Lauren
LAUREN: mi niña, mi luz.
Quizás cada momento que arreglo las maletas se sienten una tortura, extraño a mi hija, tanto que me duele no saber de ella.
Pero al recibir aquella llamada me di cuenta de varias cosas.
Una: me necesitaba.
Dos: era la última oportunidad que tenía para verla.
En todo el trayecto de las cosas que realicé mis lágrimas rodaban por mi mejillas, sin parar, incluso las llamadas que realizaba mi esposo eran ignoradas. Y duele, porque a él también le hace daño no saber ni de su hija ni de su esposa.
☘️☘️☘️
— Buenas noches, usted debe de ser Lauren, madre de Laia —asentí, el hombre me sonrió—. Un placer verla, puede pasar, está ahora en el proceso. Usted al ser la madre puede ver.
Y mi ceño se frunció, hubo otra persona que me guía hasta un lugar donde me dejaba ahí, junto a otros doctores que veían unas máquinas y monitoreaban todo.
Dejé de prestarles atención cuando el grito en una de esas cabinas se escuchaba muy fuerte, y por el cristal pude darme cuenta de que la persona que gritaba era mi hija.
Una Doctora me sostuvo, y tal vez sea poco ético, pero los gritos de Laia me dan deseos de sacarla de ahí y decirle que no luche —una estúpida decisión de mi parte—, pero recuerdo que ella decide cuando parar.
Las sesiones culminaron en esa cabina y quise correr a buscar a mi pequeña, pero la voz de la doctora me detuvo, ellos se encargarían, mientras que a mí me llevaron a una habitación a esperarla.
La Doctora entró sin Laia y me preocupé aún más.
— Lauren, es ist schön, dich hier zu haben —«Lauren, es un gusto tenerte por aquí»— Aber es ist auch schade, dass du nicht lange bleiben kannst —«pero también es una lástima que no puedas quedarte por mucho tiempo».
— Herr Doktor, wie läuft der Prozess? —«Doctora, ¿Cómo va el proceso?».
— Der Prozess der Patientin Laia läuft hervorragend, es besteht kein Grund zur Sorge —«el proceso de la paciente Laia va muy bien, no te preocupes».
— Wie lange würde es dauern, bis es fertig ist? —«¿Cuánto tardaría en terminar?».
— Das kann ich dir nicht mit Sicherheit sagen, aber komm schon, komm näher, ich kann dir ein Geheimnis verraten —«No te lo puedo decir con seguridad, pero vamos, acércate, te puedo contar un secreto».
Ella en mis oídos dijo una posible respuesta a lo que yo, asombrada y asustada a la misma vez la observé, no pude indagar más con la doctora porque otra mujer entró con Laia en una silla de ruedas. Me levanté de mi lugar y a pasos apresurados fui a donde ella estaba; su rostro pálido, sus ojos se ven muy cansados y no se puede obviar que la ropa que lleva puesta del lugar está toda sucia.
— Las dejamos solas, ella puede tomar una ducha que ya puede ir a casa —la Doctora optó por hablar en español, algo que agradecí muchísimo, salieron de la habitación y mis lágrimas bajaron sin detenerse ni un segundo.
— Mi niña —ella con la poca fuerza que tenía sonrió, extendiendo sus brazos con una notable falta de energía, la abracé.
— Mamita, te amo.
☘️☘️☘️
En casa pude dialogar más con mi hija, cuidarla, mimarla y mi corazón se había añicos cuando la veía tosiendo y escupiendo sangre, porque yo no podía hacer nada. No tenía la mínima idea de que hacer.
Mi esposo, mi hermana y mis hijos también han llegado, le hacen sacar sonrisas por momentos, cómo también les hacen anécdotas.
— Está sonando el timbre —todos se miran con el ceño fruncido, incluso yo, pero Laia con su energía de mierda se levantó del sofá y con mi ayuda fue a la puerta, abriéndola y dejando ver a aquel chico que yo conozco bien.
— ¡Zabdiel! —su rostro pasó de cansancio a sorpresa al verme, sé que detesta que le digan Zabdiel, pero a algunas personas se lo deja pasar.
La pasamos bien, mi niña, me pedía que le contara cómo iban las cosas en PhennyCity —eso se resume en: Lara, Ximena y Magda—, le conté que las cosas iban bien para que no se alterara, porque era todo lo contrario.
☘️☘️☘️
— ¡Mamá, ayuda! —el grito de Leo me despertó casi al instante, me levanté de la cama sobresaltada y fui a la puerta, él estaba con las mejillas empapadas de llorar, no le salían las palabras y ahí cuando vi sus manos casi me desmayo del horror. Estaban llenas de sangre.
Mi esposo reaccionó más rápido que yo y fue corriendo a la habitación de mi niña, cuando pude alcanzarlo vi el rostro de mi hermana estaba asustada y se notaba de lejos.
Luis está viendo por la ventana con las manos en la cabeza y tratando de calmar los sollozos.
— Laia, pequeña —mi esposo decía sin parar, una, y otra, y otra vez—. Vamos pequeña, levántate —yo caminé lo posible, pero él me observó y negó—. No respira, no siento su corazón, ¡No lo siento!
Y caí de rodillas, el grito desgarrador que solté pudo alertar a los vecinos, pero quizás a ellos no les importaba lo que pasaba en esta casa. Ellos hace tiempo que se olvidaron de nuestra existencia o sólo nos recuerdan cómo algo amargo.
Recuerdos de mi niña aprendiendo a caminar pasan por mi cabeza, haciendo el llanto aún más fuerte, no sé en qué momento llegaron unos médicos, tampoco sé cuándo mi esposo me tomo en sus brazos.
Sólo sé que mi niña no está, ¡Mi niña no está!
Mi niña, mi luz.
☘️☘️☘️
Despierto asustada, estoy en un auto. Mi esposo a mi lado limpiando sus mejillas me recuerda que lo que viví no fue un sueño, fue la puta realidad.
— Laia, mi niña, no, ella no murió —mi hermana observa por la ventana—. Hermana, ¿Dónde está mi niña? ¡¿Dónde está?!
— Mami —la voz de mi hijo me hace observarlo, él niega con la cabeza, y mis lágrimas caen nuevamente.
Mi esposo me ayuda a salir del carro, por las casas que visualizo me percato de donde me encuentro. En PhennyCity.
— No, ¿Que hago aquí? ¿Dónde está Laia? ¡Necesito ver a Laia! —mi voz salía ronca, mi hermana me llevó con ella hasta la puerta de la casa, pero sólo pude acceder un pie gritando de que mi hija no puede estar muerta cuando escuché a Ximena y a Lara dialogando. Quise ir a abrazarlas llorando, pero decidí negar y entrar a casa.
— Lauren, la Doctora dijo que: Laia ist nicht tot.
Lo observo, confundida.
— ¿Qué?
— No está muerta, amor, Laia está viva —ah, carajo, ¿Entonces por qué mi hermana sigue llorando? Al parecer leyó mi mente o algo porque carraspeó y se acercó a abrazarme—. Definitivo, no podremos volver a ver a Laia hasta que termine su tratamiento.
— ¿Hasta cuándo? —él se acercó a mi oído y susurró la respuesta, la misma que la Doctora me había brindado, y ahí entendí a mi hermana, sus lágrimas no eran de tristeza.
•—•—•—•—•—•—•—•—•
Holi, Holi.
Un extra un poco extraño, ¿No lo creen?
Les traigo malas noticia, Laia no narrará más, hasta no sé cuándo... Pero su regreso será tan emotivo, me encanta.
Ah, bueno, sí es que regresa XD.
¿Qué tal les pareció este extra?
Las cosas de ahora en adelante vienen fuertes, y me pone triste de que no falta tanto para terminar esta belleza de libro.
El padre de Laia hablando con Lauren:
Ustedes al enterarse que no volverán a saber de la existencia de Laia por un tiempo indefinido:
Los doctores a Laia:
Ustedes de ahora en adelante sin saber de Laia, sin saber si morirá, vivirá...
Bueno, no me extenderé más.
Con amor: Lis☘️🖤☘️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro