Quería entender cómo es que después de tanto tiempo de amistad, las cosas tuvieron que terminar de la peor manera posible para él. Y eso lo hacía sentir cosas negativas que no son común en él, pero sabía que era normal, de alguna manera, lo era. Pero no estaba bien.

Porque independientemente de todo, sabía que tenía que afrontar las cosas tarde o temprano como debe de ser. Para sentirse bien consigo mismo. Pero el miedo estaba más presente que cualquier otro sentimiento.

Miedo a todo. Pero más a que esos ojitos gatunos hermosos, lo mirarán con desprecio.

Desprecio que tal vez merecía, porque el gran impulso que tenía de soltar todo lo que sentía sin importar las consecuencias eran potentes, que lo hacía pensar que tal vez sí lo merecía.

Quería llorar por muchas cosas, estaba cansado y no sabía que hacer. Y su parte egoísta quería que aquella persona estuviera a su lado para decirle que todo iba a estar bien. Contrario a eso, su parte racional sabía que eso era imposible debido a que su persona, se encontraba en estos momentos con la sonrisa más grande que había visto nunca y con un gran brillo en esos ojos hermosos que nunca lo miraron a él.

Pero apesar de todo lo que sentía, estaba feliz por él. Feliz porque cumplió su deber como el mejor amigo que le prometió a su ojitos. Promesa que juro cumplir apesar de que él saliera lastimado de todo. Promesa que trataba de buscar la gran felicidad que merecía aquél chico de ojos hermosos.

Lo que no entendía, es que, apesar de lo feliz que estaba por sus ojitos: ¿Por qué dolía tanto? ¿Por qué tenía ese gran impulso de hablar sobre sus sentimientos apesar de las controversias? Y la que más tenía pique en él: ¿Por ahora y no antes?

Y es que el haber escuchado aquélla noticia, fue muy impactante para él. Escuchar aquéllas palabras provenir por parte de su hermano hizo que en su pecho sintiera una presión muy abrumadora.

Lo veía venir, pero no pensó que iba a ser pronto de lo que imaginaba.

—HeeSeung.— escucho decir, sacándolo del tormento que estaba teniendo en su cabeza.

El antes mencionado, voltea a ver a su hermano que lo miraba desde la puerta de su habitación. Era una mirada preocupante. Y eso lo hacía sentirse peor de lo que se sentía.

—¿Qué pasa, Jae?— preguntó con un suspiro. Dejando de lado sus pensamientos y enfocarse en su hermano.

Jaeyoon no sabía que decir. Tenía mucha preocupación de que las próximas palabras que salieran de su boca, fuera a lastimar nuevamente a su hermano, y ya no quería eso. Porque se sentía culpable de haberle dado la desgarradora noticia para él.

Sin decir nada, se acerca a su hermano y lo abraza con tanto sentimiento, que le fue inevitable el soltar pequeñas lágrimas.

Y es que, él sabía todo lo que estaba pasando su hermano. Todo lo que hizo por ver feliz a su amigo.
Y le molestaba, porque en vez de que se preocupara por su felicidad, prefirió la de otra persona.

Muchas veces le dijo su molestia, sin embargo, su hermano simplemente le dedicaba una sonrisa. Una dónde expresaba dolor y felicidad.

Jaeyoon aún sin soltar a su hermano, habla :—Lo siento, tanto. No fue mi intención, HeeSeung.— dijo con una voz rota. De modo que, demostraba su impotencia de no poder hacer nada por su hermano.

Asimismo, el mayor sonrió sin mostrar sus dientes y correspondiendo el abrazo de su hermano, suelta una risa pequeña.

Su risa era de dolor, porque sin poder evitarlo, empezó a llorar.

Porque su corazón estaba tan triste de que aquella persona, su ojitos bonitos, fuera a contraer matrimonio próximamente.

Se sentía tan mal, de que su amor más puro que ha sentido, no fuera correspondido por la persona que él quería.

Porque sabía, que por no haber afrontado antes sus sentimientos, era que su personita fuera a caer ante los brazos cálidos de otra persona que no fueran los de él.

Y le dolía, le dolía tanto que para ver y saber que va a ser feliz, prefería quedarse callado.

Callado antes su amor por Jungwon. Ya que, quería mil y un veces, el ver feliz a su ojitos, a Yang Jungwon.

Gracias por leer❤️