🅒🅤🅐🅡🅔🅝🅣🅐 🅨 🅒🅘🅝🅒🅞
Un pequeño niño observaba desde un orificio todo aquel panorama. Sus manos temblaban ligeramente debido al pánico que sentía, gritos de dolor, lamentos y mucha sangre era lo que presenciaba. No entendía que ocurría con su familia, solo podía sentir como su madre lo abrazaba contra su pecho y le pedía entre susurros que mantuviera la calma.
No podía entender que sucedía, si justo hace unas horas todo en su aldea estaba bien. Había ido a sus clases, visitó a los ancianos con los que pasaba horas hablando y luego regreso a su casa para contarle a su madre todo su día. Sin embargo, pasaron unas cuantas horas y sin mayor explicación permanecieron encerrados, un sinfín de gritos de agonía, risas y sonidos que estaba seguro no podría escuchar juntos. El tiempo pasaba hasta que el silencio llegó nuevamente al lugar. Su madre con mucho cuidado salió junto con él. El panorama era tan hostil y poco sano para la mente de un niño.
Todos absolutamente todos los cazadores estaban muertos en su propia aldea. Rápidamente la madre toma a su hijo entre brazos y cubre su rostro para evitar que vea el fin de una estirpe, pero es tarde, Shadow ya había visto y escuchado todo. Con pasos sigilosos se dirigían a la salida del pueblo, buscarían refugio con los magos, les pedirían apoyo, ya que eran una de las razas regentes.
No sabían en qué momento los lycans se volvieron tan fuertes, pero era claro que su nuevo alfa los estaba manipulando hasta el punto de atacar a otras estirpes. Ambos caminaban tomados de la mano por el bosque, en algún punto debían encontrar a un mago que los auxiliará. Shadow observó sobre sí, pudo sentir que algo los perseguía desde la distancia.
Su madre también pudo sentirlo rápidamente cogió al niño entre sus brazos y comenzó a correr. Sin darse cuenta se acercaban a la frontera, lugar en donde debían detenerse pues no podía pasar. Pero un tropiezo hizo que la madre soltara al pequeño Shadow y ya no tuvo fuerzas para levantarse.
—C-Corre —le pidió a su pequeño hijo mientras respiraba agitada— no vuelvas a mi pequeño, corre, salva a nuestra estirpe... —le pide con lágrimas en los ojos pues ella mejor que su hijo pudo ver a la enorme bestia que se acercaba.
Shadow como todo niño obediente que fue en algún momento, obedece a su madre y corre sin saber que va a cruzar la frontera. Esta mágicamente se abre hasta hacerlo cruzar al mundo mortal. Sus ojos se enfocan en su madre, ella logra ponerse en pie, con una sonrisa en el rostro y llena de sangre del pecho lo mira con ojos de amor por última vez antes de que una garra atravesará su corazón y la asesinara al instante.
El pequeño niño observaba atónito la escena, el cuerpo de su madre cae de golpe al suelo mientras una bestia aparece por detrás.
Un lycan.
Su enemigo natural.
Con su garra ensangrentada lo señala mientras suelta una risa tenebrosa.
—Nunca más podrás volver, estás desterrado —le dice mientras aúlla— cazador.
Shadow entonces corre sin saber a dónde ir, sus piernas solo le dictan que debe escapar. Sin darse cuenta tropieza y cae en un charco de agua. Lentamente se sienta hasta que logra ver su reflejo. Un rostro lleno de sangre era lo que sus ojos veían, aquella sangre era de su madre. No recordaba como esa sangre lo cubrió y menos si su madre estaba herida antes de morir. Su rostro se vio lleno de histeria y lanzó un fuerte grito al cielo al saber que estaba cubierto con la sangre de su madre.
Manic abrió aterrorizado los ojos cuando terminó de escuchar la historia de Sonic. Ambos se habían alejado para hablar y ponerse al corriente de las cosas y en ese momento el azul le contaba la historia de la estirpe de Shadow. Se aferró más a la chaqueta del lobo que lo cubría del frío, casi sintiendo un fuerte resoplido sobre su cuerpo.
Una improvisada fogata se dejaba apreciar en el centro mientras Espio y Shadow le ponían leña, Scourge había ido a cazar algunos peces para la cena, Rouge recuperaba algunos utensilios y ellos dos, estaban charlando.
—Realmente su vida no ha sido nada fácil —susurra Manic sintiéndose triste.
Aún estaba muy consternado por la historia del cazador.
—Para nada, Shadow también lo perdió todo —menciona Sonic mientras observa a su esposo— por eso estoy seguro de que también trato de alejarme de su lado... —agrega Sonic convencido.
Manic se siente muy extrañado, era él o sus pensamientos últimamente eran muy realistas en mostrarle recuerdos e imágenes turbias. Dejó de lado sus supersticiones seguramente el cansancio lo estaba haciendo ver cosas que no eran y lo cansaban más de lo que debían.
—Aún no puedo creer que hayas pasado todo eso con Shadow, es decir —Manic mira a Sonic con ternura— tenían todo en contra y aun así... acabaron juntos y casados —le dice un poco triste.
Sonic logra notar algo muy sutil en Manic, pero no quiere forzarlo así que tratará de hacerlo hablar sin preguntarle directamente.
—Me alegra saber que estás bien Manic —le menciona Sonic poniendo la mano sobre el hombro de Manic—. Shadow también me estaba ayudando en tu búsqueda, pero la organización para la que trabaja ya sabes... nos obligó a meternos en el bosque.
Manic se sonroja levemente.
—Todo fue tan rápido, el ataque de Infinite, escapar de él hasta que encontramos esas pistas —dice con timidez— no pensé que me buscarían o algo parecido, después de lo que le sucedió a mi casa...
Sonic lo toma de los hombros.
—Jamás podría dejar a un amigo —le asegura, pero luego su mirada se desvía por un segundo— no de nuevo —susurra más para él— pero quiero que sepas que no dejaría de buscarte y menos sabiendo que Infinite los persigue.
Manic no logra comprender que le ocasiona esa leve tristeza a Sonic, es como si hubiera algo que no le haya contado.
—Todos terminamos juntos, en este bosque. Es como si el destino nos hubiera unido —menciona el verdoso con ironía.
Sonic suelta un pesado suspiro.
—Pues, ya sabes que madre luna es bien caprichosa con ello —le menciona Sonic con una sonrisa, luego comienza su pequeño interrogatorio—. Y cómo te ha ido con Scourge, tiene mucho tiempo de estar juntos, todo ha marchado bien —le cuestiona.
Manic se sonroja levemente y desvía la mirada.
—Sí... no podría quejarme de su atención, él ha sido muy cuidadoso conmigo y siempre busca mi bienestar —contesta brevemente y carraspeando.
—Me alegra escuchar eso, cuando comienzas a vivir como pareja es un caos —se ríe Sonic al decir eso.
Manic muestra una cara de decepción.
—Es que nosotros aún no somos pareja... —le corrige con el tono de voz un poco irritado.
Sonic le mira incrédulo, acaso en todo ese tiempo el lobo no le había mencionado nada sobre sus sentimientos.
—¿Manic? Aún no han hablado sobre ese tema —rectifica muy apenado.
El menor niega.
—Me temo que no, y tampoco es como si la situación fuera la mejor. Scourge me dijo que había encontrado a su mate hace tiempo, pero que no lo buscaría hasta que todo esté bien sin embargo me pidió que al acabar esto, le permitiera estar a mi lado por algún tiempo —completa Manic con malestar— es doloroso saber eso...
La cara de Sonic no podía reflejar la mayor obviedad posible. Literalmente se pegó a sí mismo un zape en sus pensamientos, respiró profundo y luego se acercó un poco más al menor.
—¿Manic alguna vez te ha mencionado como es su mate? —Sonic hala levemente a Manic y lo guía hasta la fogata, allí ambos se sientan mientras esperan que los demás terminen de hacer lo que sea que hagan.
—No, él siempre evade el tema —Manic trata de recordar— además ni siquiera me ha dicho como lo encontró.
Sonic se ríe un poco.
—¿Manic y qué pasaría si tú eres el mate del que habla, pero no puede decírtelo directamente porque sabe de los peligros que corres en este mundo? —le pregunta Sonic casi seguro de la respuesta de Scourge.
Manic le mira intrigado, se sonroja y se pone nervioso.
—¡¿Tú crees que se refiere a mí?! —le pregunta casi gritando, pero baja el tono al verse rodeado por los otros.
Sonic niega.
—Manic piensa en esto, ninguna criatura puede estar lejos de su mate, es una relación tan compleja como clara que obliga a ambas partes a estar unidas. ¿Acaso Scourge se ha ido de tu lado en todo este tiempo?
Manic permanece en silencio, sus ojos se dirigen al fuego de la fogata a la lejanía, nunca lo había pensado de ese modo, siempre sus ideas tomaban un camino diferente al resto.
—No, no se ha ido —le asegura.
Sonic lo mira con mucha más ternura.
—Manic a lo mejor el momento que dice esperar es para hablar las cosas contigo o no sé en qué pensará su cabecita con diminuto cerebro de lobo, pero algo te puedo asegurar —le sonríe— el mate del que habla Scourge eres tú y no lo puede negar.
Manic se muestra muy apenado.
—No lo sé Sonic —abraza sus piernas mientras esconde el rostro—, solo no quiero salir herido en esto —susurra—. Separarme de Scourge probablemente sea muy doloroso, no sé si podría soportarlo.
Sonic se conmueve al escucharlo, iba a hablar con él, pero sus orejas se remueven cuando escucha como el lycan regresa. Scourge deja caer una bolsa llena de peces mientras se sacude el exceso de agua. Manic eleva su rostro y ve al lobo, Sonic se levanta de su lugar y lo mira con el rostro serio.
—¡Estuve de suerte, había muchos peces cerca! —exclama con una sonrisa, sus ojos se dirigen a Manic y nota como el erizo desvía la mirada mientras se da media vuelta sobre su asiento.
—Manic... —iba a preguntar, pero Sonic lo detiene.
—Pero que lobo más descuidado, quítate el exceso de agua, anda o me vas a apagar la fogata —le pide Sonic empujándolo lejos del fuego.
Scourge le gruñe con amenaza, pero entonces siente la presencia del cazador. No le queda más que alejarse e ir a acicalarse. Sonic le pide a Manic que lo ayude a empalar los peces para cocinarlos mientras Shadow toma asiento.
—Claro que ya había visto a este chico antes —menciona Shadow mientras observa a Manic— la primera vez que compre carne en el market.
Manic lo mira con miedo, no podría olvidar esa sensación de pesadez que le dio, ahora entendía de que se trataba, era su influencia de cazador.
—Nadie podría olvidar a un policía —trata de sonar un poco bromista, pero guarda silencio al sentir la mirada del erizo sobre él.
—Lamento la actitud de mi esposo, Shadow no tiende a dar las primeras buenas impresiones —se disculpa Sonic mientras atrae la atención de Manic— ya te acostumbraras a su sentido del humor —bromea Sonic con una sonrisa a su esposo.
El cazador solo suspira mientras desvía su atención. Espio se acerca junto a Rouge quién carga algunos utensilios que podrían servirles en su aventura.
—Cazador he encontrado algunos libros que podrían contener la información que buscamos —dice ella tomando asiento a su lado— pero no leo tu idioma así que...
Shadow toma algunos libros para comenzar a leer. Scourge llega y toma asiento al lado de Manic mientras le susurra.
—¿Todo bien? —le pregunta con preocupación—. Te vi un poco, incómodo.
Manic lo mira levemente.
—Si, solo me siento cansado y me duele un poco la cabeza —le dice para tranquilizarlo—. No te preocupes —lo calma.
—¿Estás seguro? ¿Puedo ayudarte? Sabes que puedo conseguir cualquier cosa que pueda ayudar —le dice con una sonrisa.
Manic niega sonrojado.
—No te preocupes, ya se me pasará —finaliza con una sonrisa nerviosa.
Sonic no puede evitar de reojo al lobo verde y le lanza algunas miradas acusadoras. Se lo había advertido y aun así no había hecho caso, no podía imaginar la confusión de Manic por el lobo.
[…]
Mientras los peces se cocinaban, todos se encontraban sentados alrededor de la fogata, se ponían al día de todos los datos que tenía y sobre sus planes fallidos.
—Y así fue como acabamos en el bosque mágico por culpa de Zokar —finalizó Rouge luego de contar su aventura.
—Qué curioso —menciona con ironía el mago—, los mortales desechando a las criaturas mágicas cuando ya no le son útiles —niega y observa al cazador—. Y cuál es tu plan, porque ayudarlos a ellos sería algo tan estúpido después de cómo te trataron.
Shadow solo mantiene la vista fija en la fogata.
—Si no fuera Zokar el que está a cargo de GUN los dejaría a su suerte —menciona con voz sutil— pero me temo que la situación no me dejará abandonarlos a manos de ese lunático.
Sonic sostiene la mano de su esposo en señal de apoyo.
Espio no puede estar más que decepcionado.
—Entonces tenemos dos enemigos, Infinite y Zokar —rectifica el mago.
—Un desquiciado con ganas de acabar con las estirpes y otro con ganas de erradicarlas si llegan al mundo mortal —repite Scourge mientras piensa— sumado a ello tenemos el problema de esa magia que no reconocemos y las pinturas de las dos lunas.
—Joder es una excelente historia con acertijos —dice Rouge un poco exasperada—. ¿Qué sigue después de esto?
Manic por un momento, sintió una sensación de pesadez en el pecho. Su mano apretó el tronco en el que estaba sentado y su respiración se volvió un tanto pesada. Se sentía muy incómodo consigo mismo y no estaba prestando toda su atención a la conversación.
—¿Cazador sabes algo sobre eso? —retoma la charla el lobo verde mientras siente que Manic está un poco raro, su vista lo observa por unos segundos.
—No tengo idea sobre ello y los registros de mi estirpe tampoco arrojan datos... me temo que los vampiros se llevaron ese secreto con ellos.
Rouge los mira.
—Pero debe existir algo que nos ayude —menciona Manic tratando de estar bien.
—Infinite está destruyendo cada castillo —agrega el mago— es obvio que sabe algo y sea lo que sepa se quiere asegurar de destruir la evidencia.
Manic los mira con el rostro cansado.
—Manic —le susurra Scourge mientras toma su mano— te ves un poco pálido.
—Lo siento es solo que estoy muy cansado —menciona con pena y abrazándose a sí mismo.
—Es verdad, debemos descansar y planear nuestros movimientos —dice Sonic incorporándose.
—Bueno, podremos usar algunas casas, si el cazador lo permite —menciona Espio.
—No tengo nada que permitir, además si ellos estuvieran con vida... entenderían nuestra situación.
—Entonces a dormir —menciona Scourge incorporándose—. Manic te llevaré a un lugar a descansar.
—Scourge necesito hablar contigo —le pide Espio— hay que hacer guardia y tú mejor que nadie sabe cómo se mueven los lycans.
El lobo lo mira con cara de pocos amigos. Rouge se acerca a Manic mientras le sonríe.
—Qué te parece si duermes en la misma cabaña que yo, puedo defenderte —le sugiere.
Manic asiente un poco apenado.
—Cuidaré de él —le dice Rouge al lobo verde y se va junto con Manic.
Al poco rato Shadow y Sonic también se marchan y solo Espio y Scourge quedan haciendo guardia. El lobo verde se encontraba viendo hacia el cielo nocturno pensaba en muchas cosas y no entendía lo que ocurría.
—¿Scourge? —escucha que lo llaman, desvía la mirada y ve a alguien subir, al instante nota al erizo azul quien se para a su lado.
—Oh eres tú —dice dejando de verlo—. No pude sentir tu aroma, que extraño —dice un tanto vacilante.
Sonic toma asiento a su lado.
—Quería hablar contigo sobre un tema muy importante —lo ataca directamente.
—Entiendo... es sobre Manic —menciona el lobo bajando levemente las orejas.
—¿Aún no me has dicho nada cierto?
El lobo asiente.
—¿Puedo saber por qué? —le pide amablemente.
Scourge tuerce una mueca.
—Tengo miedo de asustarlo o perderlo como a mi familia y a mi manada —le confiesa.
Sonic guarda silencio.
—Me recuerdas mucho al cazador, tan cerrado y con una responsabilidad que lo mataba lentamente —le contesta a los pocos minutos.
—A veces ser un alfa no es tan bueno, tienes muchos enemigos... —le cuenta— intenté... dejarlo en un lugar seguro, pero fue inútil... él volvió a mí.
—Pero aun así lo has cuidado y protegido es algo que haces con tu mate.
—Aunque me lamentaré que no pueda volver al mundo mortal después de toda esta aventura —le susurra— aún no se lo he dicho, ya que los rastros de magia quedan impregnados en su cuerpo y me temo que no será tan fácil de quitar.
—¿Cuál es tu plan? —le cuestiona Sonic directamente—. Conocías las consecuencias de venir a este mundo sin ser una criatura mágica.
—Quiero que acabe todo el peligro para irme con Manic a algún lugar en donde podamos estar juntos, me gustaría decirle todo lo que guardo y quizás... me gustaría casarme —una sonrisa se deja apreciar— puede que no tenga crías, pero Manic... su compañía es todo lo que anhelo.
Sonic no puede evitar lanzar un chillido de ternura.
—¡Quién iba a decir que el lobo con cerebro pequeño iba a ser tan meloso! —se burla.
—Oye... —se queja Scourge— crees que Manic acepte.
Sonic se ríe.
—Scourge, los dos están tan enamorados que parece que solo ustedes no lo notan.
El lobo sonríe mientras se ríe.
—Le debo mucho a Manic...
—Deberías hablarle sobre tus sentimientos. Podría ser algo muy especial para ambos.
—He intentado, pero el miedo... es constante y me detiene.
—Vamos alfa, demuestra tu habilidad. Además veo que has dejado de lado tus payasadas, creo que por fin estás pensando en que tus acciones puede tener consecuencias en los que más te importan.
Scourge le mira engreído.
—Para ser un omega eres demasiado convincente e inteligente —se burla él también.
Ambos guardan silencio mientras observan la luna. Pero Scourge se percata de un aroma un tanto... peculiar.
—¿Por qué usas ese aroma? —le pregunta el lobo.
Sonic le mira extrañado.
—¿Qué aroma? ¿De qué hablas?
—Dulce... como vainilla, fresa, uvas —le dice inseguro del aroma.
Sonic se ve espantado.
—Oye no, no estoy usando ningún perfume que tenga eso, no tuve tiempo de empacar algo decente —le menciona avergonzado.
Scourge le mira incrédulo, luego se detiene a pensar y abre los ojos.
—O-Oh, entiendo —se ve ligeramente nervioso— creo que deberías dormir, después de todo te podría afectar.
Sonic le mira confundido.
—Okay, no sé qué ocurre aquí, pero —se incorpora— si quieres que me vaya lo haré.
Sonic iba a lanzarse, pero la voz del lobo lo detiene.
—¡No saltes, podrías caer en alguna trampa, los cazadores solían dejarlas bajo los árboles! —le dice evitando que Sonic se lance.
—Tienes razón, lo había olvidado —se aleja y baja con cuidado— te veré en unas horas.
Scourge observa como Sonic baja con cuidado hasta que se pierde entre las cabañas.
—Vainilla... —susurra un poco preocupado porque sus ojos se enfocan en la luna mientras espera que sus pensamientos no sean reales ante lo que imagina.
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