❊15❊
Desperté y Christopher no estaba.
Me levanté y tomé mi cepillo de dientes, entré al baño, lavé mi rostro y limpié mi dentadura.
Bajé a el living y Chris tampoco estaba allí, tampoco en el comedor ni en la cocina.
Escuché la puerta del baño de abajo abrírse, caminé hasta allí y ví como Christopher salió con un short y secando su cabello.
- Hola - dije captando su atención.
- Hola - se acercó y dejó un casto beso en mis labios - Quería hacer el desayuno, pero despertaste antes.
- ¿Por qué te duchaste en el baño de abajo y no en el de arriba?
- Pensé que el ruido de el agua te despertaría.
- Ahh, esta bien - dejó la toalla sobre el mueble del baño, fuímos a la cocina para hacer el desayuno - ¿Qué podemos hacer?
- ¿Para el desayuno?, ni la menor idea.
- Que bien - reí.
- ¿Y si vamos a una cafetería?
- ¿Tú quieres?
- Claro, ¿Tú?
- Mmmm..podemos ir a comprar media lunas y el café hacerlo nosotros.
- ¿No quiéres desayunar en una cafetería?
- Quisiera disfrutarlo contigo solo, allá están los empleados, clientes y eso.
- Entiendo, vé a cambiarte para ír a comprar.
- Mejor me doy una ducha.
- Te espero aquí - dejé un beso en su mejilla y subí a ducharme.
Ya habíamos comprado las media lunas, ahora ívamos al supermercado a comprar café, y de paso, algunas cosas que Christopher necesitaba en su casa.
Tomamos un carrito y comenzamos a recorrer los pasillos agarrando las cosas que necesitabamos llevar.
- ¿Y el café, Chris? - pregunté mirando los estantes.
- No lo sé, esperame aquí que voy a buscarlo, Ojitos - se fué y me quedé viendo lo que teníamos en el carrito, hasta que una chica se robó mi atención.
- No quiero mal interpretar las cosas, pero se nota algo lindo entre ustedes.
- Gracias.
- ¿Son novios?
- Por el momento estamos.... no lo se con seguridad - sonrió.
- ¿Cómo te llamas?
- Erick, ¿Tú?
- Clara.
- Gusto en conocerte.
- Lo mismo digo. Una pregunta..
- Dime.
- ¿No te costó salír del closet?
- Lo tomé con tranquilidad, ¿Por?
- Esque, a mí me cuesta.
- ¿Sigues dentro del closet?
- Algo así.
- ¿Te da miedo tú orientación sexual?
- No, para mí no tiene nada de malo, pero tengo miedo por lo que piensen las personas que me rodean. Mí familía es religiosa y no piensan bien de los homosexuales que digamos.
- Bueno, mí familia no lo sabe, supongo que no lo tomarían bien tampoco.
- Que suerte la nuestra - rió tímida.
- Si.. ¿Tú eres de por aquí?
- Me mude hace tres semanas, no tengo amigos de aquí y por eso trato de socializar.
- Me gustaría seguír charlando contigo.
- Lo mismo digo, ¿Quiéres que te pase mi número?
- Claro - saqué mi celular, entré a contactos y presioné para agregar uno nuevo - Dime.
- 356+ 14 6284 8876.
- Clara, ¿No?
- Sí, sí, mandame un mensaje y te agregaré.
- Perfecto.
- Nos vemos Erick - dejó un beso en mi mejilla - Saludos y suerte con el chico - sonreí.
- Adiós - ella se fué hacia otro pasillo.
- Aquí esta - dijo Chris colocando el café dentro del carrito.
- ¿No lo encontrabas?
- No, tuve que consultar con un empleado - reí - No te rías, Idiota.
- Idiota tú - dejó un corto beso en mis labios - ¿Ya tenemos todo?
- No todo todo, pero eso será otro día, vamos - fuímos a la caja registradora y pagamos lo que llevamos.
Tuvimos un problema cuando intentámos hacer el café, y es que Chris desperdició medio tarro.
- ¡Eres idiota, Christopher! - afirmé para luego comenzar a reír por la expresión de perdido que tenía al mirar el café en el suelo.
- El café esta caro - dijo en tono serio.
- Yo no lo tiré - tapaba mi boca para no reír, ya que me miró mal al ver como me reía de su desastre.
- Trae la escoba, porfavor - asentí y fuí a buscarla, se la traje y miré como limpiaba.
- De verdad que eres Idiota - sonreí, Él tapo su rostro y comenzó a reír con una mezcla de enojo.
Habíamos preparado el café, nos sentamos en el comedor y mientras desayunamos, hablábamos de nosotros, nos tomamos el tiempo hasta preparar la comida para conocernos más. Con cada cosa que me contaba de Él, puedo decír que me agradaba cada vez más.
- ¿Hace cuánto estás con Katy?
- Nos hicieron conocernos desde los 12 años. Ambas familías se juntaron a cenar, nos presentaron y nos dijeron acerca de nuestro furuto, que ambos estábamos "Destinados" a estar juntos.
- ¿Cómo era ella de pequeña?
- Al principio, sí me gustaba, me parecía muy bonita, dí mi primer beso con ella a los 13. Pero con los años, se hizo muy agrandada, se presumía y también presumía lo que tenía, su ego se alzó por las nubes, y ahí deseé mandarla a la mierda.
- ¿Cómo fue su primer beso?
- Estábamos en mi cuarto, sentados en mi cama, ella me contaba acerca de lo que le compró su Madre, ese reloj caro de oro puro, que para ella, fue un pequeño presente, casi insignificante. Me tomé el atrevimiento de tomar su mano, más allá de que quería que se calle y me preste atención, estaba seguro de que quería dar mi primer beso con ella, pero, solo si la chica a la que le tomé la mano también lo quería, por esa razón, se lo pregunté, "Katy, ¿Puedo besarte?", al principio me miró dudosa, y ahora que recuerdo su expresión, puedo confirmarte que me miró como si fuera poca cosa y no era suficiente para su primer beso. Sin embargo, aceptó, me acerqué lentamente y uní nuestros labios, fue algo como un simple roce.
- Eso no cuenta.
- Pero yo aún lo cuento como mí primer beso.
- ¿Volvíste a besarla luego de eso?
- No, siempre que le pedía o intentaba, corría la cara o decía alguna que otra excusa, entonces, dejé de intertarlo, y dejé de desearlo cuando descubrí como era ella realmente, ahí llegué a la conclusión de que yo no era poca cosa para ella, sino que, ella era algo que no quería para mí.
- ¿Yo soy poca cosa para tí?
- Tú eres mucho para mí, más de lo que podría haber imaginado. Tú manera de pensar, de expresarte y tú forma de ver el mundo me sorprende, haces que desee saber más de tí, conocer tus más íntimos secretos, no eres lo que quería o imaginaba para mí, eres más, incluso mejor.
- Que romántico me salió el niño - se acercó a mí.
- Niño tú abuelo.
- Eso no tiene sentido.
- Ya lo sé - junté sus labios con los míos, dándole un beso lento y dulce a la vez - Fuíste mi primer beso si el simple roce no cuenta - susurré sobre sus labios
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