vieja era para tratarme de niño?.

—Hola, iré arriba a preparar mi ropa para ésta noche —exclamaba Rose. No estaba ofendida por lo que dije, pero si incómoda.

—¿Ésta noche? —preguntaba la encantadora.

—Prometí que la llevaría a tomar algo

—¿Tae lo sabe?

—Él vendrá —respondí

—Oh, okey...

—¿Que paso hoy, Lisa? creí que sería la última sesión —pregunté preocupado.

—Lo era, pero la cabeza de Taehyung jugó en contra.

No entendía—. ¿A qué te refieres?

—Algo que le pasó a él, distorsiono el recuerdo real de tu madre, no pudo ver nada —exclamaba apretando su marcada mandíbula.

Suspiré, sintiéndome culpable—. Diablos...

—Puedo percibir la conexión de ustedes, pero luego habla con él para que pueda relajarse y mañana conseguir la información que necesitamos

—¿Y dónde está? —pregunté curioso.

—En su habitación.

Lisa se retiraba y yo me dirigía directo a la habitación de Taehyung, la misma que había ocupado hacía unas horas. Golpearía, pero al tomar el ascensor él notaba enseguida que había alguien.

Abrí el mismo y lo veía sentado en su cama—. Hola —entré sintiéndome pequeño—. Lisa me dijo que estabas aquí

—Tu mamá está a salvo en su casa —respondía sin mirarme.

Me sentaba mas decidido a su lado, él me ignoraba como los mejores—. Lisa me contó que no pudiste ver quien era el vampiro en el recuerdo.

Éste suspiraba y presionaba su sien—. Prometo que mañana ya lo sabremos.

Había decidído acariciar su espalda, pero éste se alejaba y finalmente me observaba—. Lo lamento —dije avergonzado, dejando mi mano en el aire, evitando tocarle.

—No eres tú —respondía apenas escuchaba mi disculpa.

—Solo vine a avisarte que saldremos esta noche, Hyungsik está ocupado el resto de la semana.

Suspiraba cansado—. Lo mejor sería que se queden aquí

—Lo sé, pero conozco a Rose y si le digo que no, va a huir. No puedo arriesgarme a eso —asentía con su cabeza—. Está bien si no quieres venir, no estás obligado

—No te dejaré solo —respondía instantáneamente.

No pude evitar sonreír—. Arreglamos a las diez ir por Hyungsik

—¿Debe subir a mi auto? —preguntaba rodando sus ojos.

—Es eso o voy con mi auto —ceñudo me observaba y negaba con la cabeza.

No pude evitar reir mientras nos mirabamos y comenzaba a sentir ese calor que él sabía provocarme con tan solo una mirada positiva.

Me veía obligado a levantarme pesadamente para retirarme—. Voy a prepararme —añadí ya camino al elevador.

—Jinnie —llamaba.

Me detenia sin voltear a mirarlo.

Escuchaba sus pasos acercándose a mi, no podía moverme de los nervios ridículos que sentia, de repente su mano bajaba el cuello de mi camisa para dejar mi esa zona al desnudo.

Mi piel se enchinaba ante las yemas de sus dedos y, sentia cerca su respiración disfrutando como depositaba un suave beso sobre la zona, no podía evitar cerrar mis ojos—. Mañana tendremos todo resuelto —susurraba a mi oído.

Sonreí, pero prefería no voltear hasta subir al ascensor—. Te veo en unas horas —exclamé finalmente.

Volviendo a mi habitación, me encontraba a Rose viendo que se pondría—. Jin

—Rose ya hable, no quiero repetirme —antes de que intentará rogarme por quedarse más días, la detenía por si acaso.

—Solo quería decir que lo lamento —la observaba y comenzaba a oírla atentamente—. No me di cuenta el fastidio que puedo llegar a ser.

Asentí con una mueca chistosa en mi rostro—. Si, lo eres —exclamé con una sonrisa.

—Gracias por darme esta noche, la necesitaba —se acercaba y me abrazaba fuerte apoyando su cabeza en mi pecho—. No sé cuales sean tus problemas, pero sabes que puedes hablar conmigo, soy tu hermanita.

Susurraba esas palabras sin despegarse de mi.

—Tranquila, no es nada que no pueda manejar, vamos. Ponte linda para esta noche.

Finalmente llegaba la hora y saliamos en busca de Hyungsik quien ya estaba listo esperándonos en la puerta de su casa.

—¡Hyungsik, estás muy guapo! —exclamaba Rose apenas se sentaba a su lado.

Éste le sonreía—. Tae —estiraba su mano y Taehyung la estrechaba—. No sabía que tú y Jin ya estaban saliendo.

«¿En serio?»

Tae me observaba y luego respondía—. Es muy reciente, pero si.

Respondía eso y se limitaba a conducir, mi compañero no había dicho nada porque Rose comenzaba a hablarle, yo solo quería que ésta extraña noche terminará de una jodida vez.

Finalmente llegabamos al lugar elegido por Tae, era un bar lleno de mucha gente y buena música.

Éste saludaba a un mesero y nos llevaba a nuestra mesa. Luego traian unos tragos y, yo nervioso y curioso le preguntaba en un susurro—. ¿Estamos a salvo aquí?.

Me observaba y sonreía—. Es el bar de Jungkook, es seguro.

«Es el bar de un vampiro ¿Cómo puede ser seguro?»

Taehyung me observaba, sabía que había escuchado—. Estamos a salvo, porque no todos son vampiros y los que si, no están con mi hermano y saben de lo que soy capaz

—¿Y si están con mi padre? —, «eugh, ¿Yo dije eso?»

Que asco. Tae me miraba sorprendido—. Relájate, estamos aquí por ella.

Miraba a Rose que no paraba de tocar inocentemente a Hyungsik, todo el tiempo, éste me miraba de soslayo algo serio de vez en cuando.

Una banda que hacían covers acústicos empezaba a tocar en el lugar, parecía que tenían sus seguidores porqué todos enloquecían al verlos.
Nos uniamos a la par de la gente disfrutando la música.

Después de un rato largo, Tae me soltaba—: Tu amigo me odia —en un susurro a mi odio.

—¿Por qué dices eso? —pregunté inocentemente. Él tocaba su sien con su dedo índice—. ¡Oh!, ¿Qué está pensando?

—Que me detesta —exclamaba sonriendo.

—¡Jin, voy a retocar mi maquillaje! —exclamaba Rose entre tanto ruido.

—¡Voy contigo! —no quería dejarla sola aquí—. Debo ir al baño.

—¡No! le diré a Hyungsik que me acompañé.

Abrí mis ojos y ví como se lo llevaba entre la gente.

—¿Crees que debería ir con ellos? —pregunté preocupado luego de un rato a Taehyung.

—Tu hermana quiere estar a solas con él, pero ya deberíamos irnos, ve por ella.

Asintiendo a sus palabras, me dirigía al baño de mujeres, notaba que Hyungsik salia del de hombres y se quedaba en la puerta esperándola.

—¿Rose está adentro? —pregunté.

—¿Cuándo ibas a decirme que salías con él? —preguntaba malhumorado.

—Hyungsik, no estoy saliendo con nadie —intenté meterme al baño, pero éste me detenía—. Necesito ir por Rose.

Se corría para dejarme vía libre—. Dile que me disculpe, pero no tengo ganas de seguir aquí —se alejaba sin más a la salida.

—¡Hyungsik!.

«Carajos, ¿Ahora cómo le explico a mi hermana que éste se fue?»

Esperando en la puerta por Rose, esta se abría y mi hermana no salía, esperaba un poco mas, se abría y salía una chica castaña.
Apresurandome por entrar al baño, sin importarme si había mujeres dentro y, efectivamente había dos chicas retocando su maquillaje que se ponían en alerta al verme.

Levantando mis manos exclamaba—. Estoy buscando a mi hermana, no se sentía bien y lleva tiempo aquí dentro.

¿Dónde mierda estaba Rose?.

Sin tapujos comenzaba a abrir todas las puertas desesperado y Rose no estaba ahí.

—¿No vieron una chica rubia entrar al baño? Metro sesenta, cabello largo y lacio —pregunté tratando de mantener la calma.

—Emm... si pero se fué con una castaña —respondía una de las chicas al verme casi pálido del susto.

—¿Una castaña? —pregunté preocupado—. ¿Cómo... cómo era ella?

—Estatura promedió, curvilínea, muy hermosa —la chica seguía pensando—. ¡Oh! y con rostro ovalado

—¡Hye-jin! —salía corriendo desesperado en busca de Taehyung.

El lugar estaba lleno, pero lograba verlo—. Hye-jin... —exclamaba agitado.

—¡¿Está aquí?!

—¡Ella se la llevo... se llevo a Rose!.

Taehyung abría sus ojos y de inmediato me tomaba de la mano rápidamente para sacarme del lugar, habíamos buscado en los alrededores con sus hombres y no encontrabamos nada.

Volviamos urgente a su casa y yo era un maldito manojo de nervios.

—Debí de estar alli, ¡maldición! —exclamé furioso mientras entrabamos.

—La encontraré, calmate. Tú qued-.. ¡...!.

De repente Taehyung caía desplomado al piso y comenzaba a convulsionar.

—¡¿Taehyung?! —me tiraba encima de él tratando de calmar su cuerpo.

Cuando de repente sus ojos quedaban en blanco y su cuerpo tieso.

—¿Tae? mierda, ¿Taehyung?.

Comenzaba a buscar mi móvil para llamar urgente a Lisa.

—¿Niño?

—Taehyung está inconciente en el piso con sus ojos en blanco, ¡ven pronto!.

Dije mi última sentencia y cortaba la llamada, luego seguía intentando despertarlo, pero nada funcionaba. También había llamado al móvil de Rose que solo sonaba, pero nadie atendía.

Finalmente Lisa se hacía presente y, comenzaba revisarlo—. Lisa, ¿Por qué no despierta?

—Está en un trance —respondía.

—¿Qué?

—Está reviviendo el recuerdo que interrumpió de tu madre esta mañana

—¿Cómo lo sabes?

—Porque lo escucho —reapondía con sus ojos cerrados.

De repente golpeaban la puerta con furia, Lisa y yo nos mirabamos en alerta.

—¿Seokjinnie? —decía una voz familiar con tono melodioso.

—Nos escontraron—susurraba la bruja.

Volvía a golpear la puerta—. ¡Si, quieres que tu hermanita no muera vendrás conmigo!.

Una molestia en la punta de mi nariz amenazaba con llenar mis ojos de lágrimas y me costaba respirar.

De repente me sentía tentado a abrir la puerta, pero Lisa me detenía—. Debemos mantener a Tae a salvo hasta que termine el recuerdo

—¡Hijo de perra, abre a puerta! —mi mandíbula se tensaba al oírla gritar así.

—No puede entrar —exclamaba Lisa.

—¿Por qué?

—Toda la casa tiene un hechizo de protección en contra de todos. Humanos, brujos, licántropos, vampiros y donors también. Solo pueden entrar con el permiso de Tae.

Un fuerte estruendo nos hacía saltar a ambos, uno que se repetía.

Hye-jin comenzaba a romper la puerta

—¡Dijiste que no puede entrar! —exclamé.

—Eso no le impide romper la puerta —respondía la encantadora.

Finalmente la hacía mierda, pero seguía fuera de la casa—. ¡Oh! ¿Se murió tu príncipe?

—Debo ir con ella —susurré a Lisa.

—¡No! Ni se te ocurra —respondía.

De repente volvía a mirar a la puerta y había dos vampiros más con ella como escoltas—. ¿Dejarás que tu hermana sea su alimento?.

Sentí furia, eran repugnantes. Me levantaba para abrír el ascensor—. Hay que llevarlo a su habitación —dije.

Tomando a Taehyung de sus brazos, como bolsa de papa, comenzaba a arrastrarlo hasta el elevador bajo una cancioncita molesta que Hye-jin había comenzado.

"Si no vienes conmigo, tu hermana morirá, beberán su sangre y no la podrás salvar".

Caminaban de un lado a otro en el umbral de la puerta, a mi y a Lisa nos estaba costando moverlo, no entendía porque su cuerpo pesaba demasiado.

"Si no vienes conmigo, tu hermana morirá, beberán su sangre y no la podrás salvar".

«Cierra la boca, cierra la boca, cierra la boca»

—... beberán su sangre y no la podrás salv-...

—¡Cierra la maldita la boca! —de repente un pedazo de la puerta rota volaba en dirección a Hye-jin, pero está lograba esquivarlo.

—¡Wow! no me digas que... —exclamaba sorprendida y sonriendo—. Talento de Dhampir

—¿Qué fue eso, Jin?—exclamaba Lisa—. ¿Fuiste tú?.

Yo estaba que desbordaba de ira—. Iré en busca de Rose

—No, Seokj-...

Terminaba de meter a Taehyung y empujaba a Lisa dentro del elevador y cerraba la puerta.

Ella me impediría irme y yo debía cuidar a mi hermana.

—¡Seokjin! —Lisa intentaba abrir la puerta para salir del ascensor y frenarme, pero se lo impedía.

Las palmadas de Hye-jin resonaban en la puerta luego, se detenía y extendía su mano para que fuera hacía ella.

Sentía miedo, pero era más grande mi amor hacía Rose, así que comenzaba a caminar decidido.

Una vez en la puerta, la perra volvía a señalarme su mano para que la tomara. Al instante los dos vampiros se paraban a su lado, del susto había retrocedido un poco, luego me detenía a observarlos.

Éstos me presumían sus horribles colmillos y créanme que no se veían para nada como Robert Pattinson en Crepúsculo.

Sus ojos eran horriblemente rojos y sus rostros eran diabólicos, horribles, me causaban asco y miedo.

—Tranquilo —exclamaba Hye-jin—. No muerden —comenzaba a reír y notaba sus colmillos.

—Eres una de ellos ahora —susurré.

—El estudio de baile no me dejaba mucha ganancia —exclamaba sarcásticamente, su bello rostro también se volvía diabólico, pero de repente volvía a relajarse—. La pequeña Rose no tiene toda la noche.

Tragando duro tomaba su mano y ésta me apretaba suavemente hasta que me jalaba hacía afuera y uno de los vampiros me tomaba fuerte para pegar mi espalda a su cuerpo, sentía el frío que desprendía aquella criatura sin vida.

Hye-jin se acercaba a mi en silencio y con un cuchillo filoso acariciaba mi mandíbula.

—Eres hermoso —exclamaba y poniéndose apenas en puntillas, pasaba su lengua por toda mi mejilla.

Chillaba del asco y luego sentía un pinchazo en mi cuello para que todo frente a mi se volviera oscuro.

Éste libro ya está terminando...

Con amor Niñita Nany💜

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