❊27❊
- ¿Un café está bien? - pregunté desde la cocina mientras tomaba unas tazas.
- Sí - asentí aunque él no me estuviera viendo y comencé a preparar los dos cafés.
- Aquí tienes - dejé la taza a su alcance y me ubiqué delante de él.
- Diablos - lo miré al instante.
- ¿Qué sucede?
- Te vez muy sexy con solo tú boxer pegado a tú cintura y mi camisa suelta.
- Ay cállate.
- Pero es la verdad.
- Sí, sí, claro - reí y le dí un sorbo a mi café.
- ¿Te quedarás a dormír?
- Sí.
- ¿Y si nos quedamos mirando películas?
- ¿Dices? - asintió - Bueno - acepté.
.
- ¡Yo sabía! - afirmé sentándome derecho rápidamente y extendí mis brazos hacia el techo - ¡Ella lo engaño! - señalé la gran pantalla frente a nosotros y luego miré a mi novio, el cuál estaba mirándome con una sonrisa - ¿De qué te ries? - fruncí mi seño relajando mi cuerpo, apoyándome en el respaldo del cómodo sillón.
- Eres un bebito - tomó mis mejillas entre sus manos para después soltarme y dejar besos en distintas facciones de mi rostro - Te quiero mucho.
- Yo también - dejé un casto beso en sus labios antes de que se alejara de mí volviendo a su posición inicial - Chris.. - me giré de costado y me acoste apoyando mi cabeza en sus piernas.
- ¿Qué sucede, hermoso? - sonreí tímido. Agradecía el hecho de que solo nos iluminara la luz de la película y que de esa manera no notara como mis mejillas se enrojecieron.
- Nunca me habías llamado así.
- Lo sé. Solo use esa palabra para describirte como eres, como un "Eres hermoso" aunque como apodo me estaría refiriendo a lo mismo - comentó mientras acariciaba mi cabello, cerré mis ojos ante el suave tacto de sus dedos jugando y enredándose en mi pelo.
- ¿Crees que vamos muy rápido? - pregunté y sentí como su mano se retiró de mi cabello rápidamente.
- ¿Tú crees? - tragó saliva, llevé mi mirada a la suya, él se notaba preocupado y asustado a la vez - ¿Q-Qué quiedes decir?
- Ey, tranquilo - tomé su mano y dejé un beso en ella - No quiero terminar contigo.
- Ahh...¿Pero sí crees que nos apresuramos?
- No, yo no lo siento de esa manera - respondí sincero - ¿Tú?
- Tampoco. Siento que llevamos un año aunque solo sea un mes y medio.
- Aww - me acomodé sobre sus piernas y dejé sobre el sillón, relajé mi cabeza en su hombro y deposité un beso en su cuello.
- ¿Te sientes cómodo conmigo?,¿No sientes que te hace falta algo?
- No - besé su mejilla y volví a acomodarme - ¿Qué me hace falta a mí?
- Nada.. - susurró de una manera poco audible, mantenía su mirada en la película desde que me acomodé sobre él y yo hice lo mismo.
- ¿Estuviste con alguien antes que Zabdiel?
- Sí.
- ¿Cuántos?
- Unos...¿5? No lo sé con seguridad, fueron más pasajeros que los segundos.
- ¿Algún apróximado?
- ¿1...2 meses?no lo sé.
- Ahh..bién, supongo.
- ¿Alguna pregunta más?
- ¿Cómo era tú relación con Zabdiel?
- No nos tratábamos de manera cariñosa como somos nosotros, de hecho con ninguno de mis ex's, solo era sexo, o eso sentí yo.
- ¿No hicieron el amor?
- No, solo sexo - hice un sonido en modo de afirmación, luego de eso, nos quedamos en silencio mientras observábamos la película, aunque estaba seguro de que Christopher no le estaba prestando atención a lo que sucedía, sino que estaba perdido en su mente pensando en quién sabe, de igual manera que yo.
Comencé a jugar con su cadena mientras por mi cabeza se reproducían distintas canciones que a mí me gustaban, era como una radio, de manera aleatoria.
- Erick.
- ¿Uhm?
- Tú dijiste que Katy y tú son novios de manera obligada, y de esa manera también se casarán, ¿No? - lo miré asustado, me alejé de su pecho permitiendo que sus ojos avellana se coloquen sobre los míos, nunca me había puesto a pensar ese detalle.
- E-Eh...sí, no lo..no lo sé - su mirada se sentía fría, asintió y dirigió su vista a la televisión - Es algo pronto para pensar en eso...¿No?
- No lo sé. Permiso, debo ír al...baño - me levanté y lo ví hasta que se perdió en los pasillos.
- ¿Qué va a pasar con Christopher y Yo cuando me case? - pregunté bajo, no quería que me escuchara.
Comencé a tener miedo, miedo de perderlo cuando ese día llegue, comenzaría a rogar para congelar el tiempo y disfrutar de su compañia y nuestra bonita relación, estaba seguro que él no querrá estar conmigo cuando yo me case, de eso estaba seguro, yo tampoco me quedaría en su caso.
Tomé mi cabello y lo revolví para después dejar mis manos en mi rostro, solté un claro sonido de frustración, ¿Por qué no podía ser libre?, ¿Por qué diablos no podía eligír con quién quiero estar el resto de mi vida? ¿Por qué?
Christopher regresó luego de unos minutos, eternos para mí.
De un pequeño brinco se sentó a mi lado con una sonrisa, me rodeó con sus brazos y susurró en mi oido logrando que todo mi cuerpo se congelara, mis labios temblaron sin poder pronunciar alguna palabra.
- Quiero quedarme contigo, si tú también quiéres, lograremos enfrentar las consecuencias y problemas juntos, Erick - susurró de una manera tan decidida que me transmitió una sensación extraña y cómoda a la vez.
- Sí, quiero - me aferré a su cuerpo.
No tenía idea de por qué el quisiera quedarse conmigo, de tantos chicos con los que podría estar los cuáles no tienen compromisos y menos una relación obligada, ¿Por qué diablos él prefería al chico imposible?, ¿Qué pasó por su mente al tomar esa desición?, tantas preguntas estaban revolviendo mi cabeza al punto de querer hacerla explotar. Simplemente solté un suspiro y me relajé entre sus brazos, entre sus cálidos brazos.
- Solo no te alejes de mí, por favor - pidió casi rogando, asentí en un ligero movimiento de cabeza.
- Eso es lo que menos quiero, te lo aseguro.
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