El insistente timbre sonaba en una casa. Uno de sus habitantes se dirigía a atender. Abrió la puerta mientras se restregaba los ojos.

El aroma ligero de laureles le hizo ver a la chica que reconoció inmediatamente.

—¡Buenos días mi querido Sonic! —le saluda fervientemente la chica murciélago mientras sostiene una caja entre sus brazos.

Sonic se muestra asombrado de tener visitas, de hecho desde que está casado con Shadow nunca tuvieron invitados en sus casas.

—¡¿S-Señorita Rouge?! —dice Sonic exaltado, pero luego trata de fingir un poco de alegría—. ¡Q-Qué agradable sorpresa verla por aquí!

Rouge le sonríe mientras arregla su cabello.

—Oh querido la sorpresa eres tú, estás tan guapo incluso mucho más desde cuándo nos vimos —le dice pícara y haciendo que el erizo se sonroje—. He venido a visitar a Shadow para entregarle algunos documentos importantes que me pidió y de paso te traje un postre exquisito, ya que a tu querido esposo no le gustan —le explica sin dejar de sonreír.

Sonic se siente ligeramente confundido. Shadow no le había mencionado que su amiga iba a llegar a su hogar, pero él no podía ser descortés.

—Shadow ha ido a visitar a su padre, pero va a volver pronto, puede esperarlo mientras —le invita Sonic haciéndose a un lado para que ella pase.

Rouge camina a su lado sin dejar de verse coqueta.

—Muy lindo tu gesto Sonic, espero no ser una visita inoportuna —se disculpa al ver que Sonic cierra la puerta.

—Claro que no, los amigos de mi esposo son bienvenidos —dice volteando a verla—. Ven te llevaré a la sala —le ofrece.

Rouge caminaba por detrás de Sonic y veía con asombro la mansión en donde vivían. Ella nunca había accedido a las propiedades que tenía el cazador y era muy poco probable —por no decir imposible— que Shadow la invitará a pasar algún momento en ellas.

—¿Qué quieres tomar? ¿Café, té o chocolate? —le ofrece Sonic con amabilidad.

—Un café, sin azúcar querido debo cuidar mi figura —le pide entre risas—. Y te traje un pastel —le muestra ella.

—No debiste molestarte —le agradece Sonic— ya vuelvo —se despide momentáneamente.

Sonic se va a la cocina para preparar lo que le pidió. Rouge coloca el pastel en la mesa del centro y se recuesta en el sillón, se siente tan estresada de su situación con GUN. Se acaricia la sien de su cabeza mientras intenta dejar de pensar en todos los cambios que se están realizando.

—Aquí tienes —le dice Sonic acercándole la bebida y dejando algunos platos sobre la mesa, abre el postre y corta un pedazo para él y para ella. Se sienta a su lado a comer y suelta un pequeño gemido de satisfacción al probar el postre—. ¡Es delicioso! ¿Dónde lo compraste? ¡Necesito cambiar de pastelería! —le cuestiona encantado.

—Es de una vieja amiga, te puedo pasar su contacto. Ella lo hace por encargos —le cuenta con orgullo.

—¡Me parece bien! —exclama Sonic fascinado—. Me vendría bien tener uno de estos en los cumpleaños.

Rouge niega con diversión.

—¿Y cómo has estado Sonic? Has tenido mucho tiempo a Shadow, estoy segura de que te hizo mucha falta —le cuestiona ella interesada en saber un poco más de la convivencia de ambos.

Sonic guarda silencio mientras piensa, no puede evitar sonrojarse. No había tenido por tanto tiempo a su esposo y de cierta manera le gustaba.

—Siempre me hace falta, es decir, desde que me casé con él sabía que su vida era complicada —se detiene levemente para hablar— soy consciente de que su trabajo es importante y por eso siempre lo espero en casa, lo amo mucho y no podría vivir sin él —se expresa con tanto amor.

—Si se nota que se aman —le asegura ella tomando otro mordisco—. ¿Sabes cuántas chicas intentaron conquistarlo? ¡Por el Caos! ¡Shadow sí que era una coraza! ¡Ninguna chica se libró de salir con el corazón roto! —dice ella entre risas.

Sonic se ríe levemente, claro que recuerda cómo era su esposo tiempo atrás. Aquel cazador de corazón duro, de personalidad difícil y de intenciones claras.

—Tampoco me fue fácil, pasaron muchas cosas entre ambos antes de dar ese paso —le cuenta recordando ligeramente su pasado.

Y ese era un tema que nadie sabía de ellos.

—¿Y qué te impulso a hacerlo? —insiste Rouge en seguir hablando.

Sonic mantiene una mirada cargada entre pánico y temor. Desvía el rostro mientras vuelve la vista hacía su anillo. Tantos recuerdos, tantas historias, tantos momentos duros y difíciles, ahora parecían ser solo un mal recuerdo en su memoria.

—La promesa de estar a su lado hasta mi último suspiro —le contesta—. Mi cazador podrá ser todo lo que nadie quiere, pero para mí, es mi salvación, mi alma gemela y la fuente de mi alegría —dice con amor. Claramente sus palabras van en doble sentido.

Rouge se cubre el rostro mientras se ruboriza.

—¡Eso es muy tierno Sonic! —chilla poniendo sus manos en los hombros del erizo azul—. ¡Ahora lo entiendo! ¡Tú eres un amor, tu corazón es puro, tus palabras hacen que me sienta feliz! Estoy segura de que por eso Shadow se ha fijado en ti, por tu forma de ser, su corazón se rindió contra ti.

Sonic la mira con asombro, podría ser que aquellas cualidades le gustaron al cazador. Ellos eran muy distintos entre sí y de hecho eso también fue difícil de resolver, pero... no lo negaba, adoraba a su esposo más que a nada.

Un sonido los hace callar, ambos voltean a ver a la puerta principal y miran como Shadow entra y se acerca hasta ellos. El cazador parece irritado y cuando sus ojos se dirigen al frente se ve atónito.

—¿Rouge? —la llama incrédulo de verla allí.

—¡Cazador! —Sonic se levanta para dirigirse a abrazarlo y enterrar su rostro en el pecho del mismo.

—Shadow, un placer verte de nuevo —le contesta su amiga levantándose de su asiento para saludarlo.

—¿Qué haces aquí? —le cuestiona el azabache para nada amigable.

—¡Shadow no seas grosero, Rouge nos trajo un postre! —le regaña Sonic al ver su actitud.

—No te preocupes Sonic, estoy acostumbrada a su actitud. Después de tantos años juntos lo tomo como un juego sarcástico —se excusa ella sentándose de nuevo y bebiendo su café—. Y cazador he venido por tu encargo especial —le informa relajada.

—¿Quieres café? —le ofrece Sonic a su esposo.

El cazador le sonríe a Sonic y asiente.

—Claro Sonic, y necesito que vuelvas. Rouge tiene algo que te puede interesar —le explica con calma.

Sonic se ve lleno de intriga.

—¡Ya vengo! —le dice alejándose de él.

Cuando Sonic se aleja lo suficiente Shadow se acerca a la chica y la mira preocupado.

—¿Qué encontraste de Zokar? —inicia con sus preguntas.

Rouge rápidamente se muestra asqueada de escuchar ese nombre.

—Solo te digo que ese señor está convenciendo al gobierno mundial con su plan de erradicar a todas las criaturas mágicas y ha empezado con algunas. Me temo que Rosy está implicada en ello y no pude conseguir mayor información. Poco a poco van sacando a la gente de mi confianza.

El cazador aprieta los puños con impotencia.

—El doctor también está tratando de obtener cualquier indicio, pero le han bloqueado todos los caminos. Me temo que a este paso quedaremos a merced de Zokar.

Ambos guardan silencio cuando miran que Sonic se acerca hasta ellos. Shadow mira a Rouge y asiente en señal de que le diga a Sonic lo que trae.

—Querido Sonic, tu esposo me pidió un favor y he traído las respuestas —le muestra un pequeño sobre que saca de sus pechos.

El azul se sienta mientras toma un poco más de té.

—Verás... hace unos días cuando los lycans atacaron, destruyeron una tienda en específico y creo que ya sabes quién trabajaba allí.

—Manic...

—Exacto... de primera mano te digo que no sabemos dónde está o con quien, ya que seguimos el rastro que nos llevó a su casa y ya estaba quemada; se descartó que haya sido incinerado porque no había rastros de algún cuerpo por lo que asumimos que Manic logró escapar y es por eso que lo han declarado como un delincuente de alto peligro debido a que vio a uno de los lycans más buscados... Infinite.

Sonic se incorpora de golpe.

—¡¿Q-Qué?! —exclama con sorpresa.

Shadow se acerca hasta su esposo y le ayuda a tomar asiento nuevamente.

—Infinite por algún motivo siguió a Manic, pero no tenemos claro el porqué —prosigue ella.

—Entonces el que lo salvó fue Scourge... —susurra Sonic al pensar más claramente en lo que pudo haber pasado.

—¿Scourge? ¿Quién es Scourge? —menciona Rouge sin comprender de dónde salió ese nombre.

Sonic se muestra avergonzado.

—L-Lo conocí hace tiempo, él... —Sonic no sabe cómo decirlo— estaba "enamorado" de Manic y no lo dejaba solo por nada del mundo... —dice su oración en doble sentido— tuve algunos problemas, pero afortunadamente logré aclararlos. Quizás ellos dos escaparon juntos —se excusa cuando omite que el chico es un alfa.

Sonic traga saliva pesadamente, se olvidó de su propia situación y lo que eso podría provocar en los que lo escuchaban. Shadow carraspeó para tratar de disipar ese momento incómodo.

—Lo más seguro es que Scourge tenía algún tipo de problema o conocimiento de Infinite y aprovechó eso para atacarlo. Lo más probable es que Manic esté con Scourge y ambos se escondan —dice desviando la conversación sutilmente.

—¿Eso quiere decir que está bien? —pregunta Sonic casi respirando tranquilo de que su esposo le ayudase.

—No del todo, ese alfa no se detendrá hasta acabar lo que comenzó. Debemos ubicar a Manic y salvarlo si es posible —interviene Rouge sin percatarse de su juego de palabras—. Esto es demasiado confuso... Infinite no se dirige a nada si eso no lo afecta y menos a mortales. ¿Qué podría tener Manic que lo hace querer perseguirlo?

Sonic ve a Shadow casi suplicándole que dijera algo que le ayudará.

—Tendremos que averiguar eso cuando encontremos a Manic por el momento... —Shadow habla mientras toma un pedazo del pastel de Rouge y lo come por completo— seguiremos con el perfil bajo y está conversación se quedará aquí.

La murciélago lo mira incrédula, Shadow detesta los caramelos y demás cosas dulces, pero no dice nada.

—Bien... —le responde, luego dirige su atención a Sonic—. Quiero que estés tranquilo, cualquier rastro que encuentre te lo diré.

Sonic le sonríe y asiente.

—Al menos sé que Manic está bien —dice él pensando en el erizo.

—Bien creo que es momento de irme, quedé para arreglarme las uñas y no... —se detiene cuando escucha que el celular de Shadow comienza a sonar.

El veteado lo toma entre sus manos, en su rostro se forma la incertidumbre y el asombro.

—¿Qué quieres? —pregunta bruscamente provocando un malestar en los que lo escuchaban.

—Cazador, tengo un trabajo para ti. Debes venir mañana a primera hora a la organización —le ordena Zokar en la otra línea.

Shadow gruñe cuando lo escucha.

—Que no se te olvide que sigues sujeto a mí, de cualquier forma y en cualquier modo —le recuerda— soy tu jefe y debes hacer lo que te ordene —le cuelga la llamada.

—Shadow —Sonic se acerca para verlo, ya que se muestra aún más irritado.

—Tengo que ir a GUN, Zokar me lo ordenó —le explica sin mayor detalle.

Sonic y Rouge se ven mutuamente.

—Querido, déjame ir contigo —le pide su amiga.

—No, Zokar es capaz de cualquier cosa. No quiero que te metas en más problemas Rouge —le niega la ayuda.

—Pero Shadow...

—Necesito que ambos estés en calma y me ayuden de este modo. No levantemos más sospechas —les pide saliendo de allí.

—Shadow... —le ve ofendida y más que eso, preocupada.

—Tengo miedo de lo que pueda pasar... —susurra Sonic mientras lleva las manos hacia su pecho.

Rouge se acerca a abrazarlo sutilmente al verlo nervioso.

—Tu esposo es fuerte Sonic, estará bien no te preocupes —lo consuela.

—Gracias Rouge.

La chica solo espera que nada grave ocurra.

—Dr. Zokar los sujetos de prueba están listos, la doctora Rosselyn pide su presencia —le informaba una asistente a un hombre que caminaba a su lado mientras firmaba algunos papeles.

—Voy en camino, pero antes conseguiste lo que te pedí —le pregunta sin verla.

—Si, de hecho los traje como me pidió —le responde dándole un paquete.

—Bien... suspende todas mis reuniones. El futuro está en la palma de mi mano y por nada del mundo voy a perderme este avance.

—Entendido señor —le dice ella retirándose y dejándole en el camino.

Zokar se dirige a una parte especial del cuartel que modificó sutilmente durante su estancia para su doctora favorita. Se detiene frente a una puerta y saca una tarjeta roja que pasa en un escáner que revela un elevador oculto, se incorpora para bajar hasta el último piso. Durante baja se logran percibir gruñidos, quejidos, llantos y demás lamentos provenientes de ese lugar.

Zokar era conocido por ser una de las mentes más brillantes de su generación al igual que Ivo Robotnick. Ambos eran los doctores más envidiados por todo el conglomerado de científicos debido a su genio y talento excepcional en la creación de herramientas y teorías que avalan muchas de las situaciones que pasaban.

Pero...

El elevador se detuvo en el último piso y volvió a requerir de nuevo la tarjeta roja que Zokar cargaba.

—Rosselyn —dijo por último mientras una puerta se abría.

Al ser las dos mentes con mayor IQ en toda su generación, también se volvieron en rivales declarados, al menos así lo determinó Zokar. Cada uno poseía algo especial y único que los diferenciaba en gran medida, por un lado Ivo era un auténtico filántropo, amante de lo mitológico y creador de grandes soluciones. Se preocupaba por el presente y creaba libros de fantasía por hobby.

El doctor se dirige a lo largo de un amplio salón en donde hay miles de cápsulas que resguardan en su interior a varios animales mitológicos. Algunos parecían estar muertos y otros se encontraban sumidos en un profundo sueño.

A diferencia de Ivo, él era un visionario del futuro inmediato. Siempre sostuvo que todo lo mágico era un peligro para cualquiera que lo conociera. Entre sus planes la erradicación total de todo lo mágico fue una meta que sostuvo durante toda su vida llegando al punto de crear armas especiales para asesinar a cualquier bestia y prolongar el alzamiento de los mortales sobre las estirpes.

Llega hasta otra puerta que se abre para sí solo y se adentra, allí se encuentran varios más esperándolo.

—Mi querida hija, Rosselyn —dice con amor mientras la eriza se acerca hasta él con una pequeña sonrisa.

—Padre —le saluda ella mientras hace una reverencia con su cabeza— bienvenido, me alegra saber que estás aquí.

—Vine tan pronto como me llamaste —le contesta él mientras que camina a su lado.

Ambos se encontraban en una amplia habitación en donde había infinidad de aparatos y demás cosas de laboratorio que eran propiedad de la eriza.

—Gracias padre, el proyecto casi está listo. Solamente necesito que veas el avance —le explica brevemente.

—Adelante —le ordena.

La chica rosa asiente y pide que comiencen con la presentación. Del suelo se abre una válvula y sale de ella un lycan en su forma natural. Se agita contra una jaula que lo retiene, se encuentra enfurecido debido a su encarcelamiento.

Rossy se coloca frente a un monitor que le muestra todos los signos vitales de la criatura.

—Fase uno: tenemos a la vista un auténtico lycan de sangre pura. Se procederá a realizar la transferencia de nuestro antídoto para erradicar la magia en su cuerpo —explica ella mientras prepara un arma e inserta un dardo.

Todos los demás asistentes tomaban notas de lo que veían.

—Fase dos: el dardo posee una minúscula parte de nuestro antídoto para y es imperceptible ante la visión mortal —ella apunta al pecho del lycan— y la de ellos también. Fase tres: se procede a insertar el dardo para analizar los resultados —termina de decir cuando dispara al lycan.

Un fuerte gruñido se escucha por parte de la bestia que retrocede ante el impacto del arma en su pecho. Sus manos rasgan su pecho hasta lograr que el dardo caiga y se enfurece al ver que se han atrevido a dispararle. Rossy baja el arma y se mantiene serena, hasta que ve como el lycan comienza a removerse en la jaula con violencia.

—Fase alfa 4: erradicar la magia en la sangre y volverlo un mortal —dice finalizando con una sonrisa al ver que su cura había sido un éxito.

El lycan lanza quejidos fuertes y su cuerpo comienza a disminuir hasta que se vuelve en su forma zoomorfa. Su cuerpo está sudado y débil, cae al suelo mientras respira agitado.

—Bajen la jaula —ordena Rossy.

Algunos de los asistentes se vieron asustados.

—¿P-Pero doctora no es seguro?

—¿Objetas contra tu superior? —dice Zokar interviniendo y viéndoles con reproche.

—Y-Yo...

—Bajen la jaula, es una orden —rectifica él.

La jaula desciende hasta que están a escasos metros del sujeto de prueba.

Rossy se acerca al sujeto y le toca.

—Temperatura baja, sudoración excesiva, pupilas dilatadas, frecuencias cardíacas bajas de lo normal —dice examinando al chico— es probable que... —se incorpora mientras se para— haya funcionado.

—¿Al fin logramos limpiar la magia de su sangre? —menciona una chica casi celebrando.

—Eso parece —dice ella— ahora solo...

Un fuerte gruñido salió de la boca del chico que se volvió a convertir en lycan.

—¡Doctora! —grito una de las asistentes.

El lycan se lanzó a atacarla directamente al cuello, pero antes de que sus dientes tocasen su objetivo, se escuchó un fuerte disparo. Sangre salpicó a Rossy quien sintió como un brazo se aferró a ella, elevó su mirada y vio a su padre que estaba protegiéndola. Y detuvo la mordida del lycan con su brazo.

—¡Padre! ¡Rápido necesito un botiquín! —pide aterrada al ver cómo la sangre cae del brazo de su progenitor.

Zokar sonríe al ver como el cuerpo muerto del lycan cae, baja su brazo herido y siente como su propia sangre baja por la mordida.

—¡Doctora! —grita su asistente.

—Demasiado escándalo, ahora saquen este cuerpo. Detesto el aroma a sangre —ordena Zokar tomando el botiquín con su otra mano y soltando a su hija.

—V-Voy contigo padre —dice la eriza corriendo detrás de él.

Ambos se dirigen a una oficina y cierran la puerta.

—¡Eso fue muy arriesgado, podría haberte descubierto! —lo regaña ella.

Zokar se siente mientras se quita el traje y arranca la manga de su camisa.

—Rápido, necesito tu ayuda —le pide ignorando sus quejas.

Rossy guarda silencio, de su bolsillo saca un líquido rosa que lo introduce en una jeringa.

—Padre... yo lo siento mucho... —se disculpa mientras tiembla y casi se pone a llorar debido al miedo. Zokar le quita la jeringa y se inyecta directamente en la herida.

Algunos quejidos salen de la boca del señor mientras esa herida se va cerrando por si sola.

—Algunos sacrificios son necesarios, no debes flaquear por algo tan insignificante. Mientras pueda curarme no debes temer —le dice mientras se incorpora y se dirige a un clóset y saca otro traje.

—Lamento decepcionarte... —se disculpa ella con mucha pena.

—Querida Rosselyn —se acerca a ella y le pone enfrente una cajita rosa—, los accidentes siempre pasan, ya sabes que no debes sentirte mal por ello.

—¿P-Padre? —dice ella sin comprender.

—Cuando lo vi, no pude evitar pensar en mi hija y todo lo que ha logrado, el gran avance que has tenido y que estamos muy cerca para lograr lo que queremos.

—¡Un mundo equilibrado y perfecto! —dice ella tomándolo y abriéndolo.

Zokar sonríe.

—Así es, Rosselyn.

La chica sonríe al ver que dentro de la caja hay una medalla con la forma de una rosa roja.

—¡Voy a esforzarme más! ¡Te haré sentir orgulloso! —dice la chica feliz, abraza a su padre—. ¡Te voy a hacer el padre más feliz del mundo! —por último lo suelta y se dirige a trabajar en su proyecto.

Algo más que compartía con Ivo era el ser padre adoptivo de una chica con el mayor IQ en comparación al resto y que la descubrió casi al borde de la muerte.