epilogue: 'till the eternity...
Operación: Hojung en Seúl
Yoongi, Seokjin y tú.
yoongi: ¿Cómo que Hojung en Seúl?
hojung: Hola, jaja, yo igual, gracias
hojung: ¿Asi de grosero eres siempre?
seokjin: Así y más, eh.
yoongi: Si, si, lo que sea.
seokjin: Hojung viene a Seul para reencontrarse con su hombre.
yoongi: ¿Qué hombre, Min Hojung?
hojung: jé, jé. Se supone que no tenías que saber esa parte, gracias Kim Seokjin.
seokjin: Siempre a la orden, gracias por su compra, vuelva pronto.
yoongi: Repito, ¿Qué hombre, Hojung?
hojung: Ay, no te me pongas modo celosín que para eso tengo novio, ¿Ok?
yoongi: ...
yoongi: Sigo esperando.
hojung: Jungkook.
seokjin: LO DIJO, LO DIJO.
seokjin: Que orgullo.
yoongi: Buen chiste, pero no me mientas.
hojung: No miento.
seokjin: Confirmo, le estuve dando entrenamiento vocal por más de dos meses para que le cante esta noche en el café.
hojung: :D
hojung: Eso tampoco tenía que saberlo, Seokjin.
yoongi: Ya sabia yo que los que estaban como cotorras en la noche eran ustedes y no dizque la abuela con sus amigas.
yoongi: Pero bueno, ya qué, no estás chiquita, tu verás que haces, asi que cuentenme y si me agrada, los ayudo.
seokjin: Ok, eso no lo esperé.
hojung: x2
hojung: En fin, pues en tres horas sale el tren para allá y uno de los dos tiene que ir a buscarme (de preferencia, Seokjin porque Yoongi, manejas como abuelito y no hay tiempo)
hojung: si tiene que ser Seokjin porque mientras tu tienes que hacerme espacio para cantarle una rolita bonita a mi hombre.
yoongi: Y me lo dices horas antes, un fin de semana cuando el café esta lleno y Jungkook apenas puede con su alma.
yoongi: Increíbles organizadores.
yoongi: Los voy a contratar para mi boda.
hojung: ¿¡bODA!?
yoongi: :D
yoongi: Desviense más.
seokjin: Abusaré laboralmente de Jungkook por unas horas mientras busco a Hojung, dejamos las cosas en tu casa y practicamos.
yoongi: ¿Mi casa?
yoongi: ¿Con permiso de quien?
hojung: Con el de Yiseul.
hojung: Pensándolo bien, Jin, debimos haber acordado con Yiseul en vez de Yoongi. Ella es una masita.
seokjin: Confirmo.
yoongi: La pregunta es: ¿Como hablaron con Yiseul?
yoongi: ¿Como tienes contacto con Seokjin, siquiera?
hojung: Tengo mis trucos ;)
Jeon Jungkook
La respuesta había sido sí.
La gente siempre se cuestionaba entablar una relación a distancia y me di cuenta que estas no solían funcionar si ambas solo si anbas personas no querían. ¿Tienen una idea de lo emocionado y feliz que me ponía ver la sonrisa de Hojung a través de la pantalla todas las noches? Incluso si solo se encerraba en su cuarto todo el día me contaba tan entusiastamente el calor que las sábanas le brindaban y yo de igual forma le contaba como hacia figuritas en los cafés o como unos abuelitos habían ido y actuado tan enamoradamente adorables.
Esta noche no me abstendría de contarle como estaba siendo explotado porque el día de hoy tanto Seokjin y Yoongi habían desaparecido por lo menos la pobre Yiseul se había ofrecido a ayudarme con algunas órdenes, pero éramos dos contra veinte personas y aumentando.
Seokjin había estado también más raro de lo normal; él era el único que sabía de mi relación con Hojung y ultimamente hacía muchos comentarios sobre ello, también me miraba extraño y decía cosas como: «En fin, la soltería» derrepente.
Estaba ocultando algo.
—Yiseul-noona, el pedido de la mesa ocho. —lo peor de todo es que el café estaba lleno por ser un sábado por la noche y ni sombra de los dos hyungs irresponsables que me hacían sentir mal por tener a Yiseul de aquí para allá. Pensándolo bien, ella también estaba rara, aunque podría estar molesta o fastidiada. Cada cinco minutos miraba el reloj en su muñeca y encendía la pantalla de su celular.
Ella recibió la bandeja y fue a llevarla a donde correspondía mientras me dedicaba a licuar las malteadas de la mesa cinco al mismo tiempo.
A este punto, no creo que haya tiempo para mi presentación.
Estaba sirviendo las malteadas y vi entrar por la puerta a los malditos con unas espléndidas sonrisas muy diferente a mi mueca de estres y frustración absolutos.
—¡Miren, hijos de su grandísima-
Mis palabras se vieron interrumpidas por la mano de un saltarín y alegre Seokjin. ¿Se habrá metido algo?
—Solo mira al escenario, mocoso —dijo y de un momento a otro las luces bajaron un poco de intensidad y el foco del escenario improvisado que había al fondo del local.
No solo se había perdido todo el día, sino que también me había buscado reemplazo. Increíble.
Chasqueé mi lengua y cuando iba a reclamar, una voz bastante conocida resonó por los parlantes.
—¿H-hola? ¿Se escucha? —mi amargómetro bajo mil decibeles cuando la tímida voz de mi linda pelirosa llegó a mis oídos.
Sonreí tanto como Seokjin al verla maniobrar nerviosamente con el micrófono, tomándolo entre sus manos.
—Hola, soy Hojung —se presentó e incluso con esa pequeña presentación, mi corazón empezó a latir desenfrenado. —Acabo de hacer un largo viaje de cuatro horas, desde Daegu hasta acá.
»—Hace unos cuantos meses, alguien hizo el mismo recorrido, pero con diferentes intensiones. Sin querer, descubrimos que el destino se puso de nuestro lado y nos forzó a unirnos. Creí que se trataba de malas coincidencias pero al poco tiempo, cuando caí accidentalmente al lago gracias a él, pensé que quizás no había sido tan mala idea ir a ese mercado o besarnos accidentalmente, también —Seokjin sacudió mis hombros con una sonrisa, Yoongi expandió sus ojos dirigiéndome una mirada asesina. No obstante, ignoré todo a mi alrededor concentrándome en la mirada brillante de Hojung, la misma que mantenía fija en mi, acelerando todos mis sentidos y que al mismo tiempo me brindaba una constante calma —Aunque me sentí envidiosa de él, había obtenido fresas tan fácilmente que... oh, diablos, creo que me extendí.
Se disculpó.
Inconsciente y bobamente negué con la cabeza, embelesado con su cohíbida sonrisa.
—Estás mal, amigo —susurró Seokjin en mi oído.
Algunas personas al igual que yo, negaron, dejándose llevar por los encantos de Hojung.
—Creo que es hora de interrumpir mi discurso y empezar a cantar una canción que he preparado por varios meses —dijo haciéndome fruncir un poco el ceño —Quizá no cante tan bien como tu, Jungkook, pero haré mi mejor esfuerzo.
Un sinfín de exclamaciones enternecidas a mi persona nos hicieron sonrojar y avergonzar. Pero definitivamente iba a llorar cuando una canción que conocía bastante bien empezó a sonar con una melodía de piano.
—¿Sabes, Kook? —inició Hojung del otro lado de la pantalla, antes de comer un poco de yogurt. —Hoy estaba navegando por Youtube y me acordé de una canción que describe muy bien nuestra situación.
—¿En serio? —pregunté, incitándola a contarme.
—Se llama The One That Go Away, ¿La conoces?
—Por supuesto que si, pero no lo había pensado antes aunque tengas razón —dije asintiendo, la letra de esa canción se acercaba a lo que le había ocurrido con Hyorin y Sangho —¡¡In another life~!! —exclamé.
—¡¡I will be your girl!! —respondió de igual forma y juré escuchar un regaño de la abuela Min. Ambos reímos y mantuvimos nuestras sonrisas aun mirándonos a través de la pantalla.
Hojung me gustaba, mucho más de lo que me gustaría admitir. Agradecería una y otra vez al destino y a la bruja loca del mercado.
—We keep all our promises, be us against the world. In another life, I would make you stay, so I don't have to say you were the one that got away —su voz sonaba armoniosamente hermosa. Se oía como una suave voz que no tenía que ser extremadamente fina para que sentir los sentimientos que habían detrás de ella.
Sabía como expresarme todo su amor, apretujando y descontrolando mi miocardio.
Una ronda de aplausos desconectó momentáneamente nuestras miradas y Hojung agradeció apresuradamente antes de casi lanzarse del taburete, pero no iba a juzgarla, yo me había arrancado el delantal y la esperaba con los brazos abiertos, reconfortando su pequeño cuerpo contra el mio.
Posé mi mentón en su cabeza y la apreté un poco más, queriendo sentir la cercanía y el calor de su persona para saber que este no era un sueño, en el que los vítores y aplausos hacían todo mas irreal.
—¿Deberíamos hacer esa promesa ahora? —se había separado un poco de mi, levantando su cabeza para mirarme.
—No lo sé —sonreí encantado por el pequeño puchero que sus labios formaron —¿Me trajiste fresas del huerto del señor Son?
—Por supuesto que sí —murmuró, e inesperadamente, fue ella quien acunó mi cara en sus manos y unió por primera vez nuestros labios. O por lo menos los labios de Min Hojung y Jeon Jungkook.
Me gustaría describir el momento como «si una explosión de fuegos artificiales estalló dentro de mi», pero extrañamente, sentí una increíble calma en mi corazón, como si mi cuerpo y mi alma estuvieran acostumbrados a besarla con tanta delicadeza como ahora.
La alejé suavemente cuando sentí que me faltaba aire.
—Hojung —llamé, aún muy cerca de sus labios —¿Hasta la eternidad?
—Y en todas nuestras vidas —susurró con una pequeña sonrisa. Intentó acercarse de nuevo, pero el grito de Seokjin nos hizo reír:
—¡Odio esta maldita soltería!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro