#O1 • I can't resist anymore
AD: Smut.
Jihyo iba en el auto con su actual pareja, Jeongyeon. La castaña estaría manejando sino fuera porque su novia se lo impidió.
Estaba lloviendo, era de noche y la radio estaba apagada, un ambiente perfecto para un momento especial.
Jihyo tragaba saliva y suspiraba de vez en cuando, ambas mujeres llevaban en el vehículo unas cinco o seis horas, pues estaban de viaje fuera. Y por obvias razones, no habían tenido tiempo de estar con la otra.
La mayor sujetaba el volante con fuerza y se relamía los labios constantemente.
¿Qué era lo que estaba pasando?, pues, Jeongyeon y Jihyo eran una pareja bastante... activa sexualmente, y este día no habían tenido ni tiempo de darse un simple beso.
...
Estaban en medio de la carretera, casi entrando a la ciudad cuando Jihyo finalmente habló.
-Jeongyeon.-Dijo, tragando saliva.
-¿Qué necesitas?
Jihyo suspiró una última vez, volteó a ver a la rubia.
-Ya no resisto más. Mierda, necesito que me folles.-Dijo, la necesidad podía notarse en su voz.
-Jihyo, estoy conduciendo-
-¡Detén el maldito auto solamente!
-De acuerdo, de acuerdo.-Jeongyeon obedeció a su novia.
Se orilló y se estacionó. En cuanto se detuvo, bajó del auto y le dió la vuelta, dirigiéndose al lugar de su pareja.
Jihyo recostó el asiento y después vió a Jeongyeon abriendo su puerta. La rubia se sentó sobre la chica y comenzó a besarla.
Jeongyeon sabía que Jihyo estaba caliente desde hace horas, pero decidió no comentar nada al respecto, pues tal vez eso haría que la chica se emocionada aún más. Pero pues, ya lo estaban haciendo.
Bajó sus labios a su cuello y comenzó a besar su cuello, dejando ligeros chupetones.
Jeongyeon comenzó a quitarle la blusa a Jihyo, y después hizo lo mismo con la suya. Bajó sus manos y empezó a desabrochar el pantalón de la contraria.
De un momento a otro, Jihyo estaba completamente desnuda, entonces, ahí fue cuando empezó. Los dedos de Jeongyeon entraron rápidamente en la chica y empezaron a salir una y otra vez.
La castaña soltó un gemido y después se acomodó de forma en la que los dedos de Jeongyeon entraran con más facilidad.
Joder, estaba tan excitada, tan caliente...
Rápidamente, cambiaron de posición, ahora la menor estaba sobre la mayor.
La rubia posicionó sus dedos bajo ella y la chica comenzó a mover su cuerpo de arriba para abajo, básicamente estaba saltando sobre Jeongyeon.
Las tetas de Jihyo rebotaban de arriba para abajo mientras que de su boca salían los gemidos y las frases más sucias que Jeongyeon había escuchado nunca.
Tan solo habían pasado unos segundos y la rubia ya estaba más que prendida. Por su parte, la castaña ya se sentía cerca del orgasmo, pero con Jeongyeon, siempre tenía que haber un segundo round.
Jihyo echó su cabeza hacia atrás y siguió gimiendo. Por alguna razón, abrió lo ojos y vió un auto pasar al lado del suyo.
La persona que lo manejaba era... ¿¡su ex!?
Su boca se cerró completamente y sus movimientos se detuvieron. ¿Qué hacía Momo en Corea y por qué justo tenía que estar en la misma ciudad que ella?
-¿Pasa algo, linda?-Preguntó Jeongyeon.
-N-No... no, no es nada.-Dijo tratando de entender la situación.
Agitó la cabeza y después volvió a empezar, otra vez comenzó a dar pequeños saltitos. Estaba confundida, pero no quería dejar esto a medias.
Rápidamente, volvió a tomar el ritmo de antes, incluso siendo más rápido ahora. Comenzó a gemir nuevamente.
-Mmmh... ah... Dios, tus dedos son benditos...-Gimió.
Jeongyeon soltó una risita.
-Son todos tuyos, Jihyo. Todos tuyos...-Jaló a Jihyo de su collar y la acercó a su boca para después besarla.
Los minutos pasaron, Jihyo había llegado al orgasmo, así que era hora de la segunda ronda. Esta vez, los dedos utilizados serían los de Jihyo, los cuales complacerían a Jeongyeon.
...
Estuvieron un tiempo más teniendo sexo hasta que ambas terminaron cansadas, recostandose para descansar.
-¿Ya estás mejor?-Preguntó Jeongyeon.
Jihyo suspiró.
-Maldita sea, sí...-Contestó.
Su cuerpo estaba descansando, pero no podía dejar de pensar en la mujer que había visto en el carro.
-No creo poder manejar.-Dijo Jeongyeon.-Pero tendré que hacerlo.
Como pudo buscó su ropa y se la puso, después regresó a su asiento y empezó a mover el auto.
Por su parte, Jihyo, ella empezó a vestirse unos minutos después.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro