Ese día tuve que acompañar a mi madre, suegra y Katy a ver el lugar donde nos casaríamos y donde se realizaria la fiesta. Era un lugar al aire libre, en una parte estaría la parte en donde nos casaríamos guiado de la famosa e infantable alfombra roja y las sillas donde se ubicarian los invitados a los lados de esta.

Una casa de dos pisos donde prepararian la comida y dos cuartos donde se cambiarian el novio y la novia.

Una parte con mesas redondas dejando un gran espacio en el centro que pasaría a ser el lugar donde bailarían los novios y los invitados, una barra a un costado, como adornos una bonitas flores, rosas y otras plantas.

Todo era demasiado hermoso, mi boda soñada solo que no sería con la persona correcta.

Desde que llegamos a la casa solamente me quedé acostado en mi cama, estaba demasiado decaido y sin ánimos para nada, era entendible.

Las palabras de Christopher cruzaban por mi mente una y otra vez.

Jamás volvería a verlo.

Todos los momentos juntos pasaron por mi mente, las veces que estuvimos a punto de besarnos y por culpa del destino no llegamos a hacerlo en los primeros intentos. Sonreí al recordarlo.

Cuando él confesó sus sentimientos, la primera foto juntos, la primera vez que dormimos juntos, todo.

Encendí la pantalla de mi celular encontrándome con esa primer foto de inicio, y la que nos sacamos en el shopping de bloqueo.

¿Cómo esa tan hermosa relación ahora quedaría en el olvido?

Ahora ambos pasaremos a ser extraños muy cordiales.

- No recuerdo el momento exacto donde despertó una chispa en mí - dije mirando al techo - Ojitos - sonreí al susurrar el apodo por el que me llamó los primeros días - Avellanita eh..

Sabía que no tardaria en llorar con tantos recuerdos en mi mente. Abracé mi almohada con el deseo de que todo sea un sueño, que en realidad tenía una vida con Christopher, que vivía con él y no tenia ninguna clase de impedimento en nuestra relación, que todo estaba bien, que ambos estábamos bien.

Era inútil pensar todo esto ahora, no lo volveria a ver después de todo.

No volveria a saber de él, de su sonrisa, de su personalidad, de nada.

¿En qué momento pasó todo esto?

De estar abrazados en el césped de su casa a mitad de la noche pasamos a estar llorando en su oficina despidiéndonos uno del otro porque jamás volveriamos a vernos. ¿Cómo pasó?

- todo pasó muy rápido. A su lado el tiempo pasa volando - suspiré - siento que no disfruté nuestra relación, no quedaba tanto por hacer. Esos planes quedarán en el olvido ahora - mordí mi labio inferior para evitar sollozar en lo que una lágrima caía por mi mejilla - ¿qué carajos estoy haciendo con mi vida?nada tiene sentido, no entiendo nada, no comprendo cómo llegué a estar llorando en mi cama como antes.

Por mucho tiempo no había llorado, me la pasaba sonriendo solo por saber que tenía a un chico hermoso a mi lado y también su compañía.

- pero ahora no tengo nada, no tengo a nadie - comprendí - estoy solo de nuevo, por eso estoy así, otra vez.

.

Miércoles. Ya no estaba Christopher en su oficina, no sabía si estaba en su casa o donde sea, aunque quería saberlo.

- Erick, ¿cómo estás? - preguntó Joel apenas me vió entrar.

- bien.

- no es necesario que mientas, además de que sé la verdad tú rostro te delata.

- bueno.. - me senté en la silla delante del otro lado de su escritorio - estoy muy muy muy mal.

- ¿ya no van a volver a verse de verdad?

- él prefiere no verme - respondí - y lo entiendo.

- sí pero..¿no te gustaría que sea tomen un día para despedirse como debe ser?

- no, eso dolerá mucho.

- yo creo que deben hablar bien todo lo que pasó y lo que pasará, tomense un tiempo y fingan que no existe nadie además de ustedes, disfruten al máximo la compañía del otro y luego sí se dejan de ver.

- no lo soportaríamos, no vamos a poder estar ni 2 segundos sin llorar desconsoladamente.

- claro.. - miró al suelo unos segundos - lamento mucho todo lo que pasó.

- yo también - lo miré - solamente nos enamoramos de la persona incorrecta como si fuera el indicado - solté y salí de allí con mis papeles antes de que me derrumbe frente a él.

Opté por dejar el trabajo realizado en recepción en vez de ír a su oficina cuando a acabó mi horario.

- ¡Erick, cariño! - apenas entré a mi hogar Katy me rodeó con sus brazos - hoy vamos a recoger tú traje y el mío - dijo cuando se separó - vístete, te esperamos aquí. No tardes - depositó un beso en mi mejilla y subí las escaleras hasta mi cuarto a pasos vagos, no tenia ánimos para nada y eso estaba demostrado, demasiado que creo que pensar en eso no era necesario.

Me vestí lo más rápido que pude y bajé. Jean blanco, el buso mostaza que compartía con mi ex novio y zapatillas beige.

El traje era bellísimo, muy lujoso y la razón era que lo había hecho uno de los más famosos diseñadores de mi país.

- está hermoso - alagó mi madre - ¿verdad hijo?

- sí, está bonito - respondí sin ánimos tocando la manga derecha del saco.

- ¿qué te pasa? - murmuró entre dientes cuando el diseñador se alejó de nosotros para ír a no sé dónde.

- no estoy de humor - dije simple - te espero en el auto.

- con esos humores no Brian - apuntó - ¡tienes que estar feliz!te casarás dentro de 2 días con una mujer hermosísima, tienes muchísimo dinero, eres de la clase más famosa de ricos, ¿qué mas quieres?

- el dinero no me importa, tampoco la estúpida de Esther ni nada de esto. ¡Yo solamente quiero estar con Christopher! - solté en medio de un ataque de llanto. Cubrí mi boca con ambas manos al observar la mirada de mi madre, sorprendida.

- ¿qué dijiste?