❊19❊
Estuve más de 1 hora hablando con Christopher, sin duda alguna es la llamada más larga que e tenido.
Tuvimos que acabar nuestra charla porque Avellanita estaba cansado.
- Bueno, descansa - hablé para el chico al otro lado de la línea.
- Tu también, te quiero.
- Yo te quiero mucho.
- No, yo.
- Yo.
- Erick, yo.
- Bueno ya, ve a dormír, y yo te quiero más - corté antes de oír quejas. Me reí un breve momento por la tonta discusión que habíamos tenido.
Estaba a punto de dormirme, pero el tono de llamada en mi celular comenzó a sonar.
- ¿Hola? - contesté la llamada sin mirar el contacto.
- ¡Hola, amor!, quiero algo..
- Justo tú tenías que ser - susurré molesto.
- ¿Qué dijiste?
- Nada, nada, ¿Qué pasa?
- Quiero ír de compras mañana.
- Te llevaré si es la última vez que me llamas en la noche, yo tengo que descansar para ír al trabajo mañana, por si no sabias, Katy.
- Sí, sí, ¿Me llevaras?
- Ash, sí, adiós - corté y volví a acomodarme.
.
- ¡Hola Keiliany! - saludé apenas entré a la empresa.
- Ah, hola Erick - me regaló una sonrisa, la cuál fue devuelta.
- ¿Cómo estas?
- Bién, entraste 15 minutos antes, ¿Por?
- Voy a hacer algo, ¿Christopher ya llegó?
- Sí, hace aproximadamente una hora.
- Perfecto, anota mi llegada, Querida.
- Ok, Querido - le dí una sonrisa antes de subír al ascensor.
- HOLAAA - saludé cuando cerré la puerta.
- Cállate.
- Uy, bueno, disculpa - reí mientras caminaba a él.
- ¿Dormiste bién?
- Como un Bebé.
- Y lo eres.
- Ay cierra la boca - me senté sobre su regaso.
- Tengo una mejor idea - colocó su mano en mi cintura.
- ¿Cuál?
- Cierrame la boca.
- Eso suena sexy.
- Y lo es - relamí mis labios antes de besarlo de manera lenta.
- Apasionado....no - dije en medio del beso.
- Chr...Ay - puse mis manos en su pecho, nos separé y me levanté.
- Keiliany, pasa - la nombrada volvió a pasar.
- Lo siento, debí golpear primero.. - habló avergonzada.
- N-No te preocupes, yo ya....me voy - caminé hasta la puerta.
- No, no - me detuvo la peliroja - Solo vine a decirte que el jefe te quiere en su oficina en una hora - le habló Chris - Me retiro - abrió la puerta - Por sierto, hacen bonita pareja - nos sonrió y se fué.
- A-Ahora no sabre cómo mirarla - llevé mis manos a mi rostro, sentía mis mejillas rojas de la verguenza.
- Con los ojos - sentí sus pasos acercarse.
- Tarado - reí, sus manos quitaron las mias de mi rostro.
- No tapes tu rostro, es hermoso - besó mi frente.
- Tu rostro también lo es.
- Gracias, Ojitos - nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos en completo silencio.
- AHHH no puedo - tapé mi rostro entre risas.
- ¿Qué no puedes?
- Mirarte. Eres demasiado bonito y me dan ganas de llenar tu rostro a besos - escuché su hermosa risa.
- Vuelves a cubrir tu rostro y me veré obligado a atar tus manos - volvió a quitar mis manos.
- Te quiero mucho - susurré.
- ¿Por qué lo susurras? - husó el mismo tono de voz.
- Porque sí - sonreímos, no tardé ni más de 3 segundos en abrazarlo - Te quiero muuuuucho - me alejé y tomé sus mejillas - Demasiado - dejé besos por distintas facciones de su rostro mientras él reía.
- Ya, ya - me detuvo - ¿No debes ír a buscar tu trabajo a la oficina de Joel?
- Cierto - dejo un beso en mi mejilla - Ahorita voy - otro beso más pero en la otra mejilla, planteé un beso en sus labios - Luego del trabajo me gustaría estar contigo, pero debo llevar a Katy de compras.
- ¿Otras vez?
- Mama me dijo que debo ser respetuoso con ellas.
- ¿La obvedeceras?
- No en todos los casos. Me voy - le dí un último beso y salí de su oficina para ír a la de Joel.
- Erick, cariño mío de mi corazón - sonreí.
- ¿Cómo estas, Joel?
- Bién, toma, cielo - me entregó los papeles - Ya sabes como se maneja esto, este es más corto que el de ayer, lo traes para hoy.
- ¿Es de verdad?
- Sí, sí, esta ves sí - rió - Ya vete.
- Como digas - salí.
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