Bohemia

Blue le dio un largo sorvido a su batido de fresa degustando su dulce sabor. Alzó la vista y vio a Black y a White.

Blue suspiró enamorada, ellos eran los soñadores, se notaba de lejos la bohemia que les caracterizaba, lo idealistas que eran, así como parecían estar muy enamorados el uno del otro, iban totalmente al revés de lo que dictaba su estándar social.

El soñador y la soñadora se sentaron en la mesa donde estaba Blue, quien se intimidó al tener a su amor platónico en frente, mirándola sonriente.

—¡Hola Blue! ¿Te importa que nos sentemos contigo?—preguntó el chico.

Blue apartó la mirada sonrojada y contestó.

—No, no importa—contestó dando su mejor sonrisa.

—Blue...quería pedirte un consejo—dijo White.

—¿Sobre que?—respondió Blue.

—Me gusta Ruby.

Blue se quedó sorprendida ¿acaso Black y ella no eran pareja? de repente sintió una alegría inmensa, que se disipó al pensar en que toda su relación con Black eran unas pocas palabras, unas pocas palabras que la habían logrado enamorar, pero nada más.

—Y me gustaría que me dieras un consejo para...pedirle salir, creo que eres alguien que sabe como afrontar esto...

—Lo siento White...estoy pasando por lo mismo, me gusta alguien, pero no soy capaz de decírselo, tal vez hace unos meses podría, pero ahora no.

—¿Quien te gusta?—preguntó Black raudamente, con mucho interés en su tono de voz.

Blue le miró fugazmente y se sonrojó.

—Prefiero no decirlo, pero le conocéis bastante bien, por no decir a la perfección.

White prefirió no pensar en ello, pero Black se hizo un lío en la cabeza, su mente estaba llena de los nombres de sus compañeros holder.

Tras hablar un poco el soñador y la soñadora se despidieron de la evolucionadora quien se quedó bebiendo el batido de fresa.

Su mente no podía pensar en alguien que no fuera Black, sabiendo que White y él no estaban saliendo aún tenía una oportunidad; negó repetidas veces con la cabeza.

Cuando estaba en casa solía tocar el ukelele, cantaba canciones en voz alta, todas ellas dedicadas a Black, las miles de historias que había pensado sobre estar con él eran sueños que tenía cuando no podía dormir, Black era su sueño inalcanzable. Quizás ella también tenía algo de bohemia en su interior.

Después de todo soñar en estar con esa persona especial para tí no le hace daño a nadie, sólo a ti misma porque sabes que eso jamás pasará, aunque tal vez Blue estaba equivocada.

Tras una hora, cuando Blue salía del Centro Pokémon donde había pasado la tarde escuchó unos pasos acelerados, y unos segundos antes de girarse escuchó una voz, su corazón empezó a latir con insistencia cuando la voz del soñador gritó su nombre.

—¡Blue, espera!

—¿Ocurre algo?

—No dejo de pensar en quien te gusta...yo, agh—hizo una pausa—Blue, me gustas.

Blue no podía creer las palabras de Black, saltó a abrazarle y darle un beso, mas donde debería estar Black no notó nada, sólo un vacío inmenso.

<<Otro de mis sueños>>—pensó, mas, simplemente llegó a los brazos de Black, sólo había calculado mal la distancia, juntaron sus labios.

—Black, ¿puedo pedirte algo?

—¡Claro!

—¿Dejarías de ser únicamente mi sueño para ser mi realidad?

—¡Por supuesto!

Y volvieron a juntar sus labios, esta vez sí que sabían que no era un sueño, ahora eran la realidad del otro

***

Creo que esta viñeta es posiblemente lo más raro que he escrito, no sé si me ha quedado bien

¿O acaso esto es un sueño?

Fuera bromas, ¿os ha gustado?