Tras dos meses en un duro entrenamiento, por fin los dirigentes se dignaron a llevar a los dos sobrevivientes a Rusia para visitar a cierto compañero suyo que fue víctima de radiación.

No sin antes asistir al funeral de otro compañero que fue víctima de radiación y no logró salvarse. Jeffrey Hanneman, no tuvo un funeral digno hasta noviembre de 1986, varios meses después de su muerte. Aquel suceso se llevó a cabo en su ciudad natal junto a dirigentes, sus compañeros que seguían con vida y familiares cercanos que lloraron su trágica muerte.

Aprovecharon de también realizar el funeral de los demás soldados caídos el día siguiente, incluyendo a Slash, porque a ninguno les dieron un final digno, los cadáveres los conservaban en la morgue estadounidense y no hacían nada con ellos, por fin se dieron el tiempo de despedirlos de manera apropiada, entre llanto y orgullo porque sirvieron de algo para la nación a final de cuentas, aunque a algunos los hayan matado los mismos dirigentes, sirvieron para ayudar a avanzar a los demás, quedando sólo dos con vida y otro más que seguía en el hospital.

Recibir la noticia de que regresarían con Michael "Duff" McKagan los hizo alegrarse muchísimo porque según los rumores, estaba mucho mejor y dentro de poco le darían de alta. Tener la posibilidad de ver a alguien que sufrió tanto para oír con atención las historias que tenía que contar:

En resumidas palabras, Duff y Jeff no estaban en la planta nuclear en ese momento pero estaban cerca del área más infectada, cosa que cuando oyeron el sonido de una explosión y varias alarmas accionarse, sabían que debían abandonar el área a como de lugar, sólo que no sabían hacia donde, la base quedaba bastante lejos y tuvieron que correr ambos como pudieran mientras la nube de radiación se esparcía con rapidez por toda el área.

Lograron ser evacuados pero con daños que fueron presentándose de manera silenciosa que pasaba las horas, hasta que tuvieron que llevarlos a un hospital de Rusia. Como ya se sabe, al soldado McKagan le perdonaron la vida mientras que a Hanneman no, porque su situación no mostraba mejoras.

El sobreviviente contó con un amargo sabor todas las sustancias que se le fueron suministrando a medida de que pasaban las horas para ver cómo mejorar, mostró que le hicieron transplantes de piel en la espalda porque la suya no se regeneró tras haberla perdido con el paso de las horas.

James y David se limitaban a sólo escuchar con suma atención aquellas anécdotas violentas con el accidente en Ucrania, sobre cómo la atendieron y lo casi nada que recuerda tras haber estado en coma. También relató el proceso kinesioterapéutico para volver a caminar y hablar tras el coma ocurrido.

Los meses no transcurrieron en vano para aquel soldado que cada minuto del día era vital para una curación.

Michael ya se encontraba utilizando un traje de soldado porque ese mismo día le dieron de alta. Hetfield y Mustaine se despidieron de él creyendo que lo dejarían libre de condena por la gravedad del asunto, no obstante, se sorprendieron demasiado al obtener la noticia de que Michael regresaría con ellos para quedarse, que el equipo de "espías" serían los tres, que recibirían el entrenamiento militar por un par de años hasta la próxima misión.

Cosa que era muy complicada para la víctima de Chernobyl, su cáncer a la tiroides medianamente controlado y poca resistencia física no serviría de mucha para la milicia capitalista. Aunque intentaron quejarse de ese problema, nada podían hacer, las decisiones estaban dadas y los dos jóvenes sanos tendrían que cuidar muy bien de su compañero para que pueda reintegrarse en la sociedad bélica nuevamente.

Con un sabor muy amargo, regresaron a los Estados Unidos en la avioneta militar para proseguir con el entrenamiento.