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FIVE

RAQUELLE

.  .  .  .
 

El auto de Allison, que por cierto pedí prestado sin que lo supiera, se dirige al banco nacional de Beacon Hills.

¿Como llegué hasta aquí?, fácil; Deucalion. Se resume en una nota más una amenaza oculta en palabras suaves.

Al llegar, el auto es frenado por mi pie en el lugar de los controles, tomo mis dagas y coloco una en mi cinturón y la otra la escondo detrás de mi pantalón, trato de acomodar lo más posible con la chaqueta.

Cierto la puerta con las llaves y a estas las escondo en una rueda. Una vez que verifico que no se vea nada, empiezo a caminar.

Abro la puerta con cautela y miro a todos lados, camino con dificultad ya que no quiero hacer mucho ruido y que me vengan a tomar desprevenida.

Sigo andando hasta que da a un lugar solitario, a excepción de Scott e Isaac. Tarados.

—Deben estar bromeando.—Digo provocando que ambos se sobresalten, llego detrás suyo y cruzo los brazos.

—Raquelle, yo...- Eh, venimos por que...—Enpieza a tartamudear.—¿Que haces tú aquí?—Scott pregunta finalmente.

—Primero, ahórrate las excusas. Segundo, luego hablaremos. Tercero, amenaza.—Digo enfadada, empiezo a caminar sin rumbo alguno, ya que necesito escanear el perimetro. Por las dudas.

—No han venido solos.—Una voz me hace girarme. Deucalion está en su típica pose que quería mostrar tranquilidad, pero puedo verlo. Sus gestos inconscientes me hacen entender lo nervioso o ansioso que se encuentra.

¿Que estás ocultando?, me pregunto en mi mente y trato de ver disimuladamente para que no se diera cuenta.

—Él es Isaac y ella...A Raquelle ya la conoces.—Al escuchar eso miró al frente y levantó mi mano para sacar el dedo medio y apuntarselo a el mayor.

¿Que quieren que haga?, ¿desaprovechar una oportunidad cómo esta?, no y no.

Scott bajo mi mano rápidamente y yo lo miro de mala manera. Isaac sonríe de costado.

—No estoy hablando de ellos.—Miro confundida a Isaac y él me niega, haciéndome saber que tampoco entiende.

Unos pasos resuenan y todos volteamos a ver, Derek. Derek camina transformado mostrando sus colmillos amenazante. Detrás de él están Vernon y Cora.

 —Sabias que iba a hacer esto.

—¿Hacer que?.—Pregunto en voz baja y soy callada por el rubio.

—Derek, no. No puedes hacerlo sin que nadie resulte herido.—Scott empieza hablarle y yo miro a Deucalion, algo anda mal. Algo esconde.—Si alguien más muere...

Mientras hablan me voy acercando unos pasos al que se dice llamar alfa de los alfas. Él parece persivirme ya que mira en mi dirección y sonríe.

—¿Que no estas ciego?—Susurro para mí y él baja sus lentes para guiñarme un ojo.

 —Bueno, él. Solo él.—Dice Derek caminando hacia aquí.

—Bueno, ¿cómo un ciego puede moverse por un sitio así...Sólo?.—Miro a Scott y luego giro a ver al alfa.

No está solo. Eso era lo que ocultaba, no vino sólo.

El ruido de unas raspaduras en la pared se hacen presente y la loba alfa es la causante, o más bien dicho sus sucios pies raspando con sus uñas una columna por la cual baja. Sus ojos se iluminan en un rojo oscuro total.

Isaac se acerca a mi y me jala hacia él con fuerza, un lobo de la manada alfa pasa al lado nuestro gruñendo a su paso.

Boyd y Cora se acercan a nosotros y parecen que nos resguardan. 

Creí que no podría haber más incomodidad en este momento de tensión, pero me equivoqué al verlo.

Aiden y Ethan estaban arriba de las escaleras caminando a su modo tranquilo sin camiseta. Aiden baja la cabeza y conectamos miradas, hazel y café.  Molestia y arrepentimiento, odio y lastima. Tan pronto como conectamos miradas, él la retira. Cobarde. No puede ni verme a la cara.

Los segundos de presión finalizan en cuanto Derek ataca primero. Idiota, siempre defiéndete ya que cuando el oponente se canse tendrás más ventaja, por que no gastas energías.

Derek se tira sobre Kali, la alfa. Esta se avalanza contra él. 

 Aiden y Ethan se arrojan del segundo piso y se unen en el proceso creando a Aidethan, Ethaiden o whatever.

Con mi mano la llevo a mi cintura y tomo la daga, el lobo alfa que nos gruñó se acerca a mi con intención de atacarme, con la daga en mi mano me preparo en posición de defensa. Saca sus garras y poniéndose cada más cerca. Con sus garras trata de darme un zarpón pero llego a agacharme hacia atrás y clavarle la daga en la mano.

Él sonríe con burla sabiendo que se va a regenerar pero yo me adelanto y sonrío aún mkás cuando veo cómo su sonrisa se desvanece hasta hacerse una de dolor.

—El acónito puede ser muy peligroso para los lícantropos, ¿cierto?—Me hago la tonta y luego escucho una pared romperse, Los gemelos tiraron a Scott contra la pared con fuerza. 

Miro al lobo de al frente mío y sus ojos titilan por dos o tres segundos. ¿Se va a morir?.

Sin importancia me doy vuelta para querer ir a ayudar a mi amigo pero el brazo del alfa me hace caerme al piso en un ruido sordo. Mi cabeza pega contra el piso, con dolor abro los ojos ya que los había cerrado por el impacto. 

El alfa ahora estaba contra el piso y Eidethan estaba mirandolo con los ojos rojos antes de volver al trabajo de atacar a Scott e Isaac. 

Reuniendo toda mi fuerza, me levanto de un impulso. Mi mkano viaja hasta mi bota y saco la última daga que tengo. Miro al frente y Deucalion esta sonriendo ante la imagen del panorama; Cora contra el suelo siendo aplastada por el pie sucio de la antihigienica alfa, Vernon en el sueo con borbotones de sangre. 

Camino con un poco de dificultad y me acerco a Derek antes de que haga algo impulsivo, coloco mi mano en su hombro. 

—Matalo. Da el primer paso.—Le dice el ciego viejo al lobo en el cual tengo mi mano en su hombro.

—Derek, piensalo bien.—Digo tra5ando de calmarlo. O bueno, de hacer tiempo.

Uno...

Dos...

Tres...

—¡ABAJO!.—Les grito a mis amigos y a Derek. 

Unas luces segadoras nos aturden a todos los presentes. 

Había visto a Allison cuando yo estaba en el piso. Ella hizo un saludo que entendíamos entre nosotras.

Aprovechando el momento, me agacho tratando de moverme para llegar al que inició toda esta mierda.

Deucalion esta subiendo las escaleras tratando de escapar. Negando empiezo a acelerar mi paso hasta llegar a él. 

—No te irás de aquí, Deucalion.—Le grito—Soy una cazadora, cazo desde que nací. Puedes tener super fuerza y rapidez, pero jamas tendrás lo que yo tengo...Entrenamiento.—Me doy la vuelta empuñando mi daga y la lanzo con toda la fuerza que tengo, cae en su mano. Deucalion estaba atrás mio lo cual me dio tiempo a poder escucharlo. Él con la poca paciencia que le queda se acerca a mi para rasguñarme. Doy un paso para atrás, esquivarlos. No tengo armas, no dagas, no flechas, no nada. Solo me queda cubrirme y defenderme pero no atacar.

Atrás, atrás y atrás, sigo moviéndome tratando de esquivar los golpes pero, sin darme cuenta, resbalo del piso y caigo en una corniza, por suerte llego a sostenerme de la punta, por mala suerte, estoy en la punta. Estoy prácticamente a  mas de dos metros del suelo. 

Deucalion sonríe y se da la vuelta mientras sostiene su mano adolorida.

Con mis fuerzas trato de subir, mi mano izquierda se desliza hacia arriba tratando de mantenerme y poder subir.

Puedo oír los gritos de mis amigos pero acoplo toda mía atención en no morir. Mi mano derecha se dobla en un intento de impulsarme hacia adelante. La desesperación no me dejó pensar claro ya que era obvio que con una sola mano no iba A poder tenerme.

Mi mano izquierda se va resbalando por el sudor y cierro los ojos tratando de pensar en opciones.

—Cierra los ojos, relaja los músculos, respira tres veces, flexiona las rodillas. Tienes que caer parada, no importa cuanto dolor sientas, caer parada disminuirá las posibilidades de morirte, puede que te quiebres algo pero es mejor a morir. Cúbrete con los brazos tu cabeza y trata de moverte hacia un lado, pero jamás hacia atrás. ¿Entiendes, Cariño?, jamás hacia atrás.

Es cómo si en este momento sintiera la presencia de mi madre y me hablara que oído mientras me reconfortaba en un abrazo, claro que antes de todo lo que sucedió después.

Al abrir los ojos, sigo las instrucciones de mi madre imaginaría y con algo de valor lo hago. Me tiro.

Una frenada me hizo rebotar, creo que estoy muerta. Mis brazos son extendidos y sostenidos por alguien que me hacen levantarme hasta estar en tierra firme.

No quiero abrir los ojos, pero necesito ver. Necesito ver quien es.

Aiden, él estaba ahí, separado de su hermano. Su hermano estaba en el suelo lo que me da a pensar de que se separaron de repente, sin aviso.

Aiden está al frente mío con la respiración irregular y sus colmillos salientes junto a sus ojos rojos. Nunca noté que sus manos me tenían hasta el momento en el cuál Isaac lo derriba pensando que me atacaría.

—¡Isaac!.—Le grito al ver como empiezan a pelear. Una vez mi cuerpo puede ser respondido por mi cerebro, corro. Corro hasta el lugar en el que están.—Isaac, para. Para. ¡BASTA!.—Mi voz sale más fuerte de lo que esperaba pero al menos él para de golpearlo.

Y de pronto todo se vuelve lento, Scott es arrojado a un lado por Derek, cuándo este comienza a pelear con Ennis. El Hale del medio tira del alfa y sin darse cuenta ambos caen. La espalda de Ennis choca contra la escalera y Derek rebota cayendo en el suelo con un ruido sordo.

No puedo creerlo. No puedo creer que Derek Hale haya muerto.

[...]

Llego a casa con el cuerpo pesado y camino hasta mi habitación, sin ver a Allison ni hablar a Chris.

Al entrar veo mi cama desordenada, tal y como la dejé. Con mis pocas ganas de vivir que me quedan me siento en la cama y me acuesto lentamente de costado para tratar de dormir.

—Auch.—Me quejo al sentir un fuerte dolor en mi hombro. 

Yo me levanto y voy hacia el baño, donde enciendo la luz y cierro la puerta.

El espejo que se encuentra arriba del lavavo me muestra a mi misma en un estado no tan común. Sacudo la cabeza y mi vista se fija en mi remera.

Con cuidado paso los dedos por donde me afectó la zona al tratar de dormir, y me vuelvo a tocar provocando que un quejido salga de mi.

—Mierda.—Con ayuda de mis brazos saco mi camisa y la tiro por algún lado del lugar en el que estoy.

Mis ojos se desvían a la tarea que estaba por hacer, mirar mi herida.—Carajo.

Mis ojos no se quieren abrir más por que no puedo hacerlo. Un rasguño yace en el lugar dónde creía que era un raspón.

Ahora todo se revela. Todo es más claro. Deucalion no sonreía por qué yo estaba entre la posible muerte de caer en la cornisa. Él sonreía por que me había clavado sus garras de alfa en mí.

—Mierda, mierda y más mierda.

¿Cómo haré siendo una loba y una cazadora al mismo tiempo?.

¿Tendré que hacer cómo Victoria?, ¿matarme por ley?. Pero si estamos en una nueva época, ¿cierto?.

Mi respiración se traba y se acelera al mismo tiempo. Si antes mi cuerpo era pesado ahora parece hecho de plomo.

Caigo de rodillas al suelo y con mis manos me empujo hasta llegar a un costado del baño, en un rincónsito. Mis lágrimas caen. ¿Que haré ahora?.

[...]

Miro la hora en mi celular, 14:40, se supone que Scott y Stiles tendrían un viaje para los jugadores de Lacrosse y yo estoy invitada pero no iré. No después de saber que hay probabilidades de ser una mujer loba.

Ni siquiera suena bien mujer loba, por lo tanto diré mujer lobo.

He escuchado a Allison hablar con Lydia para ir a perseguir a su ex, Scott. Me quiso incluir pero con desgano le dije que no por que tenía sueño. Se lo creyó...Supongo.

Con un suspiro corro las mantas para sentarme en mi cama. Mi cabeza explotara de tantos pensamientos. Pero hay uno. Uno que sigue molestandome desde mis entrañas.

Probablemente pasar tiempo con Stiles hizo que mis dudas se aumentaran al igual que mi curiosidad. Es por eso que levantándome  tomo mi buzo grande y mis zapatillas para emprender camino hacia el lugar en donde todo comenzó.

[...]

Al llegar, bajo del auto cerrando con las llaves y emprendo mi camino hacia adentro.

El lugar sigue siendo tétrico y hace frío.

Entro y camino hasta llegar al piso en donde casi me caigo de no ser por Aiden...Aiden. ¿Cómo estará él?. Se que es mi enemigo pero no puedo evitar pensar en él.

Él también perdió a alguien de su manada. O eso creo.

Miro hacia abajo y bajo por las escaleras en las cuales ellos dos cayeron. Toco la escalera y me voy moviendo por ella. Bajando veo un camino de sangre.

Giro a un lado poniéndome en cuclillas, la escalera mecánica tiene rastros de sangre, de manos, cómo si se hubieran levantado  con dificultad.

Mi pregunta aquí es donde llevaron los cuerpos. Si alguno logró sobrevivir e irse, con dificultad.

—Si las manchas no me fallan...Derek, estás vivo.—Susurro mirando al camino.

Una punzada en mi brazo hace que deje de pensar en Derek y dirija mi mano allí. La sangre mancha mis dedos. Algo no está bien y necesito saberlo, necesito saber que sucede y solo hay una persona que sabe de muchas cosas.

[...]

La puerta de la clínica veterinaria es abierta por el dueño del lugar quien me recibe con una cara de confusión.

—Se que es raro verme por aquí pero necesito tu ayuda. En verdad la necesito.—Él asiente y me deja pasar.

Entrando me dirijo a la sala dónde cura a los animales y me subo a una camilla.

—¿Quieres algo de tomar?—Me pregunta cuando ve cómo empiezo a jalar el buzo.

Yo le asiento.—Un café estaría bien.—Veo cómo sale de allí y desprendo mi buzo quedando en camiseta de tirantes.

—Aquí tienes.—Deaton me dice mientras me tiende el vaso de poliespuma.

—Gracias.—Llevo el vaso a mi boca y dejo que el líquido pase por mi garganta, saboreando.

Con un carraspeo trato de calmarle, mi brazo es doblado hasta que se ve la bandita que me he puesto.

—Anoche hubo una pelea. La manada de los alfas y nosotros.—Empiezo a relatar los sucedido mientras hago pequeñas pautas para tomar mi café.—Allison los distrajo a los alfas y eso le dio tiempo a Deucalion para escapar. Yo no lo dejaría ir. Jamás lo haría y menos con todo lo que hizo.

El enojo se apodera unos segundos en mis venas pero tomo unas respiraciones y vuelvo a estar en mi.

》Llegué a buscarlo y entré pelea y pelea, logré lastimaron con una daga bañada en acónito. Peleamos un poco más y resbale por una cornisa. Ai..-

Me frenó a mi misma en cuánto casi digo su nombre.

Los ojos de Deaton se fijan en la herida.

》Jamás me di cuenta que él estúpido que le dicen llamar lobo alfa de los alfas me había rasguñado con sus feas garras de lobo.—Me quejo con una mueca.

—Necesitas saber si te convertirás.

—No, necesito saber si moriré. No ha curado.—Suspiro con desgano, Deaton toma unos guantes y se los coloca mientras se mueve buscando cosas.

—¿Puedo...?—Me pregunta antes de tocar la herida.

—Si, claro.—Le respondo a lo que él enciende una luz.—Si te sirve de algo, es de anoche. Por la experiencia del kanima, se que puedo ser cualquier cosa. Y preferiblemente no quiero ser un lagarto humano.—Digo con una mueca de dolor
Deaton había tocado el área.

—Pues no puedo ser de mucha ayuda pero se que no morirás. —Dice Deaton apagando la luz y sacándose los guantes mientras busca algo para desinfectar mi herida.—El rasguño tiene que ser muy profundo para que afecte al herido...Y esto, es un poco superficial. Si, es profundo, pero no lo suficientemente para afectarte.

Suspiro con una sonrisa que se deshace en cuanto el algodón con liquido desinfectante hace contacto en mi piel.—Mierda. Lo siento.—Me disculpo por decir un insulto.

—Está bien.—Me dice.

La campana de la puerta de entrada suena provocando que frunza mi ceño y él me mire con cautela.

—Ve al armario y escóndete allí. No salgas hasta que dé una señal.—Siguiendo a sus ordenes sin rechistar, camino al armario del costado y trato de no hacer ningún ruido, no pienso preguntar. Después de todo el es el sabio.

Deaton abandona la habitación y unas voces se escuchan, no logro distinguirlas ya que están a una distancia no prudente para mi audición humana. Luego se escucha el click de la abertura de la puerta. 

Los pasos de varias personas se escuchan y cierro un poco más la puerta del armario pero dejándole un poquito abierta para poder ver de quien se trata.

—Mierda.—Susurro tapando mi boca con mi mano. Ennis estaba en un estado deplorable, en parte se lo merece.

Deaton mientras camina entrando mira al armario, justo a mis ojos y me niega disimuladamente, no quiere que salga. No ahora. No con los alfas al frente.

Deaton se acerca a la mesa dónde ayuda a los animales y coloca a el alfa herido en esta. Aiden y Kali están ahí, presentes.

—Pongan el cartel de "cerrado" en la puerta principal, por favor.—Una mujer morena se da la vuelta y la distingo.

—¿Señorita Morrel?—Digo inaudible con incredulidad. Deaton y ella tienen un gran parecido...Luego pediré explicaciones.

—Esto podrá tardar un poco.—Dice el "brujo", según Isaac lo llamó la vez del kanima.

—¿Estará bien?.—Pregunta la que le urge una pedicura.

—Hay probabilidades de que se salve, pero en su estado...—Deaton mira al hombre de la camilla que tiene una sabana blanca ya que le sacaron la ropa para no dificultarle el trabajo.—Necesitaré un poco más de tiempo y espacio.—Aclara mirando a Aiden y a Kali. Ambos asienten y se van, la última a regañadientes.

Deaton vuelve a su trabajo echando una ojeada de vez en cuando a donde estoy yo. La verdad estar en este armario es más difícil de lo que parece. Hay varias cosas y el espacio se me dificulta.

De la nada Deucalion aparece y camina con su usual "tranquilidad". Se acerca a la mesa donde está el alfa y pasa su mano por el pecho de este tratando de buscar su cabeza, cuando la encuentra, él coloca su rostro a la altura de este y besa ambas mejillas.

Luego se aleja un poco y con su mano saca sus garras, acaricia un poco el rostro del alfa y con cuidado coloca las manos a ambos lados de la cabeza y...Presiona hasta romperle el cráneo.

—Carajo.—Susurro, eso no ha sido para nada agradable.

—Creo que substimaste sus probabilidades.—Dijo Deucalion con total paciencia, saliendo de allí.

Deaton se mueve hasta llegar a la manta y tapar el cadáver. Aiden, Kali y Morrel entran viéndolo.

Mi cuerpo está doliendo así que tratando de no emitir ningún sonido me muevo, lastimosamente no llegué a ver que había una tuerca con punta salida. Mi mano se clava justo en ese objeto y con mi otra mano la alzo a mi boca mordiéndome.

Un quejido sale de mis labios cuándo saco mi mano de la tuerca. Por el espacio abierto de la puerta puedo ver a Aiden voltear la cabeza buscando algo y luego olfateando. Él se gira en mi dirección y mira fijamente donde estoy, mueve su cabeza a un costado y luego se pone serio. Se aclara la garganta.

¿Está tratando de desviar la atención en el quejido que solté?

—Kali...—Aiden susurra y esta sale rápidamente del lugar, el gemelo la sigue.

Unos segundos de silencio fueron la señal de que algo estaba pasando, pero luego un rugido muy potente hizo temblar todo el lugar y aún más, activa todas las alarmas de los autos que están en el estacionamiento.

—Creo que sabes bien en que te metiste.—Dice Deaton a la chica.

—Es un poco tarde para jugar al hermano mayor, ¿no crees?.

Con razón, algo tenían de parecido...Son hermanos. Uy, son hermanos.

Aiden y Kali entran, la última con unas lágrimas en los ojos. Ella se acerca la cuerpo y besa la cabeza que, según parece, no sabe que fue rota por el alfa de los alfas.

Aiden vuelve a mirar a dónde estoy yo y sonríe de lado, esta vez mirándome. La puerta la muevo un poco más hacia adentro hasta cerrarla completamente.

Me descubrió.

Luego de unos minutos, escucho cómo los pasos se alejan y se desvanecen.

Con cuidado de no hacer ruido, abro un poco la puerta ojeando y luego la abro más hasta que mi cabeza completa sale del lugar, inspeccionandolo. No hay nadie.

Poso un pie en el suelo y el otro luego hasta que mi cuerpo completo sale de ahí.

Deaton entra y me mira, luego a mi mano.

—Creo que la próxima vez me esconderé en el baño.

—¿Que te parece que no haya próxima vez?.—Me pregunta un poco aliviado, yendo a buscar algo para sanarme la herida de la tuerca.

—Me parece perfecto.—Digo teniéndole mi mano.

Mientras él me cura, yo pienso.

¿Por que no dijo nada?.

¿Por que parece que tapó mi casi chillido?.

¿Estará protegiendome?, no eso es imposible...Pero él lo hizo cuando casi me muero y cuando lo ataqué con mi daga.

Pero aún peor, ¿por que Aiden está en mi mente la mayoría de mi tiempo?

[NOTA DE AUTORA]

holaaa, aquí Lola.
Bueno, lamento la tardanza pero...
Tuve un #bloqueo y no sabía que hacer,
Además de las tareas de la uni, las salidas y estar con Love Sick y sus historias.
En fin...En esta semana, probablemente,
salga el primer capítulo de I NEED YOU.
Soo...Estoy emocionada.

En fin... x2... He visto la serie Grey's
Anatomy y en mi cabeza se me ha hecho
Una idea, bueno..."Idea" sería un fanfic de
Esta serie pero aún no se con quien podrá
estar. Se llamará "Lonely" y ya tengo casi todo preparado.

Okey...He terminado, Luu se va.

Pd; no olviden de hidratarse y comer bien. Y que su salud física y mental son más importantes que el resto.

Les ama, Luuu.


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