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•Embriagante Aroma•

Mi Omega
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No sabía si era idea suya o su actual rival de trabajo desprendía un aroma más fuerte que meses anteriores.
Quiso pensar que era su imaginación pero estaba al tanto que últimamente algunos de sus compañeros omegas se encontraban en época de celo, y si eso fuera el caso para su compañero más detestable, entonces estaría en problemas...

Su instinto de alfa de vez en cuando era fuerte, pero exactamente ese día había despertado con una locura imparable pero consideraba que era una estupidez total, más por el odio que sentía hacía cierto peliverde que se encontraba en la oficina del frente rascando su nuca avergonzado porque un alfa como el estúpido de Shinsou se le había acercado...
Giraba con sus dedos, aquel lápiz que usaba para crear su nueva idea, aquella idea que lo llevaría a triunfar sobre aquel inútil que tenía de rival.

Debía hacer una campaña nueva de publicidad para una macroeconomía que surgió en el país, y en poco tiempo había ganado una popularidad bastante envidiable ya que el modelo Todoroki Shouto había llevado a su padre a surgir hacía lo alto, su semblante serio y se podría ser frío, era un alfa pura sangre de clase alta, con él promocionando las alhajas de su padre se pudo asegurar el éxito por los cientos de seguidores.

Y ahora el trabajo de Katsuki e Izuku consistía en crear una publicidad en su compañía que los haga mejorar como empresa y pudieran seguir avanzando, quien de los dos logren el impacto solicitado podrían ganar un puesto como socios para el gran jefe All Might, por supuesto que él no hacía diferencia de acuerdo a las clases sociales y mucho menos que clase de sangre por sus venas.

Él tenía mucha confianza en el joven Midoriya a pesar de ser un omega era una persona llena de vida, la ternura y la dulzura con la que era manejada su trabajo eran envidiables...él podría crear una compañía de publicidad bastante elegante y al mismo tiempo atrapante.
Mientras que por otro lado, el joven Bakugou era una persona llena de pasión por lo que hacía, su carácter de los mil demonios y su sobreesfuerzo para que todo resulte perfecto eran admirables a pesar de su poco autocontrol en ciertas conductas pero eso no le quitaba la experiencia laboral y su impecable trayecto.
Aquel rubio de apariencia física voluble suspiró desde su oficina, llegando a una conclusión: si esos dos jóvenes trabajaban juntos sin duda harían las mejores publicidades de toda la historia, ellos llevaban en las venas el convencimiento de formas diferentes pero lo sabía, sabía perfectamente de aquella rivalidad que había nacido. Al principio de parte de Katsuki para convertirse en una rivalidad de parte de los dos.
¿Por qué eran tan difícil entender la juventud de esos días?. Quería creer que ellos no se habían dado cuenta del potencial que creaban entre los dos y que su ciega rivalidad podría convertirse en algo más sino se cuidaban.

Soltó una risa estruendosa asustando en cierta forma a su compañero de trabajo, actual socio y pareja, ganándose un expediente de lleno en la cara.
Su compañero Aizawa, un beta de pocas palabras y acciones concretas, si algo le molestaba no dudaba en demostrarlo y el susto que se llevó toda su concentración no se perdonaba tan fácilmente.

Hoy alguien dormirá en el sillón.

Volviendo al rubio ceniza, mordia con cierta impaciencia su lápiz, tenía unas ideas maravillosas y decentes como él consideraba pero la vista de la oficina del frente no lo dejaban concentrarse ya que su compañero hoy desprendía un embragiante aroma a frutos del bosque mezclado con aire fresco que dejaban sensible su tan desarrollado olfato...observaba con disimulo y aquel sonrojo en sus mejillas adornado curiosamente con cuatro pecas en cada una en forma de rombo, le estaba confirmando todas sus sospechas y sabía en cierta forma que tan difícil era pasar un celo con tantos alfas en aquella compañía.
O simplemente le estaba molestando la compañía del pelivioleta, estaba acercándose a su compañero más de lo normal y sabía que Izuku se resistía muy bien, por eso sonrió para sus adentros, estaba tranquilo de que él no accederia tan fácilmente con insinuaciones a pesar de su situación.

"¿Qué mierda me importa si se resiste o no a un estúpido alfa?"-. Pensó para si mismo el rubio mientras mordia con impaciencia el lápiz y se disponía a trabajar de una vez por todas pero algo no lo dejaba, y era que su atención no estaba del todo ahí...maldecia a sus instintos, ya jugueteando se dispuso a observar por completo la situación que pasaba enfrente de sus narices, este tonto no se da cuenta de sus propias emociones ¿verdad?. Bueno...sus instintos de alfa pura sangre actuarán por él.

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-¿Qué te parece ir a cenar hoy después del trabajo?.

-Shinsou-san, eres muy amable pero debo terminar este proyecto cuanto antes.

Dio una sonrisa, una de aquellas que derretian a cualquiera pero dentro suyo estaba consciente que era su aroma que provocaba esas situaciones incómodas. Pues el pelivioleta era un compañero que respetaba y era una persona discreta, una persona confiable pero no tan sociable así que se imagino que ese tipo de cosas pasarían si el día de la fecha se presentaba en su jornada laboral, Izuku era una persona responsable y no podía permitir que un simple celo lo hicieran caer en sus instintos más bajo.

Se permitió olfatear levemente el aire, el aroma de Shinsou era de menta bastante fuerte y fresca.
Se sonrojo más, sabía que la fiebre se apoderaria de él al final del día, ya que él no le interesaba ningún alfa excepto...

Aquel que poseía un aroma dulce y atrapante, un aroma de frutillas con leche condensada.

Y le pareció divertido ya que el dulce no iba con su actual rival, pero ese día esperaba un acercamiento de parte de él aunque pareciera absurdo quería que le preguntara aunque sea que iba a hacer con su vida, en pocos días debían presentar el proyecto y aún no había escrito nada, claro la desconcentración era tal que no se daba cuenta que contagiaba a su compañero del frente.
Aunque no podía negar que estaba tentado a mirarlo, era por decirlo así atractivo...

Bakugou llevaba hoy su traje bien planchado de color negro, claramente sin corbata y con los primeros tres botones de su camisa blanca desabrochada, en una posición bastante cómoda, con las piernas apoyada en el escritorio con el lápiz entre los dientes.
Se sonrojo más al verse atrapado en esos ojos rojos carmesí, lo había descubierto mirándolo de reojo aunque la vergüenza era tal no se arrepentia de todos modos.

De pronto sintió como la mano de Shinsou tomaba uno de sus mechones y se disponía a oler aquel aroma que desprendía de todas partes de su cuerpo y no supo si era su imaginación o que, pero le pareció ver que su rival soltó un gruñido ante tal acción, hoy lo estaba mirando más de lo normal o eso le parecía...

-Izuku...

Aquella voz ronca hizo que su cuerpo se paralizará y una corriente eléctrica recorriera cada fibra de su ser, una parte de él tembló al saber que significaba ese tono de voz...
Y su naturaleza que aveces maldecia, el tener que obedecer a un alfa le resultaba molesto pero su cuerpo no actuaba a voluntad a veces.
Shinsou cada vez se acercaba más al cuerpo de Izuku, es que aquel chico peliverde brillaba más que nunca ese día, su cara se veía como la de un ángel...sus ojos eran atrapantes, sus labios rosados estaban más carnosos que antes, sus mejillas sonrojadas, no iba a negar que ninguna omega lo atraía como el chico que estaba acorralando contra la silla de su propia oficina.
Él podría aprovechar una oportunidad, una sola...para poder probar el sabor que desprendía y si debía someterlo a su voluntad así sería.
Tomó su mentón con una mano para poder alzar su vista y que lo mire directamente a los ojos haciendo que el chico trague saliva en el proceso esperando lo peor o mejor dicho, algo que no quería por respeto, cuando el peliverde estaba por abrir la boca este fue callado por unos dedos rozar sus labios siendo acariciados haciéndole cerrar los ojos.

-Izuku...dejame besar....

-¿No tienes algo que hacer, vago de pacotilla?.

-Bakugou no te entrometas.

-Yo sólo digo que no estás cumpliendo tu trabajo, aparte tratame como tal soy TU superior, ¿Acaso no conoces las reglas del trabajo? Te recuerdo una de ellas: "Ningún alfa debe someter sus compañeros a omegas a su voluntad dentro del horario laboral, es una muestra de respeto". Si lo has olvidado te recomiendo que para la próxima lo tengas en cuenta.

-Bakugou esto no tiene nada que ver contigo.

-¡Anda a estudiar mierda! ¡Y deja trabajar a los demás puta madre!.

-Un alfa no debe hablar así.

-Yo hablo como se me de la gana así que te pido que te marches antes que cambie de opinión.

Con un suspiro cansado se alejó de su compañero más bajo, que tenía las manos tapando su propia boca, cuando se vio a salvo se dio la libertad de soltar un suspiro de alivio mirando a sus dos compañeros alfas sintiéndose un poco intimidado y sus hormonas se alteran al estar cerca de Katsuki así que desvió su mirada hacia otro lado siendo notado por el rubio que sonrió nuevamente para sus adentros...lo ponía nervioso, su aroma lo delataba era cada vez más fuerte y así se sentía sofocado dentro de aquella oficina.

Se sentía extraño y no podía permitírselo así que echo cuanto antes a su compañero dándole una mirada rápida a su rival queriendo demostrar odio pero sus ojos rojos ardían de deseo, deseo de sus instintos más bajos...cosa que captó el menor pero no quiso darle importancia ya que después de todo, él lo odiaba y ahora estaban compitiendo por un puesto mayor...esto iba en serio...

-Bakugou-kun.

Una dulce sonrisa se escapó de sus labios, no importaba que tanta rivalidad había...el rubio de suave aroma lo había protegido y con eso se sentía bien...demasiado bien...

Sonrojado llevo una mano a su pecho, debía calmarse sino llamaría mucho la atención y eso era lo que menos quería.

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Todo el puto santo día, o eso pensaba cierto rubio que terminó de partir el lápiz al medio al ver como Shouto Todoroki se había acercado a la oficina del estúpido nerd, ¿cuántos iban ya? Unos 10 alfas, ya había perdido la cuenta pero es que ¿¡Izuku es el único omega en el puto mundo!? No lo podía creer, siempre teniendo que sacar a las escorias de ahí pero en verdad que era atrapante...

-¡La puta madre!...ya este aroma me está afectando el cerebro.

Pero es que Izuku llevaba consigo un aura bastante cálida, se sentía perdido cada vez que se concentraba un segundo en él, olía y se veía delicioso...
O eso decía sus malditos instintos, ósea ¡joder! Sus instintos tuvieron varios años para despertarse y lo hacen ahora...¡Ya tenía 21 años! No podían de dejar de romper un poco las bolas sólo era un simple deku...

-Deku....¿De dónde mierda lo saque?.

Se dijo a si mismo mientras una vez más salía de su oficina para asegurarse que otro alfa no se tire al imbécil de Midoriya pero no comprendía porqué lo hacía.

Seguro porque era un perfeccionista en el trabajo y no quería arruinar sus ideas.

Aunque internamente agradecía que faltaba 10 minutos para retirarse cada uno a sus hogares, caminaba a paso apresurado es que su compañero se había vuelto irresistible, sintiendo un calor inundar el cuerpo se desabrocho otro botón de la camisa para pararse en el marco de la puerta...y en ese sólo instante pudo ver que tan fuerte se había vuelto aquel aroma tan dulce y se mezclaba junto con su propio aroma, si está vez, lo hacía a propósito para que el bastardo mitad-mitad se de cuenta de su presencia pero este se había dignado a ignorarlo ya que estaba centrado en hacer reír a Izuku y por costumbre fruncia más el ceño si eso era posible, ¿Acaso ya se conocían?.

-Jajajajaja así que Iida hizo eso, ay shoucchan pobre de ti.

-Y bueno pastelito verde, no me quedaba otra más que aceptar.

Sonrio revolviendo el cabello de su mejor amigo haciendo que este soltara otra risa con más confianza, Katsuki rodo los ojos, con esos apodos tan aburridos es obvio que se conocen de mucho antes, pero tampoco tanta confianza dentro del trabajo.
Cuando se iba a dar la vuelta para ignorar los insultos que pasaban por su cabeza se encontró con su mirada...

Aquella mirada esmeralda incitandolo aún estando su amiguita ahí...¿Qué diablos pretendía de él?.

Era molesto observar como Todoroki dejaba leves caricias en aquel omega, era molesto que estuviera ahí mezclándose con el olor a bosque de Izuku, era molesto incluso que este existiendo en ese momento...su corazón latía con demasiada rapidez, no sabía porque pero esa inocente mirada lo estaba sofocando...
¡No! ¡No debe olvidar que era su compañero más odiado! Izuku Midoriya no era nada para él o eso es lo que cree hasta ahora.
Gruñió con ganas para hacerle saber al mitad-mitad que estaba ahí marcando el territorio que no era nada suyo pero tenía un orgullo de alfa bastante grande.

Por un momento, en la cara de Todoroki se formó una leve sonrisa que ninguno de los presentes noto y giró su cabeza para mostrar una mirada fría mientras una de sus manos se acercaba al rostro de su mejor amigo, para ser más preciso a la altura de sus labios dejando impregnado su aroma natural a chocolate sobre estos. Claro que Izuku no se inmutó en lo absoluto, no era la primera vez que pasaba y sabía perfectamente como era su mejor amigo, más recordando las palabras que le había dicho hace años atrás.

Sólo era una prueba de alfa a alfa...

Suspiro y se relajó un poco, estaba nervioso exactamente por la presencia de su actual rival, aquel rubio ceniza no hablaba, no se movía de su lugar ni nada de ese estilo pero era obvio lo que su mirada decía.
Estaba por saltarle a la yugular a su amigo si seguía de esa manera.

-Midoriya, está noche te gustaría cenar...

-¿Has venido a trabajar o a coquetear con un omega? ¡Hay una publicidad que realizar jodida mierda!...¡Retirate ahora!.

Todoroki rodo los ojos para disimular un poco pero al acercarse al oído de su mejor amigo lo dijo todo implementando esa voz ronca para que no le negará nada y susurra para no ser escuchado por la fiera que tenía detrás: "Izuku-kun después quiero todos los detalles".

El peliverde asintió con la cabeza al no poder negarse, solamente para eso su mejor amigo usaba su naturaleza y si que era fuerte, y así se retiró lanzando miradas fugaces al rubio para "intimidarlo" pero para su sorpresa eran devolvidas y con mayor intensidad, entonces había elegido bien...
Una vez solos, el ambiente a menta y frutos del bosque se intensificaron, haciendo un ambiente pesado...dificil de respirar ese mismo aire para las dos personas que estaban ahí, faltaba tan poco para retirarse y aquel nerd seguía mirando su hoja obviamente vacia como si se le hubiera ocurrido la mejor idea de la historia, hizo una sonrisa y no justamente sana, ahora sabía que escusa meter para pasar desapercibido por él...
Ese aroma lo estaba matando y no sabía de donde había sacado una fuerza sobrenatural para saltarle encima pero no era por sentimientos, no, él lo hacía por sexo...exacto, esos pensamientos estaban en su mente mientras se acercaba a su compañero que movía el lápiz impaciente y lo llevaba a la boca para dar leves chupadas...
Para él mismo, debía estar prohibido jugar así con el lápiz, se veía tan malditamente tierno y otra cosa más.

Mientras que el pecoso miraba su hoja en blanco tratando de concentrarse, pues ya falta poco para marchar y una vaga idea debería tener pero no, era su primer celo en su trabajo y fue más difícil de manejar de lo que parecía, los alfas iban directo a él y no era bueno rechazando a las personas, sino fuese por Bakugou...

Momento...¿Dónde se había meti...?...
Cada vello de su cuerpo se erizo al sentir esa respiración errada sobre su cuello, sus manos empezaron a sudar y temblorosas soltaron el lápiz y la hoja para girar su cabeza levemente hacia atras encontrándose con esos par de ojos rojos carmesí fundidos en una dilatación, sabía que su aroma de cerca lo hacía torpe...
Soltó un suspiro y trato de dar su mejor sonrisa con sus mejillas teñidas en un sonrojo haciendo que el corazón del alfa diera un salto más inundado en su belleza de aura, una risa de burla se escapó de sus labios para disimular el ambiente y engrandecerse con aquel puchero en los labios del pecoso.

-¿Así qué...vacio de ideas...?.

Se tapó la boca con ambas manos al escuchar esa voz ronca provenir de aquel imponente alfa, era la primera vez que no ponía resistencia, lo había atrapado...haciéndole olvidar que tenía una competencia que ganar pero ya no le importaba en esos momentos si Bakugou-kun era quien se lo ordenaba, jamás se sintió tan atraído por alguien sólo...
Por un momento sus ojos brillaron con un toque de tristeza, cosa que no pasó desapercibida por el más alto que soltó un suspiro y con seriedad tomó el lápiz de su contrario empezando a escribir en aquella hoja...

Dirigió una mirada al pecoso quien tomó aquella hoja entre sus manos y se sorprendió por lo que decía ahí, se dejó llevar por sus instintos más bajo o simplemente por su corazón, llevo aquella hoja a la altura de su pecho causándole una leve ternura en el más alto que maldecia por dentro al no prestarle más atención del principio, y girandose sobre sus talones no dejo de mirar aquella expresión que decía "felicidad", y tal vez dentro suyo...también lo sentía, sólo que lo ignoraba hasta esos momentos.

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Tomó su portafolio saliendo de su oficina, dirigiendo su mirada hacia la oficina del frente, dio un suspiro sin saber si realmente cumpliría, algo le decía que sí pero tenía sus dudas.
Aún así decidió confiar y empezó a caminar a paso lento atento a cualquier movimiento saliendo del establecimiento y yéndose hacia un lugar, a donde lo esperaría...

Mientras Izuku, guardaba todo, se acomodaba su corbata hecho un manojo de nervios...estaba sonrojado y no pasaba desapercibido su aroma, pero ya no le importaba, debía alcanzarlo...

-Bakugou-kun, esperame...

Una sonrisa se formó en sus labios y cerró su portafolio para salir a toda prisa fuera de las oficinas sin darse cuenta que alguien venía siguiendole...
El rubio quien ardia de ira y celos, sus ojos grises traían un tinte de brillo lleno de maldad.
Él quien desde siempre estaba enamorado del peliverde, ¡No era justo! Que el maldito Bakugou haya sido capaz de quitarle algo, que siempre había sido suyo, o eso creía...
Ya que las veces que se había acercado a Izuku, el chico lo había tratado tan bien que nadie nunca en su vida lo habían hecho sentir así tan vivo.
Pero no...tenia que llegar él y arruinarlo todo, ese pelirubio ceniza creía que era mejor que él, mordió su lengua con puro recelo y se dirigió a paso largo hacia la espalda de aquel peliverde...
Aquel chico que le brindó su mano desde el inicio de su carrera, aquel omega no se comparaba con otros...
Sus gestos al hablar, sus ojos brillantes de curiosidad, esos ánimos que brindaba a todo el mundo, su autoestima alta siempre llamándolo de forma sincera y confianzudo.

"-Neito-kun eres genial ¡esfuerzate más!".

"-¿Sabes? Bakugou-kun me odia y nisiquiera se la razón, pero no me rendire seremos amigos como tú y yo neito-kun".

"-Neito-kun, ¿Qué te parece si vamos a comer algo?".

"Tus ideas son brillantes Neito-kun".

A él nadie le quitaba su mejor virtud, sino lo echaban de ese lugar era por Izuku y estaban muy equivocados si él, Monoma Neito dejaría pasar su oportunidad de hacerlo suyo...
Una sonrisa de maldad se reflejó en su rostro, agradecía en ese momento también ser un alfa porque así el pecoso haría lo que le ordenara sin ninguna resistencia...
Acercándose más a él recordaba cada vez más aquella primera sonrisa que le había dedicado cuando habían empezado a trabajar en aquella empresa, cuando estaba por tocarle el hombro, y así cumplir lo que siempre había deseado alguien lo había tomado desde su chaqueta y paso apresurado lo sacaba de la vista que tenía hacia Izuku, con su mano extendida quedo mirando la espalda de un gran compañero que deseaba con todo su corazón...aunque estuviera podrido

-¿Uhm? Me pareció ver a alguien...

Izuku quien se había dado vuelta ya afuera de su trabajo, sintió una leve punzada en el pecho...¿Estaría mal lo que estaba por hacer? No lo sabía...y no quería saberlo.
Se aferró a su portafolio caminando a pasos apresurados mientras uno a uno los faroles se prendian y la nieve caía como copos sobre sus mejillas pecosas y su aliento escapaba de sus labios en forma de humo, estaba nervioso, tan así era la sensación que no sentía el frío que invadía la ciudad sólo quería llegar, y emitió un sonido de sorpresa al verlo sentado en una banca de madera frente al puente que daba al río, con la cabeza inclinada mirando el cielo que estaba nublado debido al clima.
Soltó su portafolio para encontrarse con esa mirada una vez más, sus ojos esmeraldas brillaron más que nunca mientras un recuerdo borroso venía a la mente de ambos protagonistas.

>Su corazón estaba tomando un ritmo diferente mientras que ambas manos pequeñas se posaban en el muñeco de nieve, no podían ver los ojos de su contrario pero una sonrisa contagiosa se posaba en ese pequeño y suave rostro<

Katsuki no podía entender de donde venía eso, su rostro había adquirido la expresión de sorpresa mientras miraba a la persona que estaba frente suyo y sacudió la cabeza dejando eso de lado, mientras la nieve seguía cayendo sobre los dos decidió levantarse de su lugar y tomar su portafolio.

-¿Qué esperas? ¡Vamos ya nerd!.

-S-sí, Bakugou-kun...

Su corazón dio un vuelco, sus ojos rojos carmesí se entrecerraron viendo en su mente la sonrisa de un pequeño que no recordaba....

Su espalda fue estampado contra la pared más cercana fuera de la empresa de trabajo, aquella cabellera rubia se movía al compás del frío deje que había dejado, y al abrir sus ojos, esos colores grises se encontraron con los ojos de un bicolor de ojo celeste y gris, estaba serio, ¿y cómo no?.
Las intenciones de aquella persona habían llegado demasiado lejos y sólo con eso pudo darse cuenta de que quería de su mejor amigo y eso no se lo iba a permitir.

Todoroki negó con la cabeza demostrando su desaprobación, si alguien merecía estar con Izuku era el pelirubio ceniza, esta bien, tendrán sus dificultades y diferencias pero lo sabía perfectamente, lo recordaba todo desde un principio y debía hacer algo para que su mejor amigo peliverde consiga la felicidad, no podía estar con cualquier persona que le hiciera daño y Monoma sin querer lo lastimaria...

Izuku a veces solía ser demasiado bueno.

Cerró sus ojos y esquivo el puñetazo que había sido dirigido directo a su rostro y al abrirlos se encontró con los ojos inyectados de furia de su contrincante.

-¿¡¿Por qué Todoroki?!?.

-No lo mereces...

-¿¿¿Pero Bakugou si???...

Dentro de él sentía una gran pena por aquel chico, en un momento también lo paso, se había enamorado de su mejor amigo pero también comprendió que no podía atar a alguien sólo por su egoísmo, que amar es dejar que la otra persona sea feliz aunque no fuera con él, sabía el dolor que causaba un amor no correspondido pero Tenya le había abierto los ojos y el corazón, a darle una oportunidad a la vida, y así Izuku había unido a esas dos personas, eso lo agradecía con toda su alma...Iida lo hacía muy feliz.

Sin embargo, a pesar de los años Izuku lo seguía buscando inconscientemente pero estaba a su lado, desde hace un tiempo y aún no lo recordaba...vaya pena...

Esquivo otro golpe de Monoma y tomó su muñeca reflexionando tanto su elección, debía ayudar a su amigo en todo lo que pudiera y sabía así que lo iba a lograr de una forma.

-Escuchame sino quieres que te mate, Bakugou no será el mejor alfa, es un mal hablado, impulsivo y cabeza hueca...pero Izuku lo quiere y así debo respetarlo, no te metas en el medio ¿me oiste?.

-Pudrete.

Una sonrisa de maldad se reflejó en su rostro una vez más, ganándose un puñetazo de lleno en su rostro.
Todoroki odiaba a ese tipo de persona y no comprendía porque su amigo lo veía de una forma genial si su corazón estaba teñido de negro, es que su luz era de lo más profundo...
Soltó a ese rubio mientras lo miraba con frialdad deseandole desde lo más profundo de su corazón suerte a su peliverde.

-Izuku...él es el alma más pura e inocente, Bakugou sólo lo utilizará.

-Tu alma está llena de maldad, ¿Qué te hace pensar que eres mejor que él?.

"Vamos Izuku...esfuerzate, él es quien buscas"

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Su caminata era de lo más amena, sus corazones latian al compás uno al otro y al girar la cabeza sus ojos se centraban en aquellas curiosas pecas en forma de rombo en cada lado de sus mejillas, se mordió la lengua ante ese cálido aliento que salía de sus labios rosados haciendole tragar saliva, concentrándose en cada movimiento mientras aquel nerd tenía la cabeza gacha aferrando más sus manos al portafolio que llevaba encima, se lo veía como un pequeño manojo de nervios...
Desde temprano que se veía tan atraído con aquel muchachito, y ya no sabía como se iba a resistir por mas tiempo.
Tomó aire y se detuvo haciendo que el menor se chocara con su espalda y pidiendo disculpas su mirada recorrió hacia el rostro de su contrario viendo cada rasgo de aquel rubio, desde sus ojos hasta sus labios, viajando lentamente mirando su mentón...era perfecto.

>Aquel pequeño corría detrás suyo mientras observaba su espalda, quería que volteara...no quería que le dijera adiós y no cuando por fin empezaba a entender un poco<

Dos esmeraldas brillantes se encontraban mirando una espalda ancha sin querer, sólo lo seguía hasta dentro de su pequeña casa, no tan exageradamente decorada pero los muebles eran de un buen gusto.
Apenas soltó el portafolio, dos brazos rodearon cada lado de su cintura llevando sus grandes manos hasta su delicada espalda...
No sabía si estaba bien, pero estaba dispuesto a correr ese riesgo.

Sus dientes estaban lentamente quitando aquella bufanda aflojandola, desde ahí era más fuerte aquel aroma de frutos del bosque mezclado con aire fresco estaba inundando su nariz nublando cada uno de sus sentidos.
¿No eran rivales acaso? Pero ya no lo podía evitar...
Bajando sus manos grandes hacia sus muslos sin rozarlos tomó sus dos piernas y lo alzó obligando que sus temblorosas piernas se enredaran en su cintura.

Apoyo su espalda contra la primera pared que había encontrado mientras una vez asegurado el agarré del pecoso uso sus manos para quitar su chaqueta poco a poco, y tragar saliva mientras quitaba la corbata...estaba inquieto, aquel alfa estaba un poco temeroso no porque sea su primera vez, sino que su contrario se veía como una muñeca de porcelana que se rompería en cualquier momento.
Tomando la valentía se atrevió a mirar aquellos ojos que volvían a incitarlo, así que sonrio mientras su lengua viajaba lentamente de la clavicula hasta el mentón de su compañero, era como se lo había imaginado...una delicia.

Su compañero estaba perdido, entre las caricias que le daba aquel rubio y sus ojos se entrecerraban mientras sus manos estaban aferradas ahora en aquella ancha espalda aún cubierta con telas.
Tomó un respiro para apretar aquellas telas, no sentía frío, no sentía hambre ni cansancio, aquella lengua sobre su piel le había dado energía para seguir...sus ojos describían el deseo que tenía guardado desde que lo conoció, incitandolo a más para que no se arrepienta al día siguiente...
Quería verlo, pero era incómoda aquella posición, era su primera vez después de todo.

-B-bakugou...kun...

-ggrr...¿qué pasa Izuku?.

-Q-quiero ir a...tu habitación.

Sonrio para si mismo mientras tomaba sus muslos y enterraba los dedos en el pantalón pero haciéndolo sensible al tacto, no podían dejar de verse a los ojos mientras avanzaban hacia aquella habitación, se llamaban...sus cuerpos pedían por más.

Cuando por fin pudieron llegar Katsuki tiro con un poco de delicadeza el cuerpo de su acompañante a la cama de dos plazas que estaban perfectamente acomodadas, hasta que su silueta tocaron esas frágiles cobijas arrugandolas levemente...
Se quito la chaqueta ante la atenta mirada de su compañero, desabrochando uno por uno cada botón, admirando cada gesto que aquel peliverde le dedicaba solamente a él, se relamia los labios cada vez que los sentía secos y es que le robaba el aliento cada bocanada que tomaba aquel pecoso inflando su pecho haciendo que suba y baje al compás de su ritmo cardíaco...
Le costaba respirar con normalidad mientras aquella habitación se llenaba de ambos aromas mezclándose, haciendo una combinación perfecta.

Y ahí fue como aprovecho para que sus dedos se introduzcan debajo de su camisa tocando levemente la piel delicada que conservaba el pecoso haciendo que a su paso sacará botón por botón disfrutando de aquella vista que sólo era iluminada por una pequeño velador que se encontraba en la mesita de noche, cada paso que hacía su mirada hacia su abdomen lo hacía desear probar, cada peca...cada marca que llevaba lo hacía un ser de lo más hermoso, pero lo que más le llamaban la atención era aquellos botones rosados adornados con pequeñas pecas...ya sabía por donde comenzar.

El peliverde tomó el impulso de abrir sus piernas ya descubiertas para darle paso a su compañero para que se acomodara entre ellas, sintiendo así el roce de sus intimidades ya despiertas haciendo que soltara un jadeo sonrojandose más, eso hizo que una sonrisa se ensanchara en el rostro del mayor dándole un especial cuidado con su boca que recorría cada parte de su piel caliente, dejando pequeñas huellas de besos húmedos, casi mordiendo con sus dientes haciendo que el más bajo soltara pequeño suspiros y sus manos viajen por el cuerpo del mayor despertando una pasión difícil de deshacer, un fuego que empezaba a avivarse con cada toque...con cada susurro.
Sus labios se chocaron por primera vez en la noche.

> -¿Un beso?.

El interrogado asintió con timidez y dejo escapar la remera de aquel pequeño que lo miraba curioso y un tanto confundido.

-He visto a personas que se daban un beso labio con labio.

Tocó con su dedo su pequeño labio dando a entender su mensaje, tenía la curiosidad de saber como se sentía asi que sólo bufo ante ese pedido pero tampoco se negó.
Aquel niño tomó el hombro de su amigo y lo acerco hasta el hasta rozar sus pequeños labios <

Sus labios se fundieron en un beso suave, lento casi dulce...disgustando el sabor del otro haciendo que con el paso del tiempo se intensificará y demandará más de si, se robaban el aire mientras un sonido húmedo salía cada vez que juntaban sus labios una vez más hasta que el peliverde se había animado a morder el labio inferior del rubio haciendo que soltara un gruñido y una risa se escapara del peliverde.
El muy descuidado había entreabierto su boca dándole paso a la lengua del mayor, que lo aferró mas a su cuerpo rozando más su intimidad contra la del menor que aún estaban cubiertos por un pequeño trapo fino que impedía disfrutar el tacto con mayor intensidad.

Pero eso no le importaba ya que estaba satisfecho con aquellas mejillas pecosas que se mostraban cada vez más rojas, una adicción nacia en él cada vez que sus lenguas se entrelazaban y el sonido se escapaba de su garganta sonando ahogado, aquel juego terminaba en un hilo de saliva que los unía y se cruzaban aquellas miradas que se nublaban más por los sentidos, la cordura se estaba yendo en cada movimiento que ejecutaban en la cama.

>Sus manos se entrelazaron dedo a dedo mientras miraban el ocaso, era normal en ellos hacer eso cada atardecer en las calles de Londres, se miraban para afirmar que aún estaban presentes, ninguno de los dos pequeños decía palabra alguna pero sólo con ese gesto podían entenderse<

Sus dedos se entrelazaron mientras se besaban con pasión apretando sus manos mientras realizaban aquel acto llamado amor, un amor entre clases diferentes, sus ojos hablan por sí mismo, ¿y qué importaba el exterior en ese momento? Podían irse al diablo, solamente le bastaba con ver las gotas de sudor bajando por el pecho del pecoso para saber que su danza tomaban cada vez más ritmo, sus caderas chocaban cada vez que masturbaban entre si sus miembros, el rostro de placer que le daba el peliverde no se comparaba con nada de ese mundo, nada...
Sus dedos se aventuraban en su interior mientras escuchaba aquellos gemidos cargados de placer y una mezcla de dolor...iba con cuidado, lo que menos quería era lastimarlo.
Movía sus dedos de forma circular para prepararlo mientras dejaba besos en todo su cuello invadido por muchos recuerdos que le parecían innecesarios en esos momentos, pero no sabía que la persona que tenía debajo de su cuerpo pasaba por lo mismo.

>Jamás sería capaz de olvidar cada sonrisa, cada carrera o cada discusión por juguetes<

Sus corazones iban a la par, estaban latiendo descolocados mientras con la mirada Izuku le pedía que entrará de una vez en su interior, así que un poco ruborizado sacó sus dedos tomando su miembro y guiar a la punta al estrecho interior del contrario, trago saliva mientras empezaba a empujar poco a poco dándose así una entrada al mismo paraíso o al infierno, le daba igual mientras aquel aroma lo traiga embriagado, poco a poco mientras el pecoso se aferraba más a su espalda clavando las yemas de sus dedos dándole un placer indescriptible al mayor, le dolía...pero sabía que debía resistir para tener lo que siempre soño: desde siempre estuvo enamorado de Bakugou.
Pero no sabía porque, que era lo que llamaba a su corazón a acelerarse así cada vez que le hablaba o le gritaba cosas, le daba igual mientras que Katsuki lo mirara siempre, o mientras que siempre tenía la oportunidad mirar su espalda...
Un gemido de dolor se escapó y sus ojos se aguaron cuando por fin lo sintió en su interior y esconderse en el cuello de su alfa favorito... mientras que Katsuki posaba su mano en aquel cabello revuelto, ese aquello peliverde...aquel aroma...todo...todo en él se le hacía conocido...
Lo mismo pasaba con Izuku, su corazón empezó a alocarse cuando sintió más de cerca aquel aroma, aquellos ojos...los conocía de algún lado...

> -Mucho gusto, me llamo Izuku...

Sus pequeñas manos entraron en contacto por primera vez, lo primero que vi aquel rubio ceniza de 4 años fueron aquellas pecas graciosamente acomodadas en sus mejillas.

-Soy Katsuki...

Todo había empezado en aquella plaza de Londres, mientras las mamás de ambos se conocían entre ellos había nacido una conexión sin siquiera saber todavía su tipo de sangre, aún no sabían si eran alfa, beta o omega.
Con el pasar del tiempo entre juegos pudieron comprobar que el rubio era bueno en todo lo que se proponía aunque el peliverde era torpe.

-¡Ja! Eres como un Deku, ¿verdad?.

-Yeiii Katsuki...no...Kacchan me puso un apodo.

-¿Eh? ¿De dónde demonios sacaste eso?.

Su risa se hizo presente contagiando al rubio que empezó a reír también, aceptando así aquel apodo tan infantil que su mejor amigo le había puesto, después de todo él hizo lo mismo <

-¿D-deku...?...

Sin moverse de su interior, sus ojos rojos carmesí se abrieron de la sorpresa empezando a buscar la mirada de aquella persona que se había puesto tembloroso y lentamente levanto la cabeza para ver ese rostro maduro, todo sudado con una mirada que no podía descifrar tratando adaptarse, sus mejillas se tornaron en un rojo carmesí vivo y las lágrimas se deslizaron por sus mejillas y una sonrisa sincera se formó en sus labios.

-¿K-kacchan eres tú?.

La sonrisa que se formó en el rostro del mayor, por primera vez en mucho tiempo, era sincera y sin querer un par de lágrimas se escaparon y abrazo más a su compañero de trabajo, ¿así que en todo este tiempo...lo había tratado de odiar en vano? Era Deku, su Deku aquel que había buscado por mucho tiempo.

-K-kacchan...puedes moverte...

-Te haré mío hasta el amanecer...deku.

Aquella voz ronca iba enserio, y se estremeció completamente en sus brazos mientras movia sus caderas buscando la calidez de su alfa que empezó a moverse en un compás lento, un vaivén de caderas en aquella cama que empezaba a rechinar poco a poco mientras el ambiente se cargaba de sonidos obscenos y dos cuerpos se entregaban haciendo que los dueños se sintieran plenos, empezaban a experimentar un placer mayor que el juego previo que habían realizado, sus rostros estaban a centimetros de cercanía, y sus manos se entrelazaban aún más dejándolas reposadas en la cama, el ritmo y la fuerza se incrementaban a medida que el pecoso lo pedía, sentía que en cualquier momento iba a encontrar aquel punto que lo haría retorcer pero la vista que tenía era maravillosa, aquel pecho subía y bajaba en una respiración errada, las mejillas completamente rojas admirando sus pecas, sus ojos entrecerrados perdidos en un placer que lo hacía gruñir de placer y sus labios entreabiertos con un hilo de saliva en la comisura llamándolo para besarlos, y por supuesto que no se iba a negar.
Mientras que las embestidas empezaban a ser cada vez más fuertes se escucho un grito de placer, y la espalda pecosa arqueo para darle una estupenda vista de sus pezones...ahí estaba su punto débil.
Sus labios se posaron sobre los de su omega adentrando sin permiso su lengua recorriendo lentamente su cavidad bucal, delineando cada detalle y jugando con aquella lengua sumisa separándose al instante para deleitarse con esos gemidos cargados de puro placer viendo sus ojos encendiandose con lujuria.

-Aahhhh K-kacchan...!!

-Deku...ggrrr...

Sus labios se posaron sobre su cuello, embistiendo con una fuerza brutal al menor moviendo la cama rechinando en cada movimiento haciendo que el respaldar de madera choque contra la pared repetidas veces...
Sus caninos se clavaron en el dulce omega mientras sentía que sus paredes internas se comprimian y apretaban su hombría haciendo que expulse aquella semilla caliente en su interior...

>Una corona de flores se posaron en los mechones peliverde en aquel campo que era su lugar secreto para jugar...algo extrañado el niño pecoso miro con curiosidad a su amigo que estaba en una pose de orgullo hacia si mismo.

-Cuando seamos grandes, te haré mi esposa...

-Soy un niño Kacchan, y aún no sabemos que seremos....

-Sere un alfa por lo tanto, tú serás mi omega así no te vas a tener que preocupar por nada.

-K-Kacchan.

Una nueva sonrisa se poso en sus labios mientras que asentía con la cabeza aceptando aquella condición<

-Te dije que serías mío.

-Kacchan apenas logramos recuperar nuestros recuerdos, no te agrandes.

-¿¡¿Ah?!? ¿Qué dijiste inútil?...

-¿Q-qué tal si seguimos con el proyecto?

- No, te haré mío hasta el amanecer.

Sus manos se posaron sobre sus muslos apretando y dándose la vuelta para dejar a su omega encima de él sintiendo más apretado su interior haciendole gruñir.
El trabajo podía esperar, tenía muchos años que recuperar, cualquier cosa podrían hacer la publicidad juntos a la mierda todo...
Lo único que quería ver era esa sonrisa en su rostro mientras se movía encima de él dejando sus delicadas manos sobre su pecho, teniendo una vista muy obscena de su cuerpo y claro...una sonrisa se formó cuando vio aquella marca en su cuello...era suyo y de nadie más.

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> Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver como era llevado del brazo hacia el bus que partía hacia otro país dejando atras a su peliverde, con tan sólo 5 años se despedían pero no era para siempre aún así siempre lo tendría presente...

-¡Volveré Deku! ¡Lo prometo!

-¡Kacchan te buscaré!...

Sus manos tapaban su carita mientras lloraba desconsoladamente en los brazos de su madre, no quería tal cosa pero al sentir como una pequeña mano tomaba la suya dirigió su mirada al suelo encontrándose con aquel pequeño.

-Todoroki-kun...

- Katsuki va a volver mientras estaremos juntos.

Asintió con la cabeza mientras aquel bus lo alejaba de la persona que más quería y gritaba "te quiero" a los cuatro vientos mientras creía escuchar las mismas palabras...las despedidas eran dolorosas... <

-...pero los reencuentros pueden curar heridas, sabía que eras tú Bakugou.

Echo un vistazo a la fría ciudad de Londres siendo cubierta por la nieve, Todoroki se sentía orgulloso de juntar a los dos, siempre había sido testigo de cada promesa incluso su primer beso y eso le causaba una felicidad enorme... ya que aunque hayan olvidado cosas, el destino una vez más los había unido...solto un suspiro mientras sentía una mano posarse sobre la suya, su pareja Tenya era a quien siempre le contaba todas sus anécdotas.

-Espero que se presenten en el trabajo.

-Midoriya y Bakugou son responsables.

-Bakugou...¿Me recordara?.

-Estoy seguro que lo hará.

Una sonrisa se poso en ambos hombres mientras un abrazo se formó ante la nevada que se presentaba con una fuerza menor.

> -Kacchan...te quiero<

Mientras que los besos aumentaban en esa helada noche que no era sentido por ninguno de sus protagonistas, el peliverde poso su mirada en el portafolio que estaba tirado en un rincón de la habitación recordando aquella nota que le había dado su alfa...

"Izuku...quiero que vengas conmigo, por favor"

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Wiiiii al fin :'D aquí está el one-shot para la segunda ganadora, espero que les guste 💛💚

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