XIMENA S.

[Hasta aquí]

La villa ha logrado unos momentos de alianza entre la familia, nos hemos vuelto más unido que antes y es algo que me enorgullece tanto mi corazón, pero que a la vez me deprime.

La villa era para durar más tiempo, pero el trabajo de mi padre hace que volviéramos antes de tiempo. Todo el camino me la pasé durmiendo por lo cansada que me sentía, también porque quería estar más relajada para poder visitar a las chicas que será algo que me alegraría aún más.

— ¿No habías cerrado la puerta de tu casa, Flor? —me espanté al escuchar la voz de mi padre y miré por la ventana con dirección a mi hogar.

— Sí la había cerrado —mi madre salió del auto de mi padre, para ir en dirección a la casa. Esta mujer está loca.

Mi padre sostuvo su mano para alejarla y entrar primero, pero su lentitud hizo que la embarazada se estresara y lo quitara del medio para ir más rápido a la casa.

Fue un momento tan repentino, mi madre sólo nos mencionó que no había nadie y que quizás sólo había dejado la puerta mal cerrada. Pero no fue algo que nos tranquilizara.

— Pueden pasar, tranquilos.

Mi padre decidió marchar con su mujer, mientras que por mi parte llamaba a mi perro para que me siguiera. Sí, había ido conmigo a la villa.

Con la compañía de mi fiel amigo perruno subí a mi habitación dejando a mi madre en la cocina, no duré tantos minutos arriba cuando el grito desgarrador de mi madre hizo que bajara a alta velocidad.

Cuando llegué a la cocina quise morirme, ella lloraba del dolor mientras sangre bajaba por toda su zona.

— No, de nuevo no —mencionaba con mucho dolor, no entendía lo que pasaba muy bien, hasta que mi padrastro pidió que llamara a emergencias. Estaba asustada, muy nerviosa, ¿Qué había sucedido?

Cuando pude hacer la llamada y pedir una ambulancia sentí que todo se derrumbaba a mi alrededor, estuve ida hasta que estuvimos en el hospital y esperando respuestas de mi madre.

Lloré en el hombro de Erick mientras nos encontrábamos en la sala de espera después de recibir las noticias, la puerta abierta era porque había un intruso que hirió a mi madre y que lastimosamente hizo que tuviera un aborto, el segundo que ha tenido.

Consecuencia de que ahora ella esté tan devastada que no quiera ver a nadie, ni a su pareja Erick.

— Huyó, sólo me quedé paralizado sin saber qué hacer —Erick a mi lado limpió sus lágrimas que descendían muy rápido, este es un tema que nos tiene demasiado sensible. A él porque iba a hacer papá y a mí porque yo iba a hacer la hermana mayor que le iba a enseñar lo bueno y lo malo del mundo.

Ni una, ni la otra. Lloraba sin parar, me dolía bastante que ahora ya no pueda tener una vida feliz con mis seres queridos cómo yo esperaba, cómo anhelaba.

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La pérdida del bebé de mi madre la ha dejado tan devastada que no quiere seguir viviendo en este lugar, ha mencionado que todo le recuerda esa pérdida, y la mayor parte del tiempo llora algo no saludable.

Erick ha estado a su lado en todo momento, pero hay escenas donde mi madre no se detiene de mencionar que ella es la culpable, que no se le acerque.

Y ahora estamos empacando para irnos, no del vecindario, sino del país. Una decisión que mi padre al escucharla lloró cómo un niño pequeño, tampoco quería separarme de él, pero tenía que estar con mi madre, la amo bastante cómo para dejarla sola en este embrollo.

A las chicas y a Pablo no por voluntad propia, les informé que nos viéramos en un parque que les quedaba cerca de sus hogares, algo que aceptaron enseguida. Una parte me dolía al darme cuenta de que iba a dejar esta vida en este lugar para comenzar otra en un sitio totalmente desconocido.

— Ximena, —giré mi cabeza hacía mi madre, se veía físicamente cansada y la comprendí, no era fácil— nos debemos ir.

Asentí tomando la maleta que me faltaba por cerrar y al salir de la habitación viendo pasar cada momento que estuve allí. Bajamos al primer nivel y nos observamos antes de salir de la casa, subiendo al auto para que me llevaran al parque donde me iba a ver por última vez con las chicas.

El camino fue silencioso, ni la música que pasaba por la radio hacía romper la alta tensión en el momento. Yo mordía de vez en vez mis labios sin parar mis nerviosismo.

Cuando llegamos al parque bajé contando los minutos que me colocaron para que pudiera despedirme. Allí se encontraba Laia bella cómo siempre con un pantalón corto haciendo mostrar sus poderosas piernas y la sonrisa que lleva a todas partes.

A su lado estaba Lara, mordiendo su labio inferior donde había vuelto a colocar su arito, mientras tenía su brazo alrededor del cuello de la rubia, con una licra deportiva acompañado de una blusa corta y una chaqueta.

Pablo estaba sentado mirando con dudas a las dos chicas que estaban demasiado pegadas, pero sin mencionar una palabra.

Lo primero que hice al llegar fue abrazarlos, mencionándoles mi amor por ellos, estaba ya más nerviosa que de lo normal. Les expliqué la razón por la que me iba y a Pablo casi le da un desmayo, mientras que a las chicas tiemblan al escuchar aquello.

— Los quiero bastante, quizás después nos volvamos a ver, ¿Quién sabe si luego vuelvo al país?

Lo de volver al país lo encontraba algo extraño, no lo creo, no creo que pase por mucho tiempo. Los abracé por última vez y quise atreverme a besar los labios de la rubia, pero sin embargo sólo me contuve a besar su mejilla.

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Cuando nos encontramos en aquel nuevo país para nosotros nos sentimos extraños, escuchar una nueva lengua, nuevos acentos era algo que no nos mantenía tranquilos, porque este idioma no era el que anteriormente nosotros hablábamos y muy pocas personas en este lugar hablaban español.

El lugar donde viviríamos no era tan amplio, quizás mucho menos de lo que era en donde antes vivíamos porque era de sólo un nivel. No tenía área de lavado, sólo dos habitaciones; una cocina con el comedor incluido; un baño; una sala para recibir invitados; un garaje para entrar un sólo auto... Algo que a simple vista es humilde.

Y ahí quise hacer el silbido hacía mi mascota, pero me deprimí, había quedado con mi padre, él mencionó que lo cuidará muy bien.

— ¿Qué les parece? —mencionó Erick hacía nosotras dos, mi madre asintió sonriendo un poco de lado, me observaron esperando mi respuesta y sólo me encogí de hombros.

— RheinCity espero nos guarde algo bueno.

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Omnisciente

Para Ximena no era fácil mostrar mucho amor por su nuevo hogar, no porque sea pequeña, sino porque no se hallaba viviendo allí por tanto tiempo.

No tenía conocidos y tampoco su cara de culo ayudaba a formar nuevas amistades, quería hablar con Pablo y sus amigas, pero sabía que escuchar lo que pasaba allí en PhennyCity sólo le iba a recordar lo que se sentía estar en ese lugar.

Salía a realizar las compras con su madre y padrastro, trataba de conocer la zona, pero percibir tantas cosas alrededor no le gustaba. Solamente hizo que volviera a encerrarse en su habitación queriendo no salir del allí y que sea todo una pesadilla.

RheinCity es un país cerca de Francia, un país vecino del mismo. Este país domina el inglés y el francés, y los únicos que pueden hablar español se cuentan con una sola mano.

Mientras que su madre no dejaba de estar mal cada vez más, necesitaba ayuda tanto psicológica cómo física, no quería seguir soñando y teniendo recuerdo tan desagradables cómo los que ha tenido.

Sus sueños o más bien, pesadillas se basaban en lo horrible de aquel día, acordarse de que tiempo atrás también había perdido a un bebé y eso hizo que se deprimiera aún más.

Erick trataba de hacer lo posible para que su mujer y su hijastra estuvieran bien, pero también estaba mal física y mentalmente, perdió a quien por primera vez iba a hacer su progenitor.

Ninguno de ellos estaba bien, pero trataban de ayudarse formando una bola de: siempre juntos. Cuando era un momento que se necesitaba de terapia.

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Holi, Holi.

¿Qué les pareció este mini capítulo más corto que la existencia del bebé de Flor?

:( ya, a mí me lastimó hacer esto. Flor mental y físicamente no está muy bien.

Fuerzas para Flor.

Bueno, no me extenderé tanto, pero debo decir unas cuantas palabras antes de...

Cómo pudieron apreciar al comienzo del capítulo se podía percibir un "hasta aquí", eso no es por el bebé que perdió Flor, sino porqué Ximena, lastimosamente no narrará más.

Ya las narraciones serán: Laia, Lara, Laia, Lara... o quizás un personaje secundario de por medio, pero sí Ximena aparece cerca de las chicas no será narrando.

Con Laia había algo de expectativas de que narrara, mientras que con Ximena no, espero que esto nos los decepcionen. Aunque tengo una lectora que al leer esta nota saltará de la emoción.

Bueno, hasta aquí mi discurso.

Lara y Laia be like:

Con amor: Lis☘️🖤☘️