Capítulo 1
https://youtu.be/g0ZnOjN6KDY
Esto es inmenso y nuevo para mí. El día que vinimos de visita en el instituto casi muero al ver lo gigantesco que era, pero ahora que estoy aquí, todavía me parece más. Estoy sola, no conozco a nadie y ¡voy a llorar!
Los cuadros de los graduados adornan las paredes de los pasillos haciendo que mi inquietud crezca. Todos ellos han conseguido su objetivo al entrar aquí y, por lo que sé, muchos han logrado montar su imperio. Será complicado igualarles, pero no me voy a dar por vencida. Tengo claro mis planes de futuro y, aunque ahora el miedo se apodere por segundos de mí, no dejaré de luchar por mis mentas.
Sigo el mapa que me han dado en la administración y al fin encuentro mi clase. Me relajo al no ver muchas mesas. Cuantas menos personas seamos, más fácil será aprender y menos discusiones habrán.
Me asiento al lado de la ventana, aprovechando que nadie ocupa esas sillas. Observo a los que entran. También están nerviosos, aunque ¿quién no lo está en su primer día?
Uno de tantos se sienta a mi lado. Su cabello azabache me gusta, desordenado y casual, igual como su ropa. Tiene su estilo. Se voltea hacia a mí y me mira con una ceja alzada. Le sonrío al pillarme observándole y una conexión nos entrelaza. Estallamos a carcajadas y todos se quedan mirándonos. En verdad me da igual lo que piensen, pero esto ha sido de lo más extraño.
—Theo.
—Marilyn.
—Creo que hemos tenido suerte de sentarnos juntos. Venía con el chico que está sentado en la última fila y me ha dado un mal rollo...
Sin ser para nada disimulada, me giro para verle. Nos está mirando y una sonrisa picarona sale de sus labios. Me volteo rápidamente.
—No da tan mal rollo... solo es un poco chulito.
—¿Un poco chulito? No, no... me da mal rollo.
Es muy exagerado, aunque sus gestos me hacen mucha gracia. Es como si le conociera de toda la vida y en parte, me asusta, pero también me calma. Ahora conozco a alguien que está igual de nervioso que yo, que siente esta vocación y que quiere emprender un gran negocio. Al menos, así lo expresa cuando el profesor le pregunta. Está entusiasmado y muy seguro de sí mismo. Va a ser genial tenerle como amigo, siempre y cuando las cosas no cambien.
—Mi madre me ha enseñado mucho y puedo presumir de que hace unos pasteles riquísimos.
—Tendré que probarlos —digo mientras le doy un ligero empujón en el brazo. Se ríe y asiente—. Así me gusta. Me fascinan los dulces.
—Aquí te dejo la dirección.
Escribe en un papel la calle donde se encuentra la pastelería de su madre y me lo da. Creo recordar que hace un par de años, antes de que mis padres murieran, me llevaron a comprar mi primera tarta de cumpleaños. De todas formas, no estoy segura...
—¿Te ocurre algo?
—No.
Sonrío intentando cambiar de semblante. Guardo el papel y seguimos escuchando lo que los demás dicen. Cuando es mi turno puedo sentir su mirada clavada en mi nuca. Sé que es el chulito del fondo, aquel que no le dio buena espina a Theo, pero que a mí me ha matado su sonrisa.
—Será mi socia, ya lo verás.
Afirma Theo, interrumpiéndome. Ambos reímos, incluso el profesor que nos mira con adoración. Le hemos caído en gracia, sobre todo cuando mi compañero ha empezado a hacerle la pelota. Puede ser un punto a nuestro favor, pero también, en nuestra contra. Aunque debo admitir que a él le sale de forma natural.
—Después del almuerzo os enseñaré las cocinas donde practicaremos y haremos todos los exámenes, que hablaremos más tarde.
—Es pronunciar la palabra examen y tiemblo.
—Ya somos dos.
Nos deja salir antes al descanso y vamos a la cafetería. Varios de clase se asientan lejos de nosotros, pero el chulito no. Se acomoda a mi lado y las miradas entre ellos son realmente duras. Sin conocerse ya se han prejuzgado y no me quiero quedar al medio.
—¿Por qué elegiste hacer hostelería? —digo, rompiendo el hielo y la tensión entre ellos.
—Porque era lo único que llama mi atención, aunque debo admitir que no es una vocación como lo vuestro, parejita.
Su tono celoso me hace gracia. ¿Por qué los jóvenes somos tan tontos? Solo somos unos recién conocidos que ha conectado desde el primer instante, comenzando una gran amistad. No lo veo como novio, aunque sí podría verlo como un hermano, de esos que nunca fallan y están para lo que necesitas. Eso es lo que me ha transmitido Theo y sé que no fallaré, con él no.
—Te estás equivocando —dice Theo—, es la primera vez que nos vemos. Y sí, nos hemos caído bien ¿y qué?, ¿te molesta?
—Theo... —digo, queriendo que haya paz.
—Sí, me molesta que quieras arrastrarla a tus sueños. Tú tienes un trabajo asegurado pero ella no y engañar así de primeras a tus "amigos" me parece deprimente.
—Yo no estoy arrastrando a nadie a nada. ¿Lo estoy haciendo?
—Claro que no. —Me levanto y cojo la mochila y el almuerzo—. No me gustan las peleas, por lo que os voy a dejar disfrutar de vuestra tonta disputa. No me conoces para decir que me arrastran y si a ti tan mal te cae, no lo escuches.
Les dejo allí sentados hasta llegar a uno de los bancos del pasillo. Tengo cuidado en no ensuciar nada, ya me ha avisado la mujer de la limpieza. Todo parecía empezar bien, pero de pronto todo se jode por culpa de una tonta pelea. ¿Se conocerán ellos por eso están así?, ¿se ha puesto celoso Jeff porque soy "amiga" de Theo? No tiene motivos, además, no me gusta y él tiene novia. Le he visto el fondo de pantalla y era tan bonito. Su novia lo miraba de una manera que ojalá sentirme así por un momento o algún día en mi vida.
—Lo siento —dice Jeff, sentándose a mi lado—, no le conozco y a ti tampoco.
—No entiendo tu reacción.
—Ni yo las entiendo. Soy un incomprendido de la vida.
—Tienes la regla.
—Créeme que lo había pensado, sí, quizás sea eso. ¡Qué complicadas sois las mujeres!
Su voz pitufa y su gesto femenino me ha hecho reír. No le pega nada. Él es un chulito que no puede disimular su voz poderosa.
—¿Podemos comenzar de nuevo?
—Sin problemas.
Me tiende su mano y le correspondo. Bonita sonrisa con mirada misteriosa.
*Aquí tenéis a Jeff...
¡Vivirloqueros! ¿Cómo estáis?
Espero que os haya gustado este comienzo. Sé que los que leéis esta novela ya conocéis su final, pero creo que Marilyn merecía su historia. Os prometo que va a haber muchas emociones. ¡Espero que os guste su historia!
¿Qué os parece el comienzo?
¡Un besazo y mil gracias por seguir ahí!
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