Claramente no deseaba terminar así esta noche, hacía largo tiempo que ninguna persona despertaba nada en mi o quizas yo prefería el trabajo y cazar antes que realcionarme de nuevo.

Pero Jin era... Seokjin, él era perfecto y era lo que deseaba desde que lo había visto aquella noche.
Sabía que lo mejor era mantenerme alejado de él, pero no podía, no quería.
Cuando sentía que había llamado al ascensor no pude resistir de comenzar a leer su pensamientos él vendría, vendría a mi y yo no podía esperar a verlo.

Estaba apenas despeinado con su frente al descubierto, sus labios, esos labios seguían hinchados a causa del furioso beso compartido recién. Su playera blanca remarcaba sus hombros y aquella fina cintura. Era perfecto, su imagen me robaba el aliento por completo.

—Yo...no podía dormir

Enmarañando su ropa lo atraía hacia mi para apretarlo y volver a sentir su calor—, yo en cambio, no quería dormir.

Volvía de nuevo a atrapar su labio inferior que había quedado maltratado por mis dientes y él siseaba ante el dolor, pero no me detenía. Ahora lo besaba, lo volvía a besar con desesperación, con un deseo incontrolable que me volvía una bestia, solo por él. Su lengua se desenvolvía junto con la mía para pelear por el control, yo continuaba enroscando mis brazos en su espalda baja y provocar nuevamente una fricción. Sus brazos se enrollaban sobre mi cuello y ya no podía detenerme.

Deseaba hacerlo mío, él era mío.

—D-dejame quitarte esto —exclamé entre besos para deshacerme de su playera. Me quedaba completamente boquiabierto al ver sus hombros, pectorales y abdomen trabajados, pero su piel, su piel era tan blanca, tan limpia sin marca alguna.

Él se quedaba quieto esperando mi próximo movimiento y lo tomaba con suavidad para besarlo y llevarlo a la cama entre besos suaves, depositarlo con gentileza y lento. Cuando contemplaba la imágen de aquel hombre perfecto sobre mi cama llevaba mis manos por todo su torso y así recorrerlo sin apuro. Él cerraba sus ojos y mordía su labio inferior, era perfecto, no había otra palabra para describir a Seokjin.

Así que me deshacía de mi playera para quedar en igualdad de condiciones, su mirada era lujuriosa, seguramente, al igual que la mía en estos momentos. Volvía a en busca de más besos y me apoyaba sobre él. Su piel rozaba con la mía, ese calor y suavidad que desprendía y sus manos presionaban mi espalda baja para sentirme aún más.

Era demasiado y ambos queríamos que pasará mucho más que simples besos desenfrenados. Soltando a duras penas esos labios—los mejores que había visto y besado en toda mi jodida existencia—comenzaba a bajar por la longitud de su cuello, joder, este cuello no era sano para el mundo al que pertenecía.

—Dios... —jadeaba enredando sus dedos en mi pelo y dejándome vía libre a besar y morder su cuello.

Estaba agitado y más que entregado. Comenzando a descender con besos más suaves por sobre su piel, una lamida suave finalizada en mordida sobre aquellos pezones rosados que adornaban sus pectorales y luego a besar aquel abdomen que subía y bajaba porque su respiración era pesada, él movía sus caderas dándome a entender lo que estaba necesitando.

Pero antes de quitarle el pijamas a él, lo hacía conmigo, bajo su atenta mirada amielada.

Era un jodido dios, su torso de piel trigueña, sus hombros. Era el hombre más hermoso y encabezaba mi jodida lista. Lo veía quitarse el pantalón quedando solo con un bóxer que cubría un importante bulto.

Dejando mi asombro de lado me sentaba erguido para tomar su cadera y atraerlo hacia mi y él se dejaba. Comenzaba a besar su abdomen y levantaba mi vista para ver sus ojos miel completamente oscuros con sus pupilas dilatadas, tenía esa mirada libidinosa y perdida.

Con dedos poco temblorosos, pero necesitando esto, los metía en el elástico de su ropa interior para bajarlo.

—Espera —ponía sus manos sobre la mías para detenerme—. Tu cabeza, está en demasiados lugares al mismo tiempo.

Su voz era ronca y lamentablemente tenía razón.

—Pero necesito esto —dije tragando el nudo de mi garganta.

—Y yo más —se agachaba para quedarse más o menos a mí altura, pero más bajo—. No puedo estar contigo así, estás demasiado abrumado con todo, Jinnie.

Mis ojos volvían a cristalizarse y me alejaba de su tacto, solo quería pensar en otra cosa. Necesitaba estar con él, pero tenía que ser tan jodidamente considerado conmigo que ni siquiera podía darme lo que quería al verme tan vulnerable.

—Lo quiero —volví a mirarlo—, te deseo demasiado.

Volvía a intentar acariciarme y está vez me dejaba.

—También te deseo —susurraba con voz grave—, demasiado. Pero no voy a estar contigo en un estado tan vulnerable. No quiero que mañana despiertes sintiéndote arrepentido o porque necesitas escapar ahora.

Dejando escapar un suspiro, asentía antes sus palabras.

—¿Puedo quedarme contigo esta noche? —pregunté suavemente.

—¿Puedo besarte a mi antojo hasta dormirnos? —preguntaba él, para mí sorpresa.

No pude evitar sonreír y de repente su cuerpo se abalanzaba encima de mi para besarme de forma suave y un apuro. No recuerdo haber sido tratado de esa forma jamás, ni siquiera con quién había sido mi compañero tanto tiempo.

Solo así fue que simplemente terminaba durmiendo con él aferrado a mi cuerpo y sintiendo el calor del suyo. Posiblemente necesitaba más eso que otra cosa y él me lo había dado.

Dejaba a Seokjin en mi cama y a Luke haciendo guardia fuera de mi casa. En plena madrugada había recibido un mensaje de JungKook donde decía que Mark Collins deseaba verme, pero solo a mi.

Así que sin perder tiempo, me levantaba y me dirigía al hotel en el que éste se hospedaba. Era un importante empresario, solo que no salía de día y se alimentaba de sangre.

Una vez en el lugar, me presentaba, había gente normal y donors que estaban ahí.  Eran cuidados y resguardados por el mismísimo vampiro empresario, Mark Collins.

—Taehyung, sigame —exclamaba una amable mujer de unos cuarenta y cinco años.

Me guíaba al subsuelo dónde este tenía su habitación especial.

—Desde aquí seguirá solo —me dejaba frente a un pasillo largo—. A la izquerda se encuentra la habitación del Sr. Collins.

Asintiendo ante las palabras de la mujer, proseguía mi camino, esperaba que Collins tuviera realmente buena información si no, solo estaba perdiendo tiempo.

Llegando a la puerta golpeaba para llamar la atención, Collins me abría de inmediato—. Kim, pasa, pasa

—Jungkook me dijo que querías hablarme

—Si pasa y cierra la puerta.

Hacía tal cual. Mark Collins era más de fiar que Craig Eliott, pero así y todo debía ser cauteloso y escuchar atentamente que tenía para decir.

—Siéntate, Kim —pese a que mi apellido me molestaba, dejaba que algunos vampiros me llamaran por él—. Me enteré que buscas a Hye-jin

—Las noticias vuelan rápido en los barrios bajos

—Esa donor era especial —fruncí mi ceño esperando por la verdadera charla y él notaba mi inquietud—. Lo siento, sé que hablaste con Craig

—Si, fuí directo con él porque tú ya no tenías contacto con ella —exclamé—. ¿Tienes algo que pueda servirme o explicame por qué estoy aquí? —añadí.

—Craig te contó que ella está con alguien más ¿Cierto?

—Lo sé. Sé con quién está —Mark abría sus ojos sorprendido—, solo que no sé dónde buscar

—Te contaré lo que mis ojos vieron poco antes que Craig la haya solicitado —se recomponía y proseguía

—Soy todo oídos —respondí.

—Hace tiempo atrás en una fiesta extravagante, Hye-jin conoció a tu hermano, el misterioso. Yo no había logrado ver su rostro en ese entonces, obviamente

—¿Y no sabias quién era entonces? —volví a preguntar.

—No —era honesto—. Pero hay algo que debes saber, esa chica es ambiciosa y codiciosa. Ella quiere y desea pertenecer al mundo de las tinieblas

—Creí que simplemente tenía una adicción fuerte —exclamé.

—No, ella quiere más

—¿Por qué no se lo diste? —pregunté, entendiendo a que se refería con respecto a los deseos de Hye-jin.

—Porque solo pondría en peligro nuestro secreto. Tengo una vida tranquila, ni yo, ni la gente de mi nido transformamos a la ligera

—¿Y se fué con Craig por que él lo haría?

—Eso creyó, pero no, la oferta la recibió de este vampiro que se presentó a esa fiesta, tu hermano. Ella está trabajando a cambio de alguna gran promesa, me pareció que deberías saberlo, se están moviendo muchos con él. No es bueno para nadie

Asentí—. Estoy al tanto, pero sigo sin saber dónde buscarlos

—Lamento no tener la información concreta sobre dónde están, aún, pero creeme Dhampir, son demasiados.

Lo leía y él era honesto.

—Gracias por la información, trataré de reclutar más ayuda

—Si quieres vampiros aliados, puedes contar con mi nido. Nosotros solo buscamos la paz con los mestizos como tú.

Sin perder más tiempo asentía y me retiraba para volver a tiempo y llevar a Seokjin a su trabajo.

Necesitaba trabajar rápido en un plan y asegurarme de que SeokJin este a salvo.

Les doy una breve explicación de cómo funcionan los Vampiros y Dhampirs en mi historia, para que se guíen un poco de como adapte el folklore en mi libro.

Los vampiros, son los típicos que no salen de día, a la edad que los lleguen a transformar así se quedan, la muerte es mediante la típica estaca, en este caso de plata o cortándole las cabezas. El ajo les hace daño, no pueden entrar sin permiso y en este caso para volverse diurnos la clave está en la sangre mestiza de los Dhampirs.
Están muertos y son despiadados (claro que no todos, tenemos el ejemplo de JungKook) al transformarse, reciben una habilidad especial aparte de la fuerza y velocidad.

Los Dhampirs, estos son humanos inmortales, el crecimiento se detiene en la adultez, tienen las habilidades de los vampiros y los hijos biológicos heredan su habilidad especial, en el caso del padre de Taehyung, era leer mentes, luego desarrolla una habilidad propia de su naturaleza mestiza, la de Taehyung borrar los recuerdos. Los vampiros no pueden acercarse mucho a menos que les cierren la boca para no caer antes sus órdenes. Al ser humanos, y tener sus órganos en perfecto estado, pueden morir con algo tan simple como la asfixia, ya que a diferencia de los vampiros, si respiran. A menos que corran con demasíada desventaja para un vampiro, no sería muy fácil deshacerse de un Dhampir. Para las brujas, por ejemplo, pueden matarlos con facilidad, siempre y cuando tengan un poco de su sangre. Pero también, es una ser superior difícil de cazar y a la vez, si lo hacen fácil de matar.

Un pequeño resumen de como funciona en mi historia este mundo. Que no está tan descabellado del folklore rumano original.

PD: no podían tener su primera vez con un SeokJin tan vulnerable. Peldon bebus

Con amor niñita Nany 💜