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Me coloqué la pijama y me metí a la cama, tapándome con el cómodo y calentito acolchado.
Mi celular comenzó a sonar y con mucha pereza estiré mi mano hasta alcanzarlo, contesté sin ver el contacto y llevé el aparato a mi oído.
- ¿Hola? - hablé con la voz algo ronca por el sueño que comenzaba a consumirme.
- Hola Bebé.
- Ah, hola, ¿Pasa algo? - pregunté.
- Te a-Te quiero muchísimo y no me gusta Lucas, admito que es bonito pero yo tengo a un chico hermoso a mi lado que es único e incomparable. Lucas me gustó, es decír que me refiero a tiempo pasado, ¿Sí?
- Es una suerte que no puedas ver lo sonrojado que me encuentro - reí.
- Me gustaría verte de esa manera y llenar tú rostro de besos.
- Otro día. Gracias por llamarme y contestar mi pregunta de hoy aunque hayas interrumpido mi sueño.
- Ah, ¿Estás por dormír o estabas durmiendo?
- Estoy por dormír.
- Perdón, pero no quería ír a soñar con Erick's sin aclararte lo de Lucas.
- ¿Erick's?
- ¿No te e dicho que eres mi angelito?
- ¡Chris! - cubrí mi rostro con las sábanas aunque él no me viera.
- Te quiero.
- Yo también.
- Ya te dejo descansar, sueña con los Erick's, cariño.
- Soñaré con los Christopher's.
- Me parece bién - rió - Adiós, te adoro.
- ¿Esta ves lo dices enserio y no porque haya enfrentado a alguien y te sorprenda?
- Te adoro por ser tú.
- Mejor me voy a dormír antes de que quiera subirme a mi vehículo e ír hasta tú casa para dormír entre tus brazos, ¿Ok?
- Ok. Te quiero muchísimo.
- Yo también - reí y corté la llamada.
Dejé el celular sobre la mesita de noche y me acomodé nuevamente para dormír.
- Te adoro y quiero muchísisisimo Christopher - susurré con una sonrisa.
Desperté 30 minutos más tarde de lo normal, por lo cuál me preparé como flash e ingresé a la empresa 15 minutos tarde.
- Camila anota mi llegada - pedí en el tiempo en que crucé por la recepción antes de llegar al ascensor, no iva a detenerme y saludarla, luego será.
- O llegaste tarde o te quedaste en la oficina de Christopher a los besos por 15 minutos - fué lo primero que dijo Joel apenas coloqué un pie en su espacio.
- No, tonto. ¿Esto es? - pregunté señalando a un folio sobre su escritorio.
- Sí, llevatelo y vete.
- Ok, Pimentel - tomé los papeles en mis manos y salí.
El receso comenzó y decidí ír a la oficina de Mi novio.
- Hola - saludé mientras cerraba la puerta.
- Hola, Angelito - él me miraba sonriendo mientras yo con cada segundo me iva enrojeciendo.
- Cállate - caminé hasta él y me ubiqué en la silla delante de su escritorio.
- ¿No te sentarás en mi regazo?
- Naa - tomé unas hojas en blanco y un lapicero - ¿Cómo estas? - pregunté mientras dibujaba lineas en uno de los papeles.
- Bién, pero creo que estaría mucho mejor si me das un abrazo - levanté la mirada y observé como hacia un puchero - Si no quieres ok.
- Nooo, Amor - me levanté y ambos nos quedamos callados.
- ¿Cómo?
- Ay perdón - cubrí mi boca.
- Nonono, dílo de nuevo - pidió con una sonrisa.
- Amor - estiró su mano hacia mí y me ubicó sobre su regazo.
- Te quiero mucho - dijo mientras besaba distintas facciones de mi rostro.
- Y-Yo también - lo detuve entre risas para después besarlo.
Entrelazo nuestros dedos en medio del beso, luego posicionó una de sus manos en mi cabello.
La puerta se abrió y ambos nos separamos rápidamente.
- PERDÓN - se disculpó para luego volver a cerrar la puerta.
- ¿Quién era? - pregunté.
- KEILIANY PASA - la nombrada pasó cubriendo su rostro avergonzada.
- Lo siento - habló una ves que nos encerró a los tres en la oficina.
- Tranquila, ¿Qué necesitabas?
- Tú padre me dijo que te diera esto - caminó hasta el escritorio y dejó los papeles a su alcance - Lo quiere para hoy.
- Pero es muy largo - se excusó Chris mientras miraba las hojas.
- Él dijo que si quieres hacer horas extras en su oficina no hay problema, pero lo necesita para hoy.
- ¿No puedo llevarlo a casa y terminarlo allí? - preguntó a lo que Kei negó.
- Y Erick, ya que estás aquí - me dió un folio - También para hoy. Los dejo - y sin más, se fué.
- ¿Quiéres quedarte conmigo a hacer horas extras? - asentí.
- Bueno - besé su mejilla - Le avisaré a Mi madre - me despedí y salí.
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