Trina (Difunta novia de Lara K).

Odio con mi alma cada parte de la enfermedad, sólo un día, o quizás, menos, decidí hacer la pijamada con Lara para tener ese pequeño momento con la chica que robó cada parte de mí, la chica que me enamoró de verdad.

Y aunque me duela aceptarlo, de la chica que me tendré que separar.

— Trina, ¿Qué tanto piensas? —mi madre interceptó mis pensamientos, sin embargo, no se acercó, se mantenía desde el umbral de la puerta viendo hacía mi dirección.

— Nada importante —la observo de arriba abajo, se ve absolutamente cansada, es que tratar de cuidar a alguien con una enfermedad sin cura es como tratar de que no me dé hambre, imposible.

Ella suspiró y quiso entrar a mi habitación, pero mi padre apareció y se la llevó. En el momento perfecto empaqué lo que iba a llevar y me mantuve lejana a la realidad, sentía que cada parte de mi cuerpo se desprendía de mí misma.

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Llego a la casa de Lara, sus padres están y felices me reciben, su madre es amable conmigo al igual que su padre. La diferencia que uno de los dos sí me da confianza.

Mis padres me abrazaron sin importar lo que sucediera alrededor, lloraron al igual que yo lo hice, logrando que ahora esté aquí, con los ojos hinchados.

Lara al verme se pone feliz y me abraza, como de costumbre, con las puertas cerradas me saluda como debe de ser. Me besa estando atenta por sí viene alguien de su familia y nos encuentra.

Su sonrisa se agranda y vemos películas, las miradas de enamoradas que nos lanzamos es palpable en el ambiente, a veces beso su frente o mejilla, otras simplemente le tomo la mano.

En un momento se levantó y cerró la puerta correctamente, y llegó a mi lado, besándome, pero para mí este fue un beso diferente, tal vez yo sólo lo sentí, tenía ganas de llorar y decirle todo, pero sólo la preocuparía, y no quiero hacerlo.

Los besos son interrumpidos por los toques en la puerta y la voz del padre de Lara, ella da un último beso en mis labios y se levanta. Hablaron, hasta que no escuché más su voz, salí y lo primero que me doy cuenta es que él sabe, de sus labios salió eso.

Pero ahí comenzó todo mal, mi corazón se aceleró en una cantidad sorprendente que ni hablar podía. Ella llamaba a su padre, mientras yo atrás me sentía asfixiada.

Su grito no es que ayude, corrió escaleras abajo y lejos, yo decía su nombre, una y otra vez, pero no salía de mis labios, nada salía.

Es como si estuviera en mute.

Cuando quise darlo todo, corrí, porque si no lo decía nunca lo iba a saber. La vi tocando la puerta de aquella casa con desespero y de mis labios querían salir dos palabras.

Dos malditas palabras que me agobiaban más.

— Lara... —pero no pude, de mí no salió nada más, sólo sentí cuando caí, el grito de Lara y mis deseos de que esas palabras ella la escuchara de mí, pero ya era el final.

Mi corazón dejó de latir, mi respiración se negó a seguir su recorrido y cada parte de mí murió en ese momento.

No quería morir de esta forma, y es lo que se esperaba, pero al menos quería cumplir aquel sueño que tenía en mente.

Decirle las dos palabras que pueden hacerte sentir bien dependiendo de la persona que proviene.

Me fui haciendo creer que dije: Lara, te amo.

Sin embargo, es un engaño, nunca lo hice, ni lo podré hacer... yo ya no estoy. Sólo un cuerpo que incineraron y lanzaron cenizas al mar. Del polvo vine y en polvo me convertí.

Tal vez Lara tenga a alguien en su vida que la ame tanto como yo llegué a demostrarlo con hechos, que se lo demuestren de una forma correcta y que no la dejen destrozada por una muerte de una enfermedad sin cura.

Mi familia económicamente no fue la mejor, pero al menos teníamos con que comer, un techo para dormir y buena salud, ellos, yo no. Éramos rico de eso.

Y aquí, donde me encuentro, puedo decir que amo a mi familia, como también amo a Lara con mi alma. Y sí llega alguien a su vida, que la cuide, porque siento que su madre es una completa desquiciada.

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Holi, Holi.

Un día hermoso para un extra narrado por Trina, difunta pareja de Lara.

Me dolió, pero me duele más que me va como un culo en matemáticas.

En fin, ¿Qué les pareció? ¿Cómo les va?

Yo con la enfermedad Cripolerios:

Lara luego de que se le muriera la novia y el padre el mismo día:

No me extenderé, así que, hasta aquí mi reporte.

Con amor: Lis☘️🖤☘️