🅢🅔🅢🅔🅝🅣🅐 🅨 🅣🅡🅔🅢
Un gemido de dolor salió de sus labios, sus manos apretaron fuertemente el barro en el suelo, el dolor era inmenso como si tuviera una daga que atravesaba lenta y mortalmente su pecho. Aquellos ojos dorados, cubiertos por un tenue contraste de color rojo continuaban derramando lágrimas. Perdió todo lo que tenía.
—Mephiles... —lo llamaba esperando encontrar una respuesta contraría a lo que había visto.
Shadow abrazaba a Sonic mientras le permitían sacar ese dolor a Silver, ya que el vampiro se había alejado de ellos.
El lycan permanecía fuertemente aferrado al pecho del cazador, aspiraba su aroma para calmarse.
—¿Qué haremos ahora? Scourge y los demás fueron capturados... no sabemos dónde está Manic y —hace una breve pausa— perdimos a Mephiles...
Shadow se aferra un poco más su pareja.
—Tiene que existir una manera de detenerlos... y aunque no te guste, ahora todo el peso de ello recae sobre mí —Shadow menciona en leves susurros.
—Pues no irás solo, si tienes que acabar con ellos, iré contigo... —Sonic le asegura sin miedo.
—Sonic ya lo hemos hablado...
Sonic niega mientras continúa aspirando el aroma de su pareja.
—Me niego a quedarme solo, si debo morir quiero hacerlo a tu lado, te amo demasiado, tanto que no podría vivir con tu ausencia —le confiesa guardando silencio, en su vientre siente un ligero movimiento que lo hace recordar la maravillosa sorpresa que aún no le ha dicho a su esposo—. Cómo podría vivir sabiendo que el ser que más amo ya no estará conmigo... por favor no me dejes solo, no de nuevo —le suplica con amor.
Shadow se mantuvo firme, no estaba seguro, pero sintió unos movimientos muy sutiles en el estómago de Sonic. Con su mano elevó el rostro de su pareja, vio esos hermosos ojos esmeraldas tan brillantes y cargados de amor, pero había algo diferente en él. El pelaje de Sonic estaba más suave y acolchonado, su rostro desprendía un aura de pureza y amor profundo.
—Sonic qué... —tuvo una vago pensamiento que se vio interrumpido.
De repente la vibra pesada del vampiro hizo que Sonic se encogiera sobre sus rodillas. El cazador lo sujeta mientras se asegura de que esté bien.
—Shadow... —susurra Sonic conteniendo las náuseas.
El vampiro caminó al lado de ellos, su rostro ligeramente cubierto por la sangre de sus lágrimas se vio lleno de ira y dolor. En sus ojos se podía ver el ferviente deseo de venganza, el deseo de asesinar, eso era algo que Shadow conocía muy bien de los vampiros.
El cazador sentó a Sonic mientras se acercaba a Silver.
—¿A dónde vas? —lo encara interponiéndose en su camino.
—¡Quítate! —le ordena Silver con el tono de voz ligeramente ensombrecido—. No voy a permitir que su muerte quede impune.
Shadow lo mira con sorpresa.
—¿Silver qué piensas hacer? —le cuestiona.
—Mi padre comenzó una guerra por amor... ¡Voy a acabar con esos mortales que se atrevieron a arrebatarme a mi amado! —grita al borde del dolor.
Shadow se acerca con cautela y lo sujeta de los hombros.
—¡No lo harás! ¿Acaso no te das cuenta de que lo que buscan son más razones para acabar con el bosque mágico? Si vas y los atacas les darás la justa razón y el sacrificio de Mephiles será en vano... —trata de convencerlo.
Silver lo vio con los ojos cargados en tristeza, sus piernas cedieron mientras caía de rodillas frente al cazador. Se abrazó a sí mismo mientras sollozaba.
—Pero ellos me lo quitaron... —su voz se quebró—. ¡No puedo quedarme como si nada! —grita.
Shadow se coloca a su nivel.
—Es claro que todos tenemos cuentas pendientes con Zokar —su rostro se endurece— cuando el momento llegue vamos a tomar nuestra venganza, aunque sea difícil debemos mantener en mente lo que no debemos hacer.
Silver mantiene su mirada fijamente.
—Aún tenemos amigos que nos necesitan... —le recuerda.
Silver suspira profundamente, su semblante se enfoca sobre el horizonte.
—Quiero que prometas que harás algo por mí cuando acabemos con esta guerra... —la voz de Silver refleja el profundo dolor de su alma.
Shadow espera que finalice sus palabras.
—Tu crucifijo clavado en mi pecho...
Shadow se altera.
—¿Qué? ¡No voy a asesinarte! —le aclara inmediatamente—. ¡Eres un regente, no puede simplemente acabar!
Silver mantiene su pesada mirada en él.
—Si no accedes a acabar conmigo, iré y no me haré responsable de lo que haga... no planeo vivir en un mundo que constantemente me recuerde lo que perdí —enfatiza.
Shadow sostiene la respiración.
—Aunque me lo pidas no podría...
Silver se incorpora decidido a seguir, si no podían acabar con él como quería, no tendría sentido seguir actuando racionalmente. Una frescura en su nariz lo hace voltear la vista.
—¡Silver por favor! —Sonic lo sujeta, pero al hacerlo cae de rodillas— detente... esto no es lo que hubiera querido Mephiles...
El albino lo mira furioso, pero su rostro tiembla al ver que puede golpearse, con suavidad lo ayuda a sostenerse.
—Quizás no lo conocí como tú, pero estoy más que seguro que Mephiles no querría que fueras a la batalla solo y menos que acaben contigo... no puedo comprender tu dolor por completo, pero si te puedo decir, estoy aquí contigo dispuesto a ayudarte y a consolarte, solo —el semblante de Sonic titubea levemente como si fuera a desmayarse— no estás solo —sin más, cae desmayado, pero los brazos de Silver lo detienen.
El vampiro sujeta suavemente a Sonic mientras lo recuesta.
—Cómo puede tener tanta sabiduría cuando su posición es parecida a la mía, incluso peor... —sus palabras se van apagando.
Shadow se sienta a un costado de Sonic mientras acaricia su rostro.
—Porque eso es Sonic... el sentido de la razón y el amor puro que tranquiliza el corazón.
Silver admira esas palabras, su semblante admira al lycan dormido. Sonic tenía razón en una cosa y es que, Mephiles hubiera sido igual que él.
—Detener el sangrado en un corazón herido y mostrarle la verdad... —agrega con notable armonía.
Mientras hablaba, una nueva figura aparece y mira que están ayudando a Sonic. Shadow voltea el rostro y nota que es su padre quien aparece.
—Doctor...
—Cuando vi que tenían más de quince minutos de retraso, supe que algo estaba mal y ahora lo entiendo —se acerca hasta quedar a pocos metros de ellos.
Shadow suspira abatido.
—Perdimos a Mephiles ... —susurra Silver.
—Me temo que nuestro plan se vio truncado —la voz de Ivo se vuelve ligeramente siniestra—, ahora debemos formar una nueva estrategia para erradicar completamente a Zokar.
Zokar caminaba de un lado a otro, en su rostro había signos de furia y sus manos destruían cada objeto que tomaba.
—¡¿En dónde están...?! —masculla deteniéndose abruptamente.
Regreso a su castillo con varias criaturas que capturaron y con los enemigos que amenazaban sus planes, pero aun entre todos ellos no estaba la preciada criatura que necesitaba.
—El zorro, necesito al zorro verde... —gruñe lanzando una esfera de cristal a la pared, la cual explotó.
Sus ojos se enfocaron en los trozos de vidrio y su reflejo se vio fragmentado. Aún maldecía el día en que su descuido le costó la perdida de ese invaluable ser mágico. Si había algo en lo que le había ganado a Ivo, era en su encuentro con esos seres. Al primero lo vio mientras escapaba de Infinite, pero le perdió el rastro, ya que esos seres al entrar en contacto con los mortales se camuflaban sin evitarlo. Su investigación lo llevó aún más lejos, encontrar la sangre de la chica que posee cualidades inhibidoras para las criaturas mágicas y adueñarse de ella.
Un rencor del pasado aún palpaba su piel como el viento de esa madrugada.
Años después del primer encuentro con el zorro de fuego, casi sintió que la suerte estaba de su lado. Al atacar el bosque y encontrar a un niño con las mismas cualidades mágicas. Lo capturó y se hizo con él una serie de estudios que estaba seguro, cualquiera que tuviera esa información en sus manos, tendría el secreto de la vida.
Por más que quisiera borrar los rastros mágicos de ellos, jamás podría. Tenían un poder superior, algo que renovaba su sangre mágica. Aplicó dosis que habían matado a infinidad de otras criaturas, pero ese niño... no había efecto alguno.
El secreto de la vida en sus manos... y un deseo macabro se formó en su corazón. Tenía el poder de decidir sobre la muerte gracias a esa magia superior.
Lo que alguna vez perdió volvería a sus manos, solo necesitaba descifrar como utilizarlo y fue un golpe de suerte que encontrara los papiros.
Ahora sabía cómo drenar la energía vital de los seres mágicos.
Y si fracasaba, tendría a un segundo zorro para experimentar hasta que ella volviera...
—¡Maldita sea! —grita tirando todo lo que tenía su escritorio. Aún no tenía a ninguno de los zorros, tenía que atraparlos antes de que se dieran cuenta de sus planes—. Infinite tiene que dármelo solo de ese modo sabré en donde está el otro.
Se incorporó viendo los papeles tirados en el suelo. La noche roja, la luna impura se acercaba, solo faltaban unas horas, comenzaba a sentir el cansancio en su cuerpo y solo deseaba terminar con todo.
—Pronto estaremos juntos... y todo habrá valido la pena —susurra con nostalgia.
Un portazo lo hizo voltear el rostro, el alfa se encontraba frente a él mientras algunos rastros de sangre eran evidentes en su cuerpo. Zokar sintió ese aroma y supo de quién era.
—¿Qué le paso? —le pregunta recuperándose de su momento de nostalgia.
Infinite respira agitado.
—Un híbrido la atacó —le informa— por más que luchó no pudo devolverle la mortalidad, lo capturamos.
Zokar se sorprende.
—Será un buen sujeto de estudio, me preguntó a quién trajo mi querida
Rosselyn.
Infinite desvía la mirada, sus ojos se enfocan en el desastre que tiene ese científico.
—Velo por ti mismo... —termina cruzándose de brazos y dispuesto a marcharse.
—Infinite —lo llama haciendo que el lycan se detenga— la pelea final está cerca —se voltea— tienes que esconderlo.
Infinite gruñe.
—No me digas que hacer, sé que debo cuidar de mi mate —le recuerda.
Zokar supo que ese lobo no le entregaría por las buenas al zorro, menos mal tenía una forma de quitárselo, solo debía esperar el momento adecuado.
—¿Y en dónde se encuentra? Porque desde que estas aquí no lo he visto...
Infinite se mantiene serio.
—Revisa a tu hija, podría necesitarte... —le menciona nuevamente.
Zokar se ríe ante su negativa.
—Tienes razón, sería un pésimo padre si no cuido de ella —Zokar se aleja en dirección a la habitación.
Había una duda que estaba haciendo que Infinite se mantuviera nervioso.
—Si tu meta es quitar la magia de tus enemigos... ¿Qué pasará con el otro zorro? ¿Acaso también puedes quitarle su poder? —le pregunta con intriga.
Zokar se detiene, su semblante se endurece.
—Me temo que no tengo una respuesta clara, pero de algo estoy seguro. Estará en buenas manos cuando lo recupere...
Zokar se retira lentamente dejando a un Infinite con muchas más preguntas.
[...]
Una ligera lluvia se presentó en la madrugada, las pisadas húmedas y llenas de barro fueron una señal que dos aventureros dejaron en su camino.
—¡Rockie espera! —Manic se detiene por unos momentos mientras tiembla, no está acostumbrado a ese tipo de clima.
Su hermano se detiene unos pasos por delante de él, se voltea para verlo.
—¿Qué pasa? —le pregunta sin entender.
—Podemos esperar a que baje la lluvia, la verdad el frío me está consumiendo —le dice abrazándose a sí mismo en busca de darse calor.
—¡Manic no podemos perder el tiempo! ¿No entiendo por qué tienes frío?
Manic le vio ofendido, cómo si se estuviera burlando de él.
—No controlo el fuego —menciona con desazón y recordatorio.
Rockie se da cuenta de sus palabras.
—Tienes razón, lo siento mucho —se disculpa—, pero oye eres un zorro mágico... puede brindarte calor.
Manic se encoge de hombros.
—No sé cómo debo hacerlo... —murmura.
La lluvia arreció más, su hermano tomó su mano y lo llevo a una cueva. Ambos se sentaron mientras esperaban que la lluvia se calmara.
—Oye Rockie...
—¿Qué pasa hermanito? —le contesta viéndolo.
—Cómo haces para no sentir frío, mencionaste algo de darte calor...
El otro ladeó el rostro mientras pensaba.
—Bueno nosotros los zorros tenemos la capacidad de brindarnos calor, nuestro nivel de supervivencia es por mucho superior al de los lycans —le comenta.
Manic se encoge de hombros,
—No creo que pueda sobrevivir sin Scourge... siempre me ha cuidado.
Rockie se sienta más cerca de su hermano, una calidez irradia de su cuerpo.
—Ha sido difícil supongo... te perdí el rastro por muchos años, pasé buscándote y nunca te encontré...
Manic suspira mientras piensa en todo lo que atravesó en ese tiempo.
—Fui secuestrado cuando era un niño... por un grupo de humanos —algunas imágenes borrosas pasaban por su mente— ellos experimentaron conmigo.
Rockie se acurruca más cerca de él.
—Logré escapar y tener una vida “normal”, pero todo cambio cuando Scourge apareció en mi vida —una diminuta sonrisa se dibujó en sus labios— nunca creí que, gracias a él, recordaría que también soy una criatura mágica.
Rockie mueve ligeramente su cola.
—¿Y él te trata bien? —le pregunta queriendo saber si su situación era parecida.
—Scourge es todo lo bueno en mi vida, a veces un poco torpe y necio, pero no lo cambiaría —afirma.
El lobo le sonríe.
—¿Ya le has dado tu amuleto entonces?
Manic le mira sin comprender.
—¿Amuleto?
—¿Si ya sabes, con el que puede usar tu don?
Manic niega.
—No... de hecho no sé como dárselo —le revela.
Rockie se ríe.
—Cuando el alba esté en su máximo punto, el deseo de compartir algo tan maravilloso como tu don florecerá. El amor eterno será demostrado a tu ser amado, tu don le dará el control total sobre tu elemento y él —el rostro de Rockie se muestra serio y un tanto decepcionado— hará lo correcto con tu don y todo será bueno.
—¿Cómo sé que debo dárselo? ¿Y cuándo es el momento correcto?
Rockie lo mira con ternura.
—Como un rayo de esperanza, sabrás que tienes que dárselo y sabes, compartirás ese amuleto como muestra de su confianza y relación —le sonríe.
Manic no logra comprender sus palabras, pero solo le pide a su madre que lo ayude a entender el momento en que tiene que dárselo a Scourge.
—¿Rockie me puedes enseñar a cómo ser un zorro mágico? —le pide con un poco de vergüenza.
—¡Seguro! ¡Todo sea por mi hermanito querido! —grita abrazándolo.
Manic se ríe ante el comportamiento de su hermano. Se percata que la lluvia ha parado.
—Te enseñaré en el camino... ahora debemos salvar a tus amigos —se incorpora y le extiende la mano.
Manic le sonríe, acepta su mano.
—Estamos juntos en esto —le recuerda el lobo.
Ambos retoman su camino.
[...]
El dolor de sus muñecas lo despierta lentamente, su mirada se abre, pero sus parpados pesan demasiado, un ardor acompaña su pecho y espalda, el hedor de la sangre hace que frunza la nariz. Intenta ponerse de pie, pero tan solo con intentar ponerse de pie es nuevamente arrodillado.
—Qué demonios... —masculla intentando pararse y obtiene el mismo resultado.
Sus ojos verdes de color tóxico se elevan unos metros por delante y se da cuenta de algo...
—No, de nuevo —dice viendo que está atrapado en una de esas molestas trampas de tortura de los vampiros.
Sus muñecas arden y sangran ligeramente, en su cuello también hay una cadena, por el aroma del metal lo reconoce y es plata. Sus pulmones arden debido al sobre esfuerzo que está haciendo por mantenerse despierto.
—Tienes que encadenar al perro para que no se meta en el gallinero —escucha una voz que retumba en sus oídos— de lo contrario, matará al gallinero —Zokar emerge desde unos escalones mientras sonríe.
Mephiles respira con mucha dificultad.
—Jamás pensé que un maldito híbrido sería tan molesto —menciona con desagrado— y más cuando ese híbrido es uno de mis mayores enemigos.
—Debí suponer que al atraparme no me matarías... —Mephiles gime de dolor— en cambio me torturarías como les gustaba hacerlo a ellos...
Zokar se ríe.
—No me compares con los vampiros, soy peor que ellos de hecho —lo corrige.
—¿Cuál es tu plan? Porque viendo el resultado, es más que claro que no puedes quitar la magia que corre por mi cuerpo.
Zokar se acaricia el puente de la nariz.
—No cabe duda que estoy hablando con alguien que me entiende perfectamente... —suspira— veamos cómo te explico...
Zokar camina rodeando a Mephiles.
—Todos le tienen miedo a los híbridos, en especial a los lycans, pero hay algo maravilloso que recién he descubierto.
Un escalofrío recorre la espalda de Mephiles.
—No puedes revertir los daños colaterales —le susurra cerca luego una fuerte risa escapa de sus labios—. ¡Eres maravilloso! Un sujeto de prueba sin igual. Puedo torturarte tantas veces como quiera, pero aun así no dejaras de ser una criatura mágica, las divisiones que habitan en tu cuerpo regeneran una a la otra —se detiene frente a él y le sujeta del rostro—. Los vampiros lo sabían, por eso crearon a los híbridos, seres fuertes y extraordinarios capaces de mutar a niveles irreversibles —lo suelta sin cuidado.
Mephiles se queja levemente cuando sus muñecas se lastiman aún más.
—Los adiestramientos de los vampiros eran para esto... es una pena que los lycans los hayan matado a todos, imagina el potencial de amenaza que representarían para el mundo mágico... hasta siento envidia de no haberlo descubierto antes —en su voz se nota los celos de encontrar esa información.
—Eres un enfermo y retorcido —Mephiles no puede entender como aquello le causa satisfacción a ese mortal.
—Mephiles caíste en mi trampa, alégrate de saber que serás perdonado cuando me deshaga de todas esas malditas criaturas, te nombraré mi mascota y tú... —un fuerte grito escapa de los labios de Zokar al sentir los colmillos clavados en su hombro.
Mephiles mantenía fuertemente clavados sus dientes en él y sus ojos se tornaron rojos, sin cuidado fue jalado y desgarró esa parte del cuerpo. Zokar cayo de rodillas mientras llevaba su mano hasta la herida. Mephiles gruño al sentir como las cadenas se apretaban más en su cuello. Cuando estaba a nada de perder la razón, una fuerte patada lo hizo estrellarse contra el suelo.
—Maldito... —el rostro de Zokar se mostraba enardecido, su mano seguía sujetando esa herida mortal mientras un líquido negro escurría intentó alejarse, pero sus piernas le fallaron se recostó en la pared—. Qué desastre... —susurra deteniéndose.
Poco a poco iba perdiendo el conocimiento.
—Padre —la voz de su hija lo hace levantar el rostro.
—Querida... —poco a poco se va desmayando.
Rossy se acerca mientras lo recarga contra ella. Con rapidez busca en la ropa de su padre, saca un auto inyector, lo rompe y sin demora lo inserta en su espalda. A los pocos minutos Zokar vuelve en sí mientras la herida para de sangrar.
—Qué descuido tan atroz... —reniega poniéndose de pie con ayuda de ella—. Debemos encontrar a los zorros o de lo contrario nuestros planes...
—Seguimos rastreando su paradero —Rossy se queja—, pero me temo que si no ayudo será mucho más difícil.
Zokar sujeta el rostro de la chica.
—Un poco más de esfuerzo y todo... será como siempre quisimos Rossy, no más dolor —le recuerda.
La chica asiente, ayuda a su padre a caminar mientras dejan por detrás su pequeño secreto. Mephiles abre los ojos, se levanta lentamente.
—Silver que no se te ocurra venir —susurra ligeramente cansado—, debo escapar de este lugar —piensa mientras se jala de las cadenas.
Odia el aroma a la celda de los vampiros.
En la entrada de aquella fortaleza.
Dos seres se ocultaban entre la maleza, a pocos metros. Varios lycans vigilaban la entrada y algunos soldados estaban listos para disparar. Rockie y Manic estaban encima de unos árboles viendo todo el movimiento.
—¿Cómo vamos a entrar? Hay demasiados lycans alrededor —Manic le pregunta señalándolos.
Rockie se mantenía fijo viendo la entrada.
—¡Rockie nuestros aromas! —Manic se asusta al recordar ese pequeño detalle.
—Tranquilo hermanito, ya me encargué de eso... —le contesta con una sonrisa.
Unos lycans pasaron cerca de ellos mientras olfateaban el aire.
—El jefe está cerca —murmuran alejándose de allí.
Manic se asombra al ver que se retiran.
—No pensé que el aroma de Zero fuera útil de alguna manera —se ríe—, pero ahuyentó a esos lobos —el lobo rojo baja de las ramas.
Manic lo sigue.
—¿Cómo lo haces...?
—Te dije que al compartir tu don, todo mundo sabrá de ello —suspira— eso implica el aroma, así que estoy usándolo para cubrir el tuyo.
Ambos caminan con cuidado hasta acercarse más a la entrada.
—Ahora debemos movernos de otra manera —le dice acercándose y tomando sus manos— listo para otra lección.
Manic se muestra nervioso. Una llama cubre la mano de Rockie y su hermano, como un pequeño destello se escabullen hasta llegar a la puerta.
—¡Wow! —Manic se marea—. ¡¿Qué fue eso?!
—Lo que usamos para escapar —se ríe— no te preocupes, tú también puedes hacerlo.
Manic lo ve con asombro.
—Creo que no conoces nuestra historia, mamá fue muy traviesa.
—Me gustaría escucharla en algún momento.
Ambos abren la puerta y se escabullen por un pasillo.
—Es un buen momento para confesar que no recuerdo en donde esta ese lugar...
Manic se asusta, algunos murmullos se escuchan. Rockie toma la mano de su hermano y se meten en una habitación en espera de que pasen.
—¿En dónde vamos a buscar? —Manic lo mira aterrado.
Rockie se sonroja con pena.
—Bueno, debemos hacerlo rápido —Manic se resigna.
Ambos se incorporan y miran la habitación a su alrededor.
—Parece una biblioteca —Manic se acerca a los libros y toma algunos.
Rockie sigue vigilando la puerta cuando de repente sus orejas se remueven.
—Manic... —susurra luego se asusta—. ¡Rápido escóndete! —le ordena poniéndole pestillo a la puerta.
—¿Qué pasa?
—¡Es Infinite!
Manic se asusta, rápidamente busca algún lugar para esconderse.
La presencia del lycan se hace sentir en la puerta, intenta abrir, pero se topa con que la puerta tiene llave. Una respiración profunda y larga se escucha.
—¿Rockie? —llama al lobo—. ¿Estás aquí?
El lobo rojo mira a Manic.
—¡Escóndete!
El verdoso busca rápidamente y encuentra una puerta, la abre y se topa con un cuarto de servicio, se mete y cierra la puerta.
—Rockie... —el lobo insiste en abrir.
Cuando Manic se encierra, el lobo abre la puerta. Sus ojos se dirigen al alfa.
—Zero... —le dice mientras desvía la mirada.
El alfa lo mira con intriga.
—¿Aquí es dónde estuviste?
Rockie se hace a un lado mientras guarda silencio.
—¿Qué pasa? —le pregunta con el rostro serio.
—Solo quería corroborar que estuvieras bien...
—Estoy tranquilo, no te preocupes —le contesta el rojo.
Infinite se acerca mientras sujeta con delicadeza su mentón.
—Pronto acabará esto...
Rockie lo mira expectante.
Manic buscaba alguna salida y sin darse cuenta un objeto cayó. Las orejas del alfa se remueven al escuchar ese sonido.
—¡Zero! —Rockie atrapa sus manos intentando evitar que se vaya.
El alfa lo mira brevemente.
—¡Zero, Zero! —Rockie se pone nervioso—. ¡Dime, dime qué vamos a hacer cuando todo acabe!
El lobo percibió el nerviosismo de su mate.
—¿Hay alguien más en esta habitación?
Rockie se vio lleno de terror, pero trató de mantenerse tranquilo.
—¿Qué? ¡Por supuesto que no!
Infinite agudiza su mirada en él.
—Voy a ver algo...
Rockie lo vuelve a sujetar de la mano.
—¡Zero espera no...!
El lobo lo mira con extrañeza.
—¿Qué pasa Rockie? Estás actuando muy extraño.
—Yo... bueno...
De nuevo algunos sonidos se escuchan.
—Rockie solo voy a ver...
Manic se puso nervioso, siguió buscando alguna ruta de escape y vio algo, se acerca, pero está cerrado. Infinite gruñe al escuchar más sonidos, ante ello Rockie no pensó en nada más.
—¡Zero te extraño!
El alfa lo mira con curiosidad, el lobo lo abraza mientras hunde el rostro en su pecho.
—Rockie... —Infinite se aferra a él.
Manic logra abrir el escape, pero lastimosamente el ruido captó toda la atención del alfa.
—Alguien está aquí —Infinite suelta a Rockie y se acerca a la puerta, la abre, pero...
Un pequeño ratón sale de la puerta.
Rockie se acerca y suspira al ver que Manic ya no está allí. Infinite inspecciona el lugar, sus garras tocan las cosas tiradas, pero no encuentra nada.
—Era solo un pequeño ratón, nada que temer —Rockie sonríe.
Infinite le devuelve la sonrisa mientras cierra los ojos.
—Vayamos a otro lugar —guía a Rockie mientras se alejan de esa habitación.
Rockie se adelanta, pero no puede evitar mostrarse nervioso por su hermano. Infinite camina unos pasos por detrás, sus ojos se fijan en sus garras, unas púas verdes son visibles. Una sonrisa se forma en sus labios, su objetivo estaba en sus garras.
Holis ~
La última actualización del año es mi regalo para ustedes.
No me queda más que agradecerles por el apoyo y desearles un feliz año nuevo ❤️🩹
Espero que les haya gustado y nos leeremos próximamente~
Quizás estemos llegando al final, pero aún tengo unas ideas para esta obra😸⭐ ya lo verán.
XOXO🌻
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