012.
xii. detención para tres
please no se olviden de comentar y votar,
me haría muy feliz <3
omnisciente
Perseus ya estaba harto de su detención a cargo del profesor Snape. Especialmente porque Charlie y Connie ya habían terminado con su castigo, y ahora sólo eran Potter y él limpiando cientos de calderos al día en el aula de pociones.
—¿Ya estudiaste para el examen sorpresa de Encantamientos? —le preguntó la castaña que lo acompañaba por los pasillos de las mazmorras, cerca de la sala común de los Slytherin y del aula de pociones.
Perseus arrugó la nariz—. No es un examen sorpresa si ya sabemos que lo pondrá.
—Bueno, pero cuando lo anunció ayer, sí que fue una sorpresa —le respondió con una pequeña sonrisa—. Cuando termine tu castigo podríamos ir a la biblioteca a...
—Oye, Perseus —Draco los interrumpió, llegando hasta ellos—. Oh, hola —miró a Samantha, removiéndose con nervios en su lugar.
—Hola —respondió la joven, dando un paso hacia atrás.
Draco le sonrió—. Me gusta tu diadema —señaló el accesorio que ella portaba.
Samantha miró a Perseus pidiéndole ayuda, a lo que el pelinegro sólo le sonrió con burla—. ¿Gracias? —dijo con un tono de voz que Perseus encontró bastante raro.
Draco asintió, devolviendo su mirada a Perseus—. Hydrus dice que si estudiamos todos juntos para el examen sorpresa... que en realidad no es sorpresa, sólo que sería más tarde porque ella tiene una tutoría pendiente con Blaise.
—Yo tampoco puedo hasta después de mi detención —resopló Perseus—. Pero Samantha no tiene nada que hacer, podrían ir adelantando...
—¡Yo también tengo detención! —exclamó la castaña—. Lo siento, pero puedo unirme con Perseus más tarde.
Draco lucía decepcionado, pero sólo Perseus pudo darse cuenta de eso.
—Oh, está bien. Nos vemos más tarde... ¿en dónde siempre? —miró a su primo por última vez.
Perseus asintió—. Avísale a Pyxis.
—Eso haré —respondió Draco para luego seguir caminando en dirección contraria a la de ellos.
—¿Qué fue eso? —le preguntó Perseus una vez Draco estuvo lo suficientemente alejado.
—Cállate —refunfuñó Samantha—. Me puse nerviosa, y no quería irme con él así cómo si nada.
—No iba a ser cómo si nada, se supone que irían a estudiar —replicó Perseus—. Ahora tendrás que entrar a detención conmigo y Potter.
Samantha rodó los ojos—. Qué horror, ¿por qué no se me ocurrió otra cosa?
Perseus volvió a reír mientras abría la puerta del aula, encontrándose con Harry dormido sobre una de las mesas.
Samantha se acercó, despertándolo con un leve empujón—. Harry... —sacudió sus hombros—. Debes despertar antes de que entre Snape...
Pero Harry seguía sin despertarse. Perseus para intentar ayudar, miró a su alrededor, y tomó un puño de semillas de girasol que estaban esparcidas en una de las mesas para lanzárselas a Harry, quién se sobresaltó, y se reincorporó de golpe justo un segundo antes de que el profesor Snape atravesara la puerta.
Snape miró de forma acusadora a los adolescentes, cómo si los hubiese atrapado haciendo una travesura cuando en realidad sólo estaban parados sin hacer nada.
—¿Se puede saber qué hace aquí, señorita Doge? —le preguntó el profesor cruzándose de brazos.
—Vine a darle apoyo moral a mis amigos —respondió encogiéndose de hombros.
—¿Acaso cree que las detenciones son una forma de socializar? Pues a ver qué le parecerá tener que quedarse una semana con estos dos —dijo Snape.
Samantha frunció el ceño queriendo defenderse, pero no lo hizo porque sabía que sólo ocasionaría que le aumentara otra semana.
—Hoy nuevamente tendrán que lavar cada uno de los viales, dejarlos relucientes, y contar cuantas semillas de girasol quedan en el costal —señaló la bolsa descosida en el otro extremo del aula. Era una bolsa bastante grande—. Tienen hasta las ocho.
—¿Hasta las ocho? —preguntó Perseus desconcertado—. Nos perderemos de la cena...
—Ese no es mi problema —dijo el profesor para finalmente salir del aula, y dejar a los tres solos.
—Lo odio —murmuró Samantha—. ¡Me puso una semana de detención sin motivo alguno!
—¿Qué haces aquí? —le preguntó Harry—. No debiste venir si no querías que te castigara, era algo obvio.
Perseus miró a su amiga con una sonrisa burlona—. Lo hizo porque huyó de...
—¡Cállate! —Samantha lo codeó—. Vine porque quería acompañar a Percy, no ha tenido un buen día —le acarició el brazo cómo si se tratara de un cachorro lastimado.
Perseus rodó los ojos, y Harry los vió con confusión. A veces el azabache pensaba que Samantha y Perseus eran algo más que amigos, pero prefería no indagar mucho al respecto ya que le causaba una incomodidad inexplicable.
—¿Podemos usar magia para limpiar los viales? —preguntó la chica sacando su varita de la túnica.
—Se dará cuenta, y para mañana te hará lavar el doble —dijo Perseus.
—Lo sabemos por experiencia —continuó Harry, sacudiéndose el cabello para sacarse las semillas de girasol de encima.
Samantha soltó un sonido lleno de frustración, y tomó el costal de las semillas—. ¿Y para esto?
—No lo especificó —Perseus se encogió de hombros—. Hazlo con un hechizo porque la verdad yo no planeo contar ninguna semilla.
—Yo tampoco —dijo Harry.
Samantha suspiró y con un rápido hechizo que aprendió en Aritmancia pudo saber la cantidad de semillas que se encontraban dentro del costal.
—¿Se supone que debo anotarlo o qué?
—Busca algún pergamino en aquella cajonera, también debe haber alguna tinta olvidada —le dijo Harry.
Samantha se giró hacia los chicos, y quiso reírse un poco. Perseus y Harry llevaban varias semanas en detención juntos que incluso ya habían acordado un método de trabajo en equipo para limpiar los viales. Uno los enjabonaba, y el otro los lavaba. Pero lo gracioso era lo cómodos que lucían haciéndolo, y por eso la chica no mencionó nada al respecto, pues no quería arruinar la armonía con gritos y peleas entre ellos.
Se alejó de dónde ellos se encontraban para acercase a la cajoneras, dándose cuenta que una de ellas estaba cerrada bajo llave. Samantha olvidó por completo el asunto de las semillas, y con su varita abrió el candado, encontrándose con varios viales diferentes al resto con un líquido entre amarillo y dorado.
—¡Vean esto! —se giró sobre su hombro, tomando varios viales.
Harry fue el primero en acercarse a ella, limpiándose los rastros de jabón en su túnica—. ¿Qué son?
Samantha se encogió de hombros—. Debe ser algo personal —alzó las cejas de forma traviesa—. Estaba bajo candado.
—No debiste abrirlo —murmuró Perseus, llegando hasta ellos—. ¿Qué tal si se da cuenta que se abrió el cajón?
—¿Acaso no te da curiosidad? —le preguntó la chica.
—Son cómo recuerdos, ¿no? —dijo Harry, mirando cómo el "líquido" dentro del vial subía y bajaba—. Tienen hasta las fechas marcadas.
—Este es de febrero del '76 —dijo Samantha.
—¿En verdad serán los recuerdos de Snape? —preguntó Harry—. Es muy estúpido que los tenga aquí en el aula, es decir... aunque estén bajo llave ¿por qué los tendría aquí?
—A lo mejor Dumbledore le pidió que los tuviera a la mano —dijo Perseus—. Mi padre dice que nadie de la Orden confía demasiado en Snape, y ya que Dumbledore lo defiende a morir supongo que le dice que tenga todo preparado en caso de que alguien quiera acusarlo de algo.
—Lástima que no tengamos un pensadero disponible y cerca —suspiró Samantha.
—Estos recuerdos no son de pensadero —les informó Perseus tomando uno de los viales—. Los recuerdos de pensadero usualmente son de color plata, y estos son dorados... y estoy seguro que no se tratan de recuerdos sino de una especie de respaldos...
—¿Y estos cómo se pueden ver? —le preguntó Harry.
—Probablemente en cualquier recipiente de plata con agua y lágrimas de unicornio o las de thestral también podrían funcionar —respondió Perseus.
Si había algo que Harry aceptaba envidiar de Perseus era su conocimiento sobre el mundo mágico en general. Era bastante extraño que Perseus no supiera cómo funcionara algún artefacto mágico, o que desconociera algún hechizo.
Perseus casi siempre parecía saberlo todo, y eso era algo que Harry admiraba muy en secreto.
Samantha fue quién se encargó de buscar los materiales que Perseus mencionó, y sólo en un par de minutos ya estaba todo sobre una de las mesas.
—¿Están seguros de qué quieren verlos? —preguntó Perseus antes de verter el líquido sobre el recipiente—. ¿Qué tal si es algo que no queremos ver? —hizo una mueca de asco.
Samantha fue quién vertió el recuerdo en el agua—. Lo piensas demasiado.
Harry soltó una risa antes de enfocar su mirada en el recuerdo.
El agua comenzó a tonarse de color dorado, y poco a poco los tres fueron sintiendo cómo si estuvieran dentro del recuerdo.
Harry jamás pararía de impresionarse de la magia.
El recuerdo al inicio era bastante confuso, y lo único que observaban era a una versión joven del profesor Snape caminar cerca del lago negro con una flor en su mano, mirando a un grupo de chicas reír en lo que parecía un picnic. Snape se detuvo antes de acercarse a ellas.
Harry sintió su corazón latir demasiado rápido, pues en segundos reconoció a su madre: Lily Potter —aunque en el recuerdo aún era Evans—. E incluso se concentró aún más en el recuerdo.
Snape después de parecer meditar el acercarse o no, se aferró a la flor que sostenía en su mano y comenzó a caminar hacia Lily específicamente, aunque no consiguió acercarse demasiado pues rápidamente fue emboscado por James Potter.
Harry sonrió ante la imagen de su padre, entendiendo porque la mayoría de las personas le dejaban en claro su gran parecido.
—¿Ese es tu padre? —le preguntó Samantha bastante sorprendida.
Perseus se inclinó con curiosidad al recuerdo, mirando con asombro al mismísimo James Potter. Sería una enorme mentira si dijera que no lo encontró terriblemente atractivo.
Los tres adolescente salieron del recuerdo, y Harry se sintió confundido al notar que Perseus y Samantha lo miraban de una forma extraña.
—¿Qué? —preguntó Harry.
—¿Cuántos años tenía tu padre allí? —le preguntó Perseus.
—No sé, cómo ¿dieciséis? —Harry se encogió de hombros con una sonrisa triste—. ¿Sirius nunca te mostró fotos de él?
Perseus negó con la cabeza—. Sólo de cuándo eran pequeños.
—¿Tú tienes quince, no? —le preguntó Samantha enredando su brazo con el de Harry, quien simplemente asintió—. Interesante...
Perseus rodó los ojos, y volvió a mirar el recuerdo, Samantha y Harry lo imitaron segundos después.
En el recuerdo James se había acercado a Snape para advertirle que no se acercara a Lily. A lo cuál Snape respondió de una forma bastante agresiva, llamando la atención de varios estudiantes que también se encontraban cerca del lago negro, incluida la misma Lily. Después de una corta discusión entre James y Snape, y los intentos fallidos de Lily por detenerla, la pelea finalizó con Snape llamando "sangre sucia" a la madre de Harry, y el recuerdo comenzó a evaporarse.
—No lo entiendo... ¿por qué el profesor Snape tendría este recuerdo? —preguntó Samantha.
—Creo que Snape y mi madre fueron amigos durante varios años —respondió Harry, horrorizado ante la idea—. Sirius ya me lo había mencionado, pero honestamente no creí que fuera verdad.
—¿Y si el profesor Snape en realidad estaba enamorado de tu mamá? —le preguntó Samantha con diversión.
Harry hizo una mueca de asco—. No digas esas cosas —se quejó—. Hasta el hambre se me quitó sólo de imaginarlo.
—¡Oye! ¡Pero si tendría sentido! —exclamó la joven—. Por eso te odia tanto, porque eres idéntico a tu padre, es decir, la misma persona que le arrebató el amor de su vida —dramatizó poniendo una de sus manos sobre su frente.
—Por Merlín, Samantha, deja de leer tantos libros de fantasía romántica —le dijo Perseus.
—Ay, sólo era una broma —le dio un empujón a Perseus con su hombro—. Aparte yo claramente sería team James Potter... ¿no lo viste? —susurró Samantha sólo para que Perseus la escuchara mientras pretendía echarse aire con su mano.
Perseus esbozó una sonrisa, claro que también lo había visto.
—¿Y si vemos otro recuerdo?
—Ya fue suficiente por hoy, Doge —dijo Harry.
—¿Estoy de acuerdo con Potter? —Perseus dijo pero sonó más cómo una pregunta.
Harry rodó los ojos—. No es tan difícil decirlo sin dudarlo.
—Cállate —le dijo Perseus, regresando a su lugar habitual para seguir con su tarea de limpiar los viales con Harry caminando detrás de él.
—Que aburridos —dijo Samantha, regresando todo a su lugar, suspirando—. ¿En dónde deje las semillas?
—Detrás del escritorio —le respondió Perseus.
—Gracias, Percy —Samantha se acercó para darle un corto abrazo, a lo que Perseus le revolvió el cabello con cariño.
Harry frunció el ceño, sin entender porque las muestras de afecto entre aquel par en verdad le causaban tanta incomodidad.
Con la ayuda de Samantha lograron salir una horas antes de su tiempo límite e incluso si se apuraban podrían llegar a tiempo a la cena.
Samantha iba demasiado adelantada, lo cuál Harry aprovechó para tomar a Perseus del hombro para llamar su atención.
Perseus se removió bruscamente para dejar caer la mano de Harry—. No me toques.
Harry rodó los ojos—. Estuve pensando en lo que nos dijo Sirius y Regulus —le informó—. Sobre crear un pequeño grupo de confianza para practicar hechizos.
Perseus alzó las cejas—. No sabía que tenías la habilidad de pensar...
—¿Podrías tomar esto seriamente? —Harry resopló—. Ya les dije a Ron y a Hermione... y nos pusimos de acuerdo que para la próxima salida a Hogsmeade nos reuniremos con algunas personas de confianza que estén dispuestas a querer aprender en Cabeza de Puerco...
—Ese lugar huele horrible —Perseus arrugó la nariz—. ¿Por qué allí?
Harry rodó los ojos—. ¿Por qué eres tan delicado? El lugar es lo de menos... —hizo una pausa—. Cómo sea, te iba a decir que si quieres invitar a alguien, puedes hacerlo, pero recuerda que deben ser personas de confianza.
—¿O sea que los Malfoy están excluidos? —Perseus alzó las cejas.
—De preferencia sí —Harry se encogió de hombros—. Pero realmente dudo que tus majestades quieran reunirse con un grupo tan diverso para aprender.
Perseus soltó una pequeña risa ante el apodo que ocupó Harry para referirse a sus primos.
—Tienes razón —le dijo Perseus.
Harry abrió la boca con sorpresa—. ¿Tengo la razón? —alzó las cejas.
—No te emociones —resopló Perseus—. Es la primera y última vez que te doy la razón.
Esta vez fuer Harry quien se rió, y por primera vez sintió que tener una amistad con Perseus no sería tan terrible, pero tampoco sería una tarea tan fácil conseguirlo.
nota de la autora:
🤨🫵🏳️🌈?
La reacción de Samantha y Perseus viendo a James Potter adolescente me representa totalmente Y YO SE QUE PERSEUS PENSÓ EN Q HARRY ES UNA BUENA INVERSIÓN A FUTURO JAJAJAJAJAJA
en fin perdónenme por haber tardado tanto en actualizar :( pero i'm backkk y aún tengo como tres semanas de vacaciones más para poder escribir a morir!!!
se vienen cositas en el fic así q mucho ojo 👁️
gracias por leer!
all the love
ivana💘💘💘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro