I Miss you
llevo un rato despierto ya, es tarde incluso, pero no quiero levantarme, pues a mi lado tengo todo lo que pido en la vida, a quien me da paz, tranquilidad,quien aleja las pesadillas y las convierte en un hermoso dia en el parque.
¿como podria pedir más?
si ni siquiera podía dejar de verlo, amaba verlo, más cuando los rayos de sol tocaban su suave piel totalmente nivea con timidez,mientras sus cabellos tan oscuros como la noche descansaba en su frente con tranquilidad, haciéndole ver más que perfecto.
en verdad no puedo pedir nada más, nada… incluso los pájaros que cantan en nuestra ventana hacen que todo luzca perfecto, tengo que admitir que el simple hecho de tenerlo junto a mi, hace que aquella sensación de miedo y soledad se vayan, pues el tiene el poder de crear colores en un dia gris, lo amo, vaya que lo amo…
- shura… te amo… nunca me dejes por favor.
susurro acariciando su mejilla con delicadeza, con la esperanza de no despertarlo y poder contemplarlo un poco más.
- nunca lo haré mi angel.
contestó quien pensaba dormía tranquilamente, para así abrir sus ojos y con gran agilidad subirse sobre mi cuerpo desnudo, abriendo ligeramente mis piernas para colocarse entre ellas, depositando un suave beso en mis labios, entrelazandome después entre sus brazos.
- lastima que tu si lo hiciste, lastima que fuiste tu quien me abandonó.
sus palabras erizan mi piel, haciéndome sentir enfermo, más al notar que shura ya no estaba a mi lado.
intento levantarme más me doy cuenta que sin saber como estoy he llegado a la puert de mi habitación, mirándome a mí mismo, gimiendo en los brazos de quien más odio en la vida, pero lamentablemente el no esta obligandome, soy yo quien se entrega a el consensualmente, soy yo quien gime por voluntad propia.
mientras con el rabillo del ojo, puede ver a shura, entrando por la puerta, mirando aquella escena con asco y sorpresa.
intento levantarme con rapidez e ir a su lado, explicarle lo sucedido, más solo veo ahora un cuarto oscuro, con una pequeña mesa siendo alumbrada y una nota en medio de esta.
“ en verdad te amaba mi ángel, en verdad lo hice”
mi corazon duele con fuerza al leer aquellas palabras.
volteo desesperado a todos lados gritando el nombre de mi amado, pero nadie me contesta, solo hay oscuridad y soledad a mi alrededor, pero sobre todo hay aquel dolor infernal que causa un corazón que pide a gritos dejar de latir para pagar sus pecados.
aquel dolor es tan fuerte que sin quererlo terminó despertando de golpe, dando me cuenta nuevamente que todo solo fue un sueño, un horrible sueño o más bien un recuerdo.
intento levantarme pero no le veo el caso, así que me quedo en el piso de mi sala un rato más, viendo las botellas de alcohol que me rodeaba.
más fue un fuerte escalofrío el que me hizo al menos intentar levantarme, era un asco sentir aquello, pues desde hace algunos días no importaba cuanto calor hiciera, yo no podía sentir nada más que aquella asquerosa sensación…. que aún fuese extraño, tambien me hacia sentir sumamente triste.
-shura.
dejó escapar aquel nombre de mis labios, recostandome de nuevo el piso, mirando al techo sin más, limpiando aquella lágrima que logró salir de sueño a la realidad.
-shura…
repito de nuevo, más esta vez mi voz es entrecortada, el simple hecho de pronunciar su nombre no me causa otra cosas que un enorme deseo de llorar, y de hecho eso es lo que sin darme cuenta he empezado ha hacer, en especial por que recuerdo las ultimas palabras que le escuche decir, antes de no volver a verle nunca más.
Perdóname, pero no puedo yo no soy la maldita segunda opción de nadie, - una lagrima salio de sus ojos negros-, no soy de quien puedes aferrarte cada vez que el te manda ala mierda, así que lárgate, no quiero volver a verte en mi puta vida, y si volvieras aparecer frente a mi, solo quiero que sepas, que no te golpeare, ni te insultare ni nada parecido, solamente pasaré de largo; por que ya te habré olvidado
después de aquello simplemente le deje ir… no es como si tuviera otra opción..¿o si?
limpio mis lágrimas con la manga de mi chaqueta, levantándome por fin del piso, quedando sentado, en total silencio, en medio de la asquerosidad que se ha vuelto mi departamento, escuchando únicamente a lo lejos el ruido de los automóviles que pasan cerca, incluso también el insoportable ladrido del perro del vecino, quien muestra su desesperación al ver como sus dueños pelean con fervor.
- maldita mierda.
no puedo hacer otra cosa más que suspirar con fuerza, tal vez otro dia con gusto podria haber soportado aquello, pero hoy no, hoy no es el dia, pues el peso de mi pecado es aún mayor, el peso de saber que lastime a la única persona que llegó a amarme, quien hubiera dado la vida por mi, el hecho saber que fui el motivo de llanto, no hace más que hundirme en propia miseria…
sin más me levanto con fuerza, decidido a ha hacer algo para calmar este maldito dolor, no se que haré, pero algo tengo que hacer, este maldito dolor tiene que desaparecer de una forma o de otra.
camino con rapidez por mi departamento, buscando las llaves de mi motocicleta, encontrandolas en el cajón al lado de mi cama, más al lado de ellas un trozo de papel descansaba, uno que olía a tu perfume, uno que tenía escritas letras de amor… tus letras de amor hacia ami.
Cabalgas sobre mi con un jinete, listo para la batalla,
Mostrando una pasión infinita,
envolviendome entre tus gemidos y tu cuerpo lleno de sudor.
Eres mio y yo tuyo
Mi amor por ti es tan eterno que ni la muerte misma me alejara de ti.
Aun incluso en el infierno, mi alma buscará la tuya, para continuar consumiendo nuestro amor.
Tu eres mi única droga, mi única adicción, como también eres el único que puede salvarme
Te amo, angelo…
Att shura.
beso suavemente aquella nota, sintiendo de nuevo mi corazón estrujarse, y más lágrimas cayendo por mis mejillas, pero estas ya no me importan, ya no, acabaré de una vez con el dolor y las lágrimas de una vez por todas….
leo aquella nota una última vez, dejándola junto con muchas otras más, todas ellas llenas del olor de tu perfume y tus letras de amor.
guardo en mi bolsillo mi billetera, saliendo de una vez por todas de aquel maldito lugar, colocandome mis audífonos escuchando mi música con un excesivo volumen antes de subir a mi motocicleta, acelerando de golpe, sin siquiera prestar atención si algún carro venía cerca de mi.
Por fin logró tener un poco de paz al sentir el frío viento de aquel dia gris en mi rostro. Amó aquella sensación, me hace olvidarme de todo un momento y eso es lo que más necesito.
No sé cuánto kilometros, ni cuánto tiempo había recorrido, por un instante no era consciente de mi realidad, solo sabía que inconscientemente, quería llegar a aquel lugar… a nuestro lugar.
-¿en verdad estoy aquí?
digo al reconocer el lugar donde por fin paró mi motocicleta, sonriendo nostálgicamente aquella banca bajo el árbol, una que está muy lejos de mi hogar, en una ciudad muy distinta a la mía.
me siento sin más, mirando al suelo, deseando alzar la mirada pero no me atrevo, pues se que de hacerlo, podré ver a lo lejos la casa de quien una vez fue la persona que más me amo.
suspiro con fuerza,cerrando mis ojos por completo, abriendolos únicamente para recordar como fue el dia que lo conocí.
-hola, ¿tienes un poco de fuego?
me dijo aquella primera vez como excusa para acercarse ami, mostrando una sonrisa al tiempo que se acercaba a mi lado, ofreciéndome un cigarrillo, iniciando platica conmigo, todo eso con la excusa, que siempre sabía mejor fumar en compañía.
aquella vez yo solo era un foráneo que habia escapado de la horrible vida que tenía en mi casa, no pertenecía a aquel lugar y sin saberlo, sin esperarlo más bien, mi corazón echó raíces ahí, quedándose para siempre.
suspiro con fuerza masajeando mis hombros, intentando ignorar los recuerdos, subiendo todo el volumen a mi música, al escuchar la canción que comenzaba a reproducirse.
- Built an opera house for you in the deepest jungle
(Construí una casa de ópera para ti en lo más profundo de la jungla)
susurre aquellas palabras con dolor, sintiendo las lagrimas querer salir por mis ojos nuevamente, aquel tono de aquella canción se clavaba en mi mente como agujas haciéndome recordar el pasado, cuando en aquella misma banca, shura me abrazaba con ternura, compartiendo audifonos conmigo, mientras me cantaba en mi oído otra parte de esa misma letra.
- Ooh, I was meant to love you
( estaba destinado a amarte)
And always keep you in my life
(Y siempre mantenerte en mi vida)
Ooh, I was meant to love you
(estaba destinado a amarte)
I knew I loved you at first sight
(Supe que te amé a primera vista)
besaba mis labios siempre al terminar aquel pedazo de canción, abrazándome con fuerza y ternura al mismo tiempo, logrando siempre que olvidara cualquier tipo de mal.
-perdón.
dije al terminar la canción, para quitar mis audífonos, y encender un cigarrillo,esperando que este me trajera un poco de calma, pero como era de esperar tampoco lo hizo.
¿como podria hacerlo?, yo no merezco estar en calma, no después de haber arruinado lo único bueno que me ha pasado en la vida.
mis ojos estan cansados ya de tanto llorar, no descansar, de mirar todo lo que me rodea, así que no me queda más que cerrarlos un poco, aunque tengo que admitir, que odio eso, pues siempre que lo hago, puede verte..
-shura… nunca fuiste mi segunda opcion, pero tu me veías como un ángel, y tal vez lo soy, pero un ángel del infierno… y tu eras demasiado puro…
nuevamente, como ya es costumbre, un escalofrío recorre mi cuerpo, es un día cálido, más tengo frío.
aquel malestar no hace más que hacerme levantar de aquella banca, mirándola una última vez antes de marcharme.
lentamente y con todo el tiempo del mundo, pero sobre todo mayormente por inercia, comienzo a recorrer todos aquellos lugares donde alguna vez estuve con él, parque, restaurantes, heladerías, cualquier lugar, por insignificante que parezca es especial para mi, y lo admito, algo de mi espera que al pasar por ellos, pueda volverlo a ver, aunque sea lo lejos, aunque el me vea y me ignore, no me importa, al menos así podré volverlo a ver.
el dia paso con rapidez, más rápido de lo que yo hubiera querido, más después de llenar el tanque varias veces, continué mi andar, escuchando aquella canción una y otra y otra vez sin descanso, encontrando una enfermiza paz al hacerlo.
-lo pensé bastante tiempo, una parte de mi no quería hacerlo, más termine deteniendo únicamente la motocicleta, para comprar un par de botellas de licor, exactamente aquellas que shura gustaba beber, comenzando a beberlas de manera desesperada en un pequeño parque, sentado en los columpios, mirando con celo a las parejitas paseándose de la mano, mostrando su amor, haciéndome sentir aún más miserable.
maldita sea.
dije con hastío al escuchar mi teléfono sonar sin descanso,ni importancia de cuantas veces negara aquella llamada.
- ¿donde estas idiota? hemos estado esperandote todo el dia, el alcohol se está acabando si no llegas no quedará nada.
cuelgo aquella llamada, desactivando la señal de mi celular, es cuando por fin me doy cuenta de la cantidad de mensajes que tenía sin revisar, comienzo a leer cada uno de ellos, más también los más antiguos, comenzando a sentir asco de mí mismo, pues todos y cada uno de ellos, trataban de lo mismo, unicamente, invitacion para tomar, drogarme, o tener sexo casual tanto con hombres como mujeres,
-¿con cuantas personas me he acostado desde que ya no esta?
me pregunto a mi mismo, intentando recordar los pocos días que he estado sobrio, desde que shura se marchó de mi vida.
- ni siquiera puedo recordar eso, le prometí dejar esa vida, pero ¿cómo podria hacerlo si el era mi unico motivo para intentarlo?
continuó bajando hasta llegar a los aún más antiguos, encontrando el último mensaje que shura me habia mandado, uno que decía que estaría en casa antes de lo acordado, que esperaba verme con ansias, que me haria el amor apenas llegara..
no habia abierto ese mensaje, nunca lo hice, no me atrevía ha hacerlo, porque arriba de ese, habia otro que simplemente decía
-abreme la puerta, he escuchado que estas adentro, así que deja de esconderte, no importa cuanto juegues al niñito enamorado de aquel marica, siempre seras mio, no importa cuanto te escondas, así que ábreme, solo será un encuentro casual, y nada más…
no pude negarme, no pude hacerlo con quien habia escrito ese mensaje, misma persona que era quien shura más odiaba en la vida, y no porque le hubiera hecho algo a él, si no por todo el daño que me causo a mi, lo odiaba por ver las cicatrices que el dejo en mi cuerpo, por el sufrimiento que me causó, pero sobre todo por no entender por que me habia enamorado tanto de el, por que no podía dejarle atrás aun teniéndole a el a mi lado.
ese dia nunca imagine que todo aquello era una simple trampa, que él tenía planeado, para que shura nos viera mientras me teníamos sexo, para después el simplemente también desaparecer, con esa estúpida sonrisa entre dientes, pues pese a todo sabia que no habia abusado de mi como algunas veces en el pasado, pues aunque fuese de mala gana acepta aquel encuentro, para que simplemente se fuera, pero nunca me negué.
-no importa como lo vea, todo es mi culpa, por debilidad, por mi inestabilidad, por todo.. es mi culpa.
comencé a beber esa botella como si de no hacerlo se evaporaria, continuando con la otra, con desesperación, intentando olvidar las manos de el, para mejor recordar, ese dulce sabor de los labios de shura..
cuando menos lo note, el sol ya habia salido, la gente caminaba a mi alrededor, cuchillando sobre mi, haciéndome despertar, dándome cuenta que caí ebrio en ese mismo lugar.
entre abro mis ojos, al sentir el sol lastimandome, sintiéndome calmado al ver que al menos mi motocicleta seguía a mi lado…
-¿que demonios haces aquí? angelo…
me levanto rápidamente al escuchar aquella voz, quedando sentado en la banca, bajando la mirada,al reconocerle, no me atrevo a verlo a los ojos, no puedo hacerlo, no soportaría que me viera de esta forma tan patetica…
-eres un desastre, siempre lo has sido.
sentenció acercándose un poco más a mi,recargándose en mi motocicleta, esperando que lo volteara ver.
-por eso el te dejo…
aquellas frias y directas palabras, fueron como dagas que cruelmente atravesaron mi corazón, destruyendo aun más lo poco que aun quedaba de el… pues eran la verdad
-eso no es asunto tuyo, ni de nadie…
finalmente respondí, a quien de sobra se que es el mejor amigo de shura, aquel que siempre estaba a su lado, y mismo que se que me odia con todas sus fuerzas.
-¿vienes con el?
continue al ver su ropa deportiva, notando que era obvio que habia salido a correr, más él no contestó, solo me miro con gran frialdad.
-¡ja!, olvidalo, no te preocupes que ya me ire de aquí, no vaya a ser que el me vea aquí y se arme un desastre, me largo milo.
sus rostro dejó aquella fría mirada, para simplemente alzar una ceja como si estuviera sorprendido.
- ¿cuando fue la última vez que supiste de él?
- desde que se fue de casa, no volví a saber de él.
respondí con sinceridad, alargando el mayor tiempo que me fuera posible aquel encuentro, deseoso que shura viniera a su lado.
-¿estás aquí esperando encontrarlo?
no respondi esa pregunta, no podia hacerlo, pues aunque mi contestación fuese negativa, la realidad era otra.
-eres un imbécil angelo, el imbécil más grande que este maldito mundo pudo conocer.
sus palabras las escupió con rabia, casi como si quisiera golpearme en ese mismo instante sin piedad alguna, más no lo hizo,
-un imbécil.
repitió con su voz entre cortada, mirándome con gran odio.
-el aun te espera, supongo, aun estaría feliz de poder verte, solo es que sepas como dar con el.
no entiendo aquellas palabras y aquella extraña actitud de milo, cosa que me hace sentir un poco de angustia, más sobre todo hace que aquellos asquerosos escalofríos regresen a mi.
- ¿qué quieres decir? el me odia, me merezco su odio, ¿cómo es que el me espera?, el no quiere saber nada de mi… ya no…
le digo y el niega con la cabeza, controlando su respiración, intentando esconder sus emociones, mirándome esta vez con un poco de lastima.
- eres tan idiota, pero te dire una cosa, el te amaba, aun después de regresar aquí, después de jurarte que nunca más volvería a verte, el fue conmigo, me pidio que te ayudará, que te alejara de aquel maldito que tu bien sabes el daño que te hizo, o te hace no se, estas tan loco que podria jurar que sigues con el, se preocupo por ti en todo momento, intentó hacer hasta lo imposible para ayudarte, aún lejos de ti… por que el te amaba, vaya que lo hacia….
detuvo sus palabras, soltando un gran suspiro, mirándome en silencio,suspirando nuevamente al tomar lo que parecía era una gran decisión para el…
-supongo que… el no se molestara si te llevo a su lado, ¿quieres ir?
no entiendo lo que está pasando, más asiento con la cabeza, dándole las llaves de mi motocicleta, dejándole conducirla.
- antes de ir a verlo, quiero mostrarte algunas cosas.
asiento con la cabeza en total silencio, no importa donde me lleve, no importa a donde vaya, solo se que estaré pronto con shura, que el aun me ama, que tal vez, si hablamos el pueda volver ha aceptarme a su lado…. y si eso pasa, juro por dios aunque no crea en el, que esta vez cambiare, seré lo que el se merece, nunca más volveré a decepcionarle, a lastimarlo.
por primera vez después de tanto tiempo me siento nervioso, como feliz, tanto que no me importa aquel largo camino, por fin volveria a ver, esos ojos negros como la noche..
-¿sabes..? - dijo deteniéndose en un restaurante demasiado lujoso para mi gusto- - una semana antes de que pasara lo que pasará por tu gran estupidez, el me trajo aquí, me pidió que le ayudará,a planear algo, algo que cambiaría sus vidas por completo, aquel dia estaba nerviosos pero feliz, quería que todo saliera perfecto, para que tu no pudieras negarte a su pregunta.
-¿que era lo que iba a preguntarme aquí?
respondí con gran duda si dejar de mira el lugar, más notando como con nostalgia milo bajaba la mirada, prendiendo nuevamente la motocicleta, esperando un par de segundos antes de arrancar.
-aquí iba a proponerte matrimonio.
un dolor agudo se apoderó de mi pecho, tanto que ni siquiera logré sentir cuando la motocicleta comenzaba a avanzar, haciéndome perder aquel lugar de vista.
-¿por qué me has enseñado eso?
cuestione cuando por fin cuando el dolor en mi pecho me permitió hablar.
- por que tienes que saber todo esto antes de ir a verlo.
sentenció acelerando la motocicleta, llegando rápidamente a su próxima parada.
- demasiado grande para dos personas, dirás pero su idea no era que solo fuera para dos personas, él veía unas cuantas pisaditas más por todos lados, jugando sin descanso, mientras miraban la puesta de sol en la terraza, la cual en verdad tiene una vista hermosa, pero bueno al parecer otra persona tuvo la oportunidad de gozar de sus sueños.
me negaba a ver lo que me mostraba, no quería hacerlo, pues sabía que lloraría nuevamente si lo hacia, pues no muy a lo lejos de nosotros, podía ver a una hermosa familia, en una gran casa, la cual parecía recién se estaban mudando, podía ver al padre jugando con su pequeño, mientras su esposa se acercaba a besar a ambos.
- para, para por favor…
casi le suplique a milo, quien parecía no querer arrancar la motocicleta, para que pudiera apreciar más aquella escena.
- esto es lo que perdiste, tu lo perdiste, pudiste tener lo que siempre quisiste,la que se por labios de shura, no tuviste y siempre soñaste, aquel calor de una linda familia, amor, todo…. pero no…
sus palabras eran frías, su tono demasiado cruel e insensibles.
-¿que ganas tu con esto?
cuestione intentando no llorar, más al escuchar a lo lejos la risa de aquella hermosa familia..
- nada en realidad.
nuevamente arrancó la motocicleta, guardando silencio todo el camino, hablando solamente en aquellos lugares en los que alguna vez shura le contó que le gustaria estar conmigo, lugares que serían sus más preciados recuerdos aun no vividos.
- ¿vas a parar ya de llorar? el recorrido casi termina.
finalmente habia terminado de destruir el poco orgullo que aun tenia, ya no podia hacer nada más que llorar por todo aquello que me mostraba.
aún usaba su tono frío para hablar, un tono que bien solo pudo aprenderle a su pareja, con la que compartía su vida, entendía porqué hacía eso, más si no fuera porque sabía que después de aquello vería a shura, le hubiera golpeado ya y me hubiera largado de allí.
- ya probaste tu punto, soy una basura, lo peor, arruine su vida y la mía, lo entiendo muy bien, pero para, por favor para, solo llévame a verlo ya , pues no creo poder seguir soportando esto.
le grite con dolor, mientras acercaba a mi pecho una pequeña hoja de papel que torpemente estaba pegada con cinta adhesiva, la cual decía con letras grandes, que la adopción de un hermoso niño de nombre mei estaba aprobada. .
-¿el esta con alguien más? ¿ verdad?, y te ha pedido que me tortures para que así yo pueda ver los estúpido que fui.
aquella idea se tornó momentáneamente en mi cabeza, haciéndome esperar la fría respuesta.
- ojala fuera tan fácil.
respondió nuevamente dando a notar que escondía sus emociones, pidiendome un cigarrillo, viéndome llorar sin compasión, con aquella hoja rota en mis manos.
-¿por qué lo hiciste?
preguntó por fin quitando su tono frio, hablando con más humanidad.
- ¿por que lo lastimaste de esa forma?
-por qué -respondí sin dejar de ver aquella nota- por que soy un idiota, un idiota que no supo valorar todo aquello que tenía, no valore su amor, su calor, su dulce voz que tiernamente me decia que todo estaria bien, sus mensajes, su risa, no valore nada de eso, él era la persona perfecta para mi, y yo quise irme por lo fácil, por lo banal, sin importarme lo que él sentiria, no sabes cuanto daria por poder decirle que lo siento, por suplicarle perdón, o tan siquiera por verle un minuto más….
milo negó con la cabeza, mirándome con lástima, para después mirar al cielo.
-tenemos que apurarnos, el sol está apunto de desaparecer, y si aun quieres verlo, pedirle perdón, lo mejor es que nos vayamos.
no dije nada, solo deje que me llevara hasta shura, más esta vez no estaba tan, ¿como podria estarlo al saber todo esto? ¿como podria tener el valor de tan siquiera verlo a los ojos? más no me atrevía a pedirle a milo que parara la motocicleta, que me dejara ir… pues ahora mis sentimientos estaban sumamente confundidos.
- vendate los ojos, pero te advierto esto no es una maldita sorpresa, ni un regalo.
una extraña sensación invadió mi ser, pues reconocía el lugar, más no entendia por qué shura estaría ahí, sin embargo obedecí vendadome los ojos, dejándome guiar por milo.
- no sabes cuanto lloro por ti,- sus palabras se escucharon entre cortadas, parecía que finalmente lloraba- cuánto sufrió, pero sobre todo no sabes que él iba a perdonarte, iba a llevarte con él sin importarle nada, te amaba, maldita que sea que si lo hacía…
otra vez esos malditos escalofríos invaden mi cuerpo, más los ignoro, al sentir que por fin milo lentamente quita la venda.
- no…no...dime que es una broma, por favor dime… te lo suplico milo… dime que es una broma cruel… por favor.
mis piernas comienzan a temblar hasta hacerme caer de rodillas, no creo lo que veo, no esta pasando, esto no está pasando, todo esto es un sueño, seguramente sigo borracho en aquella banca del parque, y todo esto nunca paso, nada esto es verdad, me niego a pensar que es verdad, no puedo aceptarlo.
no es una broma.
coloca su mano en mi hombro, al tiempo que limpia sus lágrimas, dándome a entender que no era un broma.
-fue hace un 1 mes, el iba a volver por ti, iba a doblegar su orgullo solo para salvarte,para traerte a su lado y alejarte de todo,-detuvo sus palabras controlando su voz y continuó- ese día yo iba con él, no entiendo cómo, ni porqué, pero nuestra motocicleta fallo y el no pudo controlarla, yo caí en un arbusto, pero la peor parte la llevó el.
silencio, sólo silencio es lo unico que esta a mi alrededor, para incluso como si el mundo se hubiera detenido, o simplemente se quedará en “mute” , pero eso no importa, pues solamente puedo prestar atención a aquel trozo de piedra en forma de angel, la cual a sus pies con letra cursiva, simplemente dice.
fuiste un gran amigo, el mejor que cualquiera podria tener, por favor esperamos haya contigo, pues pronto nos encontraremos, no nos olvides, pues nunca te olvidaremos…
esta vez solo frio es lo que pude sentir, aún estaba de rodillas, viendo como aquellas palabras solo eran continuadas, por el nombre de shura, el año de su nacimiento y el dia de su muerte.
-fuimos en la misma ambulancia, yo aunque estaba herido no me separe de su lado, y puedo decirte que lo último que dijo fue tu nombre, me pidió que te cuidara, que te ayudará.
milo limpio sus lágrimas, mirando en el piso, estando totalmente en shock, y aunque me fue difícil, logré distinguir sus palabras.
- es hora de irnos, técnicamente este lugar ya está cerrado, nos he metido de contrabando.
me tome del brazo y yo me solté con brusquedad, pues no quiero apartarme de shura, quiero estar a su lado, quiero estar aquí, morir aquí de ser necesario.
- déjame aquí por favor, no necesito que me cuides, no necesito nada de ti… gracias por traerme aquí, pero yo no me iré, solo necesito estar con él… por favor, solo dejame..
no podía dejar de mirar la tumba de mi amado shura, no podía, algo de mi murió en ese momento, haciéndome notar que por fin estaba totalmente vacío por dentro, ya no tenía nada, tal vez a mucho estas horribles ganas de vomitar y de desear que todo en verdad fuera un sueño.
- no puedo y lo sabes… hoy puedes quedarte con camus y conmigo, mañana te llevare a tu departamento.
nuevamente me jalo del brazo, haciéndole parar.
- llevame contigo shura, por favor llévame contigo, te lo suplico.
dije entre lagrimas, tocando su tumba, sintiendo como milo me sacaba casi a rastras del lugar, llevándome entre lágrimas y sollozos hasta su hogar, dejandome en el cuarto de huespedes.
- mañana podrás volver, pero después de eso tendrás que regresar a tu vida, no te dejaré que no lo dejes descansar en paz.
camus estaba a su lado, más guardaba silencio, dándole a entender con la mirada que ya era suficiente, que me dejara solo.
-¿quieres que siga mi vida? ¿cual? ¿una donde podre decir, conoci al amor de mi vida pero murio y anexar, murio por mi culpa?
sentencie esperando que se marchara, acostándome en la cama, viéndolo aun en la puerta, intentando mostrarse totalmente hermético.
- vive con eso…
sentenció con frialdad, dejándome totalmente solo por fin en la habitación, donde horas después, en silencio, más mostrando un poco de compasión en su mirada, camus me llevo lo que lucía como una deliciosa cena.
- no creo que tengas hambre, pero tienes que comer, luces como si no lo hicieras muy bien en mucho tiempo.
intento sonreír después de eso, más aquello sabía de antemano no era su fuerte, despues de eso se marchó.
intente dormir aquella noche, pero era imposible, siquiera me acerque a la comida que me trajo, aun que camus tenía razón y casi ya no comía, no sentía hambre, no sentía nada...
-shura.
susurro sin importarme que me duele la cabeza, mis ojos hinchados de tanto llorar, parece como si pidieran a gritos que fueran cerrados, que descansara un poco, más no hacía caso, no quiero dormir, solo quiero recordar a la persona que ame en el mundo...
la mañana llegó tan lenta, que me pareció una eternidad en el infierno, milo me pido que al menos intentara desayunar, más rechacé su oferta, solo quería ir al cementerio y estar el mayor tiempo que pudiera con shura.
y así fue, prácticamente todo el dia estuve frente a su tumbado, sentado y de rodillas, llorando y suplicando su perdón.
más al llegar la noche, cuando el cuidador nos pidió que nos marcharemos, milo nuevamente tuvo que sacarme casi cargando del lugar, llevándome a regañadientes hasta mi maldito departamento.
- quiero que sepas, que no te odio, no podría odiar a la persona que más a amo mi mejor amigo, así que, si algun dia necesitas algo ven a buscarme.
me dijo, pero no hubo respuesta de mi parte, pues no podía siquiera alzar la mirada del suelo, estaba cansado ya, mi mente parecía haberse desconectado de mi razón, mi psique estaba totalmente destruido, pero no podía quejarme, yo era el responsable de todo.
- la oferta está en pie.
sentenció antes de dar la media vuelta, dispuesto a marcharse.
- no necesito de ti, gracias,pero lo mejor para ti es alejarte de mi, solo traigo desgracia a lo que amo, a los que están a mi lado y yo lo sabía, siempre lo supe, aun así me acerque a el, sabiendo en que terminara y no solo le arruine la vida, si no acabe con ella, así que lo mejor que puede pasarte a ti es alejarte de mi.
di media vuelta tras decir aquellas palabras, caminando como si fuera un zombie hasta mi habitación, cerrando la puerta de mi cuarto, escuchando como milo se marchaba, sabiendo que por estaba totalmente solo.
pase todo el día releyendo una y otra vez todos los poema que hace tiempo shura me habia escrito, aquellos que guardaba celosamente en mi cajón,junto con todas las fotografías y video que teníamos juntos.
una mueca de nostalgia se crea en mis labios al ver que solo a su lado mis ojos tiene algún tipo de brillo…
- te extraño, en verdad te extraño, te necesito, necesito verte de nuevo, estar contigo, escuchar tu voz…. shura.
digo mientras un violento escalofrío recorre todo mi cuerpo, pero ya no me importa, si muriera por alguna enfermedad o por lo que sea que provoque este asqueroso sentir, me da igual.
habían pasado dos semanas ya desde aquel dia, semanas en que casi no habia comido, por mucho que mi estómago gruñera con fuerza, no quería comer, pues la comida no tenía sabor alguno, tampoco he dormido mucho, casi nada en verdad, y si lo llegaba a hacer solo era cuando terminaba inconsciente por culpa del alcohol o las drogas, o cuando solía desmayarme pues mi cuerpo pedía gritos suplicantes, un poco de descanso.
- deja de joder ya… se lo que le prometiste pero te lo dije no soy tu responsabilidad, dejemonos de hipocresias, me odias, casi tanto como yo me odio a mi mismo… así que deja de llamarme.
milo me llamaba de nuevo, podía escuchar la preocupación en su tono de voz, pero no me importa.
aviento el celular a mi lado del sofa, después de colgar la llamada, masajeando un poco mi cuello, sin dejar de mirar un solo segundo aquel par de pastillas que tenia en mi mano, tomándolas después con rapidez acompañándolas con un poco de cerveza, sin más cierro mis ojos esperando que el efecto no tarde mucho, pues solo así puedo verlo de nuevo.
- shura…
susurro su nombre al sentir el efecto en mi cuerpo, abriendo lentamente los ojos, sintiendo que el dolor en mi alma se disipaba al ver el mundo con otros ojos.
- dios, angelo tienes que probar esto es delicioso, ten come.
amo esta sensación, el poder verlo en forma de recuerdos, como esta vez, la primera vez que juntos y tumbados en este mismo sofá,compartiendo un cigarrillo de cannabis, reíamos por todo, disfrutando de simples alimentos congelados como si fueran de un restaurante de cinco estrellas.
- te amo… perdoname
le susurre a aquella alucinación, viendo como shura simplemente me sonreía, acercándose a mi lado para besarme tiernamente, y así regresar a lo que hacia antes de eso.
más no era lo único que vi, pues no importaba donde caminara en este pequeño departamento,podía verlo, en cada esquina, en cada cuarto, no importaba, el estaba ahi, algunas veces jugando videojuegos, otras preparando la cena, o arreglando algo del lugar, aunque lo que más amo es ver mi habitación, pues en este recuerdo puedo verme a su lado, consumando nuestro amor sin descanso, dañados en sudor, arañandole la espalda por el éxtasis que me provocaba.
sin más continuó mi recorriendo mi departamento como un zombi en busca de recuerdos, en busca de sus ojos, de su sonrisa, de todo…
habia pasado ya demasiado tiempo desde que tome aquellas pastillas, el efecto estaba sintiéndose cada vez menos, hasta que paulatinamente llegará a ser inexistente, pero no sin antes traer consigo la parte más asquerosa de todo esto, aquella que me hace regresar a la realidad, solo para darme cuenta que todo esto no es más que una maldita mentira, que shura está muerto por mi culpa y que nunca más lo volveré a ver.
-maldición.
grito al sentir de nuevo el dolor en mi cuerpo, la tristeza y la depresión, llegando con mayor intensidad….
busco más pastillas, más no logro encontrarlas, estaba seguro que aún tenía más, pero no logro recordar dónde las dejé… .
- deja de hacer esto por favor.
es la primera vez que escucho una voz después de drogarme, no la distingo bien pero ¿es voz? estoy casi seguro que si.
niego con la cabeza, siendo cada vez un poco más consciente de mi realidad, sobre todo al no poder dejar de ver todos los recuerdos malos de mi vida.
- solo así puedo verte, así sigues a mi lado…
respondo sin más, al recordar todos aquellos lugares que milo me habia mostrado antes de decirme sobre su muerte.
- basta, te estás matando.
la voz se intensificó en mi cabeza, haciéndome taparme los oídos y cerrar mis ojos con fuerza, sintiendo como caigo de rodillas frente a la cama.
- eso es lo que quiero shura, quiero morir, aunque se que lamentablemente no ire a donde tu estas.. yo no merezco ir ahi…
grito esas palabras, dejándome caer al piso, comenzando a llorar de nuevo, ya no podía con eso, aquella asquerosa sensación me tiene arto ya.
- entonces, si no te detienes no volverás a verme.
eso último lo escucho muy a lo lejos, sintiendo como mis ojos comienzan a cerrarse dejándome totalmente inconsciente en ese mismo lugar.
-oye tengo que irme… es tarde ya, y camus me espera.
una mano conocida mueve mi cuerpo haciéndome despertar, dándome cuenta que el sol ha salido, y ahora estoy sobre mi cuenta, incluso estoy cobijado y el lugar luce por mucho más que limpio.
- eres una porqueria, en verdad, no entiendo cómo vivías así… no soy muy fan de la limpieza pero tenía que hacer algo con tu departamento, era un caos total.
bajo la mirada en silencio, observando como milo me ofrece un plato de cereal, el cual me ha traído hasta la cama, el cual sin embargo rechazó.
- ¿que demonios haces aquí?
pregunto y el simplemente se encoge de hombros, comenzando a comer del plato.
- ayer vine en la noche, estabas totalmente ido por las drogas, no dejabas de repetir el nombre de shura, parecía que lo buscabas por todo el departamento, sinceramente me asustaste un poco… más cuando prácticamente te desmayaste en el piso, pero bueno, primero me confundiste con shura, me dijiste que lo que querías era morir…entre otras cosas.
comienzo a masajear mi cuello molesto por lo que escuchaba, pues en el fondo deseaba que esa voz fuera verdaderamente la de shura.
- ¿por qué me has dicho que nunca más me dejarías volver a verlo?
milo me ve con sorpresa, alzando una ceja sin dejar de comer del plato.
- yo no te he dicho eso…
no continuó con aquella conversación, simplemente me levanto de la cama, tomó los últimos billetes que me quedan en mi chaqueta, y regreso una última vez mi mirada a el.
- ¿podrias darme las pastillas?
milo no dice nada, solo suspira con molestia, sacandolas de su bolsa, dejándolas en la cama, para así acercarse a mí, mirándome con un poco de lastima.
-si no te las doy, fácilmente iras a conseguir más… así que ahí están, se que te molesta mi presencia, pero entiende que he venido por shura, el no quisiera verte así, matándote lentamente por que no puedes vivir con tu culpa… piensa en eso, al menos intenta cambiar el, por su memoria.
sentenció marchándose después de decir aquellas palabras, dejándome solo de nuevo, más con aquellas palabras en mi cabeza.
- nunca voy a cambiar, yo ya no puedo hacerlo
digo al viento, buscando un cigarro para fumarlo en la cama, con aquellas pastillas a mi lado, las cuales saco un par, dispuesto a ingerirlas.
-solo fue una alucinación, solo eso.
me digo intentando convencerme que al tomarlas podre verlo de nuevo, que aquella amenaza solo estuvo en mi cabeza.
sin más la tomo, pero nada, siento pasar los minutos, siento incluso los efectos placenteros de las drogas, pero nada más, shura no está, no puedo verlo, y aquello me hace sentir aterrado.
espero hasta que el efecto termine, solo para poder checar aquellas pastillas bien, con la esperanza que milo las hubiera cambiado por simples placebos, pero no habia nada diferente en ellas, pero aun así no puedo creerlo, ¿qué hay de diferente ahora?
intento controlar mi miedo, tomando mi chaqueta, saliendo con rapidez de mi departamento, dirigiéndome con mi proveedor, el cual furioso, me pregunta qué es lo que ha pasado con todas aquellas pastillas, pensando que posiblemente las estuviera ree vendiendo, pues era imposible que ya las hubiera terminado y seguir vivo.
-no es lo que piensas, me las han quitado, cambiado por simples placebos, y necesito más, necesito verlo, necesito aquellas pastillas… te juro que no es lo que piensas.
luzco patético, lo sé, lo siento es su mirada, pero ya nada me importa, necesito ver shura, vaya que lo necesito, y solo puedo hacerlo gracias a esas pastillas, así que haré hasta lo imposible para conseguirlas..
- no lo haré, no hasta confirmar que no me estas timando, maldito adicto.
siento mi sangre arder por aquella respuesta, siento que la poca coherencia que me quedaba desaparece con sus palabras, así que sin pensarlo, le tomó del cuello, comenzando a golpearlo, arrebatándole aquella bolsa con pastillas, saliendo del lugar, corriendo tan rápido como mis piernas me lo permitan, sintiendo que cada vez mi velocidad disminuye y los hombres de aquel maldito narcotraficante menor logran atraparme.
comienzan a golpearme sin piedad, dejandome sumamente herido, prácticamente estoy bañado con mi propia sangre, en el piso de aquella calle de mala muerte, la gente pasa a mi lado, en su mayoría prostitutas y drogadictos, sin embargo sonrió, pues aun que me hayan quitado la bolsa, una gran cantidad cayo de esta quedandose en mi bolsillo.
con dificultad logro levantarme, limpiandome la sangre e ignorando el dolor, comienzo a caminar hasta llegar a mi departamento, tumbandome en el piso, sacando un par de pastillas, metiendolas rápidamente en mi boca, tragandolas con mi propia saliva.
esperando el efecto, cerrando mis ojos con fuerza, esperando ver a shura a mi lado, como muchas veces atrás…
-¿shura?
el no esta, ya no está, me levanto del piso, comenzando a buscarlo por todas partes, pero no está, ni siquiera en nuestra cama, está ahora solo es un lugar vacío y sin vida…
-shura, por favor vuelve, por favor.
suplico pero nadie me responde, sus ojos, su voz, su sonrisa, no estan, ¿donde esta? maldición, ¿qué demonios está pasando? shura… por favor… por favor… regresa.. te lo suplico.
la desesperación comienza a apoderarse mi, haciéndome tomar otra pastilla esperando aumentar el efecto, pero como lo esperaba es inútil, tomo otra, después otra y otra más, pero nada, solo he logrado que lo que tenía que ser un placentero efecto, se vuelva algo insoportable, un infierno en la tierra.
comienzo a vomitar en el piso, sintiéndome un poco mejor físicamente, más no es eso lo que busco.
no se porque pero ahora me parece buena idea ir a su tumba, pues se que el esta ahi, de ahi no puede irse, no puede desaparecer, se que ahi lo encontraré, ahí y solamente ahí.
todo lo que hago tiene lagunas, pues hace algunos segundos estaba en mi departamento y ahora estoy conduciendo a toda velocidad en mi motocicleta, incluso ahora, una fuerte luz se acerca a mi, haciéndome sentir un frío horrible, y un ruido estruendoso se crea en mi cabeza, más parece solo haber sido una alucinación, pues despues de quién sabe cuánto tiempo por fin estoy aquí, con shura, en su tumba, es de noche al parecer pero estoy, aquí, sin recordar com entre, pero aquí.
-idiota..¿por que haces todo esto? pudiste haber cambiado, ser diferente, se que tu crees que no es así, pero yo creía en ti.
mi corazón late con fuerza al escuchar esa voz, pues esta vez estoy cien porciento seguro que es la voz de shura.
volteo la cabeza, intentando buscarlo, más no lo veo.
-por favor déjame verte, una vez por favor, déjame decirte lo mucho que lo siento.
-te perdone hace mucho tiempo, no tienes que seguir repitiendo cuanto lo sientes…
por fin logro verlo, no muy lejos de donde estoy, recargando en un árbol,mirándome con tranquilidad, pero a su vez mostrándose totalmente hermético.
- angelo - continua- mi angelo,
por fin sonríe acercándose a mi, dejandome sentir sus manos en mi rostro, para así abrazarme con ese enorme poder que tenía, que lograba hacerme sentir que todas las piezas rotas de mi alma se volvieran a unir.
- fui un estúpido, no supe valorarte, no supe ver que a tu lado lo tenía todo, más por mi miedo, por mi idiotez, por todo te termine lastimando, a ti, a la persona más hermosa que he conocido en toda mi asquerosa vida, quiero vivir con eso, pero no puedo, ya no puedo vivir.
shura no dijo nada, solo me abrazo con fuerza, sin dejarme un solo momento, haciéndome sentir que todo estaría bien.
en silencio aun , tomo mi mano, llevándome lejos de ahí, exactamente a nuestra banca, sentandome a su lado, abrazándome y dejando que me recargara en su pecho, como siempre solíamos hacerlo.
- ¿sabes por que te elegi a ti? ¿por que al fin y al cabo seguía a tu lado sin importar tu pasado o tus problemas?
negué con la cabeza, y el me aparto un poco , mirando mis ojos, besándome tiernamente, erizando mi piel al sentir su contacto.
-por que aunque tu no lo creas eres una buena persona mi angel, lo eres.. y eres la persona que se adueño de mi corazón, exactamente el mismo dia que te vi en esta banca, lucias tan triste, que en ese momento deseé ser el motivo de tu sonrisa, deseaba verte el brillo de tus ojos, me enamoraste perdidamente.
baje la mirada, sintiendo vergüenza al verlo, pues aquella persona que en ese momento me decía la más lindas palabras, era la misma que yo habia lastimado.
-tranquilo mi angel, no te guardo rencor, no miento cuando digo que en verdad te he perdonado… no mentiré si no te dijera que intente olvidarte, pero no pude… vaya que no pude, como tampoco mentiría al decirte que apesar de estar triste, me siento extrañamente feliz por tener aquí conmigo.
no entendí sus palabras del todo, pero daba igual, estaba con shura, y eso era solamente lo único que buscaba.
-no se cuanto tiempo haya pasado, pero tengo miedo que el efecto termine, que esta alucinación termine y me encuentre solo en este lugar, así que por favor shura, abrázame con fuerza, no te apartes de mí un solo segundo, por favor.
no me siento como si estuviera drogado, me resulta extraño, más me siento sobrio, pero eso es imposible, pues de estarlo no podria ver a shura, aun soy consciente de eso.
aun después de mis palabras él no dice nada, solo me abraza, susurrándome con su suave y hermosa voz en mi oído.
- he estado contigo todo el tiempo, solo que no lo lograste ver, pero tranquilo que no me iré, estaré a tu lado, hasta una próxima reencarnación.
sonreí al escuchar sus palabras, besando su mano, mientras las horas pasaban, hablando de todo y nada a la vez, recordando el pasado y los buenos tiempos que estuvimos juntos.
-el sol está saliendo, no entiendo cómo es que el efecto me ha durado tanto, juro que vomite casi todas las pastillas, es extraño.
le escucho suspirar al escuchar mis palabras, para así levantarse de la banca, extendiendo su mano hasta mi.
-hay algo que tengo que mostrarte.
sin más obedezco yendo a su lado, llegando casi de manera instantánea hasta la autopista que conecta su ciudad de la mía, más aquello no me parece extraño, pues se que el efecto de las drogas aún están en mi, aun que ya no las sienta.
-yo -le escucho suspirar- no hubiera querido que pasara nada de esto, lo juro, creía en ti y me juré estar a tu lado, hasta que cambiaras, más no por mi, si no por ti, hasta que notarás tu verdadero valor, pero esto pasó.
guardó silencio al ver el rostro triste de shura, pero aún más, al ver mi motocicleta destruida a lado de la carretera, junto con algunos policías y una ambulancia que se lleva un par de cuerpos cubiertos con una manta.
-¿yo?
intento decir pero las palabras no salen de mi boca.
-no eres el único que le gusta manejar en un mal estado, irónicamente tú estabas manejando bien, más el no…. estaba más perdido que tu.
bajo la mirada y el toma mi mano, a pesar de que por mucho tiempo pedí que esto pasara, no puedo creerlo.
-el murio al instante, pues al golpearse, se impactó con un árbol, y los cristales de su parabrisas acabaron con su vida, no sufrió, y tal vez es eso lo único que no puedo perdonar, pues tu - guardó silencio unos segundos y continuó- pasaron horas, te restias a morir, pero el dolor que sentías era agonizante, pude verlo en tu mirada, yo no quería interferir, quería dejarte marchar y que no estuvieras aquí penando como yo, pero no parabas de repetir mi nombre, me pedias que fuera yo quien te llevara, y no pude negarme… te amo tanto, aun después de muerte, no pude dejar de amarte…
veo mi mano caer de aquella camilla, sin embargo sonrió, acercandome a él para besarlo.
-tranquilo, ahora tengo lo único que necesitaba… a ti… pues, ¿de qué sirve un corazón vivo que late sin sentido, sufriendo todos los dias de la culpa y el dolor? .. de nada, yo ya habia muerto incluso antes de esto.. shura, ya no necesito nada más que a ti.
el me sonrie besándome de nuevo.
-pero -continué- me siento culpable que por estar a mi lado, no hayas podido ir al cielo, al único lugar donde perteneces.
negó con la cabeza al escuchar mis palabras, besandome otra vez.
-te lo dije, tu eres mi ángel, donde estes tu esta mi cielo, in aeternum
(por la eternidad)
no hubo más palabras, ni más acciones, solo problemas olvidados, y una nueva vida en la muerte… una donde siempre estaría a su lado y el al mio, todo lo malo, todo el daño, y el dolor, estaba olvidado, solo nuestro amor estaría por toda la eternidad.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
bueno gente, si llegaron hasta aquí, tengo que agradecerles por haber leido este fic, que si bien no se si es bueno, o malo, aburrido o tedioso, no lo se, tambien espero no haya tenido muchos errores gramaticales y ortográficos o de dedo, me fue casi imposible poderlo checar todo desde mi celular.. y mi computadora es un asco.
pero bueno; como ya lo habréis notado, este fic es uno de los tantos que he escrito que van más haya ( de manera personal ) que una simple historia, sin embargo muchas gracias por leer, sobre todo por que está historia lleva en las sombras más de un año… más no me atrevía a subirla…
pero bueno en este punto me gusta pensar que la persona que fue el motivo por la que escribí esto, está feliz, sobre llevando su vida pero feliz… pues es lo que más le deseo en el mundo… pues siempre será uno de los seres humanos más hermosos que he conocido en el mundo, es alguien que me concedió el honor de conocerle, que iluminó mi vida y me hizo sonreír como hace mucho tiempo no lo hacía, y aunque se que las cosas no salieron bien (por mi culpa) sólo quiero decirle estas palabras con la esperanza que este leyendo esto.
“nunca te rindas, aunque ahora no estoy, ni estaré ya a tu lado, debes de saber que eres una de las personas más fuertes que he conocido, te deseo lo mejor, no se que paso, pero estos dias he pensado demasiado en ti, en tu recuerdo que es un fantasma, que bien o mal me hace feliz, te deceo lo mejor, siempre lo hare”
Así que bueno señalando lo obvio este fic… tiene dedicación especial….
pero regresando a la realidad.. me gustaría preguntarles, ¿alguien leyó el fic mio de MI AMIGO IMAGINARIO? era igual de death x shura, pienso retomarlo, pero me gustaria saber si aun le interesa a la gente, así que por favor, avisenme :D y de nuevo gracias por leer mis locuras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro