Como un fantasma del pasado, ve a su padre caminar de un lado a otro. Se nota que está bastante preocupado y aunque intenta comprenderlo, no puede las imágenes no le muestran nada más.

Solo puede escuchar sus quejas y reclamos, pero no hay nada más claro. Cierra sus ojos y después de unos minutos los abre para encontrarse nuevamente en la habitación del palacio del príncipe.

—¿Silver? —lo llama el otro vampiro mientras despierta de su sueño—. ¿Qué ocurre?

El albino voltea para verlo, se muestra avergonzado por entrometerse en el descanso de su pareja.

—Lo siento Mephiles no quise alarmarte —se disculpa con nervios.

El otro chico solo sonríe, se acomoda para quedarse a su lado.

—¿Sigues visitando tus recuerdos para encontrar algo? —le cuestiona sentándose a su lado.

—Si, pero no logro ver nada más que lo mismo —le confiesa un poco decepcionado.

El rostro de Mephiles se ve lleno de cansancio.

—No creo que veas algo entre ellos Silver...

El albino niega.

—Son mis registros akáshicos, tiene que haber algo que no he visto, algo que mi padre ocultó —refunfuña—. Esta es mi habilidad, navegar entre mis recuerdos y encontrar pistas.

Mephiles abraza al erizo mientras Silver se recuesta sobre su pecho.

—Tu poder ha sido de mucha ayuda en el pasado, hemos encontrado pistas que nos han guiado —lo consuela—, pero me temo que los de tu infancia no están muy claros.

—Pero debo encontrar algo Mephiles, es mi obligación —susurra con el tono de voz lleno de culpa.

Mephiles lo estruja levemente, puede reconocer que la culpa de los antepasados de Silver ha recaído en él y aunque ha luchado porque no se sienta de ese modo, a veces es imposible.

—Los errores de tu padre no son tuyos... —le recuerda.

—Pero afectaron al mundo mágico y debo arreglarlos —le recalca.

—Reviviendo tu trágica infancia no lo harás —le recuerda pues sabe que cuando Silver era pequeño vio la matanza de todo su clan—. Shadow mencionó que nos mostraría unos antiguos papiros que solo los vampiros pueden leer, hasta entonces debemos esperar.

—Mephiles... —susurra con cariño—. Siempre has sido tan bueno conmigo... a pesar del daño que te ocasionó mi padre —menciona con nostalgia.

El azabache no responde y solo puede envolverlo con más fuerza.

[…]

Un libro es dejado delante de él. Sus ojos dorados lo miran con antelación y un poco de desconfianza. Shadow lleva los brazos para cruzarlos sobre su pecho.

—Idioma vampiro —menciona— solo los vampiros pueden leerlo.

Silver asiente, toma el libro y lo abre. Su rostro se llena de incredulidad cuando ve la cantidad de información que contiene.

—¿De dónde sacaron esto? —pregunta pasando las páginas mientras lee.

Shadow suspira mientras toma asiento delante de él.

—Zokar lo tenía, al final pude descubrir que los papiros que encontré los transfirió a este libro —le cuenta— estaba en uno de los muchos castillos de los vampiros.

Silver continúa leyendo mientras pasa las hojas.

—¿Cómo sabía él que esos papiros estaban allí? —pregunta Mephiles mientras camina alrededor de ellos.

—Es una buena pregunta, cuando lo cuestioné solo dijo que de alguna manera llamada suerte los había encontrado.

Silver se mantiene estático mientras lee cada línea.

—¿Qué clase de libro es su majestad? —le pregunta el veteado vampiro al verlo entretenido.

Silver eleva la mirada y se sonroja levemente.

—Me temo que no es un libro importante, al menos no que contenga información de los laboratorios... —el albino solamente se encoge de hombros—. Encontraron el diario personal de mi abuelo y mi padre.

Shadow se muestra inexpresivo y de alguna forma decepcionado.

—Pero... Zokar quería los papiros. No puede ser solo un diario —aclara incorporándose de su lugar.

—Lo siento Shadow, es lo que te digo. La caligrafía es de mi padre y habla de su vida... —Silver sigue leyendo— habla desde su juventud hasta bueno su casamiento con mi madre es lo que estoy leyendo.

—No puede ser...

Mephiles mantiene el rostro tranquilo e inexpresivo. La puerta del salón en que él se encontraba se abre de golpe y muestra al príncipe mientras se detiene en la entrada. Asiente levemente mientras los demás lo miran llegar.

—Príncipe —el veteado vampiro le da la bienvenida.

—Es bueno verlos ¿Han encontrado algo? —los cuestiona al verlos con aires de decepción.

—Al parecer lo que encontré no es algo relevante —le responde Shadow.

—No, esto es un diario personal —le aclara Silver—. Me temo que, si queremos encontrar algo de mayor valor, este libro no es el indicado.

Knuckles maldice en voz baja y se da media vuelta.

—Seguimos sin una salida y comienzo a desesperarme... —menciona sujetándose el mentón.

—Lo único que nos queda es que termine de leer este diario y con las ubicaciones encontrar otros laboratorios que tengan información... —agrega Silver.

—Pero Infinite también los ha destruido, se mueve tan rápido... —dice Shadow— cada castillo al que fui, estaba destruido.

Los ánimos de todos se vieron afectados.

—Tenemos ventaja su alteza, tenemos a Manic —menciona Mephiles.

El rojizo lo mira frunciendo la frente.

—No quiero sonar irrespetuoso, pero si Manic no aprende a utilizar sus poderes me temo que nuestra única ventaja también será nuestra perdición. Entiendo que es una estirpe poderosa y descendiente directa de madre luna, pero aun así...

Mephiles se acerca al príncipe mientras su rostro se contrae.

—Muestra más fe en él —le ordena.

—No quiero ofenderte, es lo que menos busco, pero también lo sabes —lo encara— si Manic no desarrolla todo su potencial, nuestros esfuerzos serán en vano. Lo que vimos en el bosque fue el despertar de su poder y aun así no ha habido más avances.

Shadow iba a hablar, pero nota como el vampiro albino se incorpora y enfrenta al rojizo.

—Manic obtendrá su máximo poder en el momento que sea conveniente, te pido que dejes de ejercer presión en él, yo soy el único que sabe cómo se siente —lo amenaza, toma el libro y se aleja—. Si me disculpan quiero leer esto en plena soledad y entenderlo para darles las ubicaciones —dice mientras se retira.

Los chicos quedan en silencio al ver que se ha ido muy molesto.

—Pido una disculpa, él no tiene buenos recuerdos de su padre y se comporta así cuando no está cómodo con los temas familiares, en especial los que tienen que ver con ejercer presión en los hijos prodigios —aclara Mephiles dándose la vuelta y cruzándose de brazos.

Knuckles rueda los ojos con frustración.

—Actúa como si fuera el padre de Manic —menciona.

Mephiles niega.

—Técnicamente Manic es nuestro hijo —lo corrige el vampiro— recuerda que está con nosotros desde que es un bebé, es imposible que Silver no lo defienda a capa y espada.

Knuckles voltea a ver al vampiro.

—No creo que peleando resolvamos algo —agrega rindiéndose con ese tema—, por cierto, alguien sabe en donde está Scourge y Manic, no los he visto.

—Supongo que están buscando algo importante —agrega Mephiles— han estado saliendo mucho en estos días. Al menos Scourge lo está ayudando a encontrar su poder.

El rojizo niega, se disculpa y abandona ese lugar.

—Tengo la esperanza en que ese chico salvará el bosque mágico —dice Shadow—. Y Sonic también confía en él.

Mephiles voltea a ver a su sobrino.

—No hay duda de que ustedes dos son almas gemelas —menciona con una sonrisa.

—Daría mi propia vida por él, de eso no hay duda.

El vampiro se muestra lleno de ternura, como desearía poder decirle la noticia que guarda Sonic, pero debe respetarlo aún no es momento.

... Unos kilómetros por delante...

Un fuerte suspiro escapa de los labios del menor. Manic bajó del lomo del lobo mientras caminaba unos pasos por delante. Scourge volvió a su forma zoomorfa mientras lo seguía por detrás.

—Bien, ya estamos en este lugar —el lobo se acerca por detrás del otro—. ¿Qué es lo que vamos a hacer?

El lugar estaba totalmente muerto, solo algunas ramas quemadas sobresalían en el paisaje. Manic se acerca hasta los árboles y los toca, sus manos se aferran a los troncos.

—Es la magia de mi hermano —menciona volteando a ver al lobo. 

Scourge traga pesadamente saliva.

—Me temo que Infinite lo está usando para ocasionar todo esté problema —dice con tristeza. Manic cierra los ojos con fuerza, se siente tan impotente—. No es justo, hacer daño con tal de... — con sus manos busca algún punto en donde exista la vida en el tronco y lo encuentra.

—¿Manic? —Scourge lo llama.

—Debo aprender a utilizar mi poder, soy el único que puede detener la magia de mi hermano y recuperar la vida —susurra— debo corregirlo.

El lobo se acerca hasta él mientras coloca la mano sobre el hombro de su pareja.

—Puedes hacerlo, sé que lo lograrás —lo motiva— estoy aquí para ayudarte Manic. Estamos juntos.

El menor le sonríe, de repente una luz emerge de su mano. Ambos voltean a verla y se da cuenta de que aquella luz desprende un polvillo verde, el cual cubre el árbol. Lentamente el tronco se recupera, las hojas comienzan a crecer y algunos frutos aparecen.

—¡Scourge! —exclama Manic con una sonrisa.

El lobo se emociona, retrocede mientras suelta a Manic y la magia se detiene.

—No ¡¿Qué ha pasado?! —grita Manic al ver como se detiene la recuperación.

Scourge lo vio con sorpresa, por un momento desvía la mirada. Sin decirle alguna palabra sujeta su mano.

—Tócalo, anda, hazlo de nuevo —le pide.

Manic asiente mientras su mano de nuevo toca el árbol, la luz vuelve a aparecer y el árbol se recupera. Sin soltarse ambos observan como la magia de Manic se dispersa por el lugar mientras sana esa parte del bosque.

—¡Lo viste! —le dice Manic—. ¡Mi magia puede revertir el daño en su totalidad!

Scourge lo abraza mientras lo eleva.

—Sabía que podías hacerlo —junta su frente con la de Manic.

—Pero Scourge, solo lo logré cuando tomaste mi mano —le menciona— mi magia funciona solo contigo...

—Supongo que es uno de los misterios que debemos resolver —le susurra alejándose y tomando su mano— mientras recuperemos este bosque —le propone.

Comienza a caminar mientras la magia se desprende del menor. El lobo admira como todo el polvillo va sanando el lugar y como el aroma de la naturaleza vuelve a sentirse. Al cabo de unos minutos la magia ha restaurado el sitio.

—Scourge... —Manic no puede creer lo que su poder ha hecho—. Lo hicimos...

El verdoso lo abraza mientras lo atrae a su pecho.

—Eres increíble —menciona con cariño—. Eres tan inocente, tan puro, tan lleno de amor que provocas que la magia sane todo el daño, no puedo creer que estés a mi lado, es justo como me sentí cuando te conocí —le revela tan meloso.

Manic se sonroja, su cuerpo tiembla ligeramente.

—¿En serio crees eso de mí? —le pregunta con vergüenza.

Scourge se ríe.

—Manic eres la luz en este mundo lleno de oscuridad, no me sorprende en lo absoluto de lo que eres capaz —Manic siente como el lobo se aleja, toma su mejilla mientras lo admira—. Tengo la fortuna de tenerte conmigo.

Una risa nerviosa escapa de los labios del otro.

—Creo que no eres el único que piensa lo mismo... —le menciona, sus ojos se desvían al suelo.

—No te pongas triste, al contrario, tienes que sentirte feliz —lo motiva su pareja—. Vamos necesito verte sonreír.

Manic eleva el rostro mientras lo mira con tristeza.

—Sabes, tengo miedo de que no logremos detener a Infinite, tengo demasiado miedo de fallar —sus palabras se detienen mientras sus ojos se llenan de lágrimas— quiero ayudarlos a todos, pero al mismo tiempo no puedo entender cómo funcionan mis poderes y no sé cómo dártelos a ti. Se supone que funcionan mejor en ti.

Scourge se ríe tiernamente, con su dedo toca la frente de Manic.

—Una cosa a la vez, primero aprende a usarlos y después sabrás cómo dármelos.

Manic se muestra avergonzado.

—Ahora, puedes relajarte conmigo un momento y disfrutar de este bosque —le propone tomando su mano—. Todo a su tiempo mi amado Manic.

Ambos caminan tomados de las manos mientras a unos metros detrás, los ojos dorados del vampiro los admiraban, cubierto con la capucha negra y con el libro en la mano, Silver había encontrado una de las ubicaciones que estaba seguro daría con el plan de su padre.

Pero una parte de él no deseaba ir a ese lugar, en especial en donde fue el último lugar en el que vio a su padre.

... Lejos de ese lugar...

Una manada de lobos corría por el bosque, Infinite había quedado en reunirse con una manada de lycans que se unirían a su batalla, había decidido ir en persona para darles la bienvenida.

Un grupo de su manada decidió acompañarlo para evitar que fueran atacados, en especial con GUN haciendo estragos en el mundo mágico.

El alfa corría tan concentrado, pero algo en su interior le decía que su alrededor no estaba bien. No quiso llenarse de malos augurios y decidió ignorar su presentimiento. Sin imaginarlo, pisaron suelo en falso y una trampa los hizo detenerse.

Algunos lycans se detuvieron en las paredes de un profundo agujero mientras otros cayeron a las fosas. Infinite logro salir de ese lugar y justo cuando iba a ayudar a sus lacayos, sintió como algo se insertó en su espalda. Con su garra lo arrancó y con horror vio un dardo. 

—¡Escapen! —ordena a sus camaradas, pero con el alma en un hilo observa como uno a uno van cayendo los lycans.

Era una emboscada.

Algunos lycans escaparon, pero a los pocos metros cayeron al suelo, otros fueron atacados por más de dos dardos.

Infinite intentó escapar, pero su cuerpo no lo ayudaba, pesaba como una roca, su visión comenzó a mostrarse borrosa y su respiración era errática. Intentó correr y buscar ayuda, pero solo unos segundos le bastaron para caer al suelo.

Antes de perder la razón, pudo sentir la presencia de alguien que caminaba entre los lycans, una figura oscura que se dirigía hasta él. 

—No... —susurro luchando por estar despierto, su cuerpo cedió y no lo dejó moverse.

[…]

No sabe cuánto tiempo estuvo dormido, pero sintió como el agua fría lo hizo estremecerse, Infinite se despertó de golpe y abrió los ojos mientras intentó ponerse de pie, pero su cuerpo pesaba. Unas cadenas lo sujetaban mientras le causaban daño.

—Ni lo intentes lobo, solo te harás más daño —escucha la voz de alguien.

—¡Será mejor que me sueltes si no quieres arrepentirte! —amenaza al desconocido mientras se hala, el dolor es tan fuerte que lo derriba.

—Por favor, no estas en posición de amenazarme, no cuando tengo el método para quitarle la magia a cualquier criatura del bosque.

Infinite abre los ojos con incredulidad, negó mientras se dio cuenta de que había caído en manos de quien menos esperaba.

—¡¿Tú eres el maldito mortal que está acabando con las criaturas mágicas?! —le grita con furia.

Las luces se encienden y revelan una mazmorra. Infinite se encontraba encerrado en ese lugar mientras una mesa y silla de madera adornaban ese lugar. De la entrada un mortal con traje oscuro se revela delante de él.

—Zokar —se presenta con una sonrisa— y no hace falta que te presentes, ya te conozco Infinite, el lobo que acabó con los vampiros —menciona esbozando una mayor sonrisa.

Infinite resopla mientras su cuerpo lo castiga. Los tacones de alguien más se escuchan mientras se acerca hasta Zokar.

—Redmoon bienvenida —le dice a la chica que se unió.

Infinite abre los ojos mientras su boca se abre lentamente, la chica con la que hablaba de Scourge también estaba allí.

—¿Redmoon? ¿Ese es tu nombre? —le cuestiona lanzando algunos quejidos—. Algo me decía que no podía confiar en ti... estás aliada con este maniático —dice decepcionado.

—Infinite no estás en posición de recriminar, usaste mis pócimas y dardos para atacar al mundo mortal y a tus enemigos en el bosque —habla la chica—. Además, me temo que también estás implicado con él, ya que las pócimas son un experimento de él.

Zokar se ríe al ver el rostro lleno de decepción del lobo.

—Menuda sorpresa te has llevado Infinite. Claro que le permití a Redmoon darte mis mejoras como una prueba de lo que eran capaces de lograr y obtuve excelentes resultados.

Infinite baja el rostro.

—¿Qué pretendes hacerme? —le cuestiona gruñendo—. ¡¿Usarme de tu conejillo de pruebas?! —lo encara.

—No pretendo revivir tu trágico pasado Infinite —lo detiene— sé que eras la mascota de los vampiros y ellos —Zokar toma el rostro del lobo— te hicieron esto —mira el ojo dorado del lobo.

Redmoon se sienta sobre la mesa mientras lo observa.

—No entiendo, atraparme y no usarme... ¿Cuál es tu plan conmigo? —le cuestiona con desconfianza y sin dejar de verlo.

—Padre creo que es momento —la chica menciona.

Zokar asiente, suelta al lobo y se aleja mientras coloca las manos detrás de su espalda.

—Tu plan es ser el regente de todas las criaturas mágicas y cerrar las barreras mágicas para evitar que los mortales vengan a su mundo —repasa sin verlo— quieres tener el control absoluto porque no soportas ser la mascota de otra estirpe.

Infinite se mantiene serio.

—Mi plan es crear un mundo perfecto en donde la magia no exista y todos sean iguales, lo que garantizará un mundo mejor.

—Por eso estás convirtiendo a todos en mortales... menudo maniático tengo enfrente —se burla el lobo.

—No he acabado —se ríe—. Estoy considerando dejar a una sola estirpe y me parece que los lycans son los más aptos —Zokar se da la vuelta mientras extiende sus brazos mientras enumera—. Fuerza, velocidad, astucia y muchas otras habilidades definen a un lobo, un ser perfecto que no necesita un ambiente específico para existir, una criatura perfecta para convivir con los mortales.

La chica a su lado se ríe.

—La única estirpe que es capaz de adaptarse al entorno mortal y la única que podría interesarse en nuestros planes para un mundo mejor —agrega Redmoon.

—Infinite te propongo un plan: únete a mí, juntos derrotaremos a todas las criaturas mágicas, te convertirás en la única estirpe que no acabaré con ella y a cambio tendrás todo el bosque mágico para ti y tus lacayos. Te daré todas las mejoras que necesitas si a cambio me ayudas a capturar a las criaturas mágicas.

El lobo abre los ojos con sorpresa.

—¡Estás loco si crees que voy a aceptarlo, es más seguro que en algún punto buscaras acabar con nosotros! —se reúsa.

Redmoon se incorpora y se acerca de manera intimidante al lobo.

—Tienes mi palabra que no será así —le dice mientras se coloca a su nivel— verás está petición es mía y mi padre prometió cumplirla.

—Traidora —la mira con rabia— creerte es lo último que haría.

—No tienes opción Infinite no cuando uno de los zorros mágicos está al lado de Scourge —le recuerda ella.

El lobo la vio con horror.

—Lo sé, tu secreto, la fuente de tus victorias. También tienes un zorro mágico y es el responsable de ayudarte a obtener todo lo que quieres —menciona ella mientras su mano acaricia el rostro incrédulo del lycan.

Infinite se remueve evitando que lo siga tocando.

—¡No te atrevas a meter a Rookie en esto! —le gruñe de manera amenazante.

—Eso debiste pensarlo antes de comenzar con tu plan —menciona ella sin inmutarse.

Infinite lanza un mordisco, pero las cadenas lo detienen.

—¡No vas a tocar a mi mate! ¡Primero debes acabar conmigo! —menciona lleno de furia.

Zokar carraspea y la chica se incorpora para alejarse de él.

—Infinite por favor, seamos civilizados. No queremos atacar a tu mate, lo que buscamos es que nuestros planes se alineen para garantizar el éxito. Verás, estoy interesado en la alianza, ya que tengo tres objetivos que deseo fervientemente tenerlos. El primero es un lycan azul, el cual será la mascota de mi hija; el segundo quiero la magia de los magos para evitar que madre luna envié nuevas estirpes que pretendan desafiarnos y tercero, quiero al zorro que está al lado del lobo que es tu enemigo, es una mascota que escapó hace mucho tiempo y es necesario para mis planes.

Infinite niega.

—Mi oferta es esta: ayúdame a obtener mis tres objetivos y perdonaré a toda tu estirpe, vivirán en el bosque mágico y logrando mis planes, los mortales jamás se meterán con ustedes. ¿Te parece atractiva la oferta? —le dice seguro que el lobo no se negara, no con tanto en juego.

El lobo eleva la mirada.

—Tendrás tu mundo perfecto y pacífico, como siempre lo has querido.

Infinite no puede creer en lo que ha caído.

—Necesito una prueba de que cumplirás tu oferta —menciona con decepción de su trágico destino.

—Yo seré tu aval Infinite —la chica lo interrumpe—. Si mi padre rompe su promesa, podrás acabar conmigo —la chica libera al alfa de sus cadenas usando una palanca escondida en la pared de esa mazmorra.

Infinite se pone de pie con dolor mientras siente como su cuerpo comienza a sanar.

—¿Entonces, tenemos un trato? ¿O pretendes seguir jugando conmigo?

El lycan se mantiene pensativo.

—Quiero que cumplas a cabalidad todo lo que has dicho, pero con la promesa que hace un lobo.

Redmoon se sorprende.

—Ah si, ya sé dé que hablas —menciona Zokar, de su traje saca una pequeña navaja, con delicadeza quita un guante de su mano y con la navaja corta la palma de la misma, la sangre comienza a correr mientras la acerca al lycan.

Infinite ve su palma, con uno de sus dedos hace un corte y la sangre fluye. Sujeta la mano de Zokar y la aprieta.

—Es una promesa de sangre, si te atreves a romperla, su maldición te perseguirá hasta acabar contigo —le recuerda.

—Lo sé lobo, conozco todo lo referente al mundo de los lycans. Ahora... —lo suelta mientras con el guante hace un torniquete— estás bajo mi protección, ninguno de tus lacayos sufrirá el destino de las demás criaturas. Querida podrías quitarte la máscara, creo que ya no es necesario ocultarse.

Redmoon asiente, con sumo cuidado comienza a quitarse la capucha y se retira la máscara de protección que usaba. Los ojos de Infinite no pudieron mostrar más que una fuerte negación a lo que veía.

—Tú... no puede ser verdad.

Rossy lo observó mientras dejaba al descubierto su identidad.

—Siempre fui yo quien te visitaba —menciona cerrando los ojos.

—Es imposible que tú estés viva... Amy siempre hablaba de ti...

Aquel nombre provocó que el rostro de la chica se llenará de irritación.

—¡No sé quién es ella, lo único que me importa es lograr la paz mundial y obtener un mundo en donde nadie sea considerado un fenómeno! —recalca.

El lycan guarda silencio.

—Rossy por favor, no lo asustes de ese modo —le pide su padre.

La rosada se ve avergonzada.

—Lo lamento, es solo que —ella desvía la mirada— evita hablar de ese pasado, te lo ruego.

Infinite no menciona nada más, solo aprieta los puños.

—Bien ahora querido Infinite, debemos ponernos en marcha —le dice— sígueme, tengo justo lo que necesitas para encontrar a Scourge y toda su pandilla.

El lycan observa como el otro se aleja mientras la rosada se termina de quitar la capucha y la deja a un lado.

—Si sirve de algo, me alegra que no hayas muerto esa noche —le dice alejándose, pero se detiene lentamente— aunque lamento que esto sea causa tuya —sin decir nada más comienza a caminar en dirección a dónde se dirigía Zokar.

Rossy abrió los ojos, sus labios temblaron, con odio reprimido lanzó la máscara hacia una pared y la destruyó. Respiró agitadamente mientras sus rodillas se debilitaron y cayó sentada. Comenzó a llorar como una pequeña niña mientras se cubría el rostro.

—¡Nadie me comprende, nadie solo Zokar! —menciono viendo el camino por donde se fueron esos dos—. ¡No soy Annya, nunca más lo seré! ¡Soy Rosselyn y soy lo más importante para este plan!

🤔
Ya me preocupó Rossy

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