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EIGHT

RAQUELLE

. . . . . . .

—Raquelle, despierta...—Escucho un eco.—Vamos, Quelly. Eres fuerte, abre los ojos...

Las palabras alentadoras de la persona que me hablaba hicieron que parpadeara lentamente y mis ojos se vayan acostumbrando al ambiente en el que estoy.

—¿Que..?

—¡Raquelle!

La voz de Stiles rebota en mi cabeza mientras que siento como mi cuerpo es apretado con fuerza. 

—Duele.—Me quejo viendo que sigo en el suelo del salón.

—Lo siento, lo siento.—Dice al mismo tiempo que Scott me ayuda a poder levantarme, mi cuerpo se siente pesado pero aún así me obligo a hacerlo. 

Con mis manos me sostengo de Scott y Stiles me ayuda teniendo mi cintura. Me paro y siento que me voy a caer otra vez por lo que apoyo mi cabeza en el pecho del moreno.

—¿Estás bien?—Pregunta Scott en un murmuro cerca de mi oído, asentí con mi cabeza. 

Sus brazos pasaron por mi espalda, estrechándome con cariño, luego sentí otro par de brazos detrás mío; Stiles.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al mismo tiempo que coloco mejor mi cabeza en el pecho de Scott. Mi ceño se frunce un poco, su corazón está latiendo rápido. 

—¿Te encuentras bien?—Le pregunto a Scott sacando la cabeza de su pecho y haciendo que Stiles se separara de mi para verlo.

—S-si, ¿por que lo preguntas?—Me responde, está mintiendo. Lo se por su mirada, hay algo en esta que me transmite eso. Y por que no me puede mirar más de tres segundos.

—Bien.—Acepto haciéndole creer que caí en su mentira pero claramente luego le preguntaré.

Con un suspiro me separo de los dos y me pongo delante de ellos para poder verlos.

—Creo que está demás decir que es hora de enfrentarnos a lo que se viene, ¿cierto?—Ambos se miran antes de asentir.—Y que también, Jennifer Blake irá con la única persona que la protegió y ella pudo manipular a su antojo, ¿verdad?

  —Lo sabemos.—Dice Scott, ambos miramos a Stiles. Él suspira.

—Sti, lo encontraremos.—Le digo sintiendo una punzada en el pecho. No pude prevenir que se llevarán a Noah.— Ahora, es hora de enfrentar a la perra Blake. 

Los tres nos miramos, listos para lo que se venía. O bueno, para lo que ibamos a hacer.

[...]

—¿Por qué tendría que creerte?

—Escuchame Hale, se que mi progenitora hizo cosas aborrecibles, que mi tío amenazó varias veces, que el anciano moribundo al cual llamaba abuelo manipuló a mi prima y usó a tus betas, y que Allison estuvo en una etapa "dark" la cual no duró más de una semana, pero esto es por el bien de todos.—Digo mirándolo a los ojos con firmeza.—Jennifer Blake es el puto Darach, es la que mató, sacrificó y usó a su gusto. Y esta vez fuiste tú, lobito. Se que es duro de escuchar porque confiaste en ella, hasta tal vez, aunque no crea, pudiste enamorarte de la mentirosa. Pero yo no mentiría, no a alguien que sé que necesita saberlo. Y mucho menos para hacer quedar mal a una mujer. 

Scott y Stiles están detrás mío, en silencio, saben que mis palabras pueden afectar al gruñón que está en frente mío con los brazos cruzados y la mandíbula apretada. El problema es que no saben, ni yo tampoco, si será en una mala forma o en una buena. 

—Está bien, te diré más claro ¿okey?, Jennifer perra Blake tiene al padre de Stiles, el cual puede ser usado para..., no importa, ella lo tiene. Trató de matar a mi falsa pelirroja, golpeó a Scott y me tiró por los aires a mi.—Me acercó a él con pasos lentos, él no deja de seguir mis movimientos con su mirada.—¿Crees que inventaría todo eso?, y si lo fuera, lo cual no lo es, pero si lo fuera ¿cuál sería el fin de que lo haga?, ¿tratar de hacerla quedar mal?, Dios, no soy estúpida. ¿Crees qué-?

—Escucho un movimiento. Pasos.—Scott me mira y luego a Stiles, él me toma la mano.

—Queda en ti creernos o delatarnos.—Le susurro antes de que nos vayamos a esconder.

Scott nos puso a Stiles y a mí detrás de él, supongo que por protección, cuando escuchamos como a puerta del loft se abría.

—¿Derek?—El grito de el Darach suena por todo el lugar, yo me abstengo a soltar una maldición.—¿Derek?, Derek ¿dónde estás?

—Aquí.—Responde el lobo a unos metros, está frente al ventanal gigante.

Los pasos de Jennifer empezaron a hacerse más acelerados cuando escucha la voz del mencionado.

—Oh, gracias a Dios.—Trato de moverme un poco pero el brazo de Scott no me lo permite, lo miro mal.—Algo pasó en el recital en la escuela. Quiero contarte antes de que te enteres por ellos.

—¿Por quienes?—Pregunta Derek haciéndose el desentendido. 

—Scott, Stiles y Raquelle. Van a decirte cosas, en especial ella, sabes que tiene algo contra mi. Pero estas son cosas que no puedes creer. Debes confiar en mí, ¿si?—Dice Blake a lo que yo ruedo los ojos y miro a Stiles, su mirada está perdida por lo que, tratando de ser lo más silenciosa posible, tomo su mano dandole un apretón.

—¿Que pasa?—Vuelve a preguntar Derek Hale.

—Prometeme que me escucharas.—Le dice Jennifer con tono de voz lastimero.

—Lo prometo.—Responde con seguridad el Hale del medio. 

Unos segundos de silencio bastaron para preparar mis oídos antes de que escuche las asquerosas lenguas de los adultos entrelazarse y compartir babas. Iugh.

—Ya llegaron, ¿no?—Pregunta a lo que yo sonrio y miro a mis amigos, es nuestra hora de salir.

—Hola de nuevo, perra mentirosa.—Mi mano se levanta haciendo que cada uno de mis dedos se mueva lentamente. Jennifer traga y me mira de arriba a abajo.

—Entonces, ¿te dijeron que era yo?—Pregunta la castaña mirando a Derek.—¿Que me llevo a las personas?

—Oh, por Dios. El papel de indefensa no te queda, profesora Blake, te veo más como...El de asesina.—Digo con una sonrisa. Su mandíbula se tensa unos segundos.

—No soy indefensa, ¿lo ves, Derek?—Blake mira al lobo y yo ruedo los ojos. A este punto me quedaré sin visión si sigo así.

—Le hemos dicho lo que eres. La que mata personas.—Dice Scotty, colocandose a mi lado.

—Oh, así es, ¿que hago sacrificios humanos? ¿que los decapito? Si, probablemente lo hago en mi hora del almuerzo.—Dice irónicamente.—Así regreso a la escuela a enseñar inglés el resto del sia. Es totalmente lógico.

—¿Dónde está mi padre?—La voz de Stiles hace que me gire a verlo. Mi corazón se oprime al ver como las lágrimas se acumulan en los ojos de él.

—¿Cómo podría saberlo?—Ella le pregunta haciéndose la tonta, mi rostro se comprime a una mueca de furia.—Derek, dime que no crees esto.—Derek la mira y luego nos mira a los tres, sus ojos se mantienen en los de Stiles. Quiero sonreir por que sé que Derek no lo dudó nunca, por que nos cree, pero no es el momento.

—¿Sabes qué le pasó a padre de Stiles?—Pregunta Derek con voz fría. Ese es el lobo gruñón que yo conozco.

—No.—Responde Jennifer, en este momento siento como mi ojo empieza a palpitar y mis palmas sudar.

—Pregúntale sobre Lydia, sobre cómo la ahorcó con un garrote.—Digo mirándola.

—¿A Lydia Martin? No se nada sobre eso.—La voz de Jennifer empieza  a elevarse. La estamos jodiendo a ella y a su plan.

—¿Que sabes?—Derek la corta bruscamente, ella se gira a verlo.

—Se que estos chicos, por alguna razón equivocada, están contando una historia absurda que no pueden probar.—Dice Jennifer viéndonos.

—¡Ja!—Se me escapa una exclamación, ya perdió.

—¿Y si podemos?—Dice Scott mostrando un frasco con un polvo adentro.

—¿Qué es eso?—La voz de la castaña ya cambió, ahora es de preocupación.

—Mi jefe me dijo que es un veneno y una cura,—Scott empieza a abrir el frasco al mismo tiempo que empieza a caminar hacia ella.—lo que significa que puedes usarlo y pueden usarlo contra ti.

—¿Muérdago?—A penas pudo pronunciar esas palabras, ya que Scott tira el polvo de muérdago contra ella.

Su verdadero rostro sale a la luz, los presentes se sorprenden, yo no. Ya lo había visto. 

Jennifer trata de irse una vez que vuelve a su fingida apariencia, pero Derek la toma del cuello y la alza mientras saca sus garras.

—Derek, ¡Espera!, me necesitas.

—¿Quien eres?

—La única persona que puede salvar a tu hermana. Llama a Peter, ¡Llámalo!—Al terminar de decir eso, los tres nos miramos. 

Derek llama a Peter y luego cuelga cuando de su boca sale la palabra Muérdago

—Derek, ¿qué estás haciendo?—pregunta Scott al ver como este reacciona con su impulso y no con inteligencia.

—La vida de ella está en mis manos.—Derek apreta más el agarre en la castaña y la eleva.

—Derek. Derek, ¡detente!—Stiles trata de intervenir.

—Stilinski, nunca lo encontrarás.—Mis puños se cerraron con fuerza.

—Derek.—Le hablo, él respira agitado.

—¡Derek!—Scott lo mira con algo de preocupación ya que no solo la vida de su hermana está en juego, si no también la del padre de mi mejor amigo.

Derek la suelta arrojándola para nada caballerosamente en el suelo.

—Así es. Me necesitan. Todos ustedes.

—Cierra la maldita boca o te la cortaré de lado a lado.

[...]

Un bache hace que salte en mi lugar, la parte trasera del Jeep.

—¡Stiles!—Me quejo

—Lo siento, no lo vi por la llovizna.

Estamos en el Jeep de Stiles yendo a ver a la hermana de Derek, Cora.

—No lo se, hay algo malo en esto.—Dice Stiles mirando al frente, específicamente al auto de Derek.—Se lo probamos a Derek, pero ella aún tenía una mirada como si no importara.

—Tú también lo notaste.—Afirmo con el ceño fruncido, pensé que era la única.—Parecía como si todo estuviera saliendo de acuerdo con el plan. 

Stiles me mira por el espejo retrovisor asintiendo.—Tú lo viste ¿cierto?—Le pregunta a Scott, quien estaba al lado de él. Scott no contesta. 

Nos quedamos en silencio el resto del viaje hasta que frenamos en la salida de emergencia justo al lado de la Toyota de Derek. Los tres nos bajamos. La lluvia caía sin cesar y fuerte. 

—¿Qué es eso?—Pregunta Scott cuando ve a Stiles trayendo algo, cuando el pálido está al lado nuestro empezamos a caminar hacia adentro del hospital.

—Tú tienes garras, Raquelle dagas y yo tengo un bate.

Los tres nos sumamos a Derek, este sostenía con rudeza el brazo de la Darach.

—Scott, ¡Scott!—Grita alguien detrás nuestro. Melissa viene trotando.—¿Qué haces aquí? Están evacuando el hospital.

—Vinimos por Cora.—Dice Scott

—¿Todos ustedes?—Pregunta Melissa a lo que yo asiento con mi cabeza, mientras disimuladamente toco la daga que tengo en mi pantalón.—¿Porque Stiles tiene mi bate?

—Sabía que de algún lado se me hacía conocido. —Digo mirando al bate que tiene mi amigo.

—Mamá, confia en mi para esto. Tienes que irte de aquí. Ya mismo.

—El edificio debe quedar despejado en treinta minutos. Tenemos dos ambulancias que va a regresar. Una está a diez minutos, la otra a veinte. Cora debe irse en una de esas. La recogerán en el estacionamiento del sótano.

—Entendido.

—De acuerdo.

Scott y yo nos miramos luego a Stiles y a Derek para seguir con Jennifer, todos empezamos a caminar hacia el elevador. Al entrar un silencio se forma, uno incomodo a mi parecer.

—No tienes que sujetarme, Derek. Voy a ayudar.

Jennifer dice y con el ceño fruncido se gira a vernos, Scott es el primero, él usa su mirada mortal,- pero en mi opinión se ve muy tierno-, luego a Stiles, él tenía el bate en alto y su expresión lo más seria posible. Sigue conmigo y yo le sonrio con falsedad mientras corro un poco la chaqueta que tengo, dejando ver una daga que se que pudo predecir e que estaba envuelta ya que sus ojos se abrieron un poco antes de volver a girar su rostro hacia adelante.

 Cuando el elevador llega al piso, las luces están titilantes lo que capta nuestra atención. Vamos a la primera camilla que vemos, la de Cora, en el suelo al lado de esta hay un charco de vómito, vómito de muérdago. 

—Derek.—Dice Scott señalando el camino de vomito que guia hacia la puerta. Esta se abre repentinamente y un cuerpo sale deslizándose hasta llegar a nosotros.

—Tenemos un problema.—Dice nada más ni menos que el inmortal, Peter Hale.—Un gran problema.—Dice mirando al frente suyo. Al hacerlo me sorprendo. Los gemelos convertidos en uno.

—Otra vez no.—Suspiro mientras hablo. Todos sacan sus armas o se preparan.

Derek corre hacia los gemelos con sus garras preparadas y los empuja hacia atrás pero ellos lo toman de la parte trasera de la cabeza y empiezan a repartirle puñetazos. Scott al ver eso no duda en ayudar a Derek.

Con Stiles vemos a Cora en el suelo.

—Ayúdame.—Le pide Stiles al Hale mayor cuando nos compartimos miradas. 

Yo me encargo de Jennifer. Él de Cora. 

Me giro hacia Jennifer cuando noto que está apunto de escapar mis brazos la agarran por detrás y mis piernas golpean su pantorrilla haciendo que se doble de rodillas.

—No te vas a ir, perra.—Le digo con los dientes apretados, mis manos toman su cabello con fuerza la tiran para atrás.—Podría asesinarte en este instante.

—Pero no lo harás.—Dice entrecortada.—Por que te importa Stiles por lo tanto tienes que salvar al Sheriff.

—¿Y quien dijo que no se donde está Noah?—Le digo con una sonrisa.—Tengo contactos que están trabajando en estos momentos. —Ella me mira como si no me creyera y en parte es verdad, no se ni donde está mi tio.—Creeme, cuando me avisen donde está Noah, tú estarás muerta. Te mataré con mis propias manos y te haré sufrir tanto que habrás deseado atacar a otro pueblo.

—¡AIDEN, ETHAN, DETENGANSE!—La voz de Scott retumba en el lugar. Mi mano afloja el agarre en el cabello de Jennifer cuando veo a mi amigo ser asfixiado por los gemelos. 

Mierda, si siguen así lo matarán.

—No puedes hacer dos cosas a la misma vez, Raquelle. Elige.

—Cierra la boca.—Le mascullo a Jennifer, ella me mira con las cejas elevadas.

—Yo no dije nada.—Su sonrisa aumenta cuando ve como quiero ir a  ayudar a Scott

—Ve, sálvalo, es tu única opción, a fin de cuentas.

—Te dije que cerraras la boca.—Le vuelvo a decir a Jennifer, ella rie.

—Parece que ahora la loca eres tú.

—¡SCOTT!

El grito de Stiles hace que yo suelte a Jennifer y saque mi daga para correr hacia los gemelos y le clave en la espalda la daga. Ellos rugen de dolor. 

Algún efecto tenía que tener, no me tomé dos semanas para bañar algo con las especias más peligrosas sobrenaturalmente por nada.

Ethan y Aiden se dan la vuelta y me miran.—Solo la queremos a ella.—Dice alguno de ellos, no se es puede distinguir ya que el tono de voz es exactamente igual mientras están en su modo Ultrón. 

El ruido del elevador nos distrae a todos y nos giramos a ver. Jennifer se está escapando.

Los gemelos sueltan a Scott y corren hacia Jennifer.  En eso aprovechamos para huir.

Stiles le pasa con cuidado el cuerpo de Cora a su hermano y se levanta, Peter va a ver hacia los costados mientras todos nosotros empezamos a correr.

—Por aquí.—Dice Peter abriendo unas puertas. 

—¿Esto es la morgue?—Pregunto en un susurro, Scott a mi lado me mira.

—No lo se.—Responde.

—¡No se detengan!—Grita Derek abriéndonos la siguiente puerta, al hacerlo me doy cuenta de que falta alguien.

—¡Stiles!—Grito saliendo por la puerta en la que entramos. En ese momento veo como mi amigo estrella su bate contra los gemelos, ellos se giran a verlo.—¡Ven aquí, idiota!

El Stilinski menor corre hacia mi y los dos nos movemos al lado de Scott y Derek. El moreno salta y con sus garras rompe la tira que sostiene las luces del lugar provocando que estas caigan sobre los gemelos.

Salimos de allí aprovechando la distracción y en el camino nos reencontramos con Peter, entramos a otra habitación donde solo una luz era la que nos dejaba ver y Derek cierra la puerta.

Peter coloca a Cora sobre una mesa que se encuentra en el centro de la habitación.

—¿Dónde está el grandulón?—Pregunta Stiles.

—Está cerca.—Le responde Derek usando su supersentido.

—¿Y la señorita Blake?—Pregunta de nuevo el pálido, los mira a ellos y luego a mi.

Niego con mi cabeza.—Lo siento, es mi culpa. Me dejé llevar por el impulso. Dios, ahora nos sabremos don-

—Está bien, está bien.—Dice Scott mirando a Stiles y luego a mi. Mis manos van a mi boca, empezando a morder mis uñas.

—¿Eso quiere decir que la perdimos?, ¿que no hay nada?

—Silencio.—Dice Derek irritado.

—¿Quieres que guarde silencio ¿Ahora me mandas?—Stiles se acerca a Derek. Mi respiración se hace irregular aún tratando de controlar mi ansiedad prácticamente arrancando mis uñas.—¿Cuando tu novia psicótica asesina, la segunda que has tenido, tiene a mi papá atado, esperando a que lo sacrifiquen en algún ritual?

—Stiles, siguen allá afuera.—Dice Scott tratando de frenar la discusión. 

Decido alejarme de ellos y acercarme al cuerpo de la Hale menor. Peter me mira, yo no le correspondo la mirada.

—Deja de hacer eso.—Murmura Peter con un tono de irritación.

—¿Qué?

—Deja de hacer ese sonido molesto. De morder tus uñas. Molesta.—Dice bajando la mirada a mis uñas.

—Lo siento.—Las saco de mi boca, él asiente viendo a Cora. Su mano pasa por el cabello de ella moviéndole con cariño. 

Mi ceño se frunce, ese gesto fue realmente dulce para venir de él. A Peter en verdad le importa Cora. 

Scott se acerca a nosotros.—¿Está muriendo verdad?—Pregunta

—No está mejorando nada.—Le corrige Peter, Scott me mira y yo asiento lentamente. 

—Si sigue así es probable que pase eso.—Le susurro.

—Tiene que haber algo que podamos hacer. Tenemos que ayudarla.—Scott mira a Cora, ella suda y tiembla en la camilla.

De repente la puerta se abre y todos volteamos a ver quien es. 

—No pueden.—Dice Jennifer. Un suspiro de exasperación sale de mis labios.—Soy la única que puede salvarla y decirte donde está el Sheriff Stilinski. Pero hay una manada de Alfas que quiere matarme en este hospital. Entonces los ayudaré, pero solo cuando esté fuera de aquí y a salvo. Solo entonces.

—Denme fuerza y paciencia o la arrojo desde este piso.—Peter me mira con una sonrisa mientras que Stiles me mira incrédulo, Scott niega, Derek se mantiene serio y Jennifer...Pues ella me fulmina con la mirada.—¿Lo siento?

—Derek, ¡espera!—Dice Scott tomando al lobo de los hombros

—Ella intentaba salir. —Se excusa Derek

—Intentaba impedir que me mataran. No puedes culparme. —Habla Jennifer.

—Si quieres demostrar que eres buena, curala—Dice Stiles a lo que yo sonrio.

—No hasta que yo esté a salvo.

—Bueno, estás pidiendo milagros y ni siquiera diste una señal.—Digo mirándola—Sigue así y te persuadiré con tortura. 

—Estoy de acuerdo con la suicida.—Peter me habla a lo que yo lo miro.

—Ey, pero bien que no te quejaste cuando te salvé el trasero más de tres veces.

Antes de que alguno de nosotros podamos hablar, el sonido de los parlantes nos desconcentró.

—Su atención por favor.—La voz de Melissa hizo que mi cuerpo se tensara y girara a ver a Scott, él presta atención a cada palabra.—El señor Deucalion...Disculpen, solo Deucalion, les pide que le lleven a la mujer que se llama Jennifer Blake a la recepción de emergencias. Hagan esto, y los demás pueden irse. Tienen diez minutos.

—Él no va a lastimarla.

—Callate, perra.—Digo acercándome a ella.—Todo esto es tu culpa.

—Raquelle.—Me advierte Stiles poniéndose al lado mio.

—Scott, sabes por qué.—Dice Jennifer mirando al moreno, automáticamente todos nos giramos a verlo.—Diles la verdad

—¿Qué?—Suelta Stiles viendo a nuestro amigo.

—¿A que se refiere?—Le sigue Derek.

—No eres el único a quien él quiere en su manada.—Jennifer nos mira.—Deucalion no solo quiere una manada de alfas. Quiere perfección. Eso significa agregar a los alfas más raros a su fila.

—Un alfa verdadero.—Susurro mirando a mi amigo, su mirada se encontraba en el suelo.

—Un alfa verdadero.—Dice Peter a mi lado, cuando termina de decir eso me giro a verlo y le saco la lengua, él rueda los ojos.

—¿Qué es eso?—Pregunta Stiles a mi lado.

—El que no tiene que robarle su poder  otro. El que se levanta con la fuerza de su propia voluntad. Nuestro pequeño Scott.

—No importa.—Habla por fin Scott, una sonrisa se dibuja en mi rostro.—Aún tenemos que sacarla de aquí.—Mi sonrisa desaparece.

—Scott, tu mamá...—Dice Stiles acercándose a él.

—Mi mamá dijo que otra ambulancia viene en veinte minutos. No hemos estado aquí ese tiempo, así que podemos bajar al garaje, podemos irnos en la última ambulancia.

—Los gemelos no nos dejarán salir.—Dice Peter a lo que yo muerdo mi labio pensativa. 

—Los distraeré.—Dice Scott sin dudarlo a lo que yo lo miro y niego.

—No, no lo harás.—Me acerco a él y respiro hondo.—Yo seré mejor opción que tú. Me metí con uno de ellos...Eso les causará duda. Lo puedo usar en su contra.

—Raquelle no creo que-

—Haré lo que tenga que hacer. Dejé que se llevaran al padre de Stiles, es lo mínimo. Necesitas distraerlo, y yo los distraeré. Tendrán una lucha interna, lo que les dará tiempo para salir de aquí a salvo.—Digo mirándolo.

—Yo la ayudaré.—Dice Derek a mi lado, me giro a verlo con la ceja elevada y una sonrisa apretada.

—Perdón, pero no iré a ninguna parte sin ti, Derek.

—Puff, era obvio que la perrita querría a su lobito. Encima de que no la asesinamos, nos pide el mundo.—Murmuro mirándola, ella me ignora.

—Entonces lo haré yo.—Dice Stiles a lo que yo lo mito.

—No puede-

—Eres humano, se deshacen de ti en segundos, iré yo.—Dice Peter mirando a Stiles.—Pero me gustaría salir con una ventaja.

—¿Que ventaja? ¿el arma de Raquelle?—Dice Stiles sarcásticamente. 

Mis ojos se abren en grande y lo miro.—¿Como sabes que la traje?

—Espera- Tú, ¿trajiste tu arma?. Yo- no, no lo sabía. Solo fue un- ¿de verdad trajiste tu arma y no la usaste?

—No gastaría balas a menos que lo considere necesario.—Digo encogiéndome de hombros con simpleza.

—Y supongo que no me-

—No. Nadie toca a mi bebé más que yo.—Miro a Peter con el rostro serio.

Peter suspira ante mi negación y entre todos buscamos algo de defensa para el lobo mayor.

—¡Ey, esperen! ¿qué hay de estas?—Stiles nos mira sosteniendo un desfibrilador.

—¿Sabes cómo usarlas?—Pregunta Derek viendo a Stiles.

—No.

—Entonces sueltalas.—Le exige Derek para luego sigue con su tarea.

Yo estoy al lado de Scott mientras que los dos seguimos buscando en la misma gaveta. Al encontrar una inyección de Epinefrina la tomo pero mi mano cae sobre la de Scott ya que él también parece haberlo visto.

—¿Epinefrina?

—Eso solo lo volverá más fuerte.—Respondo mirándolo.

—¿Que tan fuerte?—Pregunta Peter. 

Yo sonrio y tomo la jeringa de as manos de Scott, me acerco a él.—No dolerá mucho.—Le digo al mismo tiempo en el que mis manos empujan la punta de la aguja en la vena del pecho.

—Mierda.—Gruñe.—Dijiste que no dolería.

—Esto sería peor si lo inyectara correctamente. Pero como no quiero estar cerca de tu...—Le digo señalando su muslo—Esto, así que lo hice en esta área. 

—Sigue sin agradarme la idea.—Dice Stiles abrazándome por detrás. Yo río por lo bajo.

—Lo se, pero necesitan irse de aquí.—Le digo dándome la vuelta con sus brazos enrollados en mi espalda.

—No confío en él, ten cuidado.—Stiles hace referencia a Peter, puedo escuchar bufar al lobo.

—Estaré bien.—Me separo de mi amigo y sostengo su rostro en mis mano.—Salgan de aquí tan pronto como puedan.

Stiles asiente y luego me acerco a Scott a abrazarlo.

—Vuelve sana, por favor.—Susurra en mi oído apretándome con fuerza.

—Tu madre estará bien, lo prometo.—Me separo de él y miro a todos.—Estaremos bien. Stiles, encontrarás a tu padre,—Stiles me mira mientras asiente.— Cora se recuperará, —Le sonrio a Derek antes de darme la vuelta y señalar a Jennifer—y tú morirás gracias a mi. Andando, perro.

—Estoy empezando a arrepentirme.—Masculla.

—Si, si, lo que quieras, pero primero la acción luego la charla. 

Y eso es lo último que los chicos oyen antes de que salgamos de la puerta para luchar contra los gemelos.

Miro a Peter y luego a los gemelos delante mío mientras pongo mis manos cerrados entre las dos.—Dios, soy yo otra vez. 






[NOTA DE AUTOR]


Okey solo diré que esto si es un verdadero milagro, jsjsj. ES que- ¿yo publicando seguido?. 

En fin, estén atentis porque sip, los milagros existen. Estoy en proceso de nuevos capítulos en todos mis fics y en los que tengo que borradores, que serán publicados dentro de poco. 

:)

Recuerden de hidratarse, comer, y abrigarse, si hace frío. 

Con amor, Luu

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