43
Narra Erick
Desperté y tardé un momento en reaccionar, más con este dolor de cabeza que tenia.
Me senté en la cama observando el lugar.
- ¿qué? - susurré mirando con detalle a mi alrededor, aquí vive Christopher.
Mi mirada se dirigió a unas dos maletas en un rincón de las cuatro paredes y luego a otra que estaba en el suelo abierta sin estar completa de prendas.
- no creí que despertarías tan rápido - miré a la entrada de la habitación donde estaba él.
- ¿q-qué hago aquí? - pregunté y lo ví caminar hasta mí, se sentó a un lado.
- viniste borracho, te hice estar en la tina un momento, te quité toda esa ropa con aroma a humo y alchool, te dí un boxer y short mío y te traje a que duermas.
- yo...lo siento - su mirada era distinta, me veía con sus ojos brillosos y un poco de lástima podria decirse - ¿qué sucede?
- creo que hablaste de más - lo miré al principio confundido y después asustado - Erick - suspiró.
- ¿qué?
- por favor no vuelvas a hacerlo - me abrazó mientras lloraba - no lo hagas Erick eso no.
- ¿qué cosa?
- no vuelvas a cortarte.
.
- abre.
- Christopher no soy un niño, puedo solo.
- abre - insistió. Rodé los ojos y abrí un poco mi boca dejando que me diera una cucharada de puré de manzana.
- está rico.
- es manzana solamente - rió logrando que por fin vuelva a sonreír.
- no importa, es rica.
- ¿coqueteándole a la manzana, Colón?
- noo - golpeé suavemente su hombro - no seas idiota - reí junto a él. Una vez que dejamos las risas decidí hablar - lo siento por eso - me referí a los daños que hice yo mismo en mi muñeca.
- ¿cuándo las hiciste?
- no sé si antes de ayer o antes antes. Estaba desesperado, enojado y sentía toda la presión sobre mí. Me percaté de lo que hice luego de...ya sabes.
- no lo vuelvas a hacer.
- no lo haré.
- eso espero - tomó un respiro.
- ¿qué vas a hacer?
- no lo sé. No voy a irme tranquilo si estás así, voy a esperar como mucho una semana más.
- ok.
- ven - me abrió sus brazos y no dudé en sentarme sobre sus piernas y dejar que me abrace, acomodé mi cabeza cerca de su cuello - Erick.
- ¿qué pasa? - pregunté jugando con su cadena.
- no voy a regañarte porque saludes a un gatito en la calle - acarició mi cabello.
- ¿a qué te refieres? - dió una pequeña risa.
- viniste llorando porque tú novio Christopher te dijo que no hables con extraños y tú estabas mal ya que saludaste a un gatito de camino - contó.
- qué tonto - reí.
- tuviste varios cambios de humor. No vuelvas a tomar de esa manera.
- lo siento por eso también - me acurruqué - gracias por cuidarme.
- no hay de qué.
.
- voy a llamar a mi padre para decirle que no irás.
- ¿por qué?
- debes descansar, son las 3 de la madrugada, duérmete.
- ¿pero vas a llamarlo a esta hora?
- le dejaré un mensaje.
- está bien.
- ¿te apago la luz? - preguntó.
- ¿te vas?
- voy a el sillón, no está mal.
- duerme aquí...por favor.
.
Apenas se acostó lo abracé, necesitaba dormír con él de esta manera nuevamente, su compañía sanaba todas y cada una de mis heridas, me hacia feliz y me sentia completo.
- ojitos.. - susurró acariciando mi espalda - buen apodo.
- avellanita - devolví.
- qué buenos tiempos.
- ni que pasaran siglos - reí.
- pero sí pasó rápido.
- sí..yo también me dí cuenta, siento que no disfruté como debia ser.
- yo también. Pero cuando el tiempo transcurre rápido significa que te diviertes.
- ajá - asentí.
- lo único que hiciste estos días fue llorar con la esperanza de que todo sea un sueño.
- ¿lo dije?
- lo dijiste.
- sí, es sierto - me aferré más a su cuerpo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro