05. tall and stupid
Min Hojung
Para ser entre semana, en el mercado de Seomun no cabía ni un alma. Al llegar a la estación de Seomun me dí cuenta gracias a la cantidad de gente que entraba con grandes bolsas que era la semana de descuentos que normalmente ocurría cada mes.
-Hey, Jungkook, ¿Me das tu número? -pregunté alzando la vista porque este chico es tremendo poste.
-¿Qué?
-Que me des tu número por si te pierdes, eso debe estar llenisimo de gente -pero lo que tenía de alto y guapo lo tenía de raro, por alguna razón no dejaba de mirarme, digo, se que soy preciosa, amable y el mejor de los partidos, pero era un poco extraño.
Me entrega su teléfono, marqué mi número y llamo para tener el suyo igualmente.
Cuando iba a entregárselo me detuvo.
-¿Me tomas una foto? -asentí con una sonrisa amable.
-Dí whiskey -sonrió a la cámara y puso sus dedos en signo de paz. Reí, ya que me pareció bastante adorable y peculiar su sonrisa que resaltaba sus grandes dientes. -¡Vamos! -le entregué su teléfono y tomé su mano nuevamente, arrastrándolo hacia dentro.
Noté como le costó tomarme el ritmo aunque mis piernas fueran cortas y daba saltitos, caminaba como si estuviera tenso e incluso sorprendido. Cierto, seguramente le molestaba, yo solo lo agarré porque me da miedo que se pierda, claramente. La calidez de su mano no tenía nada que ver, mucho menos lo atractivo que me parecía.
Jungkook estaba actuado de la misma forma cuando lo saqué de la habitación de Yoongi, es demasiado lento y parece que viviera en la luna.
Mido casi un metro sesenta, este pequeño retiene mucha energía pero poca fuerza para arrastrarlo, por lo que lo suelto y volteo a verlo formando línea en mis labios, a modo de disculpa.
-N-no t-te disculpes, solo no estoy... acostumbrado al contacto físico -a hablar tampoco pareciera que estás acostumbrado el chico.
-Este es el segundo mercado más antiguo de Daegu -empiezo. -Solía ser un palacio en la época de Joseon o algo así, me gustaría seguir contando la historia pero lo único que recuerdo es donde quedaba el kiosko de frutas exóticas -Jungkook sonríe divertido mientras negaba con la cabeza. Casi festejo pues la única expresión que había visto en su rostro era cuando boqueaba como si fuera a decir algo y luego se retractara. Como un pez. Como si estuviera en una nebulosa. Y si vas a un mercado hasta las leches de gente no es lo indicado.
-Ya, Jungkook -llamé. Por alguna razón seguíamos estancados en la entrada. -Aquí tienes que espabilarte o pueden robarte hasta los pantalones.
-¿En s-serio?
-No, pero di algo, el silencio es raro -dije con una pequeña sonrisa, siendo lo suficiente amigable y respetuosa para convercelo.
-Mmh, lo único que puedo decir es que turismo no sería una carrera indicada para ti.
Reí, dado que la universidad no es un tema que quisiera tocar, no le dije que claramente lo mío era la nutrición y solo empiezo a andar con mi usual sonrisa y Jungkook detrás de mi.
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