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03. Princesa

Ayudó a la princesa Joohyun a ingresar al carruaje y posteriormente ingresó ella a éste. Con ello, el jinete real comenzó el camino de regreso al castillo donde residían los tres.

Kang Seulgi, la guardia abordo del carruaje, se limitó a observar por la ventana. Estaba alerta en caso de vislumbrar algún peligro, pero de reojo podía notar a la princesa pelinegra mirándola fijamente.

Hasta hace unos minutos, ambas se encontraban en un castillo cercano pues la princesa había sido invitada a una celebración. Siendo su deber, Seulgi se mantuvo en todo momento a una distancia prudente de Joohyun para así protegerla de ser pertinente.

Su carácter apacible y responsable permitieron que se ganara la confianza de los integrantes de la realeza. También era una de los guardias que convivía mayor tiempo con la princesa, por lo que rápida e inevitablemente se había vuelto cercana a la chica que era solo un año menor que ella.

La princesa sin duda era alguien selectiva respecto a las personas en las que depositaba su confianza, por lo que implicaba una clase de honor para Seulgi ser consciente de que Bae Joohyun se sentía segura a lado de ella.

Sin embargo, desde hace un par de semanas atrás, la actitud de la princesa había cambiado. Seguía siendo cordial con ella, pero se había vuelto un tanto tímida; de vez en cuando le lanzaba miradas furtivas que Seulgi no tenía idea de cómo interpretar, además de que comenzó a sonreír más de lo habitual en su presencia.

En otros días, Joohyun no se mostraba tímida y en su lugar la llenaba de cumplidos, siendo el más reciente uno sobre lo únicos que le resultaban sus ojos. Como toda respuesta a sus halagos, las mejillas de la guardia se teñían de un vergonzoso tono carmín.

No era la primera vez que Joohyun y ella estaban solas en un carruaje, pero había una peculiar incomodidad en el aire que impedía a ambas pronunciar palabra alguna. Era muy extraño, pues durante recorridos largos Joohyun no dudaba en guiar la conversación y Seulgi escuchaba con paciencia todo lo que la chica tuviera por decir.

Entre los guardias existía la broma de que Kang era inmune a la belleza por la que Bae era reconocida en el reino, aunque Kang ya no estaba tan convencida de que los bonitos rasgos y la agradable personalidad de la contraria no causaran algo en ella.

Todo apuntaba a que algunos meses bastaron para despertar en Seulgi cierta atracción por la princesa. La extraña actitud que Joohyun había adoptado tampoco era de gran utilidad en su situación, pues Seulgi sabía que ambas estarían en grandes problemas si su creciente interés era correspondido por la pelinegra.

Pero Seulgi no estaba dispuesta a indagar si Joohyun estaba desarrollando sentimientos por ella, puesto que ya conocía los propios y sabía que lo correcto era solicitar ser sustituida por alguien más como la guardia designada de la princesa.

Cuando se encontraban a menos de un kilómetro de su castillo, de reojo percibió a la princesa cubrirse con sus níveos brazos. Seulgi pronto recordó que la princesa portaba un vestido con los hombros descubiertos, que era incompatible con la fría noche.

Seulgi no dudó en entregarle su propio abrigo para brindarle un poco del anhelado calor a la chica. Joohyun aceptó a regañadientes, a sabiendas de que Seulgi sería ahora quien tendría frío.

Tras un viaje mayormente silencioso alcanzaron su destino. Seulgi se apresuró a descender del carruaje y una vez más extendió su brazo para ayudar a la princesa a imitar su acción. La mano de Joohyun era cálida y suave al tacto, pero lo que causó un vuelco en su corazón fue la tierna sonrisa que le dedicó la princesita cuando sus tacones se posicionaron sobre el pavimento.

Seulgi esperó varios segundos para que Joohyun rompiera el agarre de sus manos, y cuando se les comunicó que los reyes se encontraban en una reunión, Kang escoltó a la princesa a su respectiva alcoba.

Seulgi estaba decidida a hablar con el rey y pedirle que le asignara un nuevo guardia a Joohyun, pero su determinación se desvaneció cuando Joohyun le agradeció por cuidar de ella con un juguetón beso en la mejilla.

Definitivamente estaban en problemas.

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