Falta menos de veinticuatro horas para mí cumpleaños, camino feliz de la mano de mi novio, Sam, por los pasillos de la prestigiosa escuela de Michigan, a él le falta una semana para cumplir años, pero estamos seguros que nos tocará las iniciales del otro, estamos juntos desde hace tres años, justo después de entrar becada, capaz que no es mucho, pero con el tiempo nuestra relación se volvió más fuerte, la mayoría nos conoce por ser una de las parejas mas inteligentes. Sonrió mientras aprieto su mano.

-No puedo estar más feliz de esto- Le beso la mejilla.

-Cada vez más poco, pero tranquila, mañana lo festejaremos como se debe-Me da una de esas sonrisas que tanto amo-Ya va a tocar el timbre para entrar, y quiero aprobar este último año con un mejor promedio, espero que tu también, te amo-Besa mi frente y se va tranquilo con sus manos en su bolsillo.

-Así que cada vez menos para tu cumpleaños-Aparece Abby sorprendiéndome atrás mío.

-Si, la verdad estoy nerviosa, no puedo creer que vaya a cumplir dieciocho.

-Acéptalo mí querida amiga-Suelta James provocando que me sobresalte.

-Estas muy asustadiza hoy-Dice Abby jugando-Tranquila solo son unas iniciales, supuestamente aparecerán en cualquier parte de ti hasta que encuentres el dueño de ellas y lo aceptes, además estás segura que será Sam, así que durarán poco en tu cuerpo.

James me empuja el hombro sonriendo.

-Animo, además, mañana deberíamos festejar tu cumpleaños- Suelta mientras Abby hace un bailecito corto.

-¿Qué cosa mala puede pasar?-Digo logrando contagiarme de su alegría.

...

Ya salí de clases, estoy en mi casa, arreglando un poco mi pieza para hacer una videollamada con Abby y James, son mis mejores amigos después de todo y Sam está trabajando horas extras en el negocio de su padre, así que no podrá conectarse.

Faltan diez minutos para cumplir años, nerviosa me muerdo el labio y me conecto para hacer la videollamada.

-Hola bebé-Suelta Abby lanzando un beso.

-Nueve minutos, cada vez menos- Habla James mientras toma su Coca-Cola.

-Sabes, tengo tantos nervios que quiero correr por toda la casa- Digo mientras me enfoco más en la hora que en mis amigos.

-¿Te imaginas si te llega a tocar una inicial de algún famoso? Harry Styles, Shawn Mendes o incluso Dylan O'Brien-Suelta Abby mientras suspira.

-¿Alguna vez alguien no tuvo iniciales? Lo raro que sería-Ahora se mete James ignorando a Abby. Yo lo miro asustada, ¿Y si soy la primera a que le pasa?

-No tranquila, a ti no te va a pasar, ya verás que salen las malditas iniciales- Suelta James apurado al ver mi cara.

-¡Chicos! Cuatro minutos-Abby nos interrumpe.

-Ya no quiero ver, es obvio que va a salir Sam ¿No?

-Hay que estar muy seguro para aceptarlo-Dice James pensativo poniéndome a alerta- Lo amas, ¿Verdad?.

-¡James! No la asustes y cuida tus palabras, May va a pasar a mejor mundo antes cumplir años si sigues así-Suelta Abby interrumpiendo todo.

-Ser directo es mí forma de ser.

-Pues no lo seas.

-Lo soy si quiero.

Su pelea me ayuda a que me olvidé de todo un momento y me entretengo verlos pelear, mientras sonrió. Abby se calla de la nada y se queda viendo a la pantalla, James también, ambos se quedan callados y yo caigo rápidamente que ya son las doce en punto.

Miro mi cuello en la pantalla y leo las iniciales claramente "N.T."

Mis ojos se llenan de lágrimas, así que no es Sam... Cierro la computadora y me voy al baño para verme mejor en el espejo rogando haberme equivocado.

Frente a el miro las letras y las toco, es real, Sam no es mi alma gemela, finas lágrimas salen de mis ojos, son tres años literalmente tirados a la basura, lo conozco, el me va a dejar.

Siento mi celular vibrar y lo apago, me siento en mi cama sollozando.

¡Feliz cumpleaños...!-Mis padres aparecen por la puerta felices con una torta, pero al ver mi cara paran de cantar.

-Mejor las dejo solas-Dice mi papá mientras se va con la torta de ahí.

-Oh, mi niña ¿Qué pasó?-Mi mamá se sienta en la cama, yo solo destapo mi cuello para que lo vea-Así que Sam no era... No es el fin del mundo, además no me caía muy bien ese chico-Suspira jugando con mi pelo.

-Igual, me había ilusionado por esto, tenía pensado que iba a ser el... Teníamos una vida preparada.

-¿Tenían o el tenia? Recién tienes dieciocho años, el que se vaya un chico de tu vida no será el fin de esta, es tu último año y vas a empezar la universidad y ahí serás libre en muchos sentidos y verás que la vida no es tan mala como parece, solo odiaras muchas cosas del estudio  y profesores, pero eso es lo de menos-Bromea -Siempre me acuerdo cuando conocí a tu padre, ya habían pasado cuatro años de que me habían salido mis iniciales, a mí alrededor todos encontraban a su alma gemela y yo no lo descubrí hasta que fui a una cafetería que recién empezaba a abrir sus puertas al público.

-Así que aprovechaste a ir con amigas-Dijo sonriendo mientras me seco las lágrimas.

-Exactamente, al entrar el que atendía me llamó la atención demasiado, tenía una expresión cansada pero mis iniciales en la frente, el se lo intento tapar con su gorro pero fue inútil. Así que a la hora de pagar ya sabía su nombre, acertaba con mis letras así que ansiosa dije "Por favor, a la cuenta de Marina Adams" el al escuchar eso sonrió y bueno, ya sabes lo que pasó.

Yo sonrió sin saber todavía a qué quiere llegar.

-Solo intento decir que la vida da muchas vueltas, solo no dejes que esas simples letras te carcoman la cabeza por cuatro años, sé feliz y disfruta todo lo que puedas, y lo demás llega solo.

Así que esa noche termine abrazando a mí mamá mientras ella me contaba historias hasta dormir, me sentí rara, creí que estaba en una burbuja y era mentira que cumplí dieciocho años, parecía que volví en el tiempo y tenía cinco cuando mi mamá me contaba las mismas historias una y otra vez.