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ONE

RAQUELLE

. . .

Miro mi teléfono asintiendo a cada cosa que dice mi prima y mi amiga, Allison Argent y Lydia Martin. Parando en un semáforo, Allison me golpea en la pierna haciendo que levante mi vista dejando de jugar al Pacman, ella me señala a la ventana y allí están mis amigos Stiles y Scott, el último siendo ex de Allison.

—¿Que no habías dicho que se iba a tatuar en un lugar lejos de aquí?—Me pregunta desesperada.

—Si, pero debe haber terminado.—Le explico mientras miro por el retrovisor cómo mi amiga se encoge de hombros.

—Ay Dios, Lydia has algo. Arranca, Lydia. ¡Arranca!—Dice mi prima 

—Pero la luz...-—Me giro a ver como Stiles baja el vidrio y con la mano lo saludo tranquilamente antes de que el coche de mi amiga se mueva muy rápido y yo caiga hacia atrás

—¿Sabías que cada año mueren más de treinta y dos mil personas y dos millones sufren lesiones por choques automovilísticos?. Aparte de que la mitad de las muertes están relacionadas con la conducción en estado de ebriedad y casi uno de cada tres, con el exceso de velocidad. Justo como ahora—Digo recordando la informacion que leí para un proyecto— Y yo, no sé ustedes, pero no necesito morir por ahora. Tenemos una cita triple esperando.

—Quelly, te adoro y te amo con toda mi alma pero no estas ayudando—Lydia me mira.

—¡Ojos al frente!—Le reprocho—Ally, ¿Estás bien?

Allison me mira y asiente. Lydia y yo nos miramos, no le creemos pero tampoco insistimos

De la nada se escucha el chirrido de una auto, mi prima y yo nos damos vuelta para ver a mis amigos frenar y quedarse quietos.

—Han parado. ¿Por que han parado?—Dice Lydia mirando por la ventanilla trasera, al igual que Ally y yo.

—Lydia, para. Tenemos que regresar y hablar con ellos —Dice Ally girando a ver a mi amiga. Lydia la mira unos segundos y frena el auto

—Son Stiles y Scott, ¿enserio quieres usar la lógica con ellos?—Digo mirándolos con una sonrisa.

—Quizás deberíamos volver—Dice Allison, un ruido me alerta y al darme vuelta un animal que no llegué a divisar bien se estrella contra el vidrio frontal.

Los vidrios rotos que colisionaron hacia nosotras no me impiden que ponga mis brazos alrededor de Allison ni de Lydia, tapándoles la cara por cualquier daño mientras que yo solo la bajo.

Allison se mueve primera y abre la puerta al igual que Lydia y por último yo.

—¿Estas bien?—Pregunta Scott a su ex. 

—Salió de la nada—Le responde ella.

—¿Te lastimaste?—Le pregunta Stiles a Lydia.

En estos momentos es en los cuales me siento fuera de lugar, a pesar de quererlos a todos, cada uno tiene a su pareja, ya sea de amistad o de ex novios o lo que sea.

—No, Raquelle llegó a cubrirnos—Dice Lydia y mis amigos vienen a mi.

—Quelly, ¿nos oyes?—Me preguntan pero yo no respondo

—Chocó con nosotras.—Digo mientras doy la vuelta al auto viendo el parabrisas roto. Un venado.—Tenía una vida por delante.—Me acerco al animal que está con la cabeza y parte del cuello dentro del vehículo, la sangre quedó en los vidrios y se vuelca por él. 

Un recuerdo muy tortuoso vino a mi mente.

—Mami, me da miedo la oscuridad.—Dijo Norah, mi difunta hermana, mientras Katherine Argent nos tomaba de la mano y nos llevaba a algún lugar entre todos esos colores negros y olores raros

—Lo se, Norah. Pero como el abuelo Gerard dijo; No es mejor cazador el que más caza, si no el que mejor conoce a su presa.—Nuestra madre me tomó de la mano y abre, lo que parece ser, una puerta—Por eso les traje un regalito por parte de la familia.

—¿Es una casita de barbies grande?, como la que vimos en el centro comercial—Pregunté, mi madre nos chistó y nos hizo entrar al lugar. Mi hermana tomó mi brazo y se aferró a él con su vida, o bueno la que le quedaba.

—No, mis futuras cazadoras. Quiero que sepan diferenciar entre humanos y monstruos—Dijo remarcando la palabra monstruo y justo en ese momento una luz cegadora nos impidió el poder visualizar pero luego abrimos los ojos con Norah y nos llevamos la sorpresa de que una,- actualmente con mi conciencia "adulta" y experiencia con Scott y demás se le llama hombre lobo-, criatura horripilante de ojos amarillos y colmillos junto a una cara rara y mucho pero demasiado pelo.

—Ma..-Mami, ¿que es eso?—Preguntó Norah mirando a la criatura

—Esto, hijas mías, es un fenómeno de la naturaleza. Nosotros, los Argent, nos dedicamos a proteger a los humanos. Criaturas como él—Dijo señalandolo con una mueca de disgusto—No deben existir.

—¿Por que?—Me animé a preguntar, mi mamá me miró con las cejas levantadas y cara de incredulidad.

—¿Por que?, les mostraré el por que deben proteger a los humanos—Kate tomó un palo que transmitía electricidad y se acercó a el peludo dandole una descarga. El bicho rugió con fuerza causando que mi hermana se alejara y mirara a mamá con admiración en sus ojos. Ese dia Norah aprendió a torturar y jamás volvió a ser la misma.  Pero pude ver el destello de dolor y tristeza del lobizón. 

—Parecía como si...Estuviera loco—Dijo Lydia sacándome de mi recuerdo.

Scott parece que percibió mis emociones y por eso ahora esta tomando mi mano. Stiles se une con nosotros en la tarea de ver al venado y aprovecha para frotar sus manos en mi espalda, dándome apoyo.

—De hecho estaba aterrado—Respondo mirando fijamente al animal. Una lagrima rebelde se me escapa de ojo.

[...]

Stiles como buen amigo que es, se ofreció a llevarnos a casa, excepto a mi que aproveché la falta del tio Chris y me quedé a dormir en la casa de Scott. 

Hablando de los McCall, ¿ya han probado los tacos de Melissa?, si no lo han hecho no tienen vida, en serio es como tocar el puto cielo con las manos.

Luego de tener una intensa discusión con Scott por quien duerme en la cama y quien en el colchón del suelo, yo me acosté en la cómoda cama mientras miraba con burla a Scott.

—Te detesto—Me dice mi amigo mientras golpea la almohada para que se pueda amoldar a su gusto.

—Y yo te amo—Le tiro un beso con mi manos—Por cierto, ¿que ha pasado con tu tatuaje?—Le pregunto ya que no ví nada en su brazo.

—Se desvaneció—Frunce el ceño

—¿Así cómo así?—Lo miro

—Si, solo...Se fue yendo de a poco, creo—Eso es raro.

—Podrías ir con el sexi alfa—Le digo mientras levanto las cejas arriba abajo

—Iugh, no digas eso...Es...Iugh.—La mueca de asco de mi amigo me hace reírme—Pero probablemente iré con el...-

—Por que él tiene un triskel en su espalda—Recuerdo el día en donde fui al bosque parapracticar con mis dagas y me topé con una casa incinerada, cuando entré me encontré con un glorioso hombre que hacia abdominales.

—¡Raquelle!, asquerosa.

—¿Qué?—Pregunto inocente

—¿Que?, ¿enserio me preguntas?—Me dice incredulo y yo le asiento—Puedo oler tus hormonas desde aquí y créeme...No es para nada agradable el aroma dulce y ácido al mismo tiempo.

—Lo siento—Me disculpo con una sonrisa—. Juro que trato, pero no puedo.

Scott me mira mal y se da la vuelta.

—Scott Gregorio McCall, no me ignores.—Me "enojo" con él—Bien, si tu me ignoras yo también puedo ignorarte—Me doy la vuelta dandole la espalda a mi amigo. 

Unos segundos pasan antes de que ambos riamos como bobos, pues no podemos dudar mucho enojados.

—Duérmete de una vez, Terremoto—Abro la boca ofendida por ese apodo

—Scott

—¿Que?

—So.

Me río como tonta—Eres una Babosa—Me dice

—Y tu un Pendejo—Trato de decir la ultima palabra con un acento Mexicano 

Chaparrita—Achico los ojos tratando de entender el significado

—Me rindo, tu Mexicano es mejor que el mio.—Apreto los labios enojada antes de que un bostezo saliera de mi boca—Hasta mañana, Gregorio

—Hasta mañana, Artemisa—Se burla de mi segundo nombre al igual que yo.

—Vuelves a llamarme así y te cortaré las pelotas—Le advierto en tono serio. Oigo como él traga en seco—Es broma...Pero si lo dices de nuevo no lo será.

Y con esa amenaza Scott Gregorio McCall se auto exigió dormirse y pronto yo cai en el sueño.

[...]

La alarma de McCall suena por toda la habitación provocando que yo me coloque la almohada sobre mi cabeza tratando de apaciguar el ruido

—Gregorio, apaga esa cosa—Me quejo mientras paso mis manos por mi cara.

—Lo siento. Lo siento—Escucho como él aprieta un botón y el sonido para.

—Gracias—Digo sentándome en la cara soltando un bostezo, tallando mis ojos.

Al desperezarme logro ver como mi amigo se sube con una mano a una barra de gimnasia. 

—¿Me podrías pasar La llamada de la selva de Jack London?—Lo miro sin saber cual ese. Detesto leer es por eso que reprobé literatura.—Está en la pila de alli—Señala a la gran hilera de libros.

Me levanto y tomo el libro viendo la portada de un bosque en blanco y un lobo en el medio con el mismo color junto con las letras en dorado. Se lo doy y le miro

—¿Aun tienes mis cosas aquí?—Le pregunto aun sabiendo la respuesta.

—Si, jamas las viniste a buscar asi que se quedaron—Me responde mientras hace flexiones en la barra con una mano y con la otra pasa de pagina sin despegar la vista.

Asiento an que él no me vea y me voy al baño, me miro en el espejo y mis ojos están entrecerrado con un hilo de saliva seca y mi pelo es un embrollo

—Tranquilamente podría ser un espantapájaros—Murmuro a la nada. Salgo sosteniendome del umbral de la puerta del baño—Scotty, no te importa que use la ducha, ¿verdad?—Le pregunto

Él se baja del caño y me mira—Bien, pero no uses mi shampoo—Me advierte.

—¿Por que?, ¿ por que me deja me deja el cabello hermoso y a ti no?—Le reto con la mirada

—No, por que tu lo gastas casi todo.

—No te creo, ¿estas celoso, Potter?—Me burlo.

—Ya, métete a bañar, sucia. Incluso sin mi olfato de hombre lobo puedo oler tu hedor.—Se queja mientras mira el computador y la palabra que aparece. Por que si, el año pasado Scott era un desastre en la escuela y ahora quiere ser un poco más "organizado". 

—¿Como te atreves?—Le digo fingiendo enojo antes de levantar mi brazo y aspirar el aroma de este—Si, tienes razón.

—Efímero. Que dura poco o es pasajero—Lee la palabra.—¿Tienes alguna palabra para mi?

—Si, Desoxirribonucleico—Le digo recordando cuando hice un trabajo con Greenberg y uso su "bebé", el diccionario gordo de Petete era.

Scott se da vuelta bruscamente—¿Qué?—Me pregunta confundido y yo me encojo de hombros yendo al baño

—Tu me pediste, yo te lo dí—Le aclaro.

Una vez en el baño, me despojo de mi ropa y la dejo en el cesto de ropa sucia

—Por Dios, Scott, pon a lavar esto—Me quejo al oler la ropa de días de mi amigo.

Sacudiendo la cabeza, abro el agua de la ducha y meto un pie y luego el otro hasta que quedar adentro. El agua tibia recorre mi cuerpo al igual que el jabón, mis manos llegan al shampoo y lo paso por mi cabeza creando una masa de espuma en todo mi cabello. El agua quita todo y con mi otra mano tomo el acondicionador, colocandolo. 

Luego de mi ducha de al menos unos treinta minutos, salgo y noto que no me fijé en que no hay toalla de baño.

Con un suspiro me preparo para gritarle a Scott—¡SCOTT!—Mi grito resuena por el baño—¡Tráeme una toalla!

Las pisadas de mi amigo se hacen más fuertes hasta abrir la puerta—¿Estas desnuda?—Me pregunta a lo que yo ruedo los ojos

—Scott, puedes pasar.—Escucho cómo la puerta del cuarto de baño se abre provocando un mini rechinido. 

Los ojos de mi amigo están cerrados mientras con una mano tantea para no chocarse con algo y con la otra me da una toalla color morado. Cuando está lo suficientemente cerca le arrebato la toalla envolviéndola alrededor de mi, Scott se da la vuelta, aun con los ojos apretados, y vuelve a hacer el mismo camino 

—Scott, ten cuid...- y lo hiciste—Escucho cómo la puerta del baño es golpeada con fuerza y el cuerpo de mi amigo cae en el piso.

—Auch, estoy bien. Estoy bien—Scott se para y se da vuelta caminando de costado hasta abrir la puerta y salir.—Exagerado.

Me acerco a la gaveta que se encuentra al lado del  inodoro y lo abro para sacar ropa interior junto a un jean negro de los míos y una remera del mismo color apretada. 

Al salir del baño me encuentro a Scott con un glosario en la mano tocando repetidas veces una cosa.

—Se encuentra en el núcleo de las células y constituye el principal constituyente del material genético de los seres vivos. Desoxirribonucleico—Me mira luego de leer.

—Correcto.—Lo miro con una sonrisa de orgullo.—Cambiando de tema, ¿tú ya estás?.

Scott asiente. Un mensaje de mi prima me llega

Ally

Papá llegó.

Me preguntó por ti y le respondí que estabas en la escuela.

Creo que no me creyó y que va llamar para saber si estas allí

Me

Okey...

Fuck, tu padre me descubrira y matara a Scott

Ally

¿Estas con Scott?

Me

Si, te lo he dicho...

Lo siento olvidé decirte.

Ally

Esta bien

Entonces no te llevo yo, ¿cierto?

Me

nope. suerte con Lyds


Y con ese ultimo mensaje apague la pantalla y mire a Scott que tomaba dos chaquetas de él.

Una con un estampado viejo y en el costado del brazo derecho tiene una bandera de Estados Unidos.

En cambio la mia, es un poco gtrande ya que es de Scotty, es una chaqueta de cuero negra.

—¿Lista?—Me pregunta Scott y yo pienso en algo más.

—No, espera—Voy al armario de mi amigo y rebusco entre las cosas hasta encontrar un cinturón negro con evilla plateada—Ahora si.

[...]

Bajando de la nueva motocicleta de Scott, que por cierto ahorro y la pudo comprar él solito, me saco el casco.

La moto era verde y en el frente tiene grabado el número treinta y dos.

Scott antes de bajar mira algo atrás mío y yo me doy vuelta abriendo la boca de par en par. Dos motocicletas de último modelo yacían al frente nuestra.

Miró a Scott y veo su cara de cachorro—Me gusta más la tuya. Las dos personas que son dueñas de...Esas monstruosidades deben ser presumidos.—Le aseguro. Aún que me gusten mucho

Baja Scott y ata los cascos con una cadena y guarda su llave. Ambos vamos a la entrada y en ella me topo con Allison y Lydia, me giro a Scott.

—No mires para el costado—Le advierto y él me hace caso...De seguro huele el perfume de Allison.—Iré con ellas, ¿okey?—Le pregunto y él asiente.

Lydia estaba de espaldas mirando a Ally y comienzo a caminar más despacio hasta llegar a ella y asustarla por atrás.

—¡AH!—Da un salto por el susto.—Tonta, casi me matas del susto.—Dice mi amiga poniéndose una mano en el corazón mientras Allison y yo reímos.

—Lo siento...Es que—No puedo dejar de reír y eso complica mi habla—Fue muy tentador—Digo limpiándome una lagrima falsa.

—Ja, ja, ja. Mira cómo me río.—Dice mientras sus brazos son entrecruzados.

—Perdona—Le miro haciendo sacando mi labio inferior.

—Bien—Me dice después de meditarlo—Pero entremos que en breve comenzarán las  clases y tu...No puedes faltar a literatura—Me reclama mirándome.

—Detesto Literatura. No puedo estar en literatura. Moriré si voy a literatura—Exagero mientras empezamos a caminar.

Luego de ir a mi taquilla y, lamentablemente, tomar mis libros de literatura, acompañamos a Ally hasta su casillero.

—Novatos, cientos y cientos de novatos—Dice mi amiga del otro lado de mi prima.
Varios chicos pasan por los pasillos.

La pelinegra toma sus cosas—Querrás decir carne fresca. Lydia tienen catorce años.

Lydia se encoje de hombros—Algunos son más maduros que otros.

—¿Sabes?, está bien ser soltera, concentrarse en ti un tiempo y esforzarte por ser mejor persona.—Dice Allison tomando su agua.

Miro a Lydia y nos burlados de mi prima con la mirada.

—Allison—Lydia la llama y mi prima cierra la taquilla—Te adoramos, así que si necesitas hacer esa cosa en la que hablamos sobre mí y pretendemos que no estamos hablando sobre ti. Está bien.—Miramos a Allison que ella niega con la cabeza—Pero...No quiero novio—Lydia me mira y luego apoya su brazo en la taquilla de al lado de Allison.—Quiero una distracción.

—Y yo...Alguien con quien pueda practicar con mis dagas y no se asuste o me llamen loca—Digo recordando a mi ex cita. Me llamó loca por ponerle una manzana arriba de su cabeza y lanzar mi daga para partir la fruta, –Que por cierto la partí al medio–, y lograr mi objetivo.

—Si...Tal vez no deberías hacer eso en la primera cita—Dice mi amiga.

Y cómo por arte de magia, dos chicos parecidos en chaqueta de cuero con toda esa onda de Badboy caminan por el pasillo con una entrada espectacular, debo admitir que eran muy atractivos.

—Quiero al heterosexual—Les digo a las chicas mientras sonrío viéndolos.

—¿Cómo sabes que...-? —Allison se calla al darse cuenta que el de la izquierda le guiña un ojo a Danny que estaba sacando sus cosas.—¿Mellizos?—Pregunta.

—Gemelos—La corrijo viendo al de chaqueta de cuero negra justo cómo la mía, solo que la de él es más a su talla. Juro por el amor a las Oreos que él chico me sonrío. Lo juro.

Luego de esa...Acalorada y primera presentación de los gemelos atractivos, entramos a la clase que más odio y que jamás me cansaré de decirlo; Literatura.

Tomo asiento detrás de Stiles. Él me ve y pone su puño al frente mío para que lo choque en modo de saludo, cosa que hago.

Volvemos la vista al frente y veo a un Scott ansioso hablando con Ally. Este se gira a vernos y Stiles le alza el dedo gordo en forma de correcto y yo me doy una palmada en la cara mientras coloco las cosas con desgano.

Un mensaje me llega al célula y luego  comienza a sonar o vibrar los teléfonos de cada uno del salón. Miro la pantalla.

—El horizonte se interrumpía por un banco negro de nubes y el canal del calmo que lleva a los extremos confines de la tierra y fluía sombrío bajo un cielo cubierto, parecía conducir hasta el corazón de una gran oscuridad— Unos tacones resonaron por el salón y de este se hizo presente a una mujer joven de ojos claros y cabello castaño—Esta es la última línea del primer libro que vamos a leer.

Suelto un quejido lastimero y aparentemente no fue tan bajo ya que la mujer y las personas presentes me escucharon.

—¿Sucede algo, señorita...?—Me pregunta y tardo unos segundo en entender que quería que dijera mi nombre.

—Argent. Raquelle Argent—Digo mirándo cómo los ojos de la profesora muestran, muy en el fondo, curiosidad.—No...Es solo que olvidé algo...En casa, si...En casa—Mi terrible excusa le hace aceptar y seguir.

—Retomando, también es el último mensaje que recibirán en esta clase.—Dice. Y cómo yo no soy muy buena obedeciendo gente, solo me dedico a mirar por última vez la pantalla antes de ponerlo en silencio.

La clase comienzo cuando la profesora se pone a leer el libro y yo coloco el libro en alto para poder poner mi celular celular el medio del libro y así poder jugar al Pacman.

—¿Señor McCall?—La profesora lo llama y él nos mira extrañado.

Lamentablemente tuve que guardar mi teléfono cuándo la profesora empieza a caminar por el salón.

—Lydia. ¿Como te has hecho eso?—Pregunta Stiles.

—Fue Prada.—Responde

—Si llegas a decir o preguntar que su referencia es hacia su bolso de Prada, juro por el amor a las Oreos que te patearé el trasero por tonto—Le advierto a Stiles metiéndome inconscientemente a su conversación

—No lo harías—Me reta Stiles

—Pruebame—Le sigo

—¿Hello?—Nos llama Lydia.

—Oh, si. Bien, ¿y si es lo mismo que con el venado?. —Dice amigo

—Como cuando los animales reaccionan ante un terremoto o algo así.—Le digo entendiendo la referencia de Stiles.

—¿Que quieren decir?, ¿Va a haber un terremoto?—Nos mira Lydia.

—O algo más grave—Dice Stiles—Quizás significa que algo malo va a pasar.

—Un venado y un perro—Lydia empieza a maquinar.

—¡Stiles!—Murmuro un poco fuerte cuando se me ocurre una opción—¿Y si es cómo tú dices?; Uno es un accidente.

—Dos es una coincidencia—Me sigue la frase.

—¡Y tres es un patrón!—Decimos lo dos al mismo tiempo

—Pero si es un patrón...¿Cuál es la tercera?

Y justo en ese momento sentimos el miedo. Un cuervo se estrella contra el vidrio del salón. Luego otro y otro y cuando me levanto para ver, eran cómo una manada.

—¡AL SUELO, TODOS!—Grito dando la vuelta acercándome a Allison para cubrirla, se que Stiles cubrirá a Lydia.

Cuando los cuervos dejan de volar y ninguno queda, me levanto a ver al salón y como algunos estaban bajo los pupitres o mesas incluso algunos se tapaba entre otros.

—¿Estás bien?—Le pregunto a Allison, ella asiente y luego me mira.

—Raquelle—Suspira con miedo.

Ya sabía cómo me encontraba, se que tengo cortes y moretones por todos lados.—Lo se, no importa.

—¿Estás loca?, ¿no importa?—Su mirada de incredulidad me dice todos los insultos posibles y por haber.

—Estoy bien.—Le aseguro y veo a mi tío entrando por la puerta.

—La próxima vez las quiero en casa—Lo dice para las dos pero se que refiere a mi.

—Pero, papá, ¿El venado y ahora esto?.—Dice Allison.

—Stiles y yo creemos que es un patrón.—Digo pensando. Ya van tres cosas...Pero hay algo que no termina de encajar en mi mente.

—Lo se.—El tío Chris nos dice a las dos.

Me acerco a Allison y la abrazo por el costado mientras con la otra mano jalo a mi amiga para que se una al abrazo. Las tres estamos allí, unidas hasta el fin. Solo...Las tres mosqueteras, el trio de oro, las superpoderosas, solo nosotras.

[...]

—¿Soy yo o Beacon Hills se está convirtiendo en el hogar de lo sobrenatural?—Dice Lydia arreglando su maquillaje.

Pues verán, luego de que sucediera lo de los cuervos, convencimos al Argent mayor, pero no tan mayor, para que se fuera ya que estábamos bien... Y bueno después caminamos hasta el casillero de nuestra amiga y nada más.

—Tal vez. De hecho no lo dudo.—Digo dando la vuelta pero una chica morena de ojos y cabello cataño nos frena, parece que está desesperada.

—¿Donde está Scott McCall?—Pregunta mirando hacia todos lados con frenesí.

Allison la mira de arriba a abajo

—Eres Allison,—Mira a mi prima—Y tu Raquelle, ¿Cierto?

—Si, ¿cómo sabes...?—Allison trata de preguntar.

—¿Donde está Scott?—Vuelve a preguntar.

—No lo sabemos, se ha ido.—Le digo tratando de calmarla.

—¿Va a regresar?—La mujer nos pregunta y las tres nos miramos.

—No lo sabemos—Responde mi amiga.

La chica toma a Lydia y Allison por la muñeca y las apreta.

—Aléjate de ellas—Me voy a acercar a atacarla pero noto en su mirada ese...Miedo, está asustada y necesita mostrarnos algo.  Por alguna razón me quedo en mi lugar.
Ella me mira agradecida antes de que su vista se enfoque en alguien atrás nuestro y luego se vaya.

Al voltear solo alcanzo a ver la chaqueta de cuero...Esa chaqueta de cuero.

Allison se aleja unos pasos y yo me acerco a Lydia tomando su mano con cuidado.

—Me dejó amoratada—Se queja mirándome.

—Si, lo noté.—Digo extrañada, de algún lado conozco esa marca...No puedo explicarlo muy bien.

Tio Chris, sin saber lo que acaba de pasar, se acerca a nosotras.—Vamos a irnos. La escuela puede esperar otro día.—Nos dice llevándonos hacia afuera.

En otras circunstancias me hubiera puesto feliz y saltaría por todos lados yendo a buscar helado de limón para ver una serie en Netflix...Pero ahora, ahora es diferente.

Llegando a casa bajamos del auto y subimos a la habitación de Allison. Su habitación no estaba decorada y por eso ella nos pidió ayuda...Honestamente soy un asco en ma moda, si es negro combina con todo y si es blanco se mancha con todo. Esa es mi regla.

—Quedaría mejor este.—Dice Lydia colocando una de las cosas con muestra de pintura. Que raro, es de color rosa.

—Lyds, Allison no quiere rosa...—Veo un gris medio claro medio oscuro y lo coloco a unos centímetros de Lydia.

—No lo se, este me gusta mucho.—Allison toma uno celeste gastado y lo pone al lado de mi amiga.

Miro unos segundos el color antes de regresar mi vista al mio y luego al de Allison, mis ojos viajan a su muñeca y tiene el mismo logo que Lydia.

—Lydia, mira—Me muevo tomándo la mano de ella y la de Allison. Las uno y se muestra un símbolo. —Lo sabía.

Ambas se miran y me miran.

—Esto sin duda es mas que un patrón...Es un problema sobrenatural que requiere de nuestra existosa ayuda.

Y pues así es y será siempre juntas.

[NOTA DE AUTORA]

MI GOSH...He tardado mucho por que yo cuando escribo un capítulo, ssco tres partes o mas bien opciones y puede que me gusten los tres entonces deba escribir algo con coherencia...

Soo, a mi personalmente me está gustando.

No se a ustedes.

En fin...

Tengan bonito día, tarde, noche o el horario en el que esten.

Les ama, Luu

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