Le gente va entrando a la mansión poco a poco, llenan los rincones y se desesperan por un poco de alcohol mientras visten de trajes ridículos, a quien engaño, yo también tengo un disfraz, solo que esta noche decidí no sobresalir tanto, suficiente con las insulsas iniciales que me tocaron, mejoro mi postura desde el segundo piso mientras veo desde arriba a todos entrar, cada año me aburro de está tontería.
Fingir ser buena persona y preparar una fiesta a lo grande para poder ser un buen líder. Eso me dice mí madre, "hay que escalar y ganar el afecto de las personas para poder conseguir lo que quieres, no nos tenemos que aprovechar de ellas, la gente no es idiota."
Siempre me lo recuerda solo que yo no puedo ser afectuoso, me parece inútil, y más cuando esas personas son te quieren para conseguir algo. Miro aburrido la sala principal llena y me digno a bajar para intentar festejar mí fiesta.
Me da asco sentir el calor corporal y la peste a alcohol barato, quiero escapar de está situación lo más rápido posible, pero es imposible caminar aquí. Levanto mí cabeza para ver sobre la gente alborotada. Puedo ver a una chica vestida de diablo con la que coquetee hace unos días, ¿Cómo se llamaba? Sofía... Susan, no lo recuerdo pero tampoco me importa mucho que digamos.
Sonrió para mis adentros y me acerco lentamente a mi nueva distracción por está noche, está bailando a espaldas de mí, así que aprovecho a acercarme y agarrarla de la cintura. Corro un poco mi mascara para poder hablar sobre su oído.
-¿Te acuerdas de mí?-Hablo ronco en su oreja mientras aprieto mí agarre.
La chica sonríe mientras se da vuelta para mirarme.
-Sabes que si...-Le cuesta hablar bien, arrastra un poco sus palabras pero se aferra a mí como una pulga clavando sus largas uñas en mi espalda-Vamos a divertirnos Nat.
Sonrío coqueto mientras la beso.
Después de un rato vamos al segundo piso, me cuesta un poco ayudarla a subir las escaleras pero cuando llegamos ella empieza a reírse mientras me besa el cuello. Mierda, gruñó mientras intento caminar con ella arriba mío, así no podremos llegar a la habitación de visitas. Un ruido me hace sacar de mí trance, volteo a dónde fue el origen de este y veo que se cierra la puerta de mí pieza. Mierda.
Suelto a la chica que estaba en mis brazos para ver quién es el idiota que se metió ahí. Lo lamentará, interrumpió todo.
-Sabes que me estás encantando-Ella hace puchero-Pero ahora tengo que ir a otro lado, más tarde te lo recompensare-Digo mientras veo a la chica que me mira como niña caprichosa, mierda, perdí toda oportunidad para estar con ella esta noche, enojado la dejo ir tambaleando de vuelta para el primer piso y me dispongo a arreglar mi traje y entrar a mí habitación.
Hay alguien con una capa roja mirando mis libros, se nota que es una chica, la cual no es para nada cautelosa. No digo nada por qué no toca nada.
Luego de un rato empieza a toquetear mis preciados funkos, la pregunta llena de enojo salen solas.
-¿Qué haces?
Se tensa en su lugar y agarra el muñeco con fuerza. Torpemente se dan vuelta y me apunta con Harry Potter, levantando su rostro temeroso. La veo y me doy cuenta que es May.
¿No se puede meter en sus cosas por una vez en la vida? Ya que arruinó mí noche, intentaré sacarla de sus cabales por un rato, aunque el acto sea añiñado se que por esas acciones tan insignificantes ella se alejará de mi así qué aprovecharé.
-El niño que sobrevivió no te ayudará en esto-Forcé un poco mí voz para que suene un poco más gruesa y profunda.
Ella no reacciona bien, parece un animal indefenso y asustado con esto, así que usa a Harry Potter como su arma.
No lo piensa dos veces cuando lo tira para defenderse.
Nunca sentí tanta adrenalina al ver un muñeco en el aire.
-¡Estás loca!-Enfadado me saco la máscara y agarró a Harry antes que toque el piso-¡Es de colección! Se nota que no sabes nada-me fijo que no tenga algún daño antes de devolverlo a su estante junto a los demás-Niña tonta-Y le golpeó levemente la cabeza para sacarla de su trance.
Aunque dudo que lo note porque está muy perdida. Pero cambia su mirada rápida a una de burla y risa. Ella se esta riendo de mi cuando debería ser al revés.
-¿Qué te parece gracioso?-Me cruzo de brazos mirándola con enfado-Ademas nadie te dio permiso de estar acá.
Al escuchar mí comentario ella se tensa en su lugar.
-Buscaba el baño-Mentira, ni ella se lo cree. Inconscientemente da pequeños pasos alejándose de mi. Esto quería generar, miedo.
-Eres una pésima mentirosa-Hablo ronco mientras camino hasta ella y sigue retrocediendo,  sonrió cuando topa con la pared dirijo mí dedo anular a su barbilla, la miro y es obvio que nisiquiera es de clase alta como la mayoría de nuestro año, su cara lo dice todo-Muy entrometida-Inconsciente dirijo mí vista a bajo. Y sonrió. Por un momento olvide a lo que tengo en frente, una persona muy corta de clase social, una rata de biblioteca.
Ella me empuja con fuerza lejos y me rodea.
-¡Idiota!-Grita mientras se tapa el pecho, como si tuviera mucho para tapar-Si lo vuelves a hacer tus muñecos quedarán sin sus cabezas desproporcionadas-Me apunta amenazante.
Cómo si su metro cincuenta ayudará mucho.
-Sabes, eres como un caniche- Bromeo levantando los brazos-Sus ladridos, antes de dar miedo-Se que me va a odiar por esto, pero sigo caminando para volverla a encerrar contra la biblioteca-Dan pena-Escupo las palabras con enfado, la miro a los ojos, le dolió.
No me doy cuenta que está moviendo sus manos para tirar un muñeco. Cuando menos lo espero, lo logra haciendo que me separé de ella y atrape mí muñeco.
Me muevo rápido para que no se caiga pero me olvido de mantener mis mangas cubiertas para que no se vean las iniciales, pero las ve.
Antes de que pueda hablar, ella escapa y me deja solo en la habitación. Carajo, esto es lo último que quería que pasara. Antes de salir veo que esta mí foto con mí familia en el escritorio, me siento expuesto, espero que no la haya visto, antes de salir guardo la foto de mala manera en un cajón y me voy a buscarla, de una maldita vez.