La ropa estaba doblada pulcramente y colocada en el sofá cerca de la puerta. Anthony estaba arrodillado, desnudo, a los pies de su cama, con la cabeza hacia abajo y los ojos cerrados. Se había estremecido un poco cuando la puerta se cerró, pero ese fue el único reconocimiento de su presencia que dio. Obviamente estaba esperando alguna señal.

Se preguntó si el hombre tenía alguna idea de lo hermoso que era. Si no lo hacía, tendría que enseñarle.

_En la cama, mascota. Boca abajo. _Habló tan silenciosamente como pudo, para tratar de mantener la atmósfera un poco tensa. No necesariamente quería hacerlo infeliz, pero debía hacer las cosas lentas. No estaba seguro de lo que estaba por hacer y era posible que se odiara por lo que había planeado.

Sin embargo, eso no iba a detenerlo. Él tenía que estar seguro.

Anthony se subió obedientemente a la cama y se recostó sobre su estómago. Arrastrando un hilo de magia, tejió una venda y la colocó sobre los ojos. Su mascota lo permitió sin cuestionar y en silencio.

Su obediencia hizo que una oleada de calor se extendiera por su vientre. _¿Le gustaría enumerar sus errores, Pet? _Preguntó en el mismo tono tranquilo.

Anthony respiró hondo, enderezando la espalda, sacudió la cabeza desafiante.

_Ya veo. _Golpeo con fuerza la fusta en la palma de su mano y observó a Anthony encogerse. _¿Estás bastante seguro de tu posición?

La única respuesta que obtuvo fue un asentimiento.

Se acercó al sofá de dos plazas y se sentó. _Muy bien, mascota. No me dejas otra opción. No debes moverte, pase lo que pase. ¿Me entiendes?

Otro asentimiento.

_Necesito escuchar palabras, Pet.

_Sí. _El tono era un poco desafiante, pero rápidamente agregó un "Señor", por lo que lo dejó pasar.

Y luego él se recostó en su asiento y esperó.

En otro lugar, con otra persona, habría alcanzado un libro para pasar el tiempo. Aquí, sin embargo, con Anthony, se sentía como si necesitara pasar por esto juntos. Como si esperar en silencio no era ... una parte de un castigo, sino de alguna manera más importante que eso. Necesitaban pasar por esto completamente porque importaba. Además, no creía que tomara mucho tiempo.

Comenzó a contar en su cabeza. Anthony, siendo una criatura que requería una estimulación constante, comenzó a retorcerse casi instantáneamente cuando la habitación se quedó en silencio. Flexionó los músculos de su espalda experimentalmente. Estiró las piernas, manteniéndolas cuidadosamente en su lugar. Volvió la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro, escuchando los movimientos.

El conteo ni siquiera había alcanzado los sesenta cuando la paciencia de el niño comenzó a quebrarse.

_¿Loki? _Susurró confundido, luego se corrigió. _¿Señor?

Le tomó todo su autocontrol no responder. De ninguna manera Anthony iba a disfrutar esto, y mejorarlo solo retrasaba lo inevitable. Lo haría todo mejor después, por supuesto, pero primero vino la parte mala.

Era extraño, siempre había disfrutado de este tipo de cosas anteriormente. Le gustaba ver cuánto podía empujar a alguien antes de que se rompiera. Le gustaba reducir a los hombres y mujeres adultos a gemidos de desesperación que no querían nada más que complacerlo para que les diera lo que suplicaban. Esta vez, estaba haciendo que su estómago comenzara a apretarse. Una vez más lo estaba lastimando.

"Setenta y cinco."

Aunque tenía que saberlo. Si no confiaba en esto, no podía avanzar. Estaría atrapado en el temor de hacer algo que nunca podría ser perdonando.

_¿Señor? _La voz se hizo más fuerte, empezando a sonar preocupada. Según lo ordenado, no se movió del lugar. Se sorprendió un poco, no tanto dada la inclinación por la competencia. Sin embargo, estaba impresionado.

"Cien."

_Loki, esto no es jodidamente divertido. _Los músculos de Anthony se tensaban por completo. Los dedos de sus pies se curvaron con fuerza. _Loki? ¿Sigues ahí?

Por supuesto, esta era la razón por la que no lo había amordazado ni le había dicho que no hablara. Quería que hablara. Era el mejor indicador de su situación mental. Primero vino la confusión ante la falta de contacto. Luego aburrimiento, asumiendo que estaba probando algo o distraído de alguna manera. Entonces, preocupación, ¿qué estaba pasando? ¿Qué significaba? Luego vino la ira.

Anthony estaba empezando a enojarse rápidamente. _Maldita sea, Loki, esto no es para lo que me inscribí. Esto no es gracioso.

En su ira, probablemente atacaría y trataría de forzar una respuesta.

_Podría estar teniendo sexo real en otra parte, sabes.

"Ciento cincuenta."

_Te fuiste, ¿verdad? _Hubo un gemido lastimero, el miedo comenzó a romper su ira. _Maldito imbécil, solo conseguiste que me quedara aquí y luego te fuiste. Sabía que te irías.

Fue su turno de estremecerse ante eso, y sintió que su boca se abría para responder. La cerró de nuevo, intentando amortiguar el sonido lo mejor que pudo. Casi lo había arruinado todo.

Habría perdió el juego si hubiera hablado solo una vez.

Aunque, sin embargo, ésto no era un juego. Era muy serio, y tenía que tener éxito. Tenía que asegurarse, para ser claro. Y para hacer eso, Anthony tenía que ser el primero en romperse.

"Doscientos."

Fue entonces cuando escuchó el primer resoplido.

"Mierda"

Esto era mucho más difícil de lo que nunca había sido antes. Tal vez fue solo porque le había hecho daño recientemente, pero ese pequeño resoplido le hizo querer correr hacia el lado de su mascota, abrazarlo y susurrar en su cabello que las cosas estarían bien.

Cuando la voz de Anthony volvió a sonar, fue un susurro. _Loki, por favor. No me hagas esto. ¿Por favor?

"Doscientos cincuenta."

De repente, quería usar su maldita palabra de seguridad. Anthony había dejado de retorcerse y se había quedado completamente quieto, excepto por la respiración pesada, y eso lo estaba rompiendo cada vez más. Iba a hiperventilarse si no tenía cuidado, y eso arruinaría todo. No quería volver a hacer esto, pero el hecho de que su niño pudiera sentir su magia lo mantuvo bajo control. Si lo ayudaba, sabría que todavía estaba allí.

Casi inmediatamente después de que esa idea había sido descartada, la respiración se rompió en el ritmo familiar de miserables sollozos. Por temor a que lo hubieran abandonado. De impotencia, enojo y desesperada necesidad.

Parte de él se preguntó por qué su mascota no solo llamó a Jarvis y le exigió saber qué estaba haciendo. Si hubiera tenido tiempo de planear de antemano, habría discutido la situación en detalle con Jarvis. Sin embargo, no lo había hecho, y sospechaba que el instinto de Jarvis sería como el suyo, tranquilizar y consolar.

"Trescientos."

Entonces, Anthony respiró profundamente. _¿L-Loki? _Su voz era débil, pero había una nota de algo más en ella.

Hubo otra larga pausa, donde trataba de tranquilizarse.

"Trescientos doce segundos" pensó con urgencia. "Vamos, Anthony, puedes hacer esto." Se sentó inclinado hacia adelante, escuchando y esperando.

Y luego, más dulce que cualquier cosa que hubiera probado antes, vino la palabra que había estado esperando.

_Cariño.

La voz de Anthony era más tentativa que antes, pero estaba allí, y era perfecta.

Se puso de pie inmediatamente y corrió a su lado, quitándole la venda de los ojos con un movimiento de su muñeca. Se sentó en la cama junto a ese, dulce y atormentado, cuerpo y pasó una mano por el pelo castaño. Al instante, Anthony se acurrucó, y lanzó sus brazos alrededor de su pecho.

El sollozo comenzó de nuevo. _Lo siento.

_¿Anthony? _Estaba confundido por la reacción, luego se dio cuenta de que Anthony pensó que había fallado. Maldita sea su naturaleza competitiva.

_No pude. Lo siento, tal vez solo estoy ... _Hipo en su intento de hacer que las palabras salgan lo más rápido posible.

Puso un dedo en sus labios para silenciarlo. _Lo hiciste bien. _Continuó pasando su otra mano por el cabello de una manera suave, rascándose el cuero cabelludo tan suavemente como pudo. _Yo soy el que necesita disculparse, Anthony.

Hubo otro resoplido, y la voz de Anthony era más fuerte cuando habló de nuevo. _¿Por qué te disculparias?

Bueno, eso podría ir mal si no lo explicara bien. Por otro lado, había prometido no mentir. ¿Omitir la verdad? Todavía era una mentira. Él suspiró. _Lo siento, Anthony. Pero conozco tu naturaleza obstinada, fue la forma más rápida y menos dolorosa que conocí para hacer que te detuvieras.

Anthony lo miró, todavía sollozando y frotándose los ojos. Hizo una pausa, y esperó una explosión. _Tú ... te estabas asegurando de que usaría mi palabra segura.

Asintió, sosteniendo con seriedad su mirada acuosa. _Tenía que estar seguro, Anthony. No me arriesgaría a lastimarte accidentalmente solo porque no querías decir la palabra.

_Así que me obligaste a decirlo. _Pareció sopesar las palabras en lugar de gritarle inmediatamente y decirle que se lanzara a un precipicio o algo más violento. Su respiración se había igualado, y sus ojos se estaban secando, lo cual era bueno incluso si estaba enojado con él.

_Y todavía estoy aquí. No hay castigo por usar la palabra. Solo consuelo. _Continuó pasando la mano por el pelo de su mascota, esperando más allá de toda razón que Anthony no estuviera enojado con él por el engaño.

En lugar de enojado, la expresión se volvió calculadora. _Y ahora me debes algo.

Atrapado en algún lugar entre desconcertado y aliviado, le sonrió a cambio. _Como quieras, dulce. Dentro de lo razonable.

Anthony puso mala cara un poco en la especificación. _Oh, ¿dentro de lo razonable? Vas a ponerme límites, aunque tú ...

_Estaba probando mis límites. Y ahora puedes sentirte libre de probar los tuyos. _Le sonrió, tratando de ocultar su diversión, sentía placer ante la incomodidad de Anthony. Solo podía sentirse aliviado de que la situación no hubiera explotado, algo que fácilmente tenía el potencial para hacer. Pero la tranquilidad había merecido la pena.

_Debería darte una palmada. _Reflexionó Anthony, mirandolo a los ojos, a sus pestañas todavía se aferraban obstinadamente grupos de lágrimas.

_Ambos sabemos que no lo disfrutarías tanto como lo contrario, Pet. Pero de todos modos, si esa es la única petición que puedes pensar, siéntete libre. _No era como si pudiera lastimarlo si lo intentaba. La indignidad de esto podría doler un poco, y ciertamente nunca le permitió a nadie más hacerle algo así, pero podría vivir con eso si tuviera que hacerlo. Además, dada la burla que había añadido al final, estaba seguro de que elegiría otra cosa.

Después de un momento, Anthony se encogió de hombros. _Está bien, está bien, no quiero azotarte. ¿Por qué no suena sexy? No importa, no es importante. La cosa es que... _Se detuvo por un momento, sonrojándose bajo su mirada. _Me siento como si me hubieran engañado. Sé que no prometiste nada exactamente, tengo que trabajar para que prometas estas cosas, pero siento que me debes las malditas nalgadas por las que vine aquí. _El puchero al final fue absolutamente adorable, e incluso si no hubiera querido dar lo que Anthony le había pedido, sospechaba que se habría rendido a eso.

_¿Eso es todo lo que quieres, Pet? _Se aseguró de que las palabras fueran ligeras y burlonas, con la esperanza de esclarecer cualquier malestar restante.

Anthony frunció el ceño, sin embargo. No era la respuesta que había estado esperando. _¿Vamos a jugar de esa manera, entonces? Tengo que decir que quiero mis azotes, y luego quiero ... _Se sonrojó frunciendo el ceño. Luego sacudió la cabeza. _No. Quiero que me des lo que sabes que quiero sin hacerme decir una mierda tan vergonzosa como esa. Fóllame sin hacerme rogar por ello.

Se inclinó hacia delante y apoyó la frente contra la de Anthony. _Hecho.

_¿En serio? _Parecía dudoso. _Así? ¿Sin nada más?

_¿Por qué no nos saltamos el interrogatorio y te demostraré mis intenciones? Ya has dejado en claro que me quieres. Esa fue la razón por la que pedí que me rogaras la primera vez. _Puso a Anthony en su regazo, y los músculos apretados de su mascota se relajaron rápidamente por la postura. _Espero que no te moleste que hable, Pet. Disfruto contándote todas las cosas horribles y escandalosas que pretendo hacerte. _Pasó sus manos arriba y abajo por la espalda, presionando un poco aquí y allá para tratar de aliviar los músculos tensos.

Anthony gimió al instante en respuesta, presionando su ingle contra él. Su erección ciertamente se había debilitado bajo el estrés del tiempo 'solo', pero estaba haciendo un rápido resurgimiento. _Joder, me encanta cuando dices cosas horribles y escandalosas que vas a hacerme. Estoy tan jodido.

Detuvo sus manos y apoyó una contra el cuello expuesto.

Anthony suspiró. _Estoy en problemas por decir eso, ¿verdad?

_Sabes que no me gusta que hables así, Anthony. _Respondió con sencillez, antes de sonreír. _Por otro lado, estás en la posición para recordarte que me has disgustado.

No le dejo tiempo de jadear antes de que dejara volar su mano, conectándose fuertemente con la parte posterior de Tony.

El jadeo fue exquisito y necesitado. Acarició la piel enrojecida con dulzura, apartándose para atrapar los ojos de su mascota. Observó con atención, preguntándole en silencio si quería más.

La esquina de la boca de Anthony se convirtió en una leve sonrisa. Sus ojos, enormes y líquidos, tenían una chispa de desafío; parecían decir, sí, por supuesto, a menos que no puedas.

Sonriendo, Apartó su mano con una última caricia persistente y la dejó volar de nuevo.

_Ahhh... Por favor!

Amaba los sonidos.