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Luego de haber hablado con Christopher durante unos 30 minutos por chat mi novia me llamó porque quería ír a comprarse cosas, y ¿Quién le cumplía sus caprichos?, exacto, yo.
- Erick, apúrate cariño - me apresuraba la mujer que más odiaba en esta vida, y luego estaba mi suegra.
- Espera Katy - dije buscando mi celular entre las sábanas de mi cama - La puta madre - maldecí, lo encontré y lo guarde en el bolsillo de mi jean.
- Llegaremos tarde al shopping - dijo bajando las escaleras con velocidad.
- Abrió hace 50 minutos, no cierran en una hora, ¿Entiendes?
- Si, si, como digas, ¿Llevas dinero, verdad? - suspiré.
- SÍ.
- No grites - se subió al vehículo.
- Eres muy molesta - hablé sin importarme lo que dijera.
- Eres un idiota Brian, se lo contaré a Daysi y va a castigarte.
- Has lo que quieras - bufeé y encendí el motor para ya ír al shopping.
Estuvimos toda la tarde en ese puto lugar, de tienda en tienda, de puesto en puesto, mis pies dolían de ya tanto caminar.
- Oh, no había visto esta - apuntó a una tienda con varias prendas dentro, miré el cartel y leí "Sex Shop"
- KATY NO - tomé su mano alejándola.
- Erick ya basta - se safó de mi agarre - Tengo el derecho de comprarme lo que yo quiera.
- Uno, es mí dinero, dos, obviamente tienes el derecho, tres, no es lo que tú crees.
- Me gustó la bikini en la vidriera.
- No es un puto bikini.
- Deja de decír malas palabras.
- Voy a decír lo que quiera y punto, no eres quién para decírme que hacer y que no hacer.
- Iré a la tienda de allá entonces - señaló otra tienda, esta vez una de las que ella quería - Si quieres no acompañes a tu novia, pero dame la tarjeta de crédito - extendió su mano y coloque el la tarjeta en sus manos - Gracias - dejó un beso en mi mejilla y caminó hasta el puesto moviendo sus caderas.
- Que idiota - me senté en uno de los bancos.
- Ni siquiera me has visto y ya me andas insultando, así no se vale Ojitos - llevé mi mirada a Christopher, me levanté y lo miré confundido.
- ¿Me sigues o qué?
- ¿Seguírte?, claro que no - levantó una bolsa color blanca que decía "Fotocopias Dellavi"
- ¿Viénes a hacer fotocopias aquí?
- Solo los Jueves, y solo sí necesito tener una copia de algún trabajo importante por si acaso.
- Ahh, que bién, supongo.
- ¿La chica de remera amarilla y jeans blancos es tu Novia?
- Sip.
- Nada mal.
- Si la conocieras.
- ¿Y tú como estas?
- Hablamos hace...¿4 horas?
- No llevo la cuenta.
- El punto es que hablamos hace un rato.
- ¿Sigues estando bién como dijiste en el chat?
- No, no estoy nada bién - sonrió - Es insoportable, la quiero lejos de mí.
- Es tu novia.
- Por obligación, si no fuera por esa tradición ni siquiera cruzaria miradas con ella.
- Que rudo el Bebé - tocó mi mejilla.
- Ay ya - alejé su mano.
- ¡Erick! - suspiré al oírla llamarme y venír hacia nosotros, pude escuchar como Christopher dió un corta risa - Ya no necesito nada más.
- Porfin - solté aliviado.
- ¿Y Él quién es? - preguntó por Christopher.
- Un amigo.
- Tú no tienes amigos.
- Dejen de decírme eso, claro que tengo - pedí.
- Un gusto, muchacha - Chris tomó su mano y dejó un beso en esta.
- Ay, que simpático - Le sonrió coqueta, él solo le dió una ligera sonrisa.
- Bueno ya, ¿Nos vamos? - pregunté y asintió.
- Nos vemos Erick, nos vemos Señorita - se despidió Chris para luego marcharse.
- Es hermoso tu amigo - alagó Katy de camino a la salida.
- Olvídalo, es Gay.
- Ay que asco - cambió su opinión al instante.
- Asco das tú - dejó de caminar y me observó indignada.
- Eres un mal educado.
- Bonita persona la que me lo dice, qué, ¿Tú me enseñaras modales?, ¿Justo tú?
- Púdrete, llamaré un taxi.
- Págalo con tú dinero - dejé las bolsas que tenía en el suelo fuera del shopping - Yo pienso pagártelo.
- Erick - me llamó, pero solo caminé hasta mi vehículo y me fuí de allí.
- ¿Dejar a tú novia sola en la salida del shopping?, ¿Te parece correcto?
- Claro que no, no está bien y lo sé, pero dile que se controle, sabes que en ocasiones actúo sin pensar.
- ¿Qué fue lo que dijo?
- Dijo que un chico es asqueroso solo por ser Gay - mentí en sierta parte.
- ¿Solo por eso?
- ¿Solo por eso?, ¿SOLO POR ESO?, Mamá, ellos merecen respeto, tienen los mismos derechos que nosotros de amar, no es asqueroso, es como si a tí te gustara el rojo y a mí el azul, ¿Por eso yo soy asqueroso?
- No es lo mismo y lo sabes.
- Me parece muy estúpido darle demasiada importancia a los gustos de alguien más cuando hay niños pobres que mueren de hambre.
- ¿Ahora te vuelves solidario?, ¡Porfavor!, deja de balbucear y vete a tu habitación, no cenarás.
- No estoy balbuceando, solo te irrita que no sea la misma mierda que tú - terminé por hablar y subí a mi cuarto.
Cerré la puerta muy fuerte lo cuál provocó un gran ruido en la casa, caminé de un rincón a otro tratando de calmarme, me irritaba y fastidiaba el hecho de que insulten y degraden a otras personas solo por el dinero que ellos manejan, creen que por eso pueden andar diciéndo sus idioteces a cualquiera y hacer sentír inferior a quien se les da la gana.
Tomé un florero de cristal sobre el escritorio y lo arroje al suelo haciéndo que se rompiera.
- Auch - dije al sentir uno de los trozos caer sobre mi pie, era uno pequeño por lo cuál no fue tan doloroso quitarlo.
Entré al baño y coloqué una curita en la herida, corrí los cristales hacia una esquina con una escoba que tenía en mi armario y me aseguré de que no quedara ninguno en el pequeño espacio donde calleron.
Tomé la ropa que había usado antes de salír y me volví a vestir con estas prendas, me dejé caer en la cama con la mirada al techo.
Me quedé unos segundos en silencio y no bastó demasiado tiempo para que desquitara toda mi rabia e impotencia a través de lágrimas.
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