𝚜𝚒𝚡
En un edificio elegante y discreto, digno de un buffet de abogados, se vió como entraba la silueta de una mujer bestia de un traje negro de corte amplio.
Los tacones delgados hacían crujir el piso con un sonido que advertida su llegada, en el vacío pasillo no se escuchaba más que el retumbar fantasmagórico.
La vieron a ella llegar embargada por un aura de supremacía, de labios bordo como la sangre, por los cuales no brotan más que palabras severas, con los ojos afilados y los sentidos listos para el debate parecía escrudiniarlo todo.
—buenos días, señorita Yujeong –se escuchó el bailar de la voz de la secretaria entre el silencio, la cual parecía querer decirle algo más pero no se atrevía. Ella simplemente reverenció calmada, deteniéndose un momento para hacerlo apropiadamente.
Se dirigió sin mínimo vacilar a la oficina de la directora, dando dos golpes a la puerta de madera oscura entró antes de escuchar un atisbo de “pase”.
—directora Lee –reverenció en frente del escritorio, y como lo hizo ni bien entró no podía entender porque había dos pares de pies frente al escritorio. Un par de tacones que casi no tocaban el suelo, y un par de zapatos lustroso, delgados y amplios.
Levantó la cabeza con lentitud, sin dejar de doblar la cintura en un ángulo de cuarenta grados, en su rostro se desdibujada cualquier rastros de expresión. Ni cuando vió a su amiga Ji Eun tirada sobre el escritorio, medio desarreglada, con un hombre joven y guapo entre sus piernas el cual le daba las espaldas, sin darle una vista de su rostro, nada parecía perturbarla.
—me disculpo por la intromisión, quería informarle de mi llegada. Ya me retiro, con permiso –dijo antes de que la otra siquiera reaccionar. Se enderezó por completo, mirando fijamente a los ojos de la mujer por un instante y se dió la vuelta, su cara defigurandose, por fin, en una mezcla de asco y sorpresa.
Se escuchó una risa ronca medio reprimida, que por el silencio sonaba estruendosa, acompañada de un comentario ciertamente burlesco —qué confianza le das a tus subordinados, directora –la voz sonaba rasposa, y quizá por eso más agravante.
—señor Namwoo —chilló Ji Eun, demasiado tarde.
Era como una herencia de familia el no quedarse callado ante cualquier agravio. Así, Yujeong se giró, sin que el semblante le cambiará, y observó con determinación a los ojos del hombre que acaba de darse la vuelta acomodándose la corbata.
—¿Tanto bajaste tus estándares, Lee Ji Eun? —lo observó como si lo hiciese desde un lugar alto, y sonrió.
El hombre llamado Namwoo se vió tomado por sorpresa, no esperaba que una subordinada lo tratase así, más bien, no esperaba que una mujer le dijera eso.
Se cepilló el claro pelo con los dedos, los ojos hirviendoles en un rojo ira, la cual disimulaba con una sonrisa de medio lado. Realmente fea, a parecer de Yujeong.
—por favor, les pido que se calmen –al fin habló correctamente la directora, acomodándose el largo cabello negro y lacio. Al parecer conocía el carácter de ambos.
—¿Acaso me alteré?
—estoy calmado.
Los dos lo enunciaron con un nivel de credibilidad realmente bajo pero con mucha confianza, como si de la verdad se tratase. Por un momento pareció que el entrecejo de Ji Eun involuntariamente quiso juntarse.
—por favor retirese, señor Namwoo –dijo con una mano sobre el botón del saco rosa pastel y la otra solemne señalando la puerta.
Por no contradecir y hacer buena letra, el mencionado no hizo más que obedecer en silencio, con un evidente fastidio siñendose en sus finos labios, que tenían el color de la falsedad y con certeza el sabor del engaño. De sus ojos nacía una mezcla agria entre la crueldad y fluctuaciones de rencor de esos que surgen por la desilusión.
Al pasar por uno de los costados, con la cuadra al frente Yujeong murmuró bajo, como si fuera para ella misma: —date cuenta de tu lugar y el mío, querido.
Por un momento los ojos del castaño se abrieron en sorpresa y al instante se le cambió por una sonrisa. Se retiró sin hacer escándalo alguno.
Ella conocía a muchos de estos tipos que revoloteaban al rededor de su amiga, cual insignificantes moscas al rededor de algo delicioso, buscando beneficios, creyendo que si se cuelgan de los pechos de la hija de un político bien posicionado pueden tener algún tipo de privilegio.
«Más que moscas parecen ratas inmundas esperando con desespero por migajas»
—Kim Yujeong –la llamaron y de inmediato recuperó la compostura. La vió por un instante, firme y confiada, era imposible que Ji Eun no se diera cuenta de la situación, no era tan ingenua, claramente disfrutaba de esto, alimentaba su vanidad.
—tiempo sin verte –le sonrió, pasando el mal trago, que por alguna razón permanecía en su boca.
—por favor, siéntate. Tenemos mucho de qué ponernos al día –con la misma mano fina y elegante le señaló el sillón blando de aspecto pulcro, ubicado en medio de la oficina, enfrente de este había una mesita de patas cortas y superficie de cristal, sobre ella reposaban una tetera de porcelana blanca de bordes dorados y dibujada con flores de cerezo, el la base se encontraban dos tazitas de té a juego con la tetera.
A Yujeong le pareció gracioso, puesto que de algún modo le recordaba cuando jugaba a la casita, en su niñez. O a ser princesas.
—no mucho, en realidad. No se me ocurre nada –se acomodó con recaudo, de nuevo viendo a la mujer que se sentaba en frente de ella, al otro lado de la mesita.
—oh. Quizás el por qué estás de regreso aquí –sustubo la tetera con ambas manos y le sirvió el té en una de esas graciosas tazitas.
La aceptó con gusto, sujetándola con dos dedos, puesto que la pequeñísima manija solo permitía esa cantidad, con los labios pintados apenas tocó el bordillo y habló.
—no creas que no sé que ya lo sabes. Déjale esas patrañas a alguien estúpido –sus palabras poco severas vibraron contra el delicado material, haciéndolo temblar como si tuviese miedo.
La mujer quedo estática con la tetera a medio camino de su taza. Por supuesto, de inmediato se recompuso, casi sin notarse que estubo quieta por una milésima de segundos.
—no me refiero a eso. ¿Por qué tomaste el caso de nuevo? –entre sus belfos se vertió el casi rojizo contenido con aroma a flores de primavera, su vista permaneciendo baja, queriendo recobrar la templanza.
—cuestiones personales –ni una palabra de más, ni una de menos, era un claro recordatorio de aquella frase que la directora usaba a menudo; “no te entrometas en mis asuntos y yo no me entrometo en los tuyos”. Y está tenía en cuenta aquello, mas seguía insistente.
—quiero creer que sabes que las “cuestiones personales” no se mezclan con el trabajo.
—lo sé perfectamente ¿Y tú? –dejo la tazilla y se recostó en el sillón, abriendo con tranquilidad los brazos para dejarlos descansar en el respaldo. De nuevo aparecía esa cara imperturbable.
—claro que sí. Sé muy bien que sabes eso, por eso no creo lo que me dices ¿Qué te ofrecieron a cambio? –insistió de nuevo, también recargando se en el respaldo, cruzando las pálidas piernas con su manos reposadas en las rodillas.
A Yujeong se le ocurrió que su llamada amiga de tantos años en realidad no sabía nada de ella. Le pareció tan triste y patético que quiso indignarse.
—a veces me arrepiento de que sepas tanto de mí –solo sonrió, sin ánimos de negar o decir nada.
—responde, por favor.
La impaciencia y el enfado genuino en ocasiones le quitaba los modales a las personas más educadas ,Ji Eun no era la excepción. Entonces parece que aún tenía la pasiencia intacta.
—es algo confidencial –tanteó los límites, porque quería ver hasta que punto podía evadir la pregunta, e incluso si podía terminar la charla sin contestarla.
—Yujeong, sabes que no puedo ayudarte si no sé todo.
—y tú sabés lo estricta que soy con la confidencialidad de mis clientes –continuaba insistiendo.
Suspiró —mira. En ese entonces no acepté este caso por motivos que conoces muy bien –Ji Eun pretendió calmarse a sí misma, tenía presente el hecho de que si tiraba no aflojaba, sino que ajustaba más, es decir que mientras más insistente sea, menos voluntad de hablar tendrá Yujeong.
—lo recuerdo –bajó los brazos y los cruzó frente su pecho al igual que las piernas.
—es muy complejo y hay mucha más gente involucrada de la qué crees. Te estás arriesgando demaciado.
—los riesgos no son algo a lo que le tema.
—no estoy bromeando. Yujeong, escucha; el señor Namwoo es un abogado penalista como tú, que trabaja aquí hace un año y medio. Su padre es un pez gordo del espectáculo que tiene muchos escandalosos por acoso y violación tras de él, a todos lo maneja su hijo y ahora Namwoo quiere manejar tu caso.
“Namwoo” “pez gordo del espectáculo”, esas palabras le resonaban en la cabeza, creía a verlo leído en alguna parte de internet hace un par de años, cuando todavía recidia en Corea. Si no le fallaba la memoria, había sido un gran escándalo, ya que comenzaron a aparecer un tumulto de modelos, periodistas y idols que decían haber sido acosadas por el CEO de una importante agencia de modelaje, incluso se decía que también algunas de sus antiguas empleadas lo habían demandado por abuso, pero esto solo quedó como rumores que pronto se olvidaron.
Ahora le hallaba sentido al porqué de tal comportamiento promiscuo por parte de ese hombre. Qué se podía esperar del hijo si el padre era así.
—vaya, no solo parecía ser una molestia, en realidad es mucho más que eso. Pero no entiendo a qué quieres llegar con esto –sacudió la cabeza mientras decía, sin entender.
—dale el caso a él, Yujeong. No te involucres más –su semblante se tornó severo. De inmediato se activaron los cerrojos en Yujeong.
—parece ser muy interesante lo que te ofreció el señor Namwoo –mencionó como contra golpe al anterior agravio hacía su persona
—no lo hago por eso, lo hago por nuestra... Amistad–dudo cuando no tenía derecho a dudar, haciendo que se agraviara el estado de la otra.
—ja, amistad. Ni tú te creés esa palabra –miro la tazilla que sostenía entre sus dedos, tadavia le quedaba un sorbo más de té, pero para qué beberlo si le sabría amargo.
—Yujeo-
—no es necesario andar revolviendo en la basura –negó, como dejando ir el asunto sin mucho interés y con recaudo. Pero sabía que no era cierto.
Ji Eun sintió pena, no sabía si por Yujeong o por las dos. A la mente le vinieron un montón de recuerdos que de seguro la otra catalogaría como inútiles.
Para qué hablar de cosas que ya hace tiempo dejaron de existir, solo generaba rencor y nostalgia. Sentimientos tan desagradables si se los unía en uno solo.
—por favor, piénsalo con cuidado. Esto excede mi límite, incluso el de mi padre –lanzó su delgado torso al frente e intentó tomar la mano de Yujeong, para acariciarla, creyendo que quizás podía atenuar algo o a ella misma.
Yujeong quitó la mano —no es mi decisión, si no la de mi cliente elegir quién quiere que lo defienda. Si no tienes más que decir, me retiro –se levantó ni muy despacio ni muy con prisa, alizandodose la tela de la falda, talvez limpiándose aquél tacto inoportuno. Ji Eun también imitó su gesto de enderezarse.
—como consejo te lo digo, este caso tiene muchos nudos. O te puedes enredar sin escapatoria o puede desenredarse y ahorcarte.
—gracias por el consejo, pero no me gusta desenredar nudos, prefiero cortarlos –y dicho esto se retiró sin pensarselo mucho. Lo que sí, un mar de dudas inundaban su cabeza.
Realmente este caso tenía piezas flotando por doquier, que parecían querer encajar pero ¿En dónde? Ese era el gran desafío.
Envuelta en un sin fin de porqués salió de la oficina de la directora, y entonces, cuando queso dar los primeros pasos, se lo encontró de nuevo a él; Namwoo.
Buenaaaaaaas!
De nuevo aquí me tienen. Después de meses, pero seguro ya se acostumbraron (╯︵╰,)
“Por si nos los conocen” time
Ella es Lee Ji Eun o IU
No sé por qué (mentira sí sé) pero en la gran mayoría de los fics de BTS a ella la ponen como la “mala” absoluta, la villana, pero bue, ustedes eligan como interpretar su comportamiento.
Y este es Kim Namwoo, el “aclamado”
El personaje va con tatuajes incluído y no lo sabía hasta que ví está foto 👀
Sinceramente no lo conozco (creo que es un chico ulzzang de Twitter) resulta que se llama igual que el personaje y cuando busqué el nombre en Google-sama salió él, y dije “woah! es perfecto 👁️👄👁️” entonces lo puse de referencia para desarrollar el personaje.
No sé ¿Qué opinan de él? ¿Es bueno, malo o dudan de sí es uno de los dos? ◕‿◕
En fin, se me cuidan 💕
Ciao~
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