Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXX • Especial (Domelik Montés) [+18]

C a p i t u l o - 3 0

Mire hacía el cielo. ¿Acaso esto nunca se va a acabar? Ya llevaba casi dos años con mi novio y el no decidía cambiar. El era muy agresivo, demasiado para mí gusto. No me había dado cuenta al principio de la relación porque estaba cegada de amor por el pero después de un tiempo lo ví. Cuando regresé con el borracho del cumpleaños de una amiga. La estábamos pasando bien. Pero algo cambio esa noche. Recuerdo que:

Llegamos al rededor de las tres de la mañana, Jeha estaba muy borracho pero no lo daba a ver. Entramos en el departamento. Andaba con unos tacones rojo de aguja y un vestido largo del mismo color. Había sigo un regalo de mi madre para mis quince primaveras pero ya que la había cumplido me lo podía poner cuando quisiera y lo cogí para esta ocasión. Andaba con un moño alto y el andaba con un traje negro. Se quitó los zapatos y  busco una botella de tequila en el refri. Esa acción me molestó un poco ya que después era yo quien tenía que recoger las cosas regadas. Estaba un poco molesta con el, le fastidio la fiesta a mi amiga fajandose con otro hombre. Tenía moretones en la cara pero en vez de curarse los el prefirió seguir bebiendo.

—Jeha. Recoge los zapatos y ponlos en su lugar para que mañana no...

—Cállate.

Su abrupta voz llena de odio me interrumpió como si yo fuera lo más asqueroso que había visto. Me miraba indiferente. ¿Por qué? ¿Ahora que había hecho?

—¿Por qué me hablas así?

—¿Crees que no me di cuenta de lo que hiciste? —me quedé atónita ante sus palabras.

—¿Que hice?

—Los estabas provocando con ese vestido.

—¿Que? ¿De que hablas?

—Esta abierto a los costados. Los estabas provocando. —tenia razón en solo una cosa. El vestido estaba abierto a los costados porque ese era su diseño pero no estaba provocando a nadie.

—Yo no provocaba a nadie, Jeha.

—¿Ma vas a mentir?

—Acuéstate. Mañana hablaremos, estás borracho.

—No estoy borracho —se acercó a mí. Su cara había cambiado a una de deseo. Me tomo de la cintura y me atrajo hacia el.

—¿Que haces? Yo no quiero hoy. Estoy muy cansada.

—Discúlpame mi amor ¿Si?

—Esta bien. Pero ahora acuéstate. Debes estar muy cansado.

—No. Quiero hacerlo contigo.

—Hoy no, Jeha —casi supliqué.

—Hoy sí.

Me cargo en contra de mi voluntad y me llevo hasta la cama. Allí me tiró y caí dándome un golpe en la cabeza. Vi su mirada y el sabía que yo no quería. Tenía que parar.

—Para Jeha. ¿Que haces?

Me pase la mano por la cabeza para sobarme el golpe.

—Quitate el vestido.

—No —combatí.

—Bueno, te lo quitaré yo.

Se acercó a mi mi con mirada depredadora y me cogió el vestido. Por más que intenté retroceder choque con la cama y el ya había agarrado el vestido. Jalo de el y pude sentir como la tela se rasgaba. Las lágrimas empezaron a caer sin control. Me había roto el vestido y a el no parecía importarle ¿Que estaba haciendo?

—Jeha... Me has roto el vestido que me ha dado mi madre antes de que muriera.

—Mejor. Era muy provocativo. De todos modos no lo ibas a usar más —dijo subiéndose en la cama.

No supe en qué momento se subió encima de mi a horcajadas y me quitó el resto del vestido por jalones. No sé arrepentía de lo que estaba haciendo. Se veía que le gustaba. Intente retorcerme debajo de el pero no pude. Era más grande que yo y por más que me moviera no salí de ahí.

—No te muevas, perra.

Un dolor me dejó impactada. Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos con más frecuencia. El ardor en la mejilla no dejaba de doler. Me había dado una cachetada. ¿Quien era el para hacerlo?

—Suéltame —grité. Me estaba desesperado en esa posición y algo me decía que no iba a acabar así.

Me sujetó y me abrió las piernas para abrirse paso. Me arrancó las bragas de un solo tirón y me sujetó las manos mientras me miraba con lujuria. Esa mirada no iba a salir de mi mente. La odiaba.

—No te muevas. Recuerda que vives conmigo y yo puedo hacer contigo lo que yo quiera.

No me moví. Solo cerré los ojos y me metí en la oscuridad de mis párpados. Allí sola mientas le sentí penetrarme duro. Solté un jadeo de dolor. Ya no sentía placer al hacerlo con el ahora mi mente se había apoderado de unos sentimientos más fuertes. Odio, asco y furia. Le odiaba con toda mi alma. Ya no era placentero, ahora era un dolor insoportable cada vez que salía y entraba de mí. Cada expresión que hacía, cada gruñido, cada jadeo de exitacion que soltaba lo odiaba con todas mis fuerzas. ¿En dónde me hacia metido?

Este acabo de... El... El me había violado. Cuando acabó salió de la habitación y yo me acurruqué en una esquina de la cama odiandolo, odiandome. No supe en qué momento perdí el conocimiento y me dormí. Me dormí entre tantos sollozos, entre tanto dolor. ¿No le importaba? No, después de esta noche supe que no.

Desperté al día siguiente y Vi un desayuno preparado a la perfección en la cama. ¿Otra vez? Ya había pasado antes pero antes no me había violado. Se sentía horrible. Fui corriendo al baño y me encerré. ¿Porque yo? ¿Porque todo lo malo de este mundo me pasa a mi? Empecé a llorar sin control. Así estuve por horas hasta que un toque en la puerta me saco de mis pensamientos. Me seque las lágrimas y abrí. Sabía quién iba a estar detrás de la puerta pero aún así abrí.

Nos quedamos en silencio. Miraba al suelo si querer mirarle la cara. Me daba repugnancia. Yo lo quería. Lo quería como a mi pareja. Lo amo aún. ¿Porque me hacía esto? ¿Algún día lo había repudiado?

—Buenos días, cariño.

¿Cariño? ¿Tenía la desfachatez de decirme cariño?

—Bue-buenos días.

—¿Porque tienes esa cara?

—Nada.

No sé acordaba. ¿Cómo si iba a acordar? Estaba borracho.

—Te he preparado el desayuno —apuntó hacia la cama.

—No lo quiero.

—¿Por qué no?

—No lo quiero. ¿No lo entiendes? —su expresión cambio a una de enfado.

—¿Me levanté temprano para prepararlo y no lo quieres?

—Eres un idiota, hijo de puta.

—Dilo otra vez.

—Hijo de pu... —no terminé de decir la frase ya que su puño se estampó contra mi cara.

Está vez no estaba borracho ni nada de eso. Mis lágrimas volvieron a salir descontroladamente.

—Se acabó. Me voy de esta casa.

Me apresuré a recoger mis cosas antes de que me parara y no me dejara ir. Si algo que me había dicho mi madre era que si un hombre te levantaba la mano y tú lo permitas lo seguiría haciendo. ¿A dónde iría? No importaba solo necesitaba salir de este lugar.

Decidí ir a la casa de mi mejor amiga. Kaia. Ya después de haber pasado un mes en casa de una amiga. Ella me recibirá sin rechistar. Así lo hice y ahora estamos viviendo en la casa de uno de sus amigos. El me cedió su habitación a empujones pero lo hizo. Es muy agradable. Se llama Calem. Nada más había pasado un día en ese departamento y Jeha fue a verme:

—Dome, perdóname —se arrodilló ante mi y yo desvíe la mirada.

—Sal de aquí.

—Perdoname te lo pido. No puedo vivir sin ti amor.

—Vete —una lágrima rodó por mi mejilla.

—¿Con quién estás viviendo aquí?

—Con unas amigas y un amigo.

—¿Que amigo? Te vas a ir conmigo ahora mismo —dictó furioso.

—Vete. Acaso no entiendes que me perdiste por tu actitud machista. Eres un idiota y yo me he olvidado del puñetazo que me diste. Quedó marca. Yo fui quien me tuve que ir. No tu. Lárgate de mi vida. Lo único que has hecho es joder...

—Dom.

—No. Vete Jeha —cerre la puerta en su cara.

•••

Nota: Hola. Este es un especial para esas personas que están atadas a otras mediante la violencia.

Ej: un novio que quiere estar contigo a toda costa, te maltrata y te amenaza.

En esas situaciones tu eres fuerte. Nunca te rindas. Tu puedes.

🥀💔

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro