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🅓🅘🅔🅒🅘🅞🅒🅗🅞

... Seis días después...

"Lamentamos los inconvenientes, algunos malhechores escaparon, pero han sido apresados de manera exitosa... les pedimos a los residentes puedan sentirse seguros en las calles. GUN pone de todo su esfuerzo para hacer prevalecer el orden público..."

Su rostro se mostró con desconcierto, quizás antes las noticias parecían tan verídicas que podría creerlas sin mayor esfuerzo, pero en ese momento, Manic no entendía por qué el gobierno ocultaba los desastres de los lycans.

El erizo estaba sentado sobre el suelo mientras veía la televisión, acunaba sus piernas con nervios y tensión. Su atención se dirigió al lobo que se encontraba parado a pocos pasos de la puerta de cristal, con el semblante lleno de penumbras y de brazos cruzados. Scourge también escuchaba las noticias mientras tenía puesta la vista en el cielo nocturno.

Muchas eran sus preguntas y pocas las respuestas. Trataba de descifrar aquel extraño ataque que provocaron los lycans sin razón aparente. Manic se pone de pie mientras se acaricia un brazo, desde hace días Scourge se encontraba alerta por las noticias más recientes. Con un poco de duda y quizás pena se acerca hasta el lobo que parece no notarlo.

—¿Scourge? —Manic le llama mientras lo ve extrañado.

—¿M-Manic? —le contesta Scourge titubeando—. Oh perdón, estaba sentado pensado algunas cosas y no me fije que me hablaste.

Manic se coloca a su lado mientras suelta un suspiro.

—Estás muy callado, más que de costumbre... —susurró.

Scourge se rasca la cabeza.

—Bueno, solo estoy preocupado —le contesta bajando el tono de voz. El rostro del lobo demuestra algo más que preocupación—. Los lycans tomaron una posición ofensiva... —susurra volteando a ver al erizo— esas no son buenas noticias. La última vez que hicieron eso, los vampiros no la contaron~ —imita una voz de pánico.

Manic se muestra asombrado.

—¿Q-Qué crees que planeen hacer? ¿O por qué hicieron eso? —le pregunta con nervios—. ¿Q-Qué fue lo que hicieron con los vampiros?

—Contestando las primeras preguntas...no lo sé, pero algo es seguro. No va a pasar mucho tiempo sin que sepamos de ellos —se detiene para pensar en lo que va a decir—. Hace siglos atrás, los vampiros fueron la raza más temida por todo el mundo mágico. Ellos provocaron pánico y terror, en especial por la manera en que se alimentaban. Hace unos cuantos años atrás, los lycans se alzaron en su contra, les hicieron pensar que los habían doblegado y humillados... los atacaron dentro de su mismo territorio. Llevaron a la extinción la raza y ya sabes el resto que te conté...

Manic se sienta en el suelo, su rostro no puede decidir que cara debería hacer ante las noticias y menos sabiendo que podría desatarse una guerra entre lo que en un tiempo fue ficción y ahora, era más real de lo que creyó.

—Por qué tuve que estar en medio de todo esto...

—Oh Manic... realmente no quería ponerte este peso. Y-Yo lo siento mucho —se disculpa Scourge claramente apenado.

—Aún hay cosas que no puedo entender con claridad —se limita a responder— y seguramente mañana a esta hora estaré en el trabajo —revisa su celular y se percata que tiene mensajes de su amigo de dos colas. Suelta un suspiro mientras deja de lado el móvil y se dirige al lobo—. Debes seguir permaneciendo oculto, las cosas no están nada bien.

Pero el lobo alza las orejas al escucharlo.

—No puedo Manic, no cuando un aroma desconocido frecuenta mucho tu esencia —le contesta desviando la mirada— no puedo estar tranquilo en este lugar, es mi naturaleza proteger aquello que... —se detiene cuando se da cuenta de que por poco una a revelar otro de sus secretos—... a-aquello que llamo maestro. E-Es decir mi misión es clara contigo —finaliza mientras carraspea.

Manic está más preocupado en esconder a Scourge que en darse cuenta sobre su extraño juego de palabras.

—Quizás no sea algo malo, digo son solo personas normales las que me visitan —le recuerda como si no fuera de lo más obvio.

Scourge se encoge de hombros.

—Bien, pero aun así seguiré estando cerca. Los lobos están tan cegados en su venganza, no logro comprenderlos —dice cambiando de tema.

—Okey... ya es tarde y debo dormir —se incorpora de su sitio mientras se aleja, pero a unos pasos se detiene—. ¿Te vas a quedar allí? —pregunta al ver que el lobo no hace ningún esfuerzo en moverse de su lugar.

—O-Oh, si iré en un momento —le responde Scourge— aún no tengo sueño...

Manic no dice nada y vuelve a su habitación. Mientras el lobo mira a la luna.

—Dentro de poco habrá luna llena de nuevo —susurra para sí solo.

Su visión era borrosa, sus sentidos no estaban sincronizados. Poco a poco logró tener el control de sus propios reflejos; lentamente abre los ojos hasta ver una molesta luz blanca; emite un quejido al sentir que eso le causa migraña.

—¡¿Shadow?! —escucha la voz de su amiga—. ¡Por la santa madre de los cazadores! ¡¿Estás bien?!

El cazador vuelve en sí, siente su cuerpo pesado y con una sensación que no le agrada en lo absoluto. Sus ojos escarlatas se dirigen hasta donde escucha la voz. Su amiga se encuentra consternada al verlo despertar. Sus recuerdos no son claros, no sabe cuánto tiempo estuvo dormido o qué fue lo que sucedió para que ella este de ese modo.

—¿Q-Qué sucedió? —logra preguntar mientras lleva una de sus manos hasta su cabeza y la toca.

—Querido eres un torpe... —le dice ella tirándose a abrazarlo sobre la cama— por poco te pierdo a manos de esos lobos... ¿Qué hubiera hecho? O peor ¿Qué le diría a tu amado esposo? —pregunta tratando de no llorar, se aleja de él mientras sus manos limpian esas lágrimas que amenazan con arruinar su maquillaje.

Shadow no comprende lo que sucede hasta que trata de levantarse y en su mano se mueve un tubo de plástico. Se ve a sí mismo y se inspecciona, se encuentra en un hospital. Unos amargos recuerdos invaden su mente, desde joven odiaba esos lugares. Le hacían recordar el momento exacto en donde se enteró que él, no pertenecía a ese mundo. Pero, la mano de Rouge sobre su mejilla le hace verla nuevamente.

—¿Los lobos nos atacaron, lo puedes recordar? —le cuestiona con voz suave y cariñosa.

Shadow se muestra con sorpresa ante su cuestionamiento. Hasta que poco a poco va recordando sobre lo que ocurrió. Su mente le divulga pocos recuerdos y borrosas imágenes, pero en ellas logra ver a su esposo lycan luchando contra el temido Infinite.

—¿C-Cuántos días han pasado? —cuestiona a Rouge con una pizca de pánico en su voz.

—Unos... unos seis días —responde ella insegura de la reacción del otro.

Shadow se ve lleno de mucha sorpresa, su vista se dirige hasta aquella mano que está canalizada. ¿Tantos días estuvo ausente? Nunca nada había logrado derribarlo por mucho tiempo y menos una batalla con los lycans.

—Necesito llamar a Sonic —le pide a su compañera.

—Q-Querido apenas estás despertando, seguro eso lo... —se ve interrumpida por el cazador.

—De seguro vio las noticias y está preocupado; necesito hablar con él, decirle que estoy bien —insiste.

Ella se da por vencida.

—De acuerdo, usa mi celular porque dudo mucho que aquí tengan algo que puedas usar —le dice entregándole el suyo.

—Yo entiendo, puedes irte. Sonic es muy sensible y debo mantenerlo estable... —le pide.

—Comprendo, necesitas calmarlo. Pero si necesitas algo llámame —le recuerda.

Rouge se retira de aquella habitación mientras deja al cazador solo. Shadow lo primero que hace es sacarse de entre las púas un microship que se encarga de no guardar esa llamada ni registrarla en ninguna red, lo coloca detrás del celular y marca el número de su padre y espera.

... En otro lugar...

El doctor Robotnick, gran mente maestra, portador de un IQ superior al de la mayoría de mortales, fundador de los primeros libros de criaturas fantásticas y secretos mágicos, creador de la mayoría de mecanismos de defensa del cazador y el padre adoptivo del cazador. Se encontraba muy preocupado esperando noticias.

Su celular vibra sobre la mesa y el doctor se encuentra cambiándole las vendas al querido esposo de su hijo. Lamentablemente, para Sonic, fue peor. Su cuerpo se encontraba destrozado por forzarlo y aunque no lo parezca necesitara varios días para reponerse. Deja su tarea para ver quién le llama, aunque asume con total certeza de quien se trata.

—Supongo que las cosas se salieron de control —le contesta su padre con voz seria.

Shadow nota el aturdimiento en la voz de su padre.

—¿Él está bien? —pregunta sin mayor detalle.

Un suspiro se escapa de los labios del doctor.

—Vino con múltiples heridas, logró entrar y lo encontré maltrecho en la puerta. Estoy curando sus heridas y sanando los golpes, pero aún no reacciona del todo —le informa.

Shadow aprieta su puño sobre las sábanas que le cubren.

—No pensé que las cosas se saldrían de control... —habla decepcionado— todo esto fue mi culpa.

—Cazador, es obvio que él sintió también que las cosas no iban a acabar bien y aun con su energía vulnerable corrió hasta ti y te rescató de esos perros malagradecidos —le trata de hacer entender que no era su culpa—. Lo que importa es que ambos están bien.

Shadow sonríe tan solo por unos segundos al recordar como Sonic se arriesgó para ir en su auxilio.

—Iré cuanto pueda, por favor trata de mantenerlo calmado. Comprále todo lo que desee, yo te lo repongo —le pide.

—Hijo, sabes que adoro a Sonic, y no lo veo como una molestia. Al contrario, quiero que esté bien —dice sincero mientras se ríe, pero cuando acaba vuelve a su actitud seria—. Ahora ellos harán preguntas, deberás ingeniarte las respuestas.

Y Shadow entiende de golpe a lo que se refiere su padre.

—Entiendo. Yo... puedes acercarlo —le pide.

El doctor sabe a lo que se refiere, Shadow podría parecer un auténtico patán, un chico con cara de pocos amigos o un chico intenso —como lo llamó alguna vez Sonic—, sin demora acerca el celular hasta la orejita de Sonic.

—Mi sol, perdón por causarte tantos problemas; hacerte daño es lo que menos deseo. Pronto iré a casa y te compensaré por favor sé paciente. Te amo Sonic —le dice con suavidad.

Shadow permanece en silencio mientras cuelga. Con sus manos quita el microchip y lo destruye.

—Ellos harán preguntas... —dice intentando incorporarse, pero cuando uno de sus pies toca el suelo, siente que no es lo suficientemente fuerte como para detenerlo y cae directamente hasta el suelo provocando que un grito salga de su boca al estrellarse.

—¡Shadow! —llega su amiga corriendo a auxiliarlo—. ¡No puedes hacer esfuerzos, no cuando estás mal! —le dice aterrada.

Shadow se gruñe, se niega a creer que está mal, pero su cuerpo dice todo lo contrario, jamás había tenido problemas después de las batallas. Bastaba que se tomara unos días para reponer fuerzas y volver a estar como nuevo.

—Solo luché, no es la gran cosa —le recrimina— pero por qué me siento tan cansado y mi cuerpo débil yo no...

Al momento que Shadow habla la puerta delante de él se abre y muestra a dos nuevos integrantes. Rosy y su jefe lo ven alarmados.

—¡Agente Shadow! —se acerca el mayor—. ¡Por favor no haga ningún sobre esfuerzo, está delicado! —le dice tratando de evitar que haga más esfuerzo del necesario.

Rosy se coloca a su lado y se ve algo decaída.

—¿Qué demonios ocurre? —les cuestiona el cazador sintiéndose ofendido—. ¿Por qué de repente me piden que no haga ningún esfuerzo?

Rouge voltea a ver a Rosy quién asiente.

—Querido verás... creo que de todo esto no te diste cuenta de un pequeño detalle... —habla muy insegura.

Rouge no puede continuar porque sus ojos se llenan de lágrimas al instante que recuerda lo que Rosy dijo. Y Shadow la mira aún más confundido.

—Shadow fuiste inyectado con un potente líquido que no logro detectar su procedencia, pero un poco más y eso hubiese funcionado como un veneno que te causaría un ataque cardíaco —le dice Rosy bajando la mirada y terminando lo que Rouge comenzó.

El cazador se ve sumido entre la incredulidad.

—¡¿I-Imposible?! ¡Solo mi estirpe conoce los venenos más letales jamás creados, nadie más podría replicarlos! —asegura sin demora.

Rouge niega mientras el jefe de ellos baja la mirada.

—Shadow, logré limpiar tu sangre usando algunas plantas, pero me temo que aun estás débil. Fui enviada para proteger al último cazador y te juro que voy a encontrar los componentes de esa fórmula —le dice Rosy también preocupada— el general y Rouge vieron lo que saque de tu cuerpo y en serio, estuviste muy cerca de morir.

—P-Pero quién podría estar haciendo esos venenos, no existe nada más que los iguale a los de los cazadores —sentencia Shadow aun sin comprender.

—Por favor, descansa Shadow. Ya no queremos que te encuentres cerca de morir —le pide Rouge con súplica y poniéndose cerca para ayudarlo a pararse.

—Esto es peor de lo que pensé —se une el jefe mientras niega— me temo que debemos aceptar los términos de Zokar, solo él ha logrado crear armas que detienen a los lobos y con el desempeño de la misión que fue un fracaso... no tenemos más opción si no queremos perder la credibilidad ante los gobiernos mundiales.

Shadow logra ponerse de pie con ayuda de Rouge.

—Pero señor, darle el control absoluto a Zokar nos hará quedar en la ruina. GUN ha servido por generaciones a los mortales, si Zokar asciende va a llevar a la ruina esta organización —se queja Shadow—. GUN nació como alternativa para proteger el mundo mágico, cuando los cazadores conocieron a los mortales. No puede dejar todo en el olvido y menos a alguien que siempre ha buscado derribar estar organización.

—Señor debe pensar muy bien esa decisión, está poniendo demasiado en juego —le pide Rosy.

Shadow siente como en su interior se forma una desesperación ante la revelación de su mayor. No solo él correría peligro sino también Sonic. Rouge logra sentar a Shadow en la cama y se aleja mientras sus labios se remueven.

—E-Esperen... —Rouge los ve—. Shadow el lobo. ¡Ese lobo! Señor no puede hacer eso, durante nuestra batalla uno de los lobos se unió para combatir contra el alfa. No obedeció a su mandato, incluso salvó a Shadow y le llevó hasta nosotros para ayudarlo —dice con esperanza.

El mayor la mira perplejo.

—¿Un lycan ayudando? Pero qué es eso...

Ella lo señala mientras sonríe.

—Es verdad, puede preguntar a los cadetes. Ese lobo combatió mano a mano hasta qué... me lanzaron ese dardo y ahora... lo recuerdo —interviene Shadow al ver que el general se muestra dudoso con el comentario de Rouge. Su mente le muestra lo que le ocurrió—. Ahora entiendo por qué me derribaron... ese lobo me ayudó en combate, pero después caí inconsciente...

Rosy se mantiene seria y callada.

—Agente Rouge, agente Shadow teniendo en cuenta este giro en la historia, debemos cambiar de misión. Si un lobo se alzó en contra del alfa pueda que hallan más estén en contra de él... nuestra misión entonces debe cambiar y en lugar de ello buscaremos unir a los que quieren detener a Infinite para derrocarlo.

Rouge sonríe ampliamente y Shadow no puede evitar sentirse tranquilo.

—No pienso castigar a los lobos inocentes por culpa de un rebelde, debo hacer prevalecer la especie ¡A los justos! —asevera el general.

—Así es señor, GUN no solo detiene a los seres más peligrosos, sino que aprecia que las especies los ayuden. Estoy segura de que los lycans podrían ser la respuesta para detener a Infinite y acabar con esta pesadilla —menciona Rouge.

De repente suena un pitido en la muñeca del general.

—Adelante —contesta él pulsando un botón.

—Señor, tiene una llamada de Zokar al cuartel. Pide que le comunique su decisión final —dice una chica al otro lado de la línea.

—Activa la pantalla y dirígela hasta donde me encuentro —ordena.

—Entendido.

Una pantalla se despliega delante de los presentes en esa habitación y enseguida muestra a Zokar sentado en un lujoso sillón mientras acaricia un gato.

—Parece que sus perritos se han salido de control mi general. Un pajarito me contó que el cazador fue herido de gravedad y casi es erradicado —se burla de él.

El general cruza las manos por detrás de su espalda e ignora sus burlas.

—Creo que también olvido mencionar que un lobo fue el responsable de proteger al cazador. Escuche Zokar, agradezco su generosa oferta, pero nuevamente va a ser rechazada. No pienso condenar a una estirpe completa por unos cuantos rebeldes. Mis agentes va a llegar al fondo de esto antes de que Infinite logre seguir atacando civiles. Me temo que su tiempo invertido fue en vano —finaliza.

El rostro de Zokar se muestra irritado, decepcionado y su rostro no lo esconde en lo absoluto. El gato se aleja de él cuando se acerca más a la cámara y los mira con reproche.

—Ustedes no se cansan de renegar el futuro, de erradicar los problemas. Pero entiendo, después de todo sus ideales ortodoxos y poco convencionales les condenan a tener pensamientos tan pobres y emocionales, pero escucha esos lobos no se van a dar por vencidos; van a rogar por mi ayuda y cuando eso pasé, yo estaré dispuesto a prestar mis armas, pero ustedes van a perder toda la credibilidad que han ganado y serán la burla de esta patética organización.

Zokar corta la transmisión de golpe.

—No le ha gustado su respuesta general —dice Rouge soltando un suspiro—. ¡Qué pesado!

—Le pido disculpas por la actitud de mi señor —dice Rosy colocándose frente a ellos y bajando la cabeza— por favor, él no es malo solo quiere ayudar —ella se arrodilla mientras llora.

El general se acerca hasta ella y la ayuda a incorporarse.

—Señorita, no es necesario esto. Por favor, entiendo la actitud de su jefe, pero me temo que aún no puedo dar esa orden —le explica.

—Voy a proteger a Shadow, le daré mejores soluciones y no llegaremos a la destrucción de los lycans —dice ella mientras se quita las lágrimas de los ojos.

—Será de gran ayuda para nosotros —le asegura—. Agentes, por el momento me retiro. Shadow, por favor que se mejore pronto. Doctora Rosy debemos irnos —le pide mientras se aleja hasta la puerta.

—H-Hasta pronto, yo prometo ser de más utilidad —dice ella apenada y caminando detrás del general.

Ambos sales de la habitación, dejando a Rouge y Shadow solos.

—Está cegado en destruir a los lycans —habla Rouge—. ¿Por qué los odiará tanto?

Shadow cierra los ojos, por poco la seguridad de Sonic corría peligro.

—Menos mal dijiste eso —sonríe al recordar a su esposo— indirectamente prolongaste la estirpe.

Rouge mueve sus alas, una sonrisa juguetona aparece sobre sus labios.

—¿Lo conoces? —le cuestiona.

—No, era la primera vez que lo veía. Muchas estirpes me han visto supongo que quizás en algún momento lo hizo —le dice con seguridad.

Rouge parece no estar del todo convencida.

—Lucharon como si se conocieran de toda la vida y te salvó. Espero que nada malo le pase.

—Es un lycan, nada podría pasarle —afirma el cazador recostándose en la cama.

Rouge le ayuda a cubrirse con las sábanas.

—Bien cazador debes descansar. Yo estaré cerca, pero ahora debes dormir —se despide la chica mientras sale.

Shadow finge que va a dormir y cuando escucha que la puerta de la habitación se ha cerrado se voltea sobre la cama.

—Sonic tu intromisión desmesurada ayudó a salvar a los lycans —susurra sonriendo—. Cuando pueda caminar por mi mismo, iré a abrazarte —promete cerrando los ojos para que poco después quedara dormido con el pensamiento puesto en su lobo.


[…]

Un señor de mediana edad entra a una habitación cargando un platillo de comida, pero se detiene y el plato cae al suelo mientras se destruye, en su rostro se puede ver la impresión.

—¿S-Sonic?

El susodicho se encuentra de pie mientras ve su cuerpo semi desnudo.

—¿Doctor? —le dice viéndole feliz.

—Menos mal has despertado —dice relajandose— una preocupación menos para mí —menciona suspirando, pero luego se da cuenta del desastre que ha ocasionado.

—Lamento las molestias querido yerno —le sonríe Sonic acercándose— ya sabes que tu hijo es un poco... —se agacha para empezar a recoger los pedazos de porcelana y la comida.

—Radical, necio por no decir confiado y suspicaz —le termina de completar—. Hablé en la mañana con él. Estaba preocupado y me ha pedido que no te deje ir tan pronto.

Sonic se sienta en la cama, no le gusta cuando Shadow le pide eso.

—Mi adorado esposo siempre con pánico sobre mí —se queja— no quiero ponerlo más nervioso, así que me quedaré unos días —dice rindiéndose.

—Es lo mejor. Con el desempeño de la misión será muy difícil que andes libre y Shadow teme por ello —el doctor camina unos pasos por detrás y agarra una bolsa para verter los restos del plato y comida.

—Ni que lo digas... Shadow realmente teme que GUN me atrape... —dice triste.

—En las noticias han puesto nuevas restricciones en las calles, me temo que las clases también serán suspendidas por algún tiempo...

Sonic abre los ojos decepcionado.

—Bien... —se queja Sonic dejándose caer para atrás en la cama—. Blue debe descansar, lo forcé mucho y no quiero ponerlo rebelde. Supongo que es algo bueno que eso ocurra...

—Menos mal. Ya no te veo tan seguido, extraño al estudiante que se quedaba hasta tarde en mi salón —le menciona cambiando de tema.

Al instante Sonic se vuelve a sentar en la cama.

—Pues aquí me tienes de vuelta doctor, solo que ahora soy un poco más peludo...

El doctor se ríe de su comentario.

—Sonic, siempre has sido tú. Blue es solo un fragmento de tu personalidad —asevera.

—Bien doctor, me tienes listo y dispuesto para discutir —le menciona.

—Eso será después de que comas Sonic —le dice el doctor parándose para ir por comida— ahora espera porque Shadow se va a enojar si descuido tu alimentación —se despide temporalmente para ir a traer un nuevo plato de comida.

Sonic se ríe de ese comentario.

—Es un dejavu —menciona negando, a su costado se encuentra una foto de Shadow cuando era un pequeño niño la toma entre sus manos y la acerca para verlo—. Mi cazador —le sonríe y acaricia el rostro del mismo sobre la foto— vamos a salir de esto —le promete dándole un beso a la foto y recostándose de nuevo.

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