Algunos gruñidos se escuchaban provenir muy cerca de ellos, dos chicos observaban a la distancia aquel majestuoso y abominable palacio de los vampiros. Varios lycans vagaban cerca mientras parecían observar el lugar en busca de algo que fuera distinto a ellos.
—Parece que Infinite mando a sus perros para evitar la fuga de información —menciona Scourge chasqueando los dientes.
Manic se encontraba a un costado del lycan mientras jugaba nervioso con sus manos.
—¿C-Cómo vamos a entrar? —pregunta el erizo con las manos sobre su pecho—. Nos detectarían al instante...
Scourge se muerde un labio mientras tararea y piensa.
—Hay un modo, pero no me gusta para nada —confiesa suspirando— pero si considero la situación, no se me ocurre nada más...
Manic lo mira sin entender.
—¿Qué es lo que piensas hacer?
El lycan le sonríe.
—Quien no mejor de carnada para unas bolas de pelos inútiles que yo —menciona con orgullo—. Mi plan es el siguiente: me voy a mostrar ligeramente para provocar una persecución. Ellos caerán como los tontos que son, los llevaré lejos y después los despistaré para regresar a este lugar y buscar lo que sea que busquemos —menciona con entusiasmo.
Manic lo mira horrorizado.
—¡¿Estás loco?! —le medio grita—. ¡Lo que estás buscando es tu muerte Scourge! —le dice muy preocupado.
El lobo le coloca la mano sobre su boca.
—Pero no tenemos más opciones Manic, si no accedemos a mi plan no podremos entrar. Tú deberás encontrar cualquier indicio de la información que quiere Shadow, luego vendré por ti —le pide soltándolo—. Confía en que estaré bien —sus manos agarran los hombros del menor.
Manic desvía la mirada sin saber qué decir. Sus manos se colocan sobre las de Scourge mientras le devuelve la mirada.
—Sabes que no necesitas exponerte de ese modo —le susurra— quisiera... —menciona entrecortado— quisiera ser más útil para ti —le confiesa sintiéndose mal.
Scourge abraza a Manic mientras el menor suelta un quejido de sorpresa debido a la acción.
—Volveré —le promete luego lo suelta un momento mientras se acerca hasta su rostro— ve y busca los libros, yo sacaré a pasear a los perros~
Manic sonríe, pero al mismo tiempo se mantiene tenso. Observa como Scourge se aleja de él hasta desaparecer de su vista. Con su vista fija en los lycans se estremece cuando escucha un aullido, sus ojos se fijan en aquel pequeño punto verde que se deja apreciar a la distancia.
—Scourge —susurra al ver al erizo en su forma lycan.
Los que vigilaban el lugar rápidamente detectaron el aroma y no dudaron en salir corriendo en busca del lycan traidor. Manic espero a que ningún sonido se escuchase, se movió con mucho cuidado entre los árboles hasta que llegó a la entrada.
Aquella enorme construcción se veía imponente, como si tan solo con verla el miedo se adueñara de su cuerpo. Manic dudó por un momento entrar, pero sabía que debía hacerlo, ya que Scourge dependía de él. Sin demora y mandando sus miedos hasta lo más profundo de su ser, Manic entró, empujó un poco la puerta y la cerró.
Dentro se dio cuenta de que el lugar permanecía intacto, un palacio muy bien adornado y conservado, con estructura muy antigua casi parecida a la que alguna vez vio en internet. Comenzó a caminar hasta que llegó al centro de la gran habitación principal. Había muchos lugares para buscar, ya que en cada pequeño mueble del salón había libros.
Manic suspiro exasperado al no saber por donde comenzar, rápidamente se dirigió a un estante y comenzó a ojear libro tras libro. No había nada parecido a lo que encontró en los lugares anteriores, pasó unos libros de más y luego se movió a otra estantería, pero el resultado fue el mismo.
Manic se sintió frustrado, pasó las manos sobre su rostro.
—Vamos, debe haber algo —dice pensando.
Escucha un ligero susurro indescifrable, eleva el rostro y se fija en una pintura. Una dama con un vestido de color rojo, realmente se ve muy elegante y refinada. Su rostro se torna confuso, recordaba las otras pinturas pero no esa.
—No es como la otra —dice levantándose y acercándose— pero quién eres tú.
Manic llega hasta la pintura y se queda observando. La mujer lucía como una reina o una emperatriz, su porte era elegante y muy lujoso. Con muchas joyas y con el rostro levemente pálido.
—Supongo que era algo como... la esposa de un vampiro importante —dice al ver que en su mano había un lujoso y para nada llamativo anillo.
Manic observa que por el mismo pasillo hay otros cuadros, los va pasando mientras camina y en cada uno se puede ver a la misma mujer, pero en uno específico, ella sostiene algo entre sus brazos. Un pequeño al cual solo se le podía ver sus manos.
—Así que fue madre... —dice extrañado y dejando de lado los cuadros— pero donde está su esposo... —se pregunta al ver que no hay rastros de algún hombre en los cuadros—. De acuerdo, ya deja de lado ese tema.
Se regaña así mismo por estar perdiendo el tiempo. Debe enfocarse y buscar la biblioteca que se esconde. Con pasos lentos se introduce aún más en el palacio. Manic comienza a tener ansiedad debido a que el lugar cada vez está más oscuro y solo el ligero sonido de la madera vieja es perceptible.
Una ventisca le acaricia el cuerpo y un escalofrío recorre su cuerpo, de tanto caminar llega hasta una puerta que está medio abierta. Manic se introduce hasta que se da cuenta de que está en una biblioteca. Sus ojos se abren al ver que ese lugar era mucho más grande de lo que pensó, se siente frustrado al saber que tiene que revisar todos los libros para encontrar algo.
—Esto me tomará una eternidad —se queja mientras rápidamente va tomando uno y leyéndolo.
No sabe cuánto tiempo le va a tomar pero debe aprovecharlo. Sin que se diera cuenta, alguien lo observaba desde las alturas, con una capucha negra se encontraba viendo al chico que buscaba entre todos los libros; entre sus manos había otro libro el cual leía. No planeaba encontrar a Manic allí y menos presentarse con él, solo estaba en ese lugar por otro motivo que debía reservarse. Un leve suspiro salió de sus labios.
—Como has crecido —pronuncia con ternura y lleno de tristeza—. Manic... —susurra su nombre sin perderlo de vista.
El erizo buscaba lo más rápido que podía, pero al parecer no encontraba nada útil. Viendo que Manic no avanzaría, decide tirar el libro y al instante también se aleja de ese lugar. Manic escucha un ruido seco, ve que algo cayó delante de él. Rápidamente se acerca y lo toma, un libro rojo. Lo ojea y queda impresionado al ver que se trataba de un poema. Su rostro se torna aún más confuso.
—Se supone que este es un lenguaje mágico —susurra incrédulo— pero por alguna razón, puedo leerlo...
"Vestigios de un amor no correspondido, la esposa tomo venganza de su amado. ¿Cómo podía ser tan malo? Siendo ella la elegida para su vida, se negaba a aceptarla y en cambio la abandonó con su pequeño. Ella enloqueció y prometió que acabaría con él.
Cómo podía amar a la piel brillante, el sudor de su cuerpo y ese corazón tan pequeño. La odiaba, odiaba que se entrometiera en su vida, ella era la reina, ella era todo".
Manic torció una mueca, una relación con ese tipo de problemas nunca acababa bien y él comenzaba a dudar de que aquel relato no hablara de la mujer de las pinturas.
—¿Su esposo tuvo una amante? —se preguntó casi con la respuesta en su mente. Algo le hizo voltear la vista hacia arriba. Manic volvió a observar el techo y en esa ocasión no había nada.
Debía haber otra pista, cuando iba a caminar tropezó con una pila de libros y cayó soltando el que cargaba.
Una imagen se reveló.
Manic se incorpora y puede observar algo extraño. Un manuscrito detrás de la tapadera se formó.
"Luz y oscuridad van a visitar a la madre luna, ella decide el curso del destino. Pobres almas que nazcan bajo la luz azul y roja, su destino es peor que la muerte".
Manic sintió un escalofrío sobre su cuerpo, se abrazó a sí mismo mientras se incorporaba, pero de repente un crujido le hace ponerse tenso y al mismo tiempo la madera bajo sus pies cede, quebrándose. El menor apenas y pudo gritar, ya que descendió por varios metros hasta caer en agua.
Rápidamente nadó para salir a la superficie y respirar, aunque había tragado agua sin querer. Sus ojos apenas y podían observar a su alrededor, pero se dio cuenta de que estaba en una especie de piscina. Divisó la orilla y comenzó a nadar hasta ella, salió mientras se sacudía ligeramente, sus púas se habían mojado.
Por un momento Manic elevó la vista y su rostro palideció.
—Debe ser... —susurra al ver un gran mural.
Un nuevo salón, lleno de varias pinturas extrañas lo adornaban. Sus ojos observan la piscina en la que callo, es una fuente grande. Sus ojos analizan todo, se incorpora y cuando pensó que lo había visto todo se percató de algo inusual.
Una pintura enorme.
Un zorro blanco de nueve colas se apreciaba mientras una luna roja lo cubría. La boca de Manic se abrió con impresión al ver aquella figura, qué se suponía que era eso. Scourge no le había hablado de un zorro y menos con tantas colas, acaso eso era lo que Infinite ocultaba.
Como si una fuerza lo dominará, tomo el pedazo de papel de sus manos y vio que al mural le hacía falta una parte. Se acercó para tomarlo y pegarlo. Al tocar la pared una especie de electricidad recorrió su cuerpo y...
—"¡Manic!" —escucho una voz que lo llamaba.
Al instante todo se vuelve negro.
Abre sus ojos con pereza mientras siente un aroma a hierba. Se da cuenta de que está recostado sobre el suave césped. Sus ojos de café observan a sus costados, estaba completamente solo.
—Mi hermanito es muy pequeño para viajar, debo ser yo quien cumpla con esa tarea —escucha los quejidos de alguien.
Manic se sienta sobre sus piernas.
—Fuego debes calmarte —le pide otra voz.
—Agua tiene razón, no podemos enviar a naturaleza para que se encargue de ese lobo.
Manic abre los ojos al escuchar la palabra lobo. Se incorpora torpemente mientras sus piernas están débiles.
—Claro que no, naturaleza no soportaría el calor de un lobo como él. ¡Es demasiado sensible! Necesita un mate más sutil.
Manic se acerca a un bosque en donde sigue las voces.
—Entonces tierra tampoco podrá ir.
¿Qué eran aquellos diálogos que no los entendía?
¿Por qué nombraban elementos?
—Bien mamá ya me dio fecha para mi misión, soy el primer zorro que viajará hasta el mundo mágico.
Manic puede sentir un ligero peso sobre sus púas pero lo ignora.
—¡Voy a contarle a naturaleza!
De repente Manic se detiene, sus manos tocan su cabeza y siente algo sobre ella. Con cuidado quita una pluma de color amarillo y la mira con descontento. Por qué tenía plumas en su cabeza, no recordaba haber caído en un nido de pájaros. Sus ojos pueden ver cómo delante de él una figura corre mientras agita sus brazos.
—¡Hermanito! —grita mientras todo a su alrededor comienza a desvanecerse.
Manic solo puede ver cómo la figura desaparece delante de él antes de caer nuevamente desmayado.
"Somos espíritus que tenemos una misión especial, debemos recordar nuestra razón de vida y nuestra intención..."
[…]
—¡Manic! —le llama Scourge al borde de una crisis.
El verdoso abre los ojos con pánico mientras se sienta y comienza a toser frenéticamente. Su pulso es un desastre, sus manos tiemblan y sus sentidos están desequilibrados.
—¡Scourge! —le grita al lobo, se lanza a sus brazos mientras lo abraza con temor.
—¡Por la santa luna, me tenías hecho un mar de desesperación! —le menciona el lobo aferrándose a él—. ¿Qué sucedió? Vine y te vi desmayado, por más que trate de despertarte no regresabas.
Manic entonces observa el mural, pero para su sorpresa este se había hecho añicos.
—¿El mural se ha ido? —dice aterrado.
Scourge le mira con preocupación.
—¿Mural? Cuando vine, ya no había nada.
Manic entonces observa con terror al lobo.
—Sé lo que Infinite tiene, son espíritus —le cuenta brevemente— espíritus mágicos, eso es. La magia viene de ellos por eso Infinite...
Scourge trata de escuchar todo, pero se le hace demasiado difícil entender.
—¿Zorros? ¿Espíritus? No sé de qué hablas Manic, nunca han existido zorros o algo como eso.
Manic entonces se percata de las dos lunas.
—Lunas... ¿Scourge tú sabes si alguna vez en el mundo mágico hubo alguna luna roja?
—Fue hace muchos años, era muy joven en ese entonces... —los ojos de Scourge se abren con terror— espera... el nacimiento de Annya —dice impactado.
Manic iba a hablar, pero entonces una risa atrae su atención.
—Veo que los lycans y mortales comparten algo en común y es que les encanta entrometerse en lo que no les concierne.
Un sujeto con capucha se encontraba parado a pocos metros de ellos. Scourge rápidamente se coloca en pose defensiva mientras esconde a Manic por detrás.
—Que mala educación entrar a mi hogar lobo —se ríe el sujeto— deberías tener más respeto.
—Esta no es tu casa, es de los vampiros —le corrige Scourge mientras sonríe engreído.
—Después de su muerte me apropié del lugar —lo corrige— y ustedes intrusos han destruido una reliquia.
El sujeto muestra sus manos y se convierten en garras mientras los mira con los ojos rojos y amenazantes.
—Ya nos habíamos visto antes Scourge, pero esta vez planeo terminar lo que nunca pude comenzar.
El lobo rápidamente gruñe y se convierte en lycan, toma a Manic y comienza a correr en dirección al sujeto. Ambos se enfrentan, pero en tan solo una fracción de segundo Scourge esquiva el ataque y sube por el agujero que arrastro a Manic hasta ese lugar.
—¡¿Cómo es que lo conoces?! ¡¿Por qué nos persigue?! —le grita Manic aferrándose a él.
El lobo gruñe como pidiendo que no lo regañe por eso en ese momento. Scourge sale del palacio mientras se detiene al frente, una manada de lobos lo esperaban en la salida. Frena de golpe mientras les gruñe.
—Ríndete, sabes que no puedes ganar, somos muchos más —escucha por detrás de él al sujeto.
Manic se asusta al verse rodeado por los lycans.
—Scourge... —susurra nervioso y abrazándolo más vívidamente.
Escucha unos quejidos por parte de Scourge y eleva su rostro. Puede ver el rostro del lobo, como pidiéndole que confíe en él y esa sonrisa que le hace sentirse como si no hubiera peligro.
—Confío en ti —le susurra Manic mientras cierra los ojos y reza para que sea lo que Scourge vaya a hacer los saque de ese lugar.
—Scourge deja de correr, si te unes a nosotros podría convencer a Infinite que te deje con vida y a tu mascota también. Después de todo, es mi aliado.
Scourge vuelve la vista por delante, tiene un plan. Junta sus garras como si fuera dar un salto.
—Scourge —lo llama amenazante el sujeto.
El lobo le sonríe engreído y engañando a los demás lycans al tirar su chaqueta. Corre a un lado mientras acelera el paso. Los lycans aúllan mientras comienzan a correr. El sujeto también se une a ellos.
El lobo va lo más rápido que puede, pero sabe que lo que encontrará adelante no será muy grato. Unos metros por delante se detiene y obliga a Manic a bajarse, rápidamente lo toma entre su pecho y se aferra a él. Esta a las orillas de un acantilado con una caída realmente aterradora.
Puede sentir como los lycans se acercan y si algo sabe muy bien es que los lobos no pueden pasar mucho tiempo en el agua y menos en torrentes fuertes. Viendo a Manic y pidiendo que nada los ataque, se lanza por el acantilado.
—¡Alto! —grita el sujeto al escuchar solo el sonido del agua—. ¡Se han escapado! —grita enojado—. ¡Rápido desplieguen equipos de búsqueda, debemos atrapar a ese lobo!
Los lycans comienza a separarse.
[…]
Varios kilómetros por debajo de la corriente del río. Una bestia emerge del agua mientras salta a una zona desplayada. Scourge camina adentrándose en el lugar sin percatarse en donde se había metido. Vuelve a su forma zoomorfa y ve a Manic en sus brazos.
—¡Manic! —lo llama con temor.
El menor comienza a respirar agitado y tosiendo.
—Scourge —susurra mientras cierra los ojos.
—Estamos cerca de mi escondite, puedo oler el aroma —le dice buscando el camino.
Ambos se incorporan y lo poco que pueden observar es que están en un campo muerto. Manic se encuentra aún consternado, sus sentidos aún no están del todo bien y se siente ligeramente mareado. Scourge comienza a caminar mientras carga a Manic, ambos atraviesan aquel lugar y tan solo unos metros más adelante es cuando las fosas nasales del lobo se llenan de un ligero aroma. Su rostro se torna consternado e irritado. Sus pasos son torpes hasta que se detiene y tapa su nariz.
—¡Scourge! —lo llama Manic al verlo doblegarse.
El lobo comienza a temblar mientras lanza unos quejidos. Y es en ese momento donde Scourge logra reconocer el aroma.
—D-De todos los lugares en los que pude caer... tuvo que ser —piensa mientras ve como unas flores de color rosa y morado abren sus capullos y desprenden un polen de color verde.
Rápidamente se vuelve a tapar la nariz, pero es tarde, el polen ha entrado a su nariz. El lobo cae de rodillas mientras suelta a Manic. El menor roda por el suelo mientras se queja, ve al lobo que se tapa el rostro y se encoge.
—¡Scourge!—lo llama.
—¡Sácame de este lugar! —le pide sufriendo—. ¡Llévame lejos! —le pide.
Manic se acerca rápidamente y ayuda a que se incorpore. Comienza a caminar mientras Scourge lanza unos quejidos. Después de unos minutos logran llegar a la casa del árbol y Scourge en su último intento se lanza con Manic y aterrizan en la entrada.
Manic rápidamente carga a Scourge y abre la puerta.
—Es peligroso que estés en este momento conmigo —escucha la voz débil del lobo.
Manic iba a preguntar que ocurría, pero de repente es estrellado en la pared más cercana por el lobo. Suelta un grito y su cabeza es atrapada por los brazos a sus costados de Scourge.
—¿Scourge...? —susurra al verse indefenso ante el lobo.
La mirada del lobo está fija en él, sus colmillos son más visibles y su respiración es más profunda y fuerte. Manic puede sentirse como una presa en manos de un depredador.
—Te he mentido, todo esté tiempo. Siempre lo he sabido y he usado en tu contra lo que me conviene —le dice el lobo mientras emite muecas de dolor—. ¡Oh Manic no tienes idea de cómo me siento en este momento!
Manic se mantiene en silencio, algo en su interior le dicta que no haga ningún movimiento brusco porque no sabe cómo podría responder el lobo. Se siente tan nervioso que no sabe que hacer, no tiene idea de lo que le ocurre al lycan.
—Te dije que nuestra relación era la de una mascota y maestro... Has sido un maestro muy incrédulo —se ríe levemente el lycan.
Scourge lanza otro quejido y cierra brevemente los ojos. Reconoce ese efecto, tan solo una vez tuvo la muy mala suerte de caer en unos campos con esas flores y ahora, estaba padeciendo esos mismos efectos. Fue un descuidado y desconsiderado.
—Ahora es mi momento, necesito ser sincero contigo...
Manic siente como su corazón late fuerte, de todas las cosas que le habían ocurrido en ese tiempo, no sabía cuál podría ser peor.
—Todo este tiempo te he mentido... mi mate oh mi mate, anhelo estar con él. ¡Ya estoy cansado de fingir que no lo necesito!
Manic baja la vista mientras siente su corazón destruido. De nuevo ese tema, ¿Scourge le iba a revelar de una vez por todas quién era su mate?
—Estoy drogado... caí en el polen de esas flores que me obligan a sacar... lo más profundo de mí... mi celo apenas estás empezando y ahora se siente como si fuera a morir. Se ha acelerado tanto que me duele...
Manic le mira espantado.
—Scourge... —susurra entendiendo su comportamiento— es tu celo el qué...
El lobo lo mira fijamente.
—Oh Manic... —sus ojos brillan de una manera extraña y de alguna manera atrevida.
El menor solo se queda en silencio. Scourge se acerca hasta que siente como su frente se junta con la de Manic.
El menor solo se queda en silencio. Scourge se acerca hasta que siente como su frente se junta con la de Manic. El calor en Scourge es abrasador, puede sentir como su frente lo emite, es tolerable, pero se siente extraño.
—Dónde estuviste toda mi vida... mate... —dice mientras se acerca a una orejita del otro—. Mi mate...
Manic se muestra impactado de su confesión. Su mente se nubla y su pecho duele ligeramente.
:000 cuántos capítulos pasaron para que se diera esto xD??
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