❊28❊
- ¿Estás seguro? - pregunté dudoso ante sus anteriores palabras.
- Sí - dejó un beso en mi mejilla.
- ¿No prefieres a alguien libre o..
- No - me interrumpió - Te quiero a tí y punto. Pondré otra película - evitó seguir hablando del tema y lo cambió.
- Bueno - acepté luego de dar un suspiro.
- ¿O tú no quiéres? - consultó con un tono preocupado sin dejar de mirar la gran pantalla frente a nosotros mientras cambiaba canal por canal.
- Pienso que mereces algo más - relajé mi cuerpo dejándome caer en el respaldo del sillón.
- No es lo que meresco, es lo que quiero, Ojitos.
- Ojitos - susurré con una sonrisa, al principio odié ese apodo y ahora lo amaba, lo amaba solo por la persona que me lo decía.
- ¿Me estás prestando atención?
- Sí. Mereces más - mantuve mis palabras - Punto.
- No - llevó su mirada a mí e hice lo mismo - No seguiremos hablando de eso porque eres muy terco - aclaró y volvió su mirada a la televisión.
- Meh. Deja esa - tomé su mano para que impidiera cambiar - Está bonita...déjala - lo solté.
- Es triste - habló sincero - Demasiado.
- Lo sé, eso la hace hermosa.
- Sí, pero yo no quiero llorar.
- La dejas y punto.
- ¿Y si le agrego puntos suspensivos a tús palabras? - usó un tono coqueto.
- ¿A qué te refieres? - reí - Tonto - le arrebaté el control remoto y lo dejé sobre la pequeña mesa a unos 3 pasos de nosotros - Ya déjame mirar la película - me acomodé en el sillón.
- Ni que te estuviera tapando los ojos.
- Ahh, ¿Eres gracioso?
- Síp - respondió en tono orgulloso mientras hacía una pose victoriosa, no pude evitar sonreír.
- Te quiero - dije de pronto.
- Yo también - dejó un beso en mi cabello y se acomodó a mi lado.
Ambos terminamos llorando una ves que la película acabó.
- ¿Vez?, te dije que lloraría y no quería - se levantó y trató de cesar sus lágrimas.
- Yo también lo estoy.
- "Bajo La Misma Estrella" no es una película que disfrute demasiado ver.
- Bueno - lo observé ír al baño y fuí detrás de él.
Mojó su rostro para después secarlo, yo hice lo mismo y salímos del baño una ves que acabamos.
- Quiero comer algo dulce - comenté y se encogió de hombros.
- No creo que tenga nada dulce, ni siquiera creo que haya algo en esa heladera.
- Me fijaré - caminé hasta la cocina y abrí la heladera, solamente había huevos, una botella de juro de naraja, mantequilla y sobras de comida - Deberías comprar más cosas.
- Te dije que no había mucho - por lo cercana que se oyó su voz deduje que estaba entre las mismas cuatro paredes que yo.
- Quería asegurme - la cerré y me volteé encontrándolo ahí, apoyado en el margen de la entrada a la cocina.
- ¿Me das un beso? - preguntó a lo que me sorprendí, nunca me había consultado algo así.
- ¿Por qué no vienes y me lo das?
- Está bien - se acercó a mí y colocó sus manos en mi cintura y yo llevé las mías a su cuello. El beso comenzó a ser apasionado y sentí un apretón en mis nalgas, gemí sobre sus labios.
- C-Chris.
- Shh.. - volvió a juntar nuestros labios.
- No quiero...tener relaciones - tomé un respiro por la falta de respiración debido al beso.
- Está bien - se separó - ¿Qué quieres hacer?
- Ni idea - me encogí de hombros - ¿Podemos hablar de nosotros en nuest-tú cama? - me corregí.
- Claro. ¿Apagamos todo aquí abajo antes de subír?
- Sí.
Ya estábamos sobre la cama, acostados de lado, dándonos la cara sin ignorarnos mientras teníamos la pijama colocada. Yo tenía unos 2 pijamas en casa de Christopher, los dejé una ves que me quedé y los usaba cada día que me quedaba.
- Eres sexy - habló de pronto.
- Lo dijiste hoy - reí - Gracias, supongo.
- Oh, de nada. Tienes un trasero bien rico.
- Christopher - golpeé su hombro por la verguenza que estaba sintiendo y no tardé en enrojecerme.
- ¿Qué?
- No digas eso..
- ¿Que tú trasero es jodidamente sexy al igual que tú cuerpo?
- Basta - pedí mientras sentía mi rostro arder.
- Tierno - rió y acarició mi mejilla, alejé su mano de mi rostro.
- ¿Soy tierno o sexy?, decídete, Vélez - reí.
- Discúlpame, Colón.
- Cállate o deberé hacerlo yo.
- Me interesa la segunda opción.
- Es exitante.
- Si lo dices - se acostó mirando hacia arriba y me coloqué sobre él dejando mis piernas flexionadas y las rodillas a cada lado de su cuerpo. Comencé a besarlo y sentí sus manos dirigirse a mi short y bajarlo - ¿Segunda ronda? - preguntó con una voz exitante.
- Acepto - volví a besarlo mientras él bajaba mi boxer, tuve que alejarme un momento para sacármelo al completo y él aprovecho ese momento para desnudarse de la cintura para abajo.
Me volví a colocar sobre él de la misma manera que hace unos segundos, acomodé su miembro en mi entrada y lo fuí introduciendo en mi entrada poco a poco.
Comencé a dar brincos sobre él. En la habitación solo se oían nuestros gemidos, jadeos y él sonido que hacían nuestros cuerpos al chocar.
Tiré mi cabeza hacia atrás dando un gemido de tanto placer que sentía en mi cuerpo sin detener los movimientos que nos unían y separaban.
- Joder, Erick - Chris dejó escapar un jadeo y acerqué mi rostro al suyo para besarlo.
Dejé mi boca cerca de su oído permitiendo que escuche mis respiraciones y jadeos de una mejor manera.
Sus manos se posaron en mi cintura ayudándome a realizar mejor el movimiento de subír y bajar.
Dejé a Christopher salír dentro de mí cuando me avisó que llegaría.
Ambos alcanzamos el climax y dejé caer mi cuerpo sobre el suyo.
- Y-Ya, estoy...agotado - los dos tomábamos grandes bocados de aire y nos tomó un momento regularizar nuestras respiraciones.
- Debemos limpiarnos.
- ¿No puedes hacerlo por mí como el otro día?
- ¿El otro día hace más de un mes?
- Sí, eso.
- Bién. Duérmete tranquilo - me acosté a un lado permitiendole levantarse.
- Gracias. Te quiero mucho.
- Yo también - me besó una última ves antes de entrar al baño.
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