L A L I S A

Las fiestas de personas adineradas e importantes siempre me parecían aburridas, con ellos desplazándose elegantemente, sonrisas fingidas y charlas superficiales que me agobiaban. Hoy, estaba acompañando a mis padres a una de esas reuniones.

Llevaba un vestido blanco semi ajustado, con la espalda totalmente descubierta y mangas adornadas con un broche de pedrería que brillaba sutilmente a la luz tenue. Un collar de caída en forma de "V" adornaba mi cuello, añadiendo un toque de sofisticación a mi atuendo. Mi cabello estaba recogido en un elegante moño con algunos flecos sueltos que enmarcaban mi rostro.

A pesar de la elegancia de mi apariencia, no podía evitar sentirme fuera de lugar en medio de la pompa y la ostentación de la alta sociedad. Mi mente ansiaba un cambio, algo que desafiara la monotonía de esas fiestas sin vida.

Suspiré profundamente y me acerqué al oído de mi madre, susurrándole que necesitaba ir al baño. La pompa y la sofisticación de la fiesta estaban empezando a agobiarme, y anhelaba un breve respiro en la tranquilidad del baño. Mi madre asintió comprensivamente, y con eso, me alejé discretamente de la multitud, decidida a encontrar un momento de paz en medio de la opulencia.

Caminaba hacia el baño, tan absorta en mis pensamientos que no me percaté de que alguien se acercaba en mi dirección. El choque de hombros con esa persona me sacó de mis pensamientos, y al levantar la vista, me encontré con un par de ojos profundos y oscuros que me miraban con sorpresa. El contacto inesperado hizo que mi pulso se acelerara, y por un instante, me sentí atrapada en una mirada intensa que amenazaba con desencadenar una cadena de eventos inesperados en medio de la aburrida fiesta.

___Disculpa—pronunció con una voz ronca que hizo que mis vellos se erizaran y mi cuerpo se calentara al instante solo por escucharla.

Fue la única palabra que me dirigió antes de seguir su camino, ajustando su traje con una elegancia natural. Era él, Jeon Jungkook, el dueño de mis fantasías más oscuras. Su simple presencia había encendido una chispa en mi interior, una chispa que amenazaba con convertirse en un fuego incontrolable en medio de la noche.

Las ganas de ir al baño desaparecieron instantáneamente al contemplar a ese hombre increíblemente sexy y ardiente. Maldición, podía sentir que mis bragas estaban empapadas. La mera visión de Jeon Jungkook había encendido una pasión intensa en mí, una que prometía ser inolvidable.

Después de procesar el impactante encuentro con el guapísimo Jeon Jungkook y el hecho de que también me dirigiera la palabra, camine hacia donde se encontraban mis padres. Pero, oh sorpresa, el magnífico hombre de mis sueños estaba ahora inmerso en una conversación con mis padres y otras dos personas a las que no conocía. Definitivamente, hoy era mi día de suerte.

Arreglé levemente mi vestido y me coloqué al lado de mi madre, sin disimular en absoluto la mirada que tenía fija en él. Mi corazón latía con fuerza por su sola presencia. Jeon Jungkook seguía concentrado en su conversación con personas importantes y aún no había notado mi presencia. La tensión y la anticipación crecían en mí mientras esperaba un momento para acercarme o, tal vez, para que él finalmente volviera sus ojos profundos en mi dirección.

Mi madre notó mi presencia y me sonrió levemente mientras tomaba mi cintura para presentarme a las personas con quienes mantenía la conversación.

___Me gustaría presentarles a mi hermosa hija, Lalisa— anunció mi madre con una sonrisa, dirigiendo la mirada hacia los presentes, incluyendo a Jeon Jungkook en la conversación. Los murmullos de la conversación a mi alrededor se desvanecieron en un zumbido lejano mientras me preparaba para lo que vendría.

Mis ojos se encontraron con los de Jungkook, y en ese instante, el mundo pareció congelarse. Su rostro permaneció serio, sin un atisbo de sonrisa, pero sus ojos eran profundos y penetrantes, como dos abismos inescrutables. Me miraba intensamente, y cada parpadeo era una eternidad en sí mismo. Una sensación de electricidad parecía cargar el aire entre nosotros, una conexión intensa que me hizo sentir expuesta, como si él pudiera leer mis pensamientos más profundos con solo mirarme.

Mientras sus ojos oscuros se mantenían fijos en los míos, una oleada de calor recorrió mi cuerpo, y mis mejillas se ruborizaron de forma incontrolable. Sentía que en cualquier momento, su mirada profunda me consumiría por completo, y mi corazón latía desbocado, resonando al ritmo de esa conexión mágica y abrumadora entre nosotros. La fiesta, los invitados, todo desapareció por un momento, y solo existíamos él y yo, atrapados en un instante congelado en el tiempo.

___Y dígame, señor Jeon, ¿Está casado o está saliendo con alguien?—La voz de mi madre hizo que desviara su mirada hacia ella.

La pregunta que le hizo mi madre llamó mi atención, y rogaba internamente para que negara cualquier compromiso.

___No, no tengo ninguna relación con nadie—respondió, y un sentimiento de alivio se apoderó de mí. Sus palabras hicieron que mis ojos brillaran con esperanza, aunque luchaba por ocultar la emoción que sentía en ese momento.

___¿Y cómo va el ejército, señor Jeon?—esta vez fue mi padre quien habló.

___El ejército está funcionando de manera excepcional, señor Bruschweiler. Nuestros soldados son valientes y comprometidos, aunque últimamente algunos nuevos reclutas están estresados por su nueva vida militar, pero estoy seguro de que se acostumbrarán— respondió Jeon Jungkook con una confianza que denotaba su liderazgo y determinación.

Sus últimas palabras llamaron mi atención, y no pude evitar preguntar, rompiendo mi silencio que había mantenido hasta ahora, lo que provocó las miradas de los presentes.

___¿Cómo es eso, señor Jeon?—pregunté con una curiosidad evidente en mi voz, mientras todos los ojos se volvían hacia mí. Era la primera vez que hablaba en toda la reunión, y mi interés en su respuesta era innegable.

Él volvió a fijar su mirada en mí, y la intensidad de sus ojos era abrumadora. Sentía que mis nervios iban a traicionarme en cualquier momento, como si pudiera desplomarme bajo esa mirada penetrante que parecía atrapar cada uno de mis pensamientos.

___Los reclutas sienten preocupación por sus familiares que dependen de ellos, la mayoría de ellos dejan a sus esposas e hijos desamparados para cumplir con su deber—explicó Jeon Jungkook.

Una idea se apoderó de mi mente, una forma de estar más cerca de Jungkook, aunque fuera con una excusa legítima.

___Yo podría ayudar, y brindar apoyo y consuelo a sus familias, así ellos no tendrán de qué preocuparse—propuse, sintiendo la mirada escéptica de Jungkook sobre mí.

Mi madre, a mi lado, sonrió y tomó mi mano, apretándola con cariño.

___Mi dulce hija, siempre con un corazón tan bondadoso—comentó con orgullo.

La oferta estaba sobre la mesa, y aunque Jungkook había fruncido el ceño ante mi sugerencia, me preguntaba si consideraría mi propuesta y cómo podría afectar nuestro inesperado encuentro en el futuro.

___¿Y cómo haría eso, señorita?—preguntó Jungkook, metiendo sus manos en los bolsillos de su traje. Su gesto solo lo hacía ver más guapo e imponente a mis ojos, lo que me hizo sentir un escalofrío de emoción por su respuesta.

___Bueno, tengo varias fundaciones para las personas necesitadas, yo podría ir a su base militar y conversar con ellos sobre esto, y así poder ayudarlos—sugerí, tratando de mantener la calma ante la mirada intensa de Jungkook—Claro, si a usted no le molesta, señor Jeon.

La tensión en el aire era palpable mientras esperaba su respuesta, preguntándome si estaría dispuesto a aceptar mi ofrecimiento y cómo cambiaría esto el rumbo de nuestro encuentro.

__No tengo ningún problema, señorita—respondió Jungkook con una aceptación que me sorprendió gratamente. Sacó una pequeña tarjeta de su billetera y me la entregó. Cuando me entregó la tarjeta, nuestros dedos se rozaron peligrosamente, y una corriente eléctrica pareció atravesar mi cuerpo, enviando una intensa y fogosa sensación de deseo por toda mi piel. Era un simple toque, pero sentí que dejaba una marca ardiente en mi piel, como si nuestros destinos se hubieran entrelazado en ese momento, desatando una pasión incontrolable— Búsqueme cuando lo desee.

Mis pensamientos ardían con deseos prohibidos, y aunque no tenía el valor de decirlo en voz alta, en mi mente repetía: "Lo deseo justo ahora, señor Jeon, lo deseo mucho, desde hace tiempo."

La tensión entre nosotros era como un fuego incontrolable, creciendo con cada mirada intensa y rozamiento furtivo, llevándome a un estado de excitación que me hacía sentir como si estuviera al borde del abismo, lista para caer en un abismo de pasión y deseo.

[...]

___No me jodas, ¿en serio?—exclamó mi mejor amiga, Jennie Kim, con una mirada de sorpresa y emoción en sus ojos.

Estábamos en una cafetería, disfrutando de nuestro desayuno. Mientras degustábamos nuestras comidas, le conté con todo detalle lo que había ocurrido en la fiesta de anoche, sabiendo que podía confiar en Jennie para guardar mis secretos más profundos. Ella era la única persona que conocía mis sentimientos hacia Jeon Jungkook, y era la única a quien podía recurrir para compartir la intensidad de la experiencia.

___Así es—asentí con una sonrisa—Es jodidamente guapo en persona. No sé cómo no me dio un ataque mientras conversaba con él—Mi voz llevaba una mezcla de emoción y asombro, mientras tomaba otro sorbo de mi café. La pasión y la atracción de la noche anterior aún dominaban mis pensamientos, y compartir los detalles con Jennie solo avivaba el fuego de la emoción que sentía.

___¿Y lo llamarás? ¿Realmente irás a la base militar?—preguntó Jennie, mostrando su curiosidad.

___Claro que lo haré. Tengo que aprovechar esta oportunidad para conquistarlo—respondí con una sonrisa traviesa, mordiéndome los labios con emoción. La idea de estar más cerca de Jeon Jungkook me emocionaba más de lo que podía expresar, y no iba a dejar pasar esta oportunidad de ninguna manera.

Después de un desayuno que nos dejó renovadas y listas para enfrentar el día, ambas nos sumergimos en nuestras respectivas ocupaciones diarias. Jennie era una destacada modelo y embajadora de renombradas marcas, entre las que se incluían los icónicos nombres de Calvin Klein y Chanel. Su belleza y presencia en las pasarelas y campañas publicitarias la habían convertido en una figura respetada y admirada en la industria de la moda.

A pesar de su éxito en el mundo de la moda, Jennie también compartía mi pasión por la filantropía y colaboraba en mi fundación. Nuestra amistad no solo se basaba en compartir momentos divertidos, sino en un compromiso mutuo por ayudar a quienes más lo necesitaban. Juntas, trabajábamos en proyectos benéficos que nos permitían contribuir a causas significativas, fortaleciendo aún más nuestros lazos como amigas y colegas comprometidas con el bienestar de los demás.

(...)

1800 palabras a lo justo 🤭

Quería hacerlo más largo pero dije: No, me estoy tardando mucho, mejor y se los doy ahora ☝️😼

¿Cuantas veces Lisa dijo que le ENCANTA el MAGNIFICO señor Jeon? 🥹

Y por último ☝️😾 No sean lectores fantasmas, comenten que eso me motiva a seguir escribiendo y a actualizar rápido.

Gigi.