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Capítulo 1.32

Sam y María estaban solos, tenían más de 20 años de no verse, de no dirigirse la palabra, pensando que el otro lo odia sin saber que alguien se interpuso entre ellos.

—Vamos a mi oficina, para tener más privacidad.— Antes de salir hablo a Riley.— ¿Te quedas a cargo? No tardó.— Aún que quería que sonara como una afirmación, parecía una pregunta.

—Si claro, si pasa algo la busco.— Aún que no lo pareciera, el chico estaba algo nervioso y tampoco era tonto, él sabía que su madre antes tuvo algo con alguien de ahí y ahora sí lo pensaba bien quizás Sam pudiera ser ese alguien.

Vio como los dos mayores salieron, estaba preocupado por su madre, pero sabía que se las podría arreglar ella sola, volvió a lo suyo cuando Steve le hablo.

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Los dos habían llegado a la oficina de Hill, no comentaron nada en el camino, ninguno de los dos sabia con que iniciar, los dos querían preguntar muchas cosas, pero a la vez querían evitar otras cosas.

—¿Cómo te sientes? Digo nos asustaste, yo estaba ahí, cuando te encontraron.— Sam se recargo en la puerta, no quería incomodar demasiado a María.

—Estoy bien, solo que me afecto todo este enredo que tienen los demás.— María tampoco quería estar cerca de Sam, así que se quedo en una de las ventanas que tenia su oficina.

—Es una locura, el como dejaron crecer toda esta red de secretos y viendo la reacción de los niños.

—Si, pero eran acciones que se tenían que tomar, por el bien de ellos.— Aunque lo negara, María estaba de acuerdo con Sam, mentirle a los niños era lo peor, pero ella ya lo había echo también.

—Bueno no somos quien para juzgar, todos alguna vez en nuestras vidas hemos mentido.

—Eso ya depende, que tipo de mentiras y a quien se las digas.

—Las mentiras afectan en todos los sentidos.

—Lo que diga jefa.— Y aquí estaban los dos, volviendo a lo que eran antes, a esa relación de tira y afloja, como si los casi 21 años que no estuvieron juntos no les afecto.

—Por favor Sam, no me llames así.— Aunque Sam solo quería calmar las cosas, por ese apodo que le había puesto, a María le afectaba demasiado.

—Lo siento, no era mi intención.— Las cosas se sentían mas incómodas entre ellos.

—Nunca es tu intención.— Se quejo ella mientras que para él, el comentario fue muy extraño.

—¿A qué te refieres? Sabes que yo siempre me comprometí con esto, fui el primero en decir sus sentimientos.— Sam levanto un poco la voz.

Se preguntaba como ella podía pensar algo así de él, cuando siempre fue quien demostraba más amor.

—Por favor Sam, no me intentes engañar, ya lo hiciste una vez. Otra más ya no te la creo.

Por fin María se digno a verlo, ella pensaba que su expresión de confusión era muy buena para ser fingida, mientas que el realmente estaba perdido.

—María, la única vez que te engañe fue cuando te comente que tu pastel de carne era mejor que el de mi hermana. ¿Sabes qué? Quien debería de estar enojado soy yo.— Sam se acerco peligrosamente a ella.

—¡¿TU?! No me hagas reír Sam, me has engañado muchas veces más, ¡CUANDO MAS TE NECESITABA, NO ESTABAS AHI!— Hill recodo todo el proceso de su embarazo, fue muy hermoso, pero lo llevo sola, sin la compañía de Sam y eso fue lo que mas le afecto.

—¡¿De qué hablas?! ¡Fuiste tu la que me alejaste, nunca respondías mis cartas, me ignorabas y siempre que estaba por volver, le pedias a Fury que me mandara lejos!— Sam tampoco se iba a callar, todas las cartas que le hizo a ella, cuantas noches lloro a lado de Wanda, o termino tomando en un bar con Bucky por el desprecio que la chica le daba.

—¡¿De qué hablas?! ¡Tu nunca me mandaste ninguna carta! ¡Yo te mandaba mensajes y tu los contestabas de la peor manera...!— Sam se apresuro a hablar ante tan revelación, las cosas en este momento no tenían sentido.

—María, nunca recibí ninguna carta o mensaje, te fui a esperar tantas veces a esa casa que teníamos, pero nunca apareciste, tenia misión tras misión que muy apenas me daba tiempo de estar con mi hermana y mis sobrinos.— Los dos estaban cercas, pensando que se estaban haciendo una broma de mal gusto.

—Pero... si tu contestaste todos mis mensajes, eso es imposible.— María busco aquel viejo celular que usaba para comunicarse con Sam, para mostrarle los mensajes.

—Escucha bonita, alguien nos jugo una muy mala pasada, porque ninguna de las dos historias coinciden.—Sam se acerco a ella para tomarla de las mano y que ella lo viera a los ojos.

—Pero eso es imposible, todos sospechaban, pero nunca lo dejamos en claro y siempre fuimos cuidadosos.— El mundo de Hill se le venia encima, tantos años odiando a Sam, haciéndolo el culpable de su dolor, y ahora resulta que él nunca fue. Ella volvió a buscar ese celular seria la prueba definitiva.

—Sabes no quiero pensar mal pero, a mi siempre me mandaba a misiones y no era precisamente Charles quien las autorizaba.— Sam ahora tenia una sospecha, pero no quería adelantar las cosas.

—No, él no seria capas de hacer eso, no a mi.— Hill tomo el celular, lo intento prender pero no pudo. —Genial sin batería.— Busco el cargador entre tanto, mientas que Sam se deja caer en la silla.

Hill también tomo asiento en su silla y entonces vio la foto de su pequeño, ¡Sam nunca convivio con su propio hijo!

—Tengo que decirte algo... algo que por culpa de otros nunca te dije.— Para este momento Hill había empezado a llorar y Sam se acerco a ella para abrazarla.

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Riley había terminado de dar las ultimas indicaciones a los agentes para que inspeccionarán el lugar en donde las chicas estuvieron, para ver si habían dejado algo que las ligara a ellas.

—Riley, hemos detectado la falla en Friday, tardara mucho en que vuelva el control pero podremos ver que hicieron aquellas chiquillas. Hicieron bien su trabajo al dejarnos afuera.— Stark llego a la sala de interrogatorios donde vieron a una de las chicas antes de ir por un auto.

—Esta bien, me imagino que te espera una conversación en casa, ve,  Hill y yo nos quedamos aquí, también tratare de comunicarme con la escuela de Xavier a ver como están.— Riley, vio que en una de las computadoras había una nota, la tomo para leer el nombre a quien iba.

—Oh sobre eso, acaba de pasar Peter.— El moreno lo miro confundido ante la mención de aquel nombre.— No mi pequeño, el otro raro. —Riley negó ante el comentario por Stark pero lo dejo seguir.

—Si como decía, paso y se llevo a el soldadito de plomo y a mi hijo, al parecer la cosa rara numero uno despertó y el calvito los quería a todos, aunque aun no se porque quiere al soldado.— En ese instante el chico se hubiera reído, por como Stark apodo a todos, pero Bucky era su padrino, y el no quería problemas con la familia Lehnsherr, él si apreciaba su vida.

—Bien, como sea mas de rato les llamare.— El chico no espero respuesta y miro la nota en sus manos.

Para: Sam Wilson

De: Karla

Estaría mal que viera esa nota, pero... ¿Qué no tenía que juntar toda la información para poder dar con esas chicas?

En ese caso... No estaría mal que él mirara la nota ¿Verdad?

Sin más la desdobló y empezó a leer.

"No sé cómo iniciar esto, quizás con unas disculpas por lo que estamos haciendo, pero la verdad no siento esa necesidad. Por el contrario de lo que si tengo necesidad es de decirte una cosa. Además se supone que no te lo tengo que decir, pero creo que cuando encuentres esto estaremos lejos, pero mereces una segunda oportunidad, de echo todos.
Vi lo preocupado que estabas por aquella mujer y el impacto que te dio ver a aquel chico llamarla mamá, tu negaste todo, pero no puedes esconder algo a una niña que ha vivido más que los años que aparenta, además me caíste bien, así que, te diré que vi. Alguien, un antiguo jefe de este lugar, se enteró del gran romance que tenías con esa mujer y al parecer no le gusto. No le gusto la idea que tenías de pedirle matrimonio, no le gusto la idea de que formarán una familia. No le gusto la idea de hacerlos feliz. Así que cuando ella se entro que estaba embarazada de ese chico, te envío lejos, los separado a los dos. Te negó a tu hijo. Espero que puedas solucionar las cosas con ella y puedas tener una relación con el chico.
-Lucha por ellos Sammy! TQM Karla."

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Cuando Peter llegó con James y Visón a la escuela, nunca pensaron encontrarse aquella imagen.

Todos los chicos salían apresurados, muchos de ellos parecían estar asustados, no sabían que estaba pasando, hasta que cuando Peter y Bucky se intentaron acercar al recinto un dolor apareció en su cabeza.

—¡Agh! ¿Qué fue eso?— Bucky retrocedió calmando un poco más su dolor.

Una nueve negra apareció delante de ellos, del cual apareció un chico de color azul con una larga cola, a vista de Bucky era como un demonio azul.

—¿Kurt qué pasa?— Peter miro al recién llegado, mientas que Visión se adentro a la mansión pues sabía bien quién era la causante del dolor de todos.

—Es Wanda, no se que ha pasado pero Charles trata de calmarla con Cerebro, pero no pudo. Estamos intentando sacar a todos.— El chico volvió a desaparecer dejando otra vez la nueve negra.

—Espera aquí, no te muevas, si ves que una mini bestia azulada te quiere atacar grita "No soy el tío Logan" y estarás bien.— Peter dejo solo a James entre toda esa gente, se sentía algo incómodo y extrañado por lo que le dijo Peter.

—¿Crees que explote ya?— Bucky volteo sorprendido a un chico que llevaba una gafas extrañas de color rojo.

—Espero que no, aposté que explotaría en agosto.— Un chico rubio más alto le contesto. Ahora entendía porque nadie iba a la escuela de Xavier cuando estaban sus alumnos.

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Poco después de que Charles mandara a los chicos para ver dónde estaba las chicas, fue cuando James llamo y despertó Wanda, así que rápido les pidió a todos que regresarán y que Peter fuera por James y Visión, fue ahí donde todo se salió de control.

—Wanda Liebling, ¿Cómo te sientes?— Erik fue primero en llegar, detrás de él, llegó Logan con Raven pero se quedaron en la puerta viendo todo.

—¿Papá? ¿Dónde estamos?— Pregunto frotándose un poco los ojos.

—Estamos en la enfermería de la escuela de Charles.— Erik no noto en que el mencionado estaba del otro lado de la chica tomándole la mano en el momento en que lo mencionó.

—¿Cómo estás cariño?

—Bien, solo algo cansada de tanto trabajo.— Wanda soltó una pequeña risa que confundió a todos en el cuarto.

—¿Así? ¿Qué tanto hiciste?— Erik aún sostenía la mano de Wanda mientras que Charles, obligaba a los demás a ir a la sala de cerebro, no tardaría en llegar los chicos y tenía un mal presentimiento.

—Papá, he estado más de 10 horas trabajando, déjame descansar.— Los dos hombres se miraron sorprendidos, todo cada vez era más extraño.

—Wanda, ¿Sabes a qué día estamos?— Charles soltó la mano de Wanda para ir a uno de los estantes dónde tenían varias cosas para trabajar en la enfermería, junto con los sedantes.

—Charles, ¿Cómo olvidas el día del nacimiento de tu nueva nieta? Es obvio ¿Verdad papá?— Wanda miro a Erik con seguridad, aunque esté estaba aterrado.— Es el 30 de agosto de 2020, ¿Dónde está Vis? ¿Está con ella?

Para este momento, Erik había encontrado las correas de las camillas, listo para tomar a Wanda, cuando Charles se lo dijeras.

—Oh si cariño, la ha llevado a conocer a la familia, solo quería dejarte descansar, así que porque no duermes un poco más.— Charles estuvo a punto de inyectarle la inyección, junto con Erik que estaba casi por tomar a Wanda, cuando está vio un calendario en la pared.

2040

Y entonces Wanda recordó todo lo que había pasado en esos casi 20 años.

—¡Ahora!— Gritó Charles al notar como Wanda se distrajo al ver la ilusión que había creado.

Erik no tardó en tomarla de los brazos, pero ella no dejaba que Charles se acercara a ella con la inyección.

—¡NO! ¿!DÓNDE ESTÁ!?— Charles no podía acercarse más, había quedado otra vez suspendido en espacio, no podía moverse, Erik intento inyectar a Wanda.

La aguja entro, junto con algo del calmante, pero al sentir el pinchazo, Wanda lo quito de ella con sus poderes, pues en su desesperación no podía quitarse la abrazadera que la tomaba de las muñecas.

—¡Wanda! Tienes que calmarte.— Charles ya había tratado en los pequeños delitos que tenía la chica, así que sabía cómo tratar con esto.

—No, esto no es real.— Erik por su parte también había tratado con su hija, así que se apresuro a retroceder a la puerta y traer a Charles con él, sería más fácil para Charles hablar con Wanda usando a Cerebro.

—Wanda, todo es real, tienes que respirar.— Charles, ponía toda su concentración en la chica que no notaba lo que pasaba a su alrededor.

—¿Dónde está mi pequeña? ¡¿DÓNDE ESTA SANDY?!— Charles y Erik entraron justo a tiempo a Cerebro, pronto el recinto entero empezó a temblar, asustando a todos en el lugar.

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